lunes, 28 de septiembre de 2015

Las Parábolas De Jesús 24: Los Dos Deudores Lucas 7:41-42.

La parábola de los dos deudores es una más que únicamente encontramos en el evangelio de Lucas, destaca por su brevedad y por el alto contenido espiritual y emocional  en su enseñanza central.

El contexto bajo el cual se narra esta parábola lo encontramos en Lucas 7:36-47.

En primer lugar encontramos que Jesús es invitado a la casa de Simón el Fariseo, no debemos confundir este hecho con el relatado en Mateo, Marcos y Juan, claramente por las grandes diferencias en los detalles y la cronología se ve que son dos eventos totalmente diferentes.

Para entender bien la enseñanza de la parábola es necesario entender los usos y costumbres de la época al tener invitados a comer:

1.      Al llegar los invitados el anfitrión los recibía con un beso.
2.      Tenían criados que les lavaban los pies a los asistentes.
3.      Se ungía la cabeza con un poco de aceite a los invitados.
4.    Los convidados se recostaban a la mesa sobre su lado izquierdo, 
     las mesas eran de baja altura.
5.  Los invitados eran muy selectos, no cualquiera podía compartir los alimentos con los fariseos.

Por eso es que la mujer puede besar, ungir y secar  los pies de Jesús, no estaba “bajo la mesa” estaba al lado de Jesús.

Por el relato de Lucas podemos darnos cuenta que la intención del fariseo al invitar a Jesús no fue por amor, respeto o nada parecido, pues falto a todas las rígidas costumbres al tener un invitado especial en casa, el fariseo solo invito a Jesús a su casa para su propia conveniencia.

Jesús era el profeta de moda en la región y tenerlo de invitado en casa daría buen nombre, buena reputación al fariseo,  meditar en esto me lleva a preguntarnos ¿Estamos con Jesús por que le amamos o por lo que Él nos puede dar?

Lamentablemente hoy en día pasa algo muy parecido, muchas son las personas que no buscan a Jesús por quién es Él sino por lo que Él puede darles, Fama, fortuna, bienes, prosperidad, poder, dones, etc. PERO NO LO BUSCAN A ÉL.

La gran mayoría de las iglesias promueven lo segundo, son antropocéntricas, es decir el ser humano es el centro de todo, ese tipo de “cristianismo” es solo moda cultural cristiana, son personas que se ven como los del mundo, hablan como los del mundo, huelen como los del mundo, hacen las mismas cosas que hacen los del mundo, PERO CREEN QUE ESTÁN BIEN por el hecho de que INVITARON A JESÚS A SU CORAZÓN UN DÍA.

Cuando Simón se percata de la mujer pecadora a los pies de Jesús, sus prejuicios salieron a flote rápidamente, la mujer obviamente no había sido invitada así que se escabulle, llega hasta los pies de Jesús con la intención de darle un regalo muy costoso pero al estar cerca de Él la mujer  no puede contener su emociones y comienza a besarle  los pies y al  llorar  riega  los pies de Jesús con sus lágrimas, al no tener una toalla a la mano remedia la situación y comienza a secar los pies con sus cabellos.

Qué situación más antagónica, primero vemos a un interesado en lo que Jesús puede darle, un fariseo que lo invita a casa para beneficio propio e inmediatamente después vemos a una mujer rendida, sumisa, tirada a los pies del Maestro demostrándole su amor y agradecimiento desbordadamente.

La mujer no tenía ninguna obligación con Jesús como lo tenía el fariseo por las tradiciones de la época, ELLA HIZO LAS COSAS SOLO POR AMOR.

Si nosotros empezamos a ver nuestra relación con Cristo como una obligación: tengo que orar, tengo que leer la biblia, tengo que ir a la iglesia, tengo que cantar, aplaudir, danzar en la alabanza, etc. pronto será una pesada carga y dejaremos de lado nuestra comunión con Él, en cambio cuando las cosas se hacen por amor (y nosotros solo correspondemos el amor que nos mostró en la Cruz) jamás nos pesará y por el contrario siempre lo haremos con gozo: Génesis 29:20.

Desde el punto de vista  de Simón el fariseo, este era un incidente muy difícil. Si la mujer había comprado el perfume con dinero ganado en la prostitución, el regalo estaba manchado. Según Deuteronomio 23: 18, Dios detestaba tales ganancias, y por lo tanto no era correcto que estuvieran en su casa.

