La semana pasada comenzamos con el estudio expositivo
del octavo capítulo de este grandioso evangelio, en los primeros versículos
vimos una historia que es exclusiva de este libro y que además se ha debatido
durante siglos acerca de autenticidad, pero lo que más nos impactó y en lo que
centramos nuestra atención fue en la misoginia radical de los líderes religiosos
de Jerusalén.
Habían sorprendido a una pareja, en la que al menos la
mujer era casada, teniendo relaciones íntimas con aquel que no era su esposo,
de inmediato apresaron únicamente a la mujer adúltera, aun y cuando la ley de
Moisés claramente dice que ambos, él y la adúltera han de ser juzgados y morir,
pero a los líderes no les importaba hacer cumplir la ley de Moisés, lo único
que pasaba por sus entenebrecidos corazones era tender una trampa al Señor
Jesús.
Llevaron a la mujer delante de Jesús que enseñaba en
el templo, en medio de la multitud se abrieron paso, sin importarles sus
emociones, su temor a morir, nada del corazón de esta pobre mujer era de
importancia para ellos, su alma o su vida espiritual era comparable con la de
un objeto o con la de una posesión material y nada más, su propósito no era
salvarla, sino solo utilizarla con el fin de tentar al Señor Jesús, la ley la condena a morir lapidada, le
dijeron, ¿Qué dices tú que debemos de hacer?
·
Si la perdonaba estaría violando flagrantemente la ley
del Señor.
·
Si la condenaba, lo podrían acusar ante los romanos de
violar su ley o ante la multitud de no ser misericordioso ya con ellos.
Antes de entrar a estudiar la magistral respuesta que
el Señor les da y las reacciones que se suscitaron, primero es importante
entender:
¿Qué es el adulterio? Y ¿Por qué el Señor lo condena
tan tajantemente?
Para empezar el adulterio es el tener relaciones sexuales
entre una o dos personas casadas con alguien que no es su cónyuge legal, a
diferencia de la fornicación que es la intimidad entre personas que no han
contraído matrimonio. El caso más recordado de adulterio cometido en la biblia,
es el del rey David con Betsabé. 2ª
Samuel 11:2-5.
El problema del adulterio,
ataca indistintamente a hombre y mujeres, pero a fuerza de ser sinceros, somos
los hombres los que más fácilmente caemos en este grave PECADO, y que esto
quede bien grabado en nuestros corazones, el adulterio no es una canita al aire ni un desliz, el
cometer adulterio es un PECADO gravísimo delante de DIOS.
Como pastor he visto muchas
veces los estragos que causa en las vidas de las personas este terrible mal, y
créanme, no son nada agradables.
Las consecuencias del
adulterio son atroces:
·
Corazones destrozados.
·
Desconfianza.
·
Incertidumbre.
·
Soledad.
·
Desconsuelo.
·
Desequilibrio económico.
·
Lágrimas derramadas de impotencia, de dolor, de frustración,
de desesperación.
·
Hay además la gran mayoría de las veces desmembración de la
familia.
·
Problemas y sólo problemas acarrea el adulterio a un
matrimonio.
DIOS prohíbe determinantemente el adulterio para
protegernos, es una de las 4 prohibiciones del primer concilio, en Jerusalén en
Hechos 15:20. La
primera razón obviamente es porque atenta contra su carácter justo y santo,
pero la obvia consecuencia es que nos está protegiendo, DIOS no es un
aguafiestas, no nos está prohibiendo divertirnos, lo hace para evitarnos pasar
la profunda tristeza y el inmenso dolor que causa una infidelidad.
·
Éxodo
20:14.
·
Proverbios
6:27-32.
·
Proverbios
7:5.
Un hombre casado no solo le dice que sí a su esposa al
contraer matrimonio, también le está diciendo NO a todas las demás mujeres en
el mundo. El adulterio se da en dos niveles: el emocional y el sexual, ambos
son pecado delante de DIOS, aunque no con las mismas consecuencias. Mateo 5:28.
