lunes, 14 de septiembre de 2015

Las Parábolas De Jesús 22: La Sal De La Tierra. Lucas 14.34-35. Mateo 5:13.

El día de  hoy veremos una parábola corta o dicho parabólico, el cual Jesús menciona no solo en el evangelio de Lucas, también hace mención de él en el evangelio de Mateo y a pesar de ser bajo contextos diferentes, en realidad se complementan entre sí.

¿Qué significado tiene la SAL en esta parábola?
¿A quién iba dirigida originalmente?
¿Cuál es su enseñanza central?
¿Cómo podemos aplicar su enseñanza  a nuestras vidas?

Esto y más veremos a continuación.

Comencemos definiendo ¿Qué es la sal naturalmente hablando? La sal es el condimento alimenticio usado por el hombre que tiene el registro de mayor antigüedad, se menciona en Job 6:6. Siendo que el libro de Job se escribió por el año 3500 antes de Cristo.

La sal es un mineral cristalino (cloruro de sodio) de vital importancia para la alimentación humana y para la industria a través de toda la historia. La sal se sacaba de las rocas al sudoeste del MAR MUERTO y del mismo mar Muerto, llamado así por la ausencia de vida animal y vegetal causada por su alto grado de salinidad (aproximadamente 62%). Este mar ha sido fuente de sal desde tiempos remotos.

El uso más antiguo que se tiene de la sal es la conservación de los alimentos, por lo cual en épocas muy antiguas era considerada como “oro blanco”  pues era un producto muy apreciado, de la sal  viene la palabra salario pues cuando los soldados romanos salían a la guerra se las pagaba con sal para que la vertieran sobre los alimentos con el fin de conservarlos durante más tiempo.

Se sabe hoy en día  que la sal tiene por lo menos catorce mil usos benéficos diferentes. En cantidades adecuadas la sal ayuda a regular el ritmo cardíaco, previene espasmos musculares, evita la osteoporosis, regula el sueño y mantiene el equilibrio de azúcar en la sangre. De hecho el cuerpo humano no puede vivir sin sal. Sin embargo el exceso en la ingesta de sal produce males como la hipertensión.

La presencia de sal en un alimento puede generar un sabor agradable o desagradable según la porción que contiene: menos sal o más sal de la necesaria hace que un alimento sea desagradable al paladar. (Buenos hábitos alimenticios y en general).

La ley ordenaba poner sal en todas las ofrendas: Levítico 2.13.

Se reconocía el poder purificador de la sal, como lo demuestra el hecho de que Eliseo echó sal  en unas aguas que no se podían beber. 2ª Reyes 2:19-21.

Los recién nacidos eran bañados con sal. Ezequiel 16:4.

Dado que la sal absorbe la humedad y por lo tanto hace más difícil que las bacterias vivan en los alimentos causando así su conservación (la cecina es un ejemplo) en la época bíblica se consideraba la sal como símbolo de preservación, por eso cuando se dice pacto de sal  la referencia es aun PACTO DURADERO: Números 18:19 y 2ª Crónicas 13.5.

La pregunta que debemos de responder es ¿Por qué Jesús nos dice que somos la sal de la tierra?

El contexto en Mateo es una de las enseñanzas más grandes de todos los tiempos, EL SERMÓN DEL MONTE, aquí es obvio que la intención de Jesús es la instrucción, sobre todo la instrucción en cuanto al carácter de un discípulo, pero en Lucas el contexto es mucho más intenso: EL COSTO DE SER UN DISCÍPULO. Lucas 14:33.

Es por este motivo, que Jesús sabiamente compara a los discípulos con SAL, pues la sal tiene 3 grandes rasgos:

1.   La sal es SOLUBLE en el agua. El agua representa al Espíritu Santo y también a la palabra de DIOS, un cristiano encuentra su identidad en ellos dos, porque simple y sencillamente es uno con ellos, así como la sal no se distingue del agua, un cristiano YA es uno con Cristo. 1ª Corintios 6:17.