Regalos obsequiados por personas inmorales eran considerados sucios e inaceptables por cualquier persona respetable. Es más, la mujer había soltado el cabello en presencia de hombres; al hacerlo, demostraba qué clase de mujer era. No era socialmente aceptable que las mujeres soltaran su pelo en público.

Por esto es que Simón pone en duda que Jesús en verdad fuera un profeta, pues se decía así mismo, si fuera profeta sabría bien toda la situación, y no le permitiría a la mujer pecadora acercarse a Él.

¿Cuántas veces ponemos en duda la voluntad de DIOS? Si te ha pasado es porque simplemente TE FALTA CONOCERLO MÁS POR MEDIO DE SU PALABRA Y NO POR MEDIO DE TUS SENTIMIENTOS.

La acción amorosa de la mujer y la actitud déspota  de Simón fijaron el escenario para que Jesús diera la parábola de los dos deudores, cuya enseñanza central es maravillosa: EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

Para comenzar, Jesús le dice directamente a Simón que le tiene algo que decir. Esto despierta el interés del fariseo, quien le manifiesta a Jesús que le comunique su mensaje. Este mensaje fue expresado por medio de una parábola que se centraba en la experiencia de dos deudores.

Uno de éstos le debía al acreedor quinientos denarios, o sea, el equivalente al dinero que un jornalero recibiría por quinientos días de labor. El otro deudor sólo le debía al acreedor cincuenta denarios. Ninguno de los dos deudores tenía con qué pagarle al acreedor lo convenido.

Sin dar una razón, Jesús dice que el acreedor perdonó la deuda a ambos. El acreedor representa a DIOS y el motivo por el cual él ha cancelado nuestra deuda de pecado, por el cual  Él nos  ha perdonado, por el cual él nos ha amado, por el cual nos bendice es sencillamente PORQUE  ÉL ES AMOR.  La palabra para perdonar que usa Lucas es del Griego  carizomai y significa otorgar un favor de forma incondicional.

Luego, Jesús recalca la idea principal del relato con una pregunta: ¿Cuál de éstos le amará más? (de los deudores al acreedor). Sin que lo dijera, Simón se daba cuenta de que Jesús de alguna manera tenía la intención de involucrarlo a él personalmente en el relato. Sabía de antemano que Jesús de alguna manera iba a referirse a la presencia de la mujer y a su propia falta de cortesía. Sabiendo todo esto, Simón responde a la pregunta de Jesús con cierto aire de desgano, como que no quería contestar directamente. Dice: Supongo que aquel a quien perdonó más.

Haciendo caso omiso de su contestación esquiva, Jesús le dice a Simón que había dado en el clavo, había contestado correctamente.

Lo que sucede después llama la atención: Jesús, mirando a la mujer, le pregunta al fariseo si puede verla. Es obvio que Simón no era ciego físicamente; desde luego, la veía. Lo que Jesús quería, sin embargo, era que el fariseo la viera de manera distinta. Éste la veía únicamente como una intrusa pecadora. 

Jesús quería que Simón la viera como una persona perdonada. Físicamente Simón podía ver; espiritualmente era ciego. Sin reprocharle, Jesús intentó darle al fariseo una nueva manera de ver las cosas. Para hacerlo, Jesús le recuerda a Simón de todas las atenciones que debiera haberle dado. Luego señala todas las acciones bondadosas de la mujer pecadora para con su persona.

Mediante esta comparación, Jesús pudo lograr la enseñanza principal de la parábola de los dos deudores. Mientras más la deuda perdonada, más amor habrá para el perdonador.

Era necesario que el fariseo entendiera que la mujer demostraba su amor para con Jesús porque su deuda había sido grande.

Era más necesario aún que Simón captara la idea de que sus propios pecados eran grandes también, y hacía falta que pidiera perdón a Dios por causa de ellos, pero  el fariseo no reconocía sus propios pecados, sólo los de la mujer, tenía que reconocer sus pecados para luego pedir perdón por ellos y así experimentar el gozo del ser perdonados por amor.

Muéstrenme Alguien Perdidamente Enamorado De Cristo Y Les Mostrare Alguien Que Ha Entendido El Gran Perdón Que Ha Recibido.