Por eso hay que tener mucho cuidado con las
amistades del sexo opuesto, no son prohibidas ni mucho menos, pero si hemos de
ser prudentes entonces evitemos lo más posible, recuerda que la biblia dice el que quiera estar firme mire que no
caiga.
De la amistad íntima con alguien del sexo
opuesto al adulterio solo hay un paso de distancia, y no solo en lo físico, primero
es en lo emocional pero una vez que caemos sentimentalmente, solo es cuestión
de tiempo para que cedamos en lo sexual.
Todos Somos Propensos A Caer En
El Pecado Del Adulterio Jamás Menospreciemos El Alejarnos De Él. Proverbios 5.1-20.
En el mundo nos dirán muchos pretextos para
hacerlo, uno muy común es que todos tienen derecho a ser felices y si eso
te hace feliz entonces hazlo. (Tengamos cuidado a quien le pedimos
consejo).
Eso es conocido como hedonismo y se ha
infiltrado hasta en las iglesias cristianas que creen que DIOS tiene
obligaciones con nosotros como darnos prosperidad, salud, bienes materiales
etc. Y también que, si te hace feliz entonces no está mal hacerlo, lo cual no
solo es antropocéntrico también es anti bíblico.
Hay muchos motivos que a primera vista
parecerían válidos para cometer
adulterio:
·
No hay intimidad
desde hace mucho tiempo. 1ª Corintios 7:3-5.
·
Hay una persona
que me atrae mucho. Génesis 39:7-12
·
Mi conyugue ha
engordado, caído el cabello, etc.
·
Mi esposa me
ataca, critica, desanima, etc.
·
No me entiendo
más con mi esposo.
Pero tenemos que saber qué No importa cuál
sea el pretexto que queramos
inventar, ninguno tiene peso suficiente delante del DIOS Santo de la Escritura.
Y si has pasado o estás pasando por una
situación de infidelidad conyugal, entonces te recomiendo que hagas lo
siguiente:
1. Confiesa
tu pecado y apártate de él. Salmo 51.1-10. Muchos se justifican en
David al cometer este pecado, lo que no recuerdan es que después de ser
amonestado se arrepintió no solo
sintió un feo remordimiento, se alejó por completo de lo que ofendió al Señor.
2. Busca
una persona madura en la fe a quien le puedas rendir cuentas. Eso
te afianza a no seguir haciéndolo. Santiago
5.16.
3. Haz
los cambios que sean necesarios. Como cambiar tu horario o lugar de trabajo,
tus rutas, etc. Corta de raíz todo contacto con aquello que te hizo caer para
no seguir haciéndolo. 1ª Corintios 6:18.
Ser tentados no es pecado en sí, Lutero
decía que no podemos evitar que los
pájaros vuelen alrededor de nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan
nido en ella. Por eso, antes de
ceder ante la tentación del adulterio, mejor salgamos huyendo rápidamente por
nuestro bien y el de nuestra familia.
Pero, hay otros dos tipos de adulterios más que
nosotros los hijos de DIOS podemos y muchas veces tal vez hasta hemos llegado a
cometer, el primero de ellos es el adulterio
con el mundo. Santiago 4:5.
Cuando un hijo de DIOS se ve más influenciado por el mundo que por la
Palabra de DIOS, no importa que lo niegue, está en adulterio con el mundo.
Hace tiempo entendimos, que, en este contexto, el
mundo significa la sociedad separada de la Voluntad de DIOS.
El contexto cultural cristiano que nos rodea, nos ha
hecho creer que somos cristianos solo porque un día hicimos una oración de
recibir a Cristo y ocasionalmente venimos a la iglesia, pero la realidad, la
cruda realidad es muy distinta. Santiago
1:27.
Sin embargo, lamentablemente en la actualidad, hablamos
como el mundo habla:
·
Con albures.
·
Groserías.
·
Majaderías.
·
Doble sentido, etc.
Pensamos como el mundo piensa:
·
Abortar no es malo.
