El evangelio de Juan a diferencia de los tres primeros, no es de los
llamados evangelios sinópticos, pues describe etapas diferentes del ministerio
de Jesús, los tres primeros nos relatan su caminar en la región de Galilea,
mientras que Juan relata su ministerio en Judea, un total de 10 de los últimos
capítulos de este evangelio se dedican a la última semana de vida del Señor.
Los primeros 15 capítulos definen el ministerio del Señor Jesús por
medio del uso selectivo que hace Juan de
7 milagros, 7 discursos y los 7 “YO SOY”.
La semana pasada establecimos que este tipo de enseñanza de Jesús hace
referencia al nombre con el cual DIOS se manifiesta a Moisés en la zarza
ardiente en Éxodo 3.
Vimos también que cuando Jesús dijo Yo
Soy El camino y la verdad y la vida y nadie viene al Padre si no es por mí, se
refería a las puertas del tabernáculo y hace referencia a las vidas transformadas
por medio del Espíritu Santo en nosotros.
Otro dicho parabólico de Jesús conocido como YO SOY es el PAN DE VIDA.
El contexto por el cual Jesús da estas palabras a sus discípulos lo
encontramos en el mismo capítulo 6 del 1 al 15 y nos habla de la alimentación
de 5000 personas.
Después de alimentar a los cinco mil en Tiberias a orillas del mar de
Galilea sus discípulos cruzaron el mar en barca hacia otra orilla del mar en
Capernaum, Jesús cruzo pero no en barca sino andando sobre el mar en la noche,
las personas al darse cuenta en la mañana que Jesús no estaba lo siguieron en barcas desde Tiberias hasta
Capernaum.
Lo que pasa después es el contexto inmediato a nuestro versículo: Juan 6.25-35.
Podemos encontrar varias enseñanzas aquí, por ejemplo:
Vss. 25-26.
Las señales NO ES EL EVANGELIO. Que DIOS en su Gracia y misericordia haya dado sanidad o algún milagro
no significa que está obligado por su
palabra a hacerlo siempre que lo
“declaremos”.
Vss. 27.
Jesús les habla de Eternidad.
Vss. 31.
Hace referencia al maná. ¿Qué es el maná?
Para entender a fondo está enseñanza es necesario regresar a Éxodo 16.
Alimento provisto por Dios a los israelitas durante su peregrinación por
el desierto. El nombre surgió de la interrogación que se hicieron los
israelitas al verlo por primera vez: “¿Qué es esto?”. (Del heb. ¿Man
hu? Exo_16:15, Exo_16:31
Jesús Es El Maná Del Cielo.
Hay un gran paralelismo entre la libertad del pueblo de Israel de la
esclavitud en Egipto y nuestra libertad de la esclavitud del pecado.
En ambas ocasiones fue por medio de la pascua, en Egipto fue un cordero
en nuestro caso fue Cristo: 1ª Corintios 5:7.
El pueblo de Israel estuvo 40 años en el desierto hasta por fin entrar
en la tierra prometida, nosotros estamos en este mundo solo de forma pasajera
pues nuestra tierra prometida es en la eternidad, por eso es que todos
necesitamos días malos, para aumentar nuestra dependencia de DIOS y entender
que su gracia es suficiente.
En el desierto DIOS ordeno levantar el tabernáculo para manifestar su
Gloria en la actualidad como lo vimos la semana pasada nosotros por medio de
las vidas transformadas somos el reflejo de la gloria de DIOS: 2ª Corintios 3:18. Por eso, todos
nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que
refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma,
porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que
es el Espíritu. (DHH-D).
DIOS no dejo desamparado a su pueblo en el desierto y cada día les
manaba el alimento necesario, el maná, lo mismo hace con nosotros por medio de
Cristo: EL PAN DEL CIELO.
El maná referido como “pan del cielo” (Exo_16:4), aparecía
todos los días, menos el sábado, temprano en la mañana, después del rocío “sobre
la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la
tierra.... luego que el sol calentaba, se derretía” (Exo_16:14, Exo_16:21).
“Era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con
miel” (Exo_16:31). Podía ser cocido y cocinado (Exo_16:23).
El mandamiento era que cada israelita recogiera “un gomer por
cabeza”, pues nuestra relación con
DIOS es PERSONAL.
Era necesario que lo recogieran diariamente: nuestra relación con DIOS
es todos los días no solo el domingo o miércoles.