Por medio de la parábola de los dos deudores Jesús quería que todos los oyentes y que nosotros hoy en día  nos demos cuenta nuestra  propia deuda, gran deuda  para con Dios por causa del pecado, porque TODOS los hombres sin Cristo están bajo el dominio del pecado: Romanos 3:9-20 y 1ª Juan 1:8-10.

Quitémonos la venda de los ojos, dejemos de minimizar el pecado dejando de hablar de él o diciéndole nombres como enfermedad o malos hábitos y entendamos de una vez que   EL SER HUMANO ES PECADOR  POR NATURALEZA.

Es tan grave la situación y tan grande la indignación de DIOS hacia el pecado que es necesario un castigo ejemplar para los pecadores no arrepentidos: EL INFIERNO.

Ese pecado ha afectado al punto de la muerte espiritual si se está separado de Cristo: Génesis 2:16-17, Romanos 5.12,  Efesios 2:1-3 y Colosenses 2:13.

La medida del amor está en el tamaño del perdón.

Por eso es tan impactante cuando comenzamos a conocer y a disfrutar el amor incondicional de DIOS, por eso es que crea en nosotros identidad, pues no merecíamos ese perdón, no merecíamos estar a los pies de Jesús, no merecíamos besar sus pies, no merecíamos NADA bueno de parte de DIOS, solo merecíamos CASTIGO… pero Cristo tomó nuestro lugar para que pudiéramos recibir el perdón de DIOS.

En la medida que lo entendamos y lo asimilemos  podremos corresponder con el amor grande que Dios nos mostró. Lucas 7:47-50.


jueves, 24 de septiembre de 2015

Los Atributos De DIOS 17: DIOS Es Justo. Romanos 9.14.

Estudiar los atributos de DIOS  es una tarea nada sencilla pues conforme avanzamos nos vamos dando cuenta que muchas de las características que teníamos por sentadas con respecto al carácter de nuestro DIOS solo eran emociones o pensamientos nuestros, y cuando lo comparamos con un estudio serio de la escritura los ídolos de pensamiento caen  de forma drástica.

Los atributos son el medio por el cual DIOS muestra su carácter, se dividen en dos grandes tipos de atributos: los incomunicables o absolutos que son aquellos que únicamente DIOS posee tales como Independencia, Supremacía, Omnipotencia, Soberanía, etc.

El otro grupo de atributos son los llamados comunicables y son los que DIOS comparte o comunica con nosotros los seres humanos aunque obviamente en menor medida, y hasta ahora hemos estudiado la espiritualidad, fidelidad, bondad y amor de DIOS.

El día de hoy veremos un atributo, que juntamente con el Ser Todopoderoso y  La Soberanía son llamados por muchos atributos ancla, lo que quiere decir es que de estos atributos se sujetan todos los demás y también  nos ayudan a aterrizar los demás atributos y a entender correctamente aquellos que se han desvirtuado por el sentimentalismo humano, me refiero a LA JUSTICIA DE DIOS.

Muchas veces, todos hemos escuchado las palabras: NO ES JUSTO.

·         De un niño que no se la da un dulce antes de comer.
·         De un adolescente que no se le da permiso de ir a una fiesta.
·         De una esposa que tiene que llevar toda la carga de la familia ella sola.
·         De un hombre que no le salen las cosas como el esperaba.
·       DE LOS SERES HUMANOS CONTRA DIOS CUANDO NO ENTENDEMOS SU VOLUNTAD SOBERANA.

El apóstol Pablo en Romanos 9.14  hace una pregunta retórica ¿Hay injusticia en DIOS? Para un discípulo  que ama a DIOS y su palabra y que cree fielmente en la Biblia no hay problema al responder esta pregunta: por supuesto que no, sin embargo muchas personas hoy en día y hasta algunos que se dicen cristianos no opinan  de igual forma, piensan cosas como:

·         ¿Si soy hijo de DIOS porque permite que me pase esto a mí?
·         ¿Acaso no debería irme siempre bien por ser  cristiano?
·         ¿Por qué cuando mas busco a DIOS peor me va?
·         Soy cristiana, ¿Por qué le pasa esto a mi familia?
·         No es justo, ¿Por qué a mí?

Son muchas las veces que me ha tocado escuchar frases como estas… y peores.
Todo por tener una idea equivocada y por supuesto anti bíblica de lo que es la JUSTICIA DE DIOS.

