El día de hoy veremos cómo es que la sana doctrina nos sirve para
poder vivir una vida en santidad delante de DIOS, pues como leímos en Hebreos 12:14 sin Santidad
NADIE PUEDE VER AL SEÑOR.
Un problema común hoy en día en la iglesia de Cristo es la falta
de santidad en los cristianos, hace años los cristianos eran reconocidos por
sus altos estándares morales, por su celo en cuanto a guardarse puros y sin
mancha delante de DIOS, sin embargo las
cosas han cambiado drásticamente y en la actualidad la gran mayoría de los
cristianos no difieren en nada al mundo, de la misma forma se viven los
noviazgos, los matrimonios, las familias, en pocas palabras la falta de
santidad brilla por su ausencia.
Esto se da por la falta de la sana doctrina en la gran mayoría de
las iglesias, en lugar de andar por la senda antigua de las enseñanzas se van
en pos de lo que está de moda predicar:
unción, paternidad, profecía, prosperidad y la lista no terminaría, y a temas
como santidad y arrepentimiento les llaman anticuados, legalistas o fariseos.
La sana doctrina no solo es un paquete grande de información
teológica que los cristianos almacenamos en la mente, la sana doctrina va mucho
más allá, tiene el poder (Pues fluye de la palabra de DIOS y del evangelio
mismo) para cambiar para bien cualquier vida que se edifica sobre de ella.
DIOS USA LA
SANA DOCTRINA PARA PRODUCIR SANTIDAD EN SUS HIJOS.
¿Estas harto de una vida mediocre espiritualmente? ¿Te cansas por
el esfuerzo para vivir en santidad y logras muy poco? ¿No puedes dejar algún
habito pecaminosos por más que lo intentas? O peor aún ¿Ni siquiera tienes
hambre de santidad en tu vida? Entonces pon mucha atención al resto de la
predicación.
Muchos no entienden lo que es la santidad porque primer lugar no
saben nada acerca de lo que doctrinalmente es el pecado y al no saber que están
en problemas no buscan una solución.
Pecar no es solo fallar en alguno de los 10 mandamientos, además
no hay pecadillos ni mucho menos, el
pecado es abominación delante de DIOS.
Por eso nadie puede ir al cielo portándose bien o haciendo buenas
obras, pues a pesar de ello el pecado abunda en nuestra naturaleza, el único
medio para ir al cielo es por medio de lavar nuestros pecados en la sangre de
Cristo: Apocalipsis 1:5.
Antes de continuar debe de entender que hay dos tipos de santidad:
·
Santidad instantánea: esta es lograda por la muerte de
Cristo y así nos presenta ante el Padre celestial. Colosenses 1:22.
·
Santidad gradual. Esta es la que vamos desarrollando
en nuestra vida como cristianos al ir madurando delante de DIOS. 1ª Juan 3:3.
Es del segundo tipo de santidad de la que estamos hablando, la
sana doctrina nos ayuda a buscar la pureza y la santidad a cada día de nuestras
vías, nos recuerda lo vil y pecadores que éramos y nos exhorta a dejar atrás
los hábitos de pecado que aún quedan en nuestras vidas.
Como cristianos tenemos una naturaleza nueva dirigida por el
Espíritu Santo, pero el pecado aún vive en nosotros Romanos 7:17, es por eso que nos seduce con tanta facilidad, nos
ciega a creer que estamos bien, que los hay peores, que DIOS es amor y por lo tanto me va a perdonar al
final de mi vida, Jesús mismo nos
enseña que la sana doctrina nos sirve para vivir en santidad: Juan 17:13-19.
El apóstol Pablo también nos enseña que la sana doctrina es la que
nos enseña a vivir correctamente delante de DIOS: 1ª Timoteo 1:8-11.
Como ya lo mencionamos la sana doctrina no solo son datos e
información, la sana doctrina nos exige y al mismo tiempo nos lleva de la mano
hacia una vida sólida en santidad delante de DIOS, para dejar de ser el blanco
de las burlas y el escarnio en lo que nos rodean, para poner ahora sí el nombre
de nuestro Salvador y Redentor bien en Alto, para apartarnos corriendo del
pecado cual José en Egipto hace falta amar a DIOS y no le amamos mejor que
amando la sana doctrina.
Si decimos que amamos a DIOS y su sana doctrina pero no vivimos a
la altura de ellos, si no nos apartamos del pecado si no amamos a nuestros
prójimos entonces algo anda mal en nosotros, somos oidores pero no hacedores de
la palabra como dice Santiago 1:22.
Necesitamos sembrar la
doctrina profundamente en nuestro corazón para que el fruto de ser conformados
a la imagen de Cristo pueda crecer en nuestras vidas e iglesias para la gloria
de Dios, tal como es la oración del apóstol Pablo en Filipenses 1:9-11.
¿Cómo puedo saber si estoy
en un buen proceso de santidad progresiva o gradual? ¿Cómo sé que es lo que a
DIOS le agrada y lo que le desagrada? La respuesta es muy simple: MIRANDO EN LA
PALABRA DE DIOS: 1ª Pedro 1:14-17.
La sana doctrina nos enseña que DIOS es nuestro Padre, que es
amoroso, que es paciente para con nosotros, pero también nos enseña el panorama
completo, DIOS también ES NUESTRO JUEZ,
EL ES ABORRECEDOR DEL PECADO Y ES FUEGO CONSUMIDOR Y LE ENOJA SOBRE MANERA UN
HIJO QUE PECA DELIBERADAMENTE UNA Y OTRA VEZ SIN BUSCAR ARREPENTIMIENTO. Hebreos 10:26-31 y 12:29.
Y además debemos añadir a
la lista cuando tenemos problemas con alguien más, sobre todo problemas
provocados por nosotros o que nos negamos a solucionar, pleitos en el trabajo pues el jefe es… peleas con los vecinos, malas notas en la
escuela por tener problemas con algún maestro, que entre hermanos, primos,
papás e hijos no se hablen, chismes y
broncas con gente de la congregación, todo esto se da por la falta de la sana
doctrina para tener la perspectiva correcta: Santiago 4.1-3.
Muchas iglesias presumen de
tener cultos, no eso es muy religiosos, de tener reuniones
gloriosas, llenas de unción, saturadas de poder, manifestaciones del manto de
autoridad profética, bla, bla, bla. Pero
al salir del servicio la gente vuelve a revolcarse en el lodo, o en las mismas
iglesias la grilla por el hueso está a todo lo que da, justo como en la
iglesia de los corintios: 1ª Corintios
6:1-8.
La sana doctrina nos va a
llevar a tener una vida privada en santidad pero también una vida como iglesia
en PAZ y santidad: Hebreos 12.14. Nos
enseña a negarnos a nosotros mismos, a soportarnos en amor, a dar la vida por
los demás, a buscar el bien común y no el propio beneficio, y mucho pero mucho más.
Cuando una iglesia predica,
canta, enseña, ora, la doctrina saludable nuestra mente poco a poco se va
transformando a la imagen de nuestro Señor y DIOS Jesucristo, es por eso que es
tan imprescindible en las congregaciones, no solo es para señalar a los falsos maestros, no solo es para criticar a
los lobos rapaces, no es para presumir que tenemos
una iglesia de sana doctrina y de esas ya no hay muchas, ES PARA VIVIR EN
SANTIDAD DELANTE DE DIOS.
En la medida que la sana
doctrina llene nuestros corazones nos convertiremos en modelos a seguir no solo
en las congregaciones sino en todas partes,
pues solo entonces seremos luz del mundo y sal de la tierra. 1ª Corintios 11:1.
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