Debían consumirlo en veinticuatro horas estaba prohibido guardarlo porque
después se dañaba con gusanos: muchos nos guardamos
la bendición para nosotros solos y NO compartimos el evangelio de
Jesucristo. (Clases de evangelismo).
El día sexto, sin embargo, tomaban para dos días pues al siguiente día
por ser día de reposo no caía maná del cielo y no se dañaba. El hecho de que no
se dañara nos habla de un acto milagroso de DIOS y en la actualidad de
OBEDIENCIA A LA PALABRA, porque: Un
verdadero hijo de DIOS ama sus promesas así como sus prohibiciones.
Moisés ordenó que se guardara una porción de maná en el
arca (Exo_16:33). Este alimento les llegó durante “cuarenta años,
hasta que llegaron a tierra habitada” (Exo_16:35). El maná en el
arca simboliza a Cristo en nosotros. Colosenses
1.27-28.
Se han hecho muchos esfuerzos para identificar el maná con algunos
procesos naturales conocidos que tienen lugar en el desierto de Sinaí, pero
todas las proposiciones al respecto fallan en muchos sentidos, especialmente en
explicar cómo el fenómeno duró cuarenta años y sirvió para una comunidad tan
grande como el pueblo de Israel en aquella época.
De igual manera no podemos comparar a Jesús con nadie en la tierra, no
solo es un gran maestro, no solo es un gran profeta, Jesús va mucho más allá,
no hay punto de comparación con nadie en la tierra como no lo hay entre el maná
y algún “proceso natural”
Buda, Mahoma, Confucio, Dalai-lama, Gandhi, etc. Todos están muertos y
en su tumba, Jesús NO Jesús resucito, está vivo y a la diestra del Padre en el
Cielo.
Ante la afirmación que le hicieron a Jesús los judíos de que sus “padres
comieron el maná en el desierto” como “pan del
cielo”, el Señor Jesucristo les contestó que el “Padre os da el
verdadero pan del cielo.... es aquel que descendió del cielo y da vida al
mundo”. Al pedir ellos que les diera siempre ese pan, contestó: “Yo soy
el pan de vida”
En tanto que el maná nutría el cuerpo por un poco de
tiempo, Jesús, el verdadero pan de vida, ofrece su carne y su sangre como
alimento y salvación eterna de nuestras almas. Juan
6:35-56.
Vemos nuevamente la palabra PERMANECER, de la raíz
griega meno significa: quedar
firme, cumplir, durar, perdurar, quedarse y no desviarse.
PERMANECER es dar fruto real y convincente de
que estamos experimentando una genuina trasformación en nuestro carácter por la
acción de Espíritu santo en nosotros no por nuestros muchos esfuerzos.
Al Permanecer En Cristo, Lo Que Él Ama Nosotros Lo Amamos, Lo Que El
Busca Nosotros Lo Buscamos, Lo Que Él Detesta Nosotros Lo Detestamos Y Sus
Deseos Se Vuelven Nuestros Deseos.
Al Permanecer en Cristo la intimidad se va
tornando cada vez más intensa, nos fundimos, nos hacemos uno solo con Él como
dice 1ª Corintios 6.17, y es
precisamente por eso que a DIOS le complace contestar nuestras oraciones, pues
dejan de ser oraciones egocentristas.
¿Te pesa y te es molesto congregarte? Es porque no
estás permaneciendo en Cristo.
Cuando vemos vidas, familias, matrimonios,
congregaciones donde no hay madurez espiritual genuina (Un comportamiento de
acuerdo con la Palabra de DIOS, Saber distinguir entre el bien y el mal), es
porque definitivamente NO Permanecen en Cristo.
Permanecer es que nuestro carácter refleje a Cristo en todas las áreas posibles
de nuestras vidas.
Una forma de
permanecer o descansar en Cristo es siendo uno con El por medio de tomar la
Santa Cena: COMER SU CARNE Y BEBER SU SANGRE: Juan 6:56.
La santa cena o cena del Señor es una de las dos ordenanzas explicitas
para los cristianos en la biblia, la otra es el bautizarnos.
Jesús mismo instituyo la Santa Cena: Mateo 26.26-27.
¿Por qué
partir el pan? Jesús como ya lo entendimos es EL PAN DE VIDA, y al partir el pan
simboliza su carne desgarrada creando así libre acceso al Padre: Juan 19.32-34. Mateo 27:51. Hebreos 10:20.
Tomar La
Santa Cena Significa Creerle A DIOS Estás Promesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario