El día de hoy vamos a suspender nuestra serie del
Fruto del Espíritu, para dar paso a una enseñanza que debe de ser columna en la
vida de todo buen cristiano: La resurrección literal y permanente de entre los
muertos de nuestro Señor Jesucristo.
Esto es por el día de hoy, en la llamada semana santa, se celebra el Domingo de Resurrección, está no es solo
una tradición del catolicismo, aunque su forma de celebrar llega a ser hasta
anti bíblica, pero por fecha si corresponde a la conmemoración del evento.
Cabe mencionar que nosotros los cristianos genuinamente
nacidos de nuevo por la gracia de DIOS, no solo festejamos en esta fecha la
resurrección de Cristo, hay quienes dicen que lo hacemos todos los domingos, lo
cual es parcialmente cierto, pues, aunque todos los domingos unánimes como
cuerpo celebramos a Cristo, la verdad es que esto es cosa de TODOS LOS DÍAS, no
una vez a la semana, mucho menos solo una vez al año.
La resurrección literal y permanente de entre los
muertos de nuestro Señor Jesucristo es la columna vertebral de nuestra fe, si
esta doctrina llegará a caer no solo muchas más caerían con ella, el cristianismo bíblico mismo no podría
sostenerse de pie.
Por eso no es de sorprendernos que sea de las doctrinas
más atacada, minimizada, olvidada o ridiculizada y esto sucede desde la iglesia
del primer siglo. Hechos 17:32.
En nuestros días son sobre todo los pseudo cristianos
llamados testigos de Jehová quienes no solo niegan la deidad de Cristo, pues para
ellos Jesucristo es solo la encarnación del arcángel Miguel, sino que también
niegan que haya resucitado literalmente de entre los muertos, alegan que su
resurrección solo fue espiritual no en cuerpo, que no sucedió literalmente,
pero la biblia dice otra cosa: Juan
20:27.
Otra HEREJÍA con letras mayúsculas que se propaga en
cuanto a la resurrección es la muerte
espiritual de Cristo y está se propaga en el medio carismático- pentecostal.
Tal vez inspirados en la resurrección espiritual de
que hablan los Ruselitas, Kenneth Copeland y Kenneth Hagin que son los primeros
promotores modernos de esta basura de doctrina, han influenciado no solo a prominentes figuras cristianas como
Benny Hinn, en nuestro país, el falso apóstol Jonatán Meza (que promueve
también la feminidad del Espíritu Santo, nuestra
madre dice él) está esparciendo esta falacia por todos lados.
La enseñanza de la muerte espiritual de Cristo, es un
peligro para el cristianismo, pues es una de las blasfemias más grandes que
hay, pueden variar algunos puntos de un hereje a otro, pero la esencia es la
misma.
Según estos herejes, "El sacrificio del cuerpo y la sangre de Cristo en la cruz no
expiaron el pecado; la muerte física de Cristo en la cruz ocurrió solamente
para permitir que Él muriera en Su espíritu.
Dicen que Jesús se hizo,
literalmente pecado en la cruz y puso sobre sí una naturaleza pecaminosa,
siendo entregado así a Satanás. En consecuencia, Cristo perdió su Deidad y fue
al infierno como un hombre condenado.
Según cree esta gente, "fue en el infierno, no en la cruz, que nuestro Salvador cumplió
sus sufrimientos por los pecados y luego de tres días, el Espíritu Santo
descendió al infierno y permitió que Jesús naciera de nuevo, restaurándose
entonces su Deidad."
Pero esta locura no termina ahí. Ellos también enseñan
que "Durante su estancia en
el infierno, Jesús libró una batalla, luego de la cual Cristo tomó las llaves
del infierno y la muerte, las arrebató del poder de satán. Finalmente fue
resucitado de los muertos y ocupó su lugar a la diestra del Padre".
También alegan que "Debido a que Jesús tuvo que nacer de nuevo como cualquier otro
pecador, con lo cual se le restauró su Deidad, el nuevo nacimiento de los
creyentes también nos otorga deidad a nosotros. Nos volvemos dioses en nuestro
espíritu," y esta es la razón por la que usted ha oído,
inclusive recientemente a algunos mega-maestros sugerir que somos
"pequeños dioses" o que somos "Jehová Junior".
Esta gente enseña que "Nuestros espíritus vueltos a nacer son hechos a la imagen de Dios
y son incapaces de pecar. Los cristianos pecan en la carne, pero no con su
espíritu... y nosotros como dioses tenemos poder creador y, tal como Dios a
través de su Palabra creó los mundos, en condición de dioses con espíritu
perfecto tenemos igual poder con nuestras lenguas. Por medio de la confesión
positiva, podemos proferir palabras creadoras como dioses y crear milagros de
sanidad y prosperidad".
Tales enseñanzas equivalen a un ataque al valor de la cruz y de la
sangre allí derramada.
Si la cruz no fue un sacrificio suficiente, entonces la sangre derramada
tampoco lo sería. Jesús no derramó su sangre en el Hades, sino en la cruz.
Aclaremos rápida y sobre todo bíblicamente esta enorme
blasfemia.
En primer lugar, la vida sin pecado de Cristo es
fundamental para nuestra salvación, si Cristo fue a la cruz como un hombre pecaminoso
y de naturaleza satánica, NO podía ser el sacrificio propicio para DIOS. 1ª Pedro 1:18-19. Hebreos 4:15. 1ª Juan
3:5.
En segundo lugar, decir que Cristo se hizo pecado es una metáfora, y a lo que se refiere es a
la imputación de nuestros pecados en Él al estar en la cruz del calvario. 2ª Corintios 5:21. Esto es parte de la
Doctrina de la Justificación, la imputación doble, nosotros imputamos en Cristo
nuestros pecados y el atribuye en nosotros su Justicia.
Decir que Jesús se hizo de naturaleza satánica antes de llegar a la cruz
es una blasfemia.
Si fuera así, cuando dijo Padre, perdónales… ¿Le hablaba al diablo? ¿El diablo es misericordioso
entonces?
Además, decir que Jesús bajo al infierno a ser
castigado, es anti bíblico, como el hecho de que peleo contra satanás por las llaves de la muerte, eso lo pondría al
nivel de satanás y no hay comparación entre una criatura y el Creador. Jesús si
bajo a las partes bajas de la tierra, Efesios 4.8-9. Romanos 10.7.
Jesús
no fue a sufrir al Hades como castigo adicional para el pago de nuestros
pecados, él fue por los justos que se encontraban en el seno de Abraham y a
arrebatar las llaves de la muerte y del Hades. 1ª Pedro 3:18-19. Apocalipsis
1.18.
Al igual, el decir que Jesús tuvo que nacer de nuevo, es
ponerlo al mismo nivel que nosotros los seres humanos, solo a los PECADORES les
es necesario nacer de nuevo, eso EXCLUYE por completo a Cristo, porque Él JAMAS
PECÓ.
Las implicaciones de que Jesús nació de nuevo es que al igual
que él, nosotros al nacer de nuevo podemos tener divinidad, ser pequeños
dioses, jehová junior, etc. y que en base a eso podemos decretar y declarar palabras de fe, claramente quedo refutado en la
enseñanza de Los Nombres de DIOS: Al Altísimo, solo basta recordar que EL ÚNICO
SER EN EL UNIVERSO CON ESA CAPACIDAD CREATIVA EN SUS PALABRAS ES DIOS.
Para culminar, los que creen este tipo de mentiras
doctrinales, han negado la eficacia de la cruz y la sangre derramada para perdón
de sus pecados, la biblia nos muestra que es en la cruz donde se llevó a cabo
nuestra redención NO en el infierno.
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Colosenses 1:14,20-22.
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Efesios 1:5-7.
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1ª Juan 1:7.
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Hebreos 10.10-19.
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Apocalipsis 1:5.
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Apocalipsis 5:9.
El sacrificio y la sangre derramada en la Cruz del calvario
son pieza clave en nuestra salvación, pero si Cristo NO hubiera resucitado
literal y permanentemente de entre los muertos no sería válido.
Por eso es que la doctrina de la resurrección es la columna
vertebral de la fe cristiana, todos los sermones evangelisticos que leemos en
el libro de los hechos incluyen la resurrección de Cristo pues desde los
inicios de la iglesia es parte fundamental de su predicación.
Esto es así porque si Cristo no resucito de los muertos,
quiere decir que en realidad hubo pecado en Él, la muerte lo retuvo como a
todos los demás mortales y si Él no resucito ninguno de nosotros tampoco lo
hará jamás, y no solo eso, significaría que estamos en nuestro pecado y que
vamos directo al infierno.
Si Cristo NO
resucito somos dignos de lástima, pues tampoco nosotros resucitaremos a vida
eterna, y en vano estamos pasando tantos sufrimientos, en balde aguantamos los
ataques de nuestra familia y amigos, es por nada que hoy sufrimos pues no
habría eternidad a su lado. 1ª Corintios
15:12-19.
Y eso no es
todo:
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Además, la
resurrección asegura nuestra regeneración. 1ª
Pedro 1:3.