La palabra justo se traduce de la palabra hebrea tsaddik y la palabra griega dikaíos. Las dos palabras denotan la rectitud o excelencia moral de Dios.

Según las Escrituras, Dios es un ser absolutamente justo y siempre actúa de una manera perfecta de acuerdo con Quien es, es decir de acuerdo a su propio carácter. No hay nada equivocado o incorrecto en la naturaleza de Dios o Sus obras.

DIOS  nunca “será” o “hará” algo que justificaría una acusación de mal. Sus obras, decretos, y juicios son absolutamente perfectos. Decir que DIOS es injusto o que actuó injustamente con alguien  o en alguna situación querría decir que DIOS se equivocó, que no hizo las cosas de forma perfecta lo cual LO DESCALIFICARIA PARA SER DIOS.

Una cosa es que no nos gusten, no nos agraden o no disfrutemos nosotros su perfecta voluntad y otra cosa muy distinta es que DIOS sea injusto. Job 36:22-23.

Es importante entender que la justicia de Dios es intrínseca o inherente (perteneciente a Su naturaleza). La justicia no es meramente algo que Dios decide ser o hacer, sino que es esencial a Su naturaleza – Él es justo. Dios tendría que dejar de ser Dios para ser injusto. Tendría que negar Su propia naturaleza para hacer algo que no es correcto. Esta es una verdad maravillosa que infunde gran confianza en Dios. Deuteronomio 32:4.

Es importante entender que la justicia de Dios es trascendente, es decir va mucho más allá de todo lo convencional. La justicia de Dios sobrepasa la de todos los demás. No hay otro que es justo como el Señor. Job 4:17-19.  Isaías 45:21.

La justicia de Dios se refleja en Su actitud hacia las obras de hombres y ángeles. Dios no es moralmente neutral o apático, sino que ama la justicia y aborrece la injusticia, como nos enseñan las siguientes Escrituras: Salmo 7:11-12. Salmo 11:7.

La justicia de Dios, entonces, excluye todo tipo de favoritismo:

Dios no le da preferencia a nadie, no hace acepción de personas; 1ª Pedro 1.17, porque si lo hiciera, no sería justo y no sería el Dios de la Biblia.

Aun nosotros sabemos que el favoritismo es injusto porque, ¿cuál es nuestra reacción al enterarnos del abuso de poder de parte de un político que pone a familiares o amigos en posiciones del gobierno, en vez de escoger al que sería el más adecuado o calificado para el oficio? Somos prontos para clamar: “¡Qué injusticia!”

Pero muchos creen que Dios es igual al político porque creen que Él actúa de una manera diferente con los “malos” que con los “buenos” (o sea, realmente creen que Dios debería actuar de una manera diferente con ellos que con los demás).
Dios es infinitamente justo y le da a cada uno lo que merece (ni más, ni menos), sin ningún favoritismo, eso significa que tenemos la garantía  de que Él no hará nada malo, que él reinará sobre su creación sin capricho, parcialidad o injusticia alguna: 2ª Crónicas 19:7. Sofonías 3.5. Job 8.3.

Hay quienes pretenden refutar la doctrina de la elección soberana de DIOS para salvación argumentando que eso hace a DIOS injusto, ¿Por qué elige a unos si y a otros no? Eso lo hace ser injusto dicen, sin embargo Romano 9 nos contesta claramente que no es así, los elegidos recibimos Gracia de parte de DIOS, los demás reciben JUSTICIA, el justo pago por sus pecados, pero absolutamente nadie recibe injusticia por parte de DIOS.

La justicia de Dios se manifiesta muy claramente en la cruz de Cristo. 
Romanos 3.26.

Antes de la primera infracción de la ley, Dios había establecido la paga del pecado (la pena, el castigo por infringir Su ley): La muerte (física y espiritual). Gen 2.16-17.

El hombre sabía de antemano cuales eran aquellas “reglas” y cuál era la pena por romperlas. Puesto que Dios es justo (completa, plena e infinitamente justo), Él tiene que “jugar según las reglas” que Él mismo estableció. Si hiciera otra cosa, no sería justo. Por lo tanto, es imposible que Dios haga lo que no es conforme a la perfecta justicia imparcial.