·
Ser homosexual no es pecado.
·
La identidad de género es buena opción.
·
Todos somos buenos en escencia, etc.
Vemos lo que el mundo ve:
·
Programas de tv ofensivos a DIOS.
·
Películas que denigran la familia.
·
Series que atentan contra la moral, etc.
Escuchamos lo que el mundo escucha:
·
Música ofensiva.
·
Que habla de cometer delitos.
·
De adulterio y fornicación, etc.
Amamos lo que le mundo ama:
·
Posiciones terrenales.
·
Prosperidad.
·
A nosotros mismos.
Nos comportamos como el mundo se comporta:
·
Agresivos.
·
Chismosos.
·
Contenciosos.
·
Libidinosos, etc.
Le dedicamos más tiempo a cualquier TONTERÍA como:
·
Ver series en netflix
·
Televisión.
·
You tube.
·
Videojuegos.
·
Facebook, redes sociales.
·
Anime.
·
Deportes, etc.
Que, a una seria relación con DIOS por medio de
renovar nuestra mente en la Palabra, por eso es que te dije, que, si somos más influenciados por el mundo que por la
Palabra de DIOS no estamos tomando en serio nuestro cristianismo, no somos
discípulos realmente. (ojo, no mencione trabajo, escuela, relaciones
familiares, porque estás no son tonterías).
Si sabes más de estadística deportiva, nombre de
futbolistas, nombres de actores, de actrices, de series de anime, si conoces
más acerca de tu cantante favorito, de música, de consolas de videojuegos, etc.
que acerca de doctrina cristiana básica como justificación, regeneración,
redención, trinidad, etc. Es por que tomas más en serio tu relación con el
mundo que tu relación con DIOS, estás en adulterio
con el mundo.
Si creemos que los hábitos pecaminosos no confesados,
que cometemos descaradamente una y otra vez, pueden habitar al mismo tiempo en
nuestro corazón junto al Señor Jesucristo, en definitiva, estamos en adulterio con el mundo. Gálatas 5:19-21.
Pero hay un tercer tipo de adulterio, en el cual todos
los cristianos hemos caído, y talvez muchos de nosotros estamos cometiéndolo en
este momento: el adulterio espiritual.
Estamos
acostumbrados a creer que el adulterio espiritual tiene lugar cuando un
creyente comete pecados, esto como lo acabamos de entender es adulterio con
el mundo, sin embargo, el adulterio espiritual va mucho más allá. Romanos 7:1-5.
El adulterio espiritual es lo que se obtiene cuando un cristiano
construye su vida alrededor de las reglas, los deberes, las normas, en lugar de
ser cristo-céntrico. Cuando en nuestras propias fuerzas y por nuestros
propios métodos tratamos de vivir la vida cristiana victoriosa, dejando a un
lado o solo usando de amuleto al Señor Jesucristo.
Personalmente me he
encontrado muchas veces con hermanos muy sinceros en su amor por Cristo y en su
amor se han hecho de métodos para
superar las fallas en cualquier área de sus vidas, métodos como memorizar versículos bíblicos,
como ayunar ciertas fechas especiales, como orar muy de madrugada o muy de
noche, y varios más.
Tal vez te
identificas con esta situación, cuantas veces en nuestros pensamientos sinceros
pero equivocados, hemos tratado de salir adelante por diversos métodos, aun
algunos muy espirituales:
·
Leer más la biblia.
·
Pedir consejos y
dirección a hermanos más maduros.
·
Orar más.
·
Buscar
restauración.
·
Dar más diezmo u ofrenda.
·
Memorizar
versículos acordes al área a superar.
·
Ayunar un día a la
semana esperando ser transformados.
·
Leer libros
cristianos acerca del problema que queremos superar.
·
Prometerle a DIOS
con todo nuestro corazón no volverle a fallar.
·
Prometer ayudar en
la iglesia.
·
Etc.
Y, sin embargo,
hemos visto fallar esos infalibles
métodos una y otra vez. ¿Por qué motivo los métodos más espirituales no
funcionan permanentemente?