·
La resurrección
de Cristo asegura nuestra justificación. Romanos
4:25.
· La resurrección
de Cristo nos asegura que también nosotros recibiremos cuerpos glorificados,
libres de la presencia del pecado al resucitar. 1ª Corintios 15:20.
La resurrección de Cristo no fue simplemente
un regreso a la vida, como otros lo habían experimentado antes (Lázaro, por
ejemplo, Juan 11:1-44), porque de
ser así Jesús habría estado sujeto a debilidad y envejecimiento, y a la larga
habría muerto de nuevo como mueren todos los demás seres humanos.
Más bien, cuando Jesús resucitó de los
muertos fue las «primicias» de una nueva clase de vida humana, una vida en la
que su cuerpo fue hecho perfecto, sin estar ya sujeto a debilidad,
envejecimiento y muerte, y capaz de vivir eternamente. 1ª Corintios 15:20-23,42-43.
También hay evidencias de que en realidad
Cristo resucito, he aquí algunas de ellas:
·
El nuevo testamento. No estamos razonando en círculo, pues no
intentamos probar que por estar ahí escrito es cierto, pero lo que sí es un
hecho indiscutible es que todo libro escrito tiene un contexto histórico, el Corán* por ejemplo considera la vida de
Mahoma, Los Miserables de Víctor Hugo situado en la revolución francesa.
Sabemos, según datos indiscutibles, que el
Nuevo Testamento tuvo su origen al principio de nuestra era entre el movimiento
cristiano que tenía sociedades organizadas llamadas «iglesias» en las grandes
ciudades del mundo romano. Es evidente, según la naturaleza del Nuevo
Testamento mismo, que los escritores de los veintisiete libros creían
cabalmente que Jesucristo había resucitado de los muertos. Creían que su tumba
estaba vacía y que había aparecido en forma reconocible con el mismo cuerpo con
que había sufrido en la cruz.
·
El movimiento cristiano. Indiscutiblemente el cristianismo lleva
presente cerca de 2000 años y durante todo ese tiempo ha trastornado el mundo,
el fundamento y principal predicación de este movimiento es la resurrección de
Cristo, ha soportado entre sus seguidores muertes, persecuciones, hambres,
tribulaciones, etc. Y ha permanecido de pie hasta la fecha, y una de las cosas
que lo sostienen y fortalecen es la firme creencia en que Cristo vive.
·
El día de culto cristiano. Antes de la era cristiana el día de culto de
los judíos era el séptimo día de la semana o el sábado, después de la
crucifixión la iglesia cristiana empezó a dar culto el primer día de la semana,
la razón por la cual se cambio fue que precisamente en el primer día de la
semana resucito el Señor. Marcos 16:2.
·
La experiencia cristiana. Otro hecho tangible de la resurrección de
Jesús es cuando un alma pecaminosa, se acerca a DIOS con humildad y quebranto y
DIOS transforma esa alma por el poder de su gracia, este cambio radical se le
llama “vida resucitada” tal como la de Cristo.
Es a esta
experiencia de la vida cristiana, que la biblia llama EL PODER DE SU
RESURRECCIÓN. Filipenses 3.10.
Antes de hablar del Poder de su
resurrección es necesario hablar de la muerte espiritual, pues si es un
concepto bíblico, solo que a diferencia de la herejía que aclaramos el día de
hoy, la muerte espiritual solo se da en los seres humanos caídos o pecadores NO
en Jesucristo el Hijo de DIOS.
La muerte espiritual, es la consecuencia de la desobediencia de Adán al
mandato explícito de DIOS de no comer del árbol del bien y del mal, a partir de
ese entonces, todos los seres humanos nacemos muertos espiritualmente, en
pecado original, separados de la gloria de DIOS. Romanos 5:12 y 19. Romanos 3:23. Efesios 2:1. Colosenses 2:13.
Por eso es que hay que nacer de nuevo, no basta con llevar una vida
moralmente correcta, eso no salva, lo que sucede cuando nacemos de nuevo por la
gracia de DIOS, es que el pecado original es removido de nuestro ser
espiritual. Romanos 6:6-8.
El resultado de que el pecado es removido de nuestro ser es la
regeneración a una nueva vida, en la cual nos aflige cometer pecados en la
carne por lo cual buscamos a Cristo, descansamos en Él como el único medio a la
santificación, a esto se le conoce comúnmente como vidas transformadas y eso solo puede ser posible por el poder de su resurrección.
Hay un acto simbólico que conmemora estas fechas y esta doctrina tan
importante, es uno de los dos sacramentos ordenados en la biblia: La Cena Del Señor. 1ª Corintios 11:23-26.