Esto quiere decir que el hombre pecador tiene un problema grave porque es imposible que Dios simplemente justifique al impío (como decirle: “¡Ah, tranquilo! No importa. No voy a tomar su injusticia en cuenta. Entre en el cielo. No hay problema”). Dios no puede hacer esto porque sería completamente contrario a Su carácter. Y si lo hiciera, Él no sería el Dios de la Biblia.

Más bien, Dios es Juez Justo (el único Juez Justo) y esto implica que cada uno que ha infringido la ley tiene que sufrir la consecuencias—tiene que “pagar la multa” y “cancelar la deuda”. Puesto que el hombre ha hecho lo malo (desobedeció a Dios violando Su santa ley moral; merece castigo y no recompensa; merece el infierno y no el cielo.

Dios es justo y por lo tanto la “multa” tiene que pagarse (alguien tiene que sufrir la muerte y aun la “muerte segunda” de la ira de Dios—la ira que se manifiesta más plenamente en el lago de fuego).

El Señor Jesucristo, nuestro Sustituto inocente, pagó nuestra “multa” sufriendo el castigo que nosotros merecíamos. Isaías 53.5-6. 1ª Pedro 3.18.

En la cruz, Jesucristo pagó toda nuestra deuda que teníamos con Dios por haber pecado contra Él. Dios Padre lo hizo a Él pecado por nosotros, en nuestro lugar 2ª Corintios  5.21; Gálatas 3.13  y derramó toda Su ira (la ira que nosotros merecemos) sobre Su Hijo, clavado en la cruz.

De esta manera Dios sigue siendo justo (porque la multa se pagó), pero a la misma vez Él llegó ser el que justifica al impío. Cuando Cristo murió para pagar la pena de nuestros pecados mostró que Dios era realmente justo, porque en efecto aplicó el castigo apropiado al pecado, y al mismo tiempo perdonó a Su pueblo sus pecados. Romanos 3.21-26.

Dios ha compartido este atributo con los hombres.

Obviamente cada ser humano tiene algún sentido de justicia—algún sentido de lo que es correcto.

Todos creen que un hombre que viola a una niña merece castigo y no recompensa. Todos también sienten cierta indignación cuando un criminal se va libre de ningún castigo. “¡Qué injusticia!” Decimos. Así que, podemos ver este atributo comunicable en todos los seres humanos.

Pero aun más que esto, nosotros los cristianos somos siervos de justicia. Romanos 6.17-22.Vemos en esto que la justicia de Dios está bien ligada a Su santidad, porque Él nunca hará lo malo (lo injusto) sino que siempre hace lo bueno (lo justo).

En Cristo somos justificados de una vez para siempre, pero eso no implica que debamos simplemente sentarnos, contentos y ociosos con respecto a la justicia. Más bien implica que ahora tenemos la capacidad de  luchar para crecer en la santidad, separándonos del pecado y procurando siempre andar en la justicia. Dios es justo en todos Sus caminos; Sus hijos también  manifestamos  este mismo atributo.







lunes, 21 de septiembre de 2015

Las Parábolas De Jesús 23: El Buen Samaritano. Lucas 10: 25-37.

El día de hoy veremos la segunda parábola más famosa de Jesús: el buen samaritano, está detrás solo de la parábola del hijo pródigo la cual ya estudiamos hace tiempo, está parábola es tan famosa que ha inspirado el nombre a  innumerables ministerios, hospitales, centros de ayuda e instituciones de caridad en general.

Esta es una de las parábolas de mayor contenido ético que podamos encontrar, tal vez  de ahí su frecuente uso y popularidad.

¿Bajo qué contexto la contó Jesús?
¿Por qué toma ese nombre esta parábola?
¿Qué significado tienen sus elementos?
Además de su alto contenido ético, ¿Cuál es su enseñanza central?
¿Cómo aplicamos su enseñanza hoy en día?

Antes de comenzar una vez más deseo advertir acerca del peligro de una mala interpretación bíblica en general y en lo particular de las parábolas, las parábolas no deben ser simbolizadas desmedidamente, hay quienes equivocadamente alegorizan  al extremo los elementos de las parábolas y por ello caen en errores fatales, como por ejemplo en esta enseñanza del buen samaritano, algunos dicen que sus elementos representan:

·         El viajero: la raza humana.
·         Jerusalén: la patria celestial.
·         Jericó: el mundo.
·         Los ladrones: demonios.
·         El buen samaritano: Cristo.