2.   La sal es crepitante en el fuego. Esto significa que al ser arrojada al fuego “salen chispas” esto es por el sodio que contiene, además hace un ruido peculiar “truena”  1ª Pedro 1:7.

Cuando un cristiano es pasado por el fuego de prueba, al igual que la sal no somos consumidos, sino que absorbemos el calor y “brillamos” aun a pesar de las circunstancias.

Dios  promete VIDA ETERNA no una vida placentera: Juan 16:33.

El problema comienza cuando el discípulo desea en esta vida lujos, comodidades y placeres donde nuestro maestro recibió azotes, calumnias y  sufrimientos.

Un discípulo es alguien llamado a reflejar el carácter de Cristo aquí en la tierra, esto es un proceso que lleva tiempo, de hecho lleva toda la vida, y el catalizador más fuerte para acelerar este proceso no es la unción, o la “gloria”, ni las oraciones proféticas, SINO EL FUEGO DE PRUEBA, y no es porque al diablo le da coraje ver que sigues a Cristo, aunque claro que así pasa, pero sería darle el crédito de algo que DIOS ha planeado: Job 5.18.

Dios no va a dejar que pases ni un solo instante de más en la prueba, siempre será solo el tiempo necesario para producir el peso de gloria deseado: 
SER MÁS COMO CRISTO. 2ª Corintios 4.17-18.

3.   La sal sirve como fertilizante. Por este motivo Jesús  usa la  palabra griega: ge (γη̂, G1093), denota: La tierra como tierra arable (que se puede sembrar).

Se puede preparar el terreno a sembrar (la tierra) con un poco de sal marina (era el tipo de sal que se usaba en tiempos de Jesús, sal del mar muerto) además de abono o composta, o bien verter sal en el muladar (estercolero)  con el fin de enriquecer con los minerales que la sal marina aporta.

Un discípulo indudablemente ejerce influencia donde quiera que se encuentre por su distinta (no perfecta todavía) forma de vida. Juan 17.13-15. Hechos 11:26.

Jesús vio las vidas religiosas pero vacías de los escribas y fariseos, ya no eran influencia para el mundo que los rodeaba, la influencia a la que nos referimos es a un estilo de vida que marca la diferencia:

·         ¿Te ríes de los chistes de doble sentido que los demás cuentan?
·         ¿Albureas a tus compañeros?
·         ¿Andas con varias chavas de la escuela/iglesia como los del mundo?
·         ¿Robas o transeas porque los demás también lo hacen?
·         ¿Vez las mismas porquerías en la televisión que los de afuera?  
·         ¿Dices groserías todavía, el famoso “toro”?
·         En pocas palabras  ¿No te incomoda en lo más mínimo lo banal, superficial e inmoral que hacen los que están a tu alrededor? 
·         Y lo que es peor ¿No se detienen por incomodidad cuando saben que estás presente?

Jesús usa dos palabras “desvanecer e insípida” ambas vienen de la misma palabra  griega: moraino y tiene dos significados, uno literal y otro alegórico.

El literal es cuando la sal se desvanece y pierde su sabor. El simbólico implica volverse un necio, enloquecer. 

En el Israel de la antigüedad la sal era traída desde el Mar Muerto, pero había una sal que al contacto con otros productos químicos naturales a la intemperie se hacía amarga y no servía: esa sal era distinguida fácilmente por los comerciantes, quienes la separaban, pues ya no servía para consumo humano.  Esta sal se esparcía por las orillas de los caminos para matar las hierbas que estorbaban el paso, de ahí la frase del Señor de que si perdemos el sabor seremos “pisados” o echados a un lado.

La Sal: Es Soluble Al Agua, Es Crepitante Al Fuego
 Y Es Fertilizante Para La Tierra. 
¿Tienes Estas Características En Ti?



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