La soteriología es el estudio sistematizados acerca de
nuestra salvación tan grande, este
estudio lo abordamos desde la perspectiva monergista
reformada o calvinista, este estudio va mucho más allá de los cinco puntos
del T.U.L.I.P. pues incluye también
conceptos tales como regeneración, conversión, arrepentimiento, Fe,
justificación, santificación y perseverancia, etc.
A partir de esta clase vamos a estudiar la justificación de los pecadores.
La justificación la podemos definir como: el acto judicial de DIOS, basado en la obra
de Cristo al cual el pecador está unido por medio de la Fe, en el cual DIOS
declara que el pecador ya no es más merecedor del castigo que la ley exige, por
el contrario, ahora el pecador es restaurado a una relación de amistad con
DIOS.
Podemos resumirla en la corta, pero maravillosa frase:
El pecador es declarado legalmente justo
pues le ha sido imputada la justicia de Cristo.
El concepto que tengamos de la justificación va a
depender mucho del concepto que tengamos a cerca del pecado, por ello es que la
mayoría de las iglesias en la actualidad ven este tipo de temas como
intrascendentes, pues el humanismo les hace minimizar la culpa que tenemos por
el solo hecho de nacer pecadores.
Recordemos que el pecado es infracción de la ley, es
rebelión en contra de lo que Dios ha dicho, es tratar de vivir como yo creo y
no como Dios dice, es desobedecer lo que Dios ordena en su Palabra, todo esto
nos lleva a un estado de rebelión y
enemistad contra DIOS.
El pecado, nos inclina de forma natural a cometer todo
tipo de males contra lo establecido por DIOS, desde los más aberrantes, hasta
los moralmente aceptables, pero siempre actuando en contra de la santidad de
DIOS, debido a esta inclinación natural a lo malo, es que nadie en lo absoluto
puede presentarse frente la DIOS infinitamente Santo.
¿Qué es lo que DIOS hizó para justificar al pecador
que está contra Él? ¿Qué hizó para garantizar que no salgamos nunca de ese
estado de justificación?
Pero, es importante no olvidar que el pecado da a luz
actos pecaminosos, y esos actos pecaminosos son actos irreversibles, como dice un adagio filosófico: lo hecho no puede ser no hecho, o como
decimos en México: lo hecho, hecho está.
Por lo tanto, estos actos pecaminosos, imposibles de
deshacer, dejan la santidad y la justicia de DIOS solo con una alternativa:
exigir su castigo eterno, siempre la ira santa de DIOS sobre el pecador. Romanos 1:18.
Pero hay otra alternativa legal, es no tomar en cuenta
o pasar por alto al pecador, descargando su culpabilidad y cargando la
culpabilidad sobre de otra persona que se haya hecho solidaria con el pecador
ofreciéndose a sustituirlo, eso es exactamente lo que DIOS hizo con nosotros en
la justificación según la Biblia:
·
Isaías
53:6.
·
Romanos
3.24-25.
·
2ª
Corintios 5:19-21.
Todos los términos bíblicos, tanto en el A.T. (tsideq,
tsadeq, tsedeq) como en el N.T. (dikáiosis, dikaiosune, dikaio) para
la palabra justificar o justificación implican una declaración judicial de que
la posición de una persona está en armonía con las demandas de la ley.
·
Éxodo
23:7.
·
Deuteronomio
25.1.
·
Isaías
5.23.
·
Proverbios
17:15.
·
Mateo
12:37.
·
Lucas
18:13-14.
·
Romanos
4:6-8, 25.
·
Romanos
5:16,18,19.
·
1ª
Corintios 1:30.
·
1ª
Timoteo 3:16.
·
Hebreos
9.1.
Los textos nos aclaran que no se trata de hacer justo a uno, sino de legal o
judicialmente declarar justo, pero no solo una declaración liviana, sino
constitutiva, es decir una firme e irreversible posición legal de justicia ante
DIOS.
LOS 3 ELEMENTOS DE LA JUSTIFICACIÓN DIVINA.
I.
El
perdón del pasado. Cuando nos vemos a nosotros mismos revestidos de la
justicia de Cristo esto por medio de la fe, nos damos cuenta que DIOS pierde de
vista y no toma en cuenta nunca más nuestros pecados, hemos quedado delante de
DIOS: blancos como la lana.
DIOS
le ha dado la espalda a nuestros pecados, los ha mandado al fondo del mar se Su
misericordia y ya no se acuerda nunca más de ellos, ha olvidado nuestros
pecados tal como si no los hubiéramos cometido.
·
Isaías
1:18.
·
Isaías
43:25.
·
Isaías
44.22.
·
Jeremías
31.34.
·
Romanos
3.25.
·
Gálatas
2.17.
·
Hebreos
10:14.
II.
La
aceptación del presente. A los creyentes nos justifica DIOS aceptándonos
positivamente en el Amado. Efesios 1:6.
Al
aceptarnos como justos, DIOS no declara
que seamos santos en nuestro interior, sino
que, expiados nuestros pecados por Jesucristo ahora estamos en una nueva
relación con DIOS.
Por
lo tanto, no confundamos justificación con santificación, la justificación es
el permiso legal irrevocable para acercarnos en una nueva relación de amistad
con DIOS, esa nueva relación, Cristo en nosotros, es quien nos santifica.
La
justificación es un cambio presente de posición legal frente a la justicia de
DIOS.
III.
Una
posición firme frente al futuro. La justificación no se reduce solamente al perdón de
los pecados pasados, ni tampoco a la aceptación favorable frente a DIOS de
forma temporal, es una nueva posición estable
y permanente.
Este
nuevo estado no cambiará jamás, ya que la justificación no está basada en una
expiación personal de nuestro pasado (no la logramos nosotros) y tampoco se
basa en la firmeza de nuestra voluntad para perseverar en el futuro en esa
nueva posición legal.
Si
no que la justificación se basa unica y exclusivamente en la imputación de la justicia de Cristo, hecha de una vez por todas
como lo fue la imputación de nuestros pecados sobre de Él en la Cruz del
Calvario y en la fidelidad de DIOS a su promesa de no arrebatar sus regalos.
·
Romanos
11.29.
·
2ª
Corintios 5.21.
·
Hebreos
10.12.
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