El peligro de interpretar de esta manera está y  todas las parábolas es por partida  doble, en primer lugar podemos sacar casi cualquier enseñanza que se nos antoje forzando las escrituras a decir lo que nosotros creemos o queremos que digan y así han nacido muchas falsas doctrinas.

Además cada parábola contiene al menos una enseñanza o verdad espiritual en su contenido esencial, aunque eso no la excluye que existan analogías que se desprenden de la misma parábola, y si caemos en el extremo de alegorizarla (llevarla al punto de la fantasía) se pierde la verdad central que Jesús quiere enseñarnos.

En la parábola de las ovejas y cabritos entendimos que las ovejas son selectivas al comer, los cabritos comen de todo, para ellos es lo mismo un apostolobo de la prosperidad como Guillermo Maldonado a un predicador de Sana Doctrina como  John MacArthur.

Jesús comienza a narrar esta extraordinaria historia, (la cual muchos creen que hasta fue un hecho real) en respuesta a un  doctor de la ley  o interprete de la ley como lo dice el texto, quien movido por malas intenciones trata  “probar la sabiduría” de Jesús, el doctor de la ley le dice maestro: ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?

De algo podemos estar seguros y es que el doctor en la ley no tenía ni la más mínima idea de lo que la vida eterna significa, él solo deseaba hacer una pregunta  en la cual Jesús se contradijera o  cayera en descrédito.

¿Qué es la vida eterna? ¿Cómo poder obtenerla o heredarla? La vida eterna empieza aquí en la  tierra al nacer de nuevo: Juan 17.3. Y no hay nada que nosotros podamos hacer para obtenerla, es SOLO POR GRACIA Efesios 2.8-9.

La gran mayoría de las personas en México y Latinoamérica al preguntarles que saben acerca de Cristo y su crucifixión nos dirán que fue para perdonar los pecados, lo cual es verdad, pero no es toda la verdad pues de ser así la gran mayoría de las personas sería nacidos de nuevo  y por el estilo de vida no arrepentidos y alejados de DIOS vemos que no son  regenerados, falta un ingrediente y es LA JUSTIFICACIÓN SOLO POR FE.

Jesús le responde en su terreno al doctor en la ley, le dice ¿Qué está escrito en la ley?

El doctor en la ley le contesta con una combinación muy citada en esa época de los textos de Deuteronomio 6.5 y Levítico 19:18.

Amarás al Señor con todo: el corazón, el alma, las fuerzas y la mente. Entrar de lleno en cada aspecto es una predicación aparte, lo que si podemos aprender es el común denominador en los cuatro aspectos  y es: CON TODO del griego Jolos: Todo,  Completamente, en Totalidad. Lucas 9:57-62.

También le dice: Y a tu prójimo COMO A TI MISMO. Antes de ver el amor  al prójimo, nosotros veremos el amor a uno mismo, no soy promotor del antropocentrismo, el ser humano no es el centro del universo eso es más que claro: todo se trata siempre de DIOS.

Sin embargo hay personas que no saben amarse a ellas mismas  por lo tanto mucho menos sabrán amar a DIOS y a sus semejantes, están descontentos con algún aspecto físico: soy muy chaparrito, soy feo, soy moreno, y va más allá de las crisis existenciales propias de la adolescencia sin Cristo.

Otros no se aman pues hicieron  o aun hacen cosas terribles que no se pueden perdonar, por eso les cuesta ENTENDER QUE DIOS LOS AMA  ASÍ TAL CUAL SON.

DIOS nos diseñó así, no son defectos, son rasgos distintivos, por nosotros mismos aislados de DIOS no valemos nada, pero al ser hechos sus hijos tenemos una alta estima: VALEMOS LA SANGRE DE CRISTO: Apocalipsis 5:9.

Jesús le dice al doctor de la ley: bien has respondido, haz esto… no le dice medita en esto o cree en esto, la FE sin obras es muerta: Santiago 2:14-17.

Pero el doctor de la ley QUERIENDO JUSTIFICARSE, responde ¿Quién es mi prójimo?
¿Por qué se justificaba el doctor de la ley? Sencillamente PORQUE LO SABIA PERO NO LO HACIA.

