El
día de hoy veremos una parábola corta o
dicho parabólico, el cual Jesús menciona no solo en el evangelio de Lucas,
también hace mención de él en el evangelio de Mateo y a pesar de ser bajo
contextos diferentes, en realidad se complementan entre sí.
¿Qué
significado tiene la SAL en esta parábola?
¿A
quién iba dirigida originalmente?
¿Cuál
es su enseñanza central?
¿Cómo
podemos aplicar su enseñanza a nuestras
vidas?
Esto
y más veremos a continuación.
Comencemos definiendo ¿Qué es la sal
naturalmente hablando? La sal es el condimento alimenticio usado por el hombre
que tiene el registro de mayor antigüedad, se menciona en Job 6:6. Siendo que el libro de Job se escribió por el año 3500
antes de Cristo.
La sal es un mineral cristalino (cloruro de
sodio) de vital importancia para la alimentación humana y para la industria a
través de toda la historia. La sal se sacaba de las rocas al sudoeste del MAR
MUERTO y del mismo mar Muerto, llamado así por la ausencia de vida animal y
vegetal causada por su alto grado de salinidad (aproximadamente 62%). Este mar
ha sido fuente de sal desde tiempos remotos.
El uso más antiguo que se tiene de la sal es la conservación de los alimentos, por lo cual en épocas muy antiguas
era considerada como “oro blanco” pues
era un producto muy apreciado, de la sal viene la palabra salario pues cuando los soldados romanos salían a la guerra se las
pagaba con sal para que la vertieran sobre los alimentos con el fin de
conservarlos durante más tiempo.
Se sabe hoy en día que la sal tiene por lo menos catorce mil
usos benéficos diferentes. En cantidades adecuadas la sal ayuda a regular el
ritmo cardíaco, previene espasmos musculares, evita la osteoporosis, regula el
sueño y mantiene el equilibrio de azúcar en la sangre. De hecho el cuerpo
humano no puede vivir sin sal. Sin embargo el exceso en la ingesta de sal
produce males como la hipertensión.
La presencia de sal en un alimento puede
generar un sabor agradable o desagradable según la porción que contiene: menos
sal o más sal de la necesaria hace que un alimento sea desagradable al paladar.
(Buenos hábitos alimenticios y en general).
La ley ordenaba poner sal en todas las
ofrendas: Levítico 2.13.
Se reconocía el poder purificador de la sal, como lo demuestra el hecho de que
Eliseo echó sal
en unas aguas que no se podían
beber. 2ª Reyes 2:19-21.
Los recién nacidos eran bañados con sal. Ezequiel 16:4.
Dado que la sal absorbe la humedad y por lo
tanto hace más difícil que las bacterias vivan en los alimentos causando así su
conservación (la cecina es un ejemplo) en la época bíblica se consideraba la
sal como símbolo de preservación, por eso cuando se dice pacto de sal la referencia es aun PACTO DURADERO: Números 18:19 y 2ª Crónicas 13.5.
La pregunta que debemos de responder es ¿Por qué Jesús nos dice que somos la sal de
la tierra?
El contexto en Mateo es una de las enseñanzas más grandes de todos los tiempos, EL
SERMÓN DEL MONTE, aquí es obvio que la intención de Jesús es la instrucción,
sobre todo la instrucción en cuanto al carácter de un discípulo, pero en Lucas el contexto es mucho más intenso:
EL COSTO DE SER UN DISCÍPULO. Lucas
14:33.
Es por este motivo, que Jesús sabiamente
compara a los discípulos con SAL, pues la sal tiene 3 grandes rasgos:
1. La sal es SOLUBLE en el agua. El agua representa al Espíritu Santo y también a la palabra de DIOS, un
cristiano encuentra su identidad en ellos dos, porque simple y sencillamente es
uno con ellos, así como la sal no se distingue del agua, un cristiano YA es uno
con Cristo. 1ª Corintios 6:17.
2. La sal es crepitante en el fuego. Esto significa que al ser arrojada al
fuego “salen chispas” esto es por el sodio que contiene, además hace un ruido
peculiar “truena” 1ª Pedro 1:7.
Cuando un cristiano
es pasado por el fuego de prueba, al igual que la sal no somos consumidos, sino
que absorbemos el calor y “brillamos” aun a pesar de las circunstancias.
Dios promete VIDA ETERNA no una
vida placentera: Juan 16:33.
El problema
comienza cuando el discípulo desea en esta vida lujos, comodidades y placeres
donde nuestro maestro recibió azotes, calumnias y sufrimientos.
Un
discípulo es alguien llamado a reflejar el carácter de Cristo aquí en la
tierra, esto es un proceso que lleva tiempo, de hecho lleva toda la vida, y el
catalizador más fuerte para acelerar este proceso no es la unción, o la
“gloria”, ni las oraciones proféticas, SINO EL FUEGO DE PRUEBA, y no es porque
al diablo le da coraje ver que sigues a Cristo, aunque claro que así pasa, pero
sería darle el crédito de algo que DIOS ha planeado: Job 5.18.
Dios no va a dejar que pases ni un solo instante de más en la prueba,
siempre será solo el tiempo necesario para producir el peso de gloria deseado:
SER MÁS COMO CRISTO. 2ª Corintios 4.17-18.
3. La sal sirve como fertilizante. Por este motivo Jesús usa la
palabra griega: ge (γη̂, G1093), denota: La
tierra como tierra arable (que se puede sembrar).
Se puede
preparar el terreno a sembrar (la tierra) con un poco de sal marina (era el tipo
de sal que se usaba en tiempos de Jesús, sal del mar muerto) además de abono o
composta, o bien verter sal en el muladar (estercolero) con el fin de enriquecer con los minerales
que la sal marina aporta.
Un
discípulo indudablemente ejerce influencia donde quiera que se encuentre por su
distinta (no perfecta todavía) forma de vida. Juan 17.13-15. Hechos 11:26.
Jesús vio las vidas religiosas pero vacías de los escribas y fariseos,
ya no eran influencia para el mundo que los rodeaba, la influencia a la que nos
referimos es a un estilo de vida que marca la diferencia:
·
¿Te ríes de los chistes de doble sentido que los demás cuentan?
·
¿Albureas a tus compañeros?
·
¿Andas con varias chavas de la escuela/iglesia como los del mundo?
·
¿Robas o transeas porque los demás también lo hacen?
·
¿Vez las mismas porquerías en la televisión que los de afuera?
·
¿Dices groserías todavía, el famoso “toro”?
·
En pocas palabras ¿No te incomoda en lo más mínimo lo banal,
superficial e inmoral que hacen los que están a tu alrededor?
·
Y lo que es peor ¿No se detienen
por incomodidad cuando saben que estás presente?
Jesús usa dos palabras “desvanecer e
insípida” ambas vienen de la misma palabra
griega: moraino y tiene dos significados, uno literal y otro alegórico.
El literal es cuando la sal se desvanece y
pierde su sabor. El simbólico implica volverse un necio, enloquecer.
En el Israel de la antigüedad la sal era
traída desde el Mar Muerto, pero había una sal que al contacto con otros
productos químicos naturales a la intemperie se hacía amarga y no servía: esa
sal era distinguida fácilmente por los comerciantes, quienes la separaban, pues
ya no servía para consumo humano. Esta sal se esparcía por las orillas de
los caminos para matar las hierbas que estorbaban el paso, de ahí la frase del
Señor de que si perdemos el sabor seremos “pisados” o echados a un lado.
La Sal:
Es Soluble Al Agua, Es Crepitante Al Fuego
Y Es Fertilizante Para La Tierra.
¿Tienes
Estas Características En Ti?
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