jueves, 11 de enero de 2018

Soteriología. Tema 21: La Fe Parte II El Objeto De Nuestra Fe. Cita: Romanos 4.20.



En nuestras ultimas clases hablamos acerca de dos elementos inseparables en el proceso de la regeneración-conversión, son el arrepentimiento y la fe, ambos van siempre juntos de lo contrario nos estaremos desviando del concepto bíblico de la salvación.

El arrepentimiento lo abordamos hace un par de clases, la fe, que es el tema del día de hoy, lo comenzamos a estudiar en la clase pasada, aprendimos además de la definición de la fe salvífica:

Es la adhesión individual a la persona, doctrina y obra de Cristo, basada en la convicción de que DIOS es fiel a sus promesas y que es el Espíritu Santo quien infundió esa fe en nuestros corazones).

También sus 3 elementos indispensables e inseparables:

·         El volitivo.
·         El afecto-emotivo.
·         El intelectual-objetivo.

Asimismo, vimos que hay de acuerdo a la Escritura 5 clases de FE:

·         Fe histórica.
·         Don de fe.
·         Fe oportunista.
·         Fe de conciencia abierta.
·         Fe salvífica.

El día de hoy vamos a hablar acerca del objeto de la Fe salvífica, con esto nos referimos a “en que está depositada nuestra fe”, pero es preciso hacer una importante observación antes, pues hay que saber distinguir entre un sentido general y un sentido especial de fe, pues el especial es el que corresponde a la fe salvífica.

A.   Sentido general. En el sentido general de la fe, el objeto de la fe es toda la revelación divina contenido en las sagradas Escrituras. En este sentido ya lo hemos dicho antes nos apegamos a la Sola Scriptura, pero para aclarar más también a la Tota Scriptura, es decir únicamente lo que está en la biblia y todo lo que está en la biblia.

No aceptamos autoridad superior a la biblia ni de concilios, ni de tribunales, ni de confesiones ni mucho menos de revelaciones nuevas, pero al mismo tiempo nosotros no tomamos selectivamente lo que queremos creer de ella, sino que creemos todo lo que la biblia dice.

B.   Sentido especial. La Fe en el sentido general es necesaria, pero no justifica si no conduce a la fe especial. Hay un determinado numero de acontecimientos salvíficos y en consecuencia de doctrinas acerca de Cristo y su obra redentiva, así como promesas hechas por Cristo mismo a los hombres, cada pecador ha de creer en estos hechos y en estas promesas.

Cuando hacemos esto: creer en los hechos y promesas de la salvación, se dice que estamos depositando nuestra fe en el salvador: Cristo.

Como dice Louis Berkhof: El objeto de la fe especial es el Señor Jesucristo y sus promesas de redención.

Para ser más específicos, no es el acto de la fe en sí mismo como tal el que salva, sino más bien es lo que recibimos por medio de la Fe, lo que nos justifica y por tanto lo que nos salva.

A lo anterior se le conoce como el objeto material de la Fe que es en lo que creemos, pero también está el objeto formal de la fe: porque lo creemos.

Para que lo entendamos mejor vamos a responder dos preguntas que plantea el objeto forma:

·         ¿Qué hace creíble el objeto de nuestra fe?
·         ¿Qué hace que creamos en el objeto de nuestra fe?

1.    ¿Qué hace creíble el objeto de nuestra fe?  ¿Qué lo respalda, que hace que tenga crédito por encima de otros objetos en que podamos creer (buda, Mahoma, panteísmo, por ejemplo)? Respondemos que la veracidad y la fidelidad de DIOS en conexión con las promesas hechas en el evangelio.

Nosotros conocemos por medio de las Escrituras la Veracidad y la Fidelidad de DIOS a cumplir con cada una de sus promesas, Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse de cumplir algo que haya prometido, por eso es que nos apegamos a la Sola Scriptura y su supremacía, y es aquí donde el sentido general de la fe desemboca en el sentido especial, en sus promesas específicas de salvación.

2.    ¿Qué hace que nosotros creamos en el objeto de nuestra FE? Es bien sabido por todos, que muchos otros también conocen la biblia, y hasta admiten que DIOS es fiel a cumplir con sus promesas, pero no por eso poseen la fe salvífica.

¿Por qué nosotros creemos y otros no lo hacen? Lo que hace que nosotros depositemos nuestra Fe en la persona y obra del Señor Jesucristo es el testimonio interno del Espíritu Santo a nuestro corazón es lo que nos inclina a creer.

·         Juan 6:44.
·         Romanos 4.20-21.
·         Romanos 8:6.
·         Efesios 1:13.
·         Efesios 2:8.
·         1ª Juan 4.13.
·         1ª Juan 5:7-10.

Por último, pero no menos importante, veremos cómo describe la FE el N.T.

     I.        Como una mirada angustiosa a la cruz de Cristo. Esta es tal vez la descripción más expresiva de lo que es la Fe, fue propuesta por Jesús mismo a Nicodemo cunado lo visitó de noche. Juan 3: 14-15.

Con estas palabras Jesús se estaba comparando así mismo con la serpiente de bronce que Moisés levantó en el desierto, si ponemos atención, nos daremos cuenta que la mirada a la serpiente de bronce era con angustia, con desesperación, y con dolor, esto provocado por la mordedura de las serpientes.

El voltear a ver la serpiente de bronce, era con toda su alma, sabiendo que era la unica y suficiente cura para salvar su vida, por eso es que FE es una angustiosa mirada a la cruz de Cristo, sabiendo que es el único y suficiente medio para salvarnos de la mordedura mortal llamada pecado.

    II.        Como un hambre y sed de Cristo. Mateo 5:6. Juan 6:35. Esta comparación también describe muy bien lo que es la fe, pues al sentir hambre y sed naturales, es que nos damos cuenta que algo esencial para nosotros nos hace falta, sentimos de inmediato la molestia en el estómago y la sequedad en la boca y nos dirigimos con ansia a aquello que lo pueda saciar.

Así pasa con el hambre y sed de salvación, y con el comer y beber a Cristo, que deja satisfecha para siempre el hambre y la sed espiritual.

  III.        Como entregarse a Cristo en comunión con Él. Juan 6:37. Juan 7:38-39. Esta figura describe la fe como la acción por la que una persona va a Cristo como el único que le puede salvar, va con la confianza y total seguridad de que no será rechazado jamás.

  IV.        Como el recibir a Cristo. Juan 1:12. Debemos entender que creer en su Nombre es sinónimo de recibirle, no tiene nada que ver con el decisionismo, que cosa de una ocasión, por el contrario, creer o recibir a Cristo es toda la vida. La fe es como la mano del limosnero, con la que se apropia del don de la salvación, sin olvidar que aun esa fe proviene de DIOS.

   V.        Como un sólido fundamento donde podemos poner todo el peso de nuestra miseria. Hebreos 11:1. Es una certeza que ofrece toda seguridad pues, aunque ahora no podemos ver todas las cosas en las que creemos, si podemos confiar ciertísimamente en la fidelidad de DIOS a Sus promesas.





Nunca olvidemos que la Fe, no es nuestra, DIOS nos la dio en la eternidad, no fuimos elegidos por tener fe, tenemos fe porque DIOS nos eligió para ser salvos y esa fe siempre va acompañada de un genuino arrepentimiento.



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