Era común en esa época como lo es hoy en día poner pretextos para no cumplir con los mandamientos de DIOS, en esa época  Un punto de vista aceptado ampliamente parece haber sido: “Ama a tu prójimo, al israelita”. Sin embargo, los fariseos restringían esto aún más, a saber, “Ama a tu prójimo, el fariseo”. Marcos 7:11. Solo repetiré lo que le dije en la parábola del rico insensato: “El motivo por el que realmente la gran mayoría de las  personas no diezman es por la avaricia de su corazón” y a partir de ahí es que comienzan a inventar excusas.

Ellos razonaban: “Esta chusma que no sabe la ley, son  malditos” (Juan. 7:49). Y la gente de Qumrán declaraba que todo aquel que no perteneciera a su pequeño grupo era un “hijo de las tinieblas” y debía ser odiado.

Lamentablemente hoy en día en los movimientos reformados y de sana doctrina se está dando algo parecido, son algo así como NAZIS ESPIRITUALES.

Los nazis en esencia creen que son una raza superior a las demás y por lo tanto tratan con desprecio a los que no sean de raza aria, es decir para ellos es lo mismo un judío, un negro un latino y un perro, todos están en la misma altura racial: debajo de ellos. Y por estas creencias elitistas es que de 1939 a 1945 se dio la más sangrienta y cruel guerra de todos los tiempos: la 2ª guerra mundial con más de 6 millones de judíos exterminados en campos de concentración.

Los nazis espirituales hacen lo mismo creen que por saber sana doctrina pueden minimizar a los demás, o tacharlos incluso de no ser elegidos cuando el ÚNICO QUE LO SABE ES DIOS, y lejos de ser personas humildes son de lo más arrogantes por “saber más” cuando una característica de las doctrinas de la gracia es HUMILLAR por completo el orgullo humano.

La ortodoxia (La doctrina correcta), ortopraxis (La conducta correcta)  y ortopatía (Los sentimientos y emociones correctas)  siempre van de la mano. Los extremos son los perjudiciales, tanto el emocionalismo desbordado como la frialdad total. Lucas 9.49-50.

El doctor de la ley le pregunta auto justificándose ¿Quién es mi prójimo?  A lo que Jesús en vez de dar una definición técnica, conceptual o etimológica de  la palabra prójimo se da a la tarea de contar la historia del buen samaritano.

El camino de Jerusalén a Jericó era muy peligroso en esa época, no solo era un terreno muy empinado y lleno de rocas, además había muchas cuevas donde fácilmente se escondían ladrones y sorprendían a los viajeros. Por lo cual al contar la historia no fue algo sorprendente  pues estaban todos familiarizados. (Como si hoy en día contáramos de un asalto en el trasporte público).

Hirieron al hombre y lo dejaron casi muerto. Lo que sucedió a continuación es la enseñanza central del sermón del día de hoy.

El primero en pasar cerca del hombre herido fue UN SACERDOTE un hombre santo que ofrecía sacrificios en el templo, no tenía excusa para ignorarlo, pues Jesús deja en claro que descendía, es decir iba de Jerusalén a Jericó como el viajero herido, lo cual indica que iba a su casa no al templo, así que no podía poner como excusa el que se podía contaminar por tocar un muerto (en caso de que lo estuviera).

Después pasó por ahí un Levita, quien básicamente era el ayudante de los sacerdotes en las funciones del templo, y la actitud es la misma: indiferencia.

Pero UN SAMARITANO pasó por ahí. Para entender a fondo veamos primero ¿Quiénes son los samaritanos?

Habitantes de Samaria obviamente, Capital del reino de Israel entre 870-721 a. C Después de la caída de Samaria, y según los archivos de los asirios, Sargón rey de Asiria llevó cautivos a 27.290 israelitas y repobló la ciudad con gente de otros países que había conquistado. En otras palabras los samaritanos de la época de Jesús eran mestizos de otras naciones con Hebreos LO CUAL ERA ABOMINACIÓN para los judíos.

Había un odio reciproco entre judíos y samaritanos: Juan 4.9 y Juan 8:48.

Para colmar la situación Jesús usó un recurso literario judío llamado “la regla de los tres”  el cual se basaba en presentar una historia con dos personajes religiosos y uno secular, los dos religiosos eran siempre los malos y el secular que era siempre era el bueno en la historia y el civil era siempre judío. El que Jesús hubiera incluido un samaritano en lugar de un judío era doblemente ofensivo para el doctor de la lay con quien conversaba.