Porque No Hay Ningún Método Para Superar Los
Pecados, La Única Victoria Se Llama Cristo. 1ª Corintios 15.57.
El apóstol Pablo
usa la relación del matrimonio para enseñarnos la relación entre el cristiano y
las leyes, nosotros nacimos casados con el sistema de leyes por el pecado de
Adán. Adán comió del árbol del conocimiento del
bien y del mal, porque estábamos en Adán, su matrimonio, la ley, llegó a ser
también nuestro. Antes de llegar a ser cristianos la ley era nuestro esposo. Él
nos daba las reglas del bien y el mal, y su meta es mantenernos siguiendo las
reglas. Por eso es que, a pesar de ver un mundo caído, hay destellos de moral
en él.
En palabras más digeribles, cada uno de
nosotros, al nacer naturalmente, por ser descendientes de Adán, estamos casados con la ley, con esto nos
referimos a códigos de conducta, esfuerzos propios por obedecer a DIOS, y como
todos sabemos el matrimonio es hasta que
la muerte los separe, lamentablemente la ley nunca va a morir.
Es por eso que DIOS
trazó un plan en la eternidad, HACERNOS MORIR PARA LIBRARNOS DEL SEÑOR LEY.
¿Cómo pasa esto? Pues nosotros estamos muertos juntamente con Cristo, y por lo
tanto libres de nuestro antiguo matrimonio con la ley. Gálatas 2:19-20.
Ahora somos libres
para casarnos nuevamente, pero ahora nuestro esposo es El Señor Jesucristo, Cristo
Nuestro Nuevo Esposo No Nos Condena Por Nada, No Le Importa Nuestro Pasado,
Cuando Fallamos Nos Alienta Y Nos Levanta.
Los cristianos no
necesitamos la ley, así como los casados no necesitamos otra pareja, tenemos ya
un esposo se llama Cristo y coquetear con la ley es Adulterio espiritual, las
leyes de DIOS las vamos a cumplir todas y cada una de ellas solo permaneciendo
en Cristo, pues él ya las cumplió una vez y lo volverá a hacer por medio de
nosotros.
Nuestras vidas no
las gobiernan las leyes o las reglas, la gobierna nuestra relación de amor con
DIOS por medio de Cristo, y nuestro amor por DIOS es lo que nos motiva a
cumplir la ley (pero no nosotros sino Cristo en nosotros).
No Necesitamos Reglas Que Seguir, Necesitamos
Desesperadamente A Jesucristo Y Él Nos Llevará A Cumplir Con Esas Reglas Y
Mucho Más.
Jesús, en el octavo
capítulo del evangelio de Juan se encuentra frente a frente con una mujer, que
víctima de la misoginia de los líderes religiosos de Jerusalén, fue maltratada
al extremo con tal de poner tropiezo en El Maestro, a causa de ser sorprendida
en adulterio, la biblia nos dice que hay 3 tipos de adulterio, todos son igual
de desagradables delante de DIOS:
·
Adulterio carnal:
relaciones sexuales fuera de tu matrimonio.
·
Adulterio con el
mundo: decirte cristiano y ser más influenciado por la sociedad que odia a DIOS
que por la Escritura.
·
Adulterio
espiritual: tratar de vivir la vida cristiana en tus propios medios, regresando
a las reglas y leyes religiosas en lugar de fomentar tu relación con Cristo.
DIOS, eterno amante
con amor incondicional de los suyos, en el libro de Oseas, ilustra una figura
que expresa su gran amor incondicional en medio de una situación tal como el
adulterio. DIOS le ordenó al profeta Oseas casarse con una mujer adúltera, como
figura de su relación con su pueblo, a pesar de ser un pueblo adultero, el
Señor en su amor sin condición, le recibió en sus brazos: Oseas 2:19-20.
Excelente articulo, bien explicado y lamentablemente muchos somos Cristianos de 'bibliazos' y no por tener a Cristo gobernando nuestras vidas.
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