Así de grande era el odio entre judío y samaritanos, y FUE UN SAMARITANO quien se portó como ser humano con el judío. Jesús lo que quería era causar un fuerte impacto en los que lo estaban escuchando, deseaba sacudir todos su prejuicios.

El samaritano FUE MOVIDO A MISERICORDIA, es decir tuvo compasión, lo que hoy en día se conoce como empatía: PONTE EN EL LUGAR DEL OTRO.

Es fácil criticar la vida o carácter de los demás sin saber el fondo del cual vienen, a la iglesia asisten personas que salieron de  situaciones tales como:

·         Alcoholismo.
·         Drogadicción.
·         Abusos.
·         Abandono.
·         Maltrato en tras congregaciones.
·         Violación.
·         Falta de amor.
·         Hogar disfuncional.
·         Padre o madre ausente.
·         Adulterio, etc.

Y lejos de ayudar o al menos dejar de señalar sus errores de vida (no de doctrina, esos jamás se callan) los hacemos trizas con nuestros comentarios, tal pareciera que hemos olvidado la empatía, y solo la llamamos cuando queremos que se aplique a nosotros pero la olvidamos con los demás.

Lo que hizo este samaritano fue más allá de las palabras  o los buenos deseos, desmontó, se acercó al hombre herido, lo le dio primero auxilios, lo le puso vino y aceite, artículos nada baratos en la época, lo llevo al mesón, cuido de él y dejó dinero suficiente para varios días de atenciones y por si fuera poco dejó dicho que si había más gastos él los cubriría al regresar.

Jesús le pregunta ¿Quién de estos tres te parece que es el prójimo del viajero? El doctor en la ley le contesta que el que usó de misericordia, a lo que Jesús le contesta nuevamente VE TÚ Y HAZ LO MISMO.

Antes de querer salir por el mundo ayudando a todos los que nos rodean sigamos el consejo de Jesús en Hechos 1:8 “de adentro hacia afuera”.

No busquemos al prójimo fuera de casa, primero seamos misericordiosos con los más cercanos a nosotros:

¿Cómo tratas a tu esposo (a), a tus hijos, a tus papás, a tus hermanos, a tus abuelitos si viven contigo? ¿Los respetas? ¿Les dices que los amas y se los demuestras? ¿Tratas de mostrar empatía o te da igual cómo les fue en el día? ¿Eres cristiano con los de tu casa o solo con la gente de la iglesia?

Algunos dirán, Pastor, acaso ¿Reflejar a Cristo no es un proceso en el tiempo? ¿No es poco a poco? Claro que sí, pero algunos ni siquiera han tenido la intención de comenzar, son cristianos de iglesia solamente, pero al salir de aquí  no hay nada de la vida de Cristo en ellos.

El buen samaritano no solo tuvo empatía o compasión por el viajero le dio LO MEJOR, podemos dar sin amar pero no se puede amar sin dar, si dices que amas a tus personas cercanas (por ahí se empieza) ¿Qué les das para demostrárselo? Lo más valiosos no es el dinero o lo material, sino TIEMPO DE CALIDAD con ellos.

En un hogar cristiano sino se respira tranquilidad, paz, gozo, amor, respeto,  por definición no es un hogar cristiano, no dije felicidad, la felicidad es momentánea y la causa factores externos, lo que menciones es eterno y lo causa CRISTO EN NOSOTROS.

¿Qué es lo que pasa cuando te enojas? ¿Gritas furioso  o haces oración a DIOS?  ¿Qué pasa cuando hay escasez? ¿Reniegas o das gracias a DIOS? ¿Qué haces cuando hay un problema? ¿Echas pestes o te refugias en Cristo?

Antes de querer salir y ganar a las naciones o de ser “buen prójimo” con los de afuera, primero veamos lo que tenemos en casa, la situación es cada vez  más complicada con la influencia del mundo cada día más corrompido y por si fuera poco para nosotros no solo no es fácil, para nosotros  ES IMPOSIBLE, pero eso DIOS ya lo sabía:


2ª Corintios 3: 18 Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, (de gloria en gloria) cada vez nos parecemos más a él. TLA.













Un Dios Santo 11: Contender con Dios Parte 1. Habacuc 1:2-4.

La máxima expresión de la ira y la justicia de Dios se pueden ver en la cruz del calvario, es ahí donde la justicia santa de Dios se hace ...