La semana pasada comenzamos una serie de enseñanzas
tituladas EL FRUTO DEL ESPÍRITU, en la primera enseñanza estudiamos la perspectiva
bíblica del temperamento y el carácter.
DIOS no solo quiere tener hijos espirituales, además
quiere que esos hijos seamos a la imagen moral de Jesucristo, esto es muy
importante no olvidarlo jamás, pues es por ello que DIOS nos lleva a pasar situaciones
que no comprendemos, pues está moldeando nuestro carácter.
El carácter, es el conjunto de rasgos, de marcas, de
señales, de características que poseemos todos y cada uno de los seres humanos,
y para DIOS es de suma importancia, pues fue precisamente un error de carácter
lo que dejo a Moisés fuera de la tierra prometida. Deuteronomio 32:48-52.
El primer aspecto del fruto del Espíritu Santo en el
carácter de un hijo de DIOS es el amor. Gálatas
5:22.
Para entender a fondo ese aspecto del carácter primero
es necesario entenderlo como parte de la naturaleza misma de DIOS y es por eso
que el día de hoy veremos el amor de DIOS desde la perspectiva de uno de los
personajes bíblicos que a mí en lo personal más me impacta con su vida: David.
Ya anteriormente hemos hablado del amor de DIOS como
un atributo, tan solo en la serie de los atributos divinos en este en
particular duramos 4 semanas, decir que DIOS es amor no es lo mismo que decir
que el amor es DIOS, pues muchos quieren de dios a un hippie cósmico que todo
perdona, todo pasa por alto, no importa que tan grave sea el pecado, y que
jamás se aparte de él, al fin y al cabo, su dios es amoroso.
Usan frases como dios ama al pecador, pero aborrece el
pecado, que son de Gandhi y que son anti bíblicas, pues quienes sufren
la condenación eterna son los pecadores y no el pecado.
Pensar tan humanamente de DIOS convierte su amor
infinito en mero sentimentalismo, cuando el amor y todo lo que conocemos de
DIOS siempre debe estar regulado por su Palabra o será solamente un dios de
nuestra imaginación.
Es necesario entender también que el amor de DIOS ha
sido desde la eternidad y hasta la eternidad, en otras palabras, DIOS no
necesita de nada para amar o ser amado, así que no nos creó porque no tenía quien
lo amara y a quien amar, eso es antropocentrismo al extremo.
La palabra que usa el apóstol Juan para hablar acerca
del amor divino es del griego ágape y se usa para describir el
amor incondicional que solo DIOS puede otorgar.
Esta es la primera y más poderosa característica del
amor de DIOS: Pase lo que pase DIOS nos
sigue amando.
David, quien en su niñez se enfrentó al gigante Goliat
y lo venció solo con su honda, se ganó el aprecio del rey Saúl, sin embargo, al
poco tiempo ese aprecio se convirtió en recelo: 1ª Samuel 18:6-9.
La persecución de Saúl a David duro mucho tiempo, y
fue tal, que David llego al grado de irse de su pueblo y pasarse con los
filisteos: 1ª Samuel 21: 10-15.
Cuando David huyo con los filisteos, no solo vivió con
ellos, sino que hasta se hizo pasar por uno de ellos, para los filisteos los
“locos” eran sagrados, es por eso que el rey dice que ya tiene suficientes, sin
embargo, lo que llama la atención es que David en medio de esta situación
escribe el Salmo 34:1-3.
El amor de DIOS no se mide por las posesiones o por lo bien que nos va
en la vida, el amor de DIOS va mucho más allá, y
David lo entendía perfectamente, él no escribió un salmo de amargura o
desanimo, tampoco se quejó o blasfemo en contra de DIOS, ni siquiera pregunto
el ¿Por qué? David Bendijo a DIOS en medio de la prueba.
¿Por qué David reaccionó así? Porque recordaba
perfectamente al DIOS amoroso que lo guardó de los leones y los osos cuando
cuidaba el ganado, recordaba al DIOS que lo libró de mano de Goliat el gigante
filisteo, se acordaba del DIOS que lo tomó detrás del rebaño para ungirlo por
Rey sobre Israel, en otras palabras, PORQUE DAVID CONOCÍA PERFECTAMENTE EL AMOR
DE DIOS. 1ª Juan 4:18.
Si llegamos a tener temor e incertidumbre más allá de lo normal en medio
de las pruebas y dificultades aún nos falta conocer más el amor de DIOS y
recordar que TODO está bajo su perfecto control.
Las cosas no cambiaron mucho en la vida de David, el
aún era el enemigo número uno del rey Saúl, y llego al extremo David de desanimarse
al grado de regresar a vivir con los filisteos. 1ª Samuel 27:1-12.
En esta ocasión David, no le hizo al loco, ahora fue
peor, ahora, se comportó totalmente como uno de ellos, asaltando furtivamente a
las tribus de los alrededores, sus hombres pasaron de ser los de corazón
afligido de la cueva de Adulam a ser unos mercenarios y merodeadores del
desierto, y sabes que piensa DIOS de David. 1ª Reyes 11.4.
Dios amaba a David aun a pesar de haberlo conocido desde antes de que
naciera, como lo hace con nosotros, pase lo que pase nunca olvides que DIOS te
sigue amando.
Eso no significa que a DIOS le agradó lo que hizo
David o que le agrade que un hijo suyo se aleje y se pase con los filisteos (el
mundo), no podríamos decir que somos hijos de DIOS si pecaremos deliberadamente
una y otra vez o si nos alejamos y no perseveramos hasta el fin.
Significa que, como hijos suyos, DIOS nos ama con amor
eterno e inalterable y va a usar las circunstancias para regresarnos a su
pueblo: 1ª Samuel 29.1-11. Tal como pasó
en la parábola del hijo pródigo.
Y esa no fue la única ocasión en la que David peco
flagrantemente, es por todos muy conocido su amorío con Betsabé y el asesinato
de Urías Heteo para cubrir su falta y poder tener permanentemente a su mujer: 2ª Samuel 11.
En esta ocasión DIOS actuó de manera inmediata, mando
al profeta Natán a amonestar a David por medio de la parábola del viajero y la
oveja: 2ª Samuel 12:1-12.
David experimentó las dos más grandes muestras del
amor incondicional de DIOS en un instante, convicción por el pecado y el perdón
del mismo: 2ª Samuel 12.13.
La mejor experiencia que un hijo o una hija de DIOS puede vivir de parte
de DIOS no es la unción, o un milagro o alguna sanidad, ES LA CONVICCIÓN DE
PECADO pues es la que nos lleva al arrepentimiento: 2ª Corintios 7:10.
Si te sientes mal cuando cometes pecados, GLORIA A
DIOS, significa que eres un hijo no un bastardo, significa que DIOS te ama como
a un hijo, significa que estás a un paso del arrepentimiento, significa que
DIOS tiene cuidado de tu vida, significa que te ama tanto que no va a permitir
que te pierdas para siempre.
David vivió las consecuencias y la disciplina del
Señor, su hijo murió: 1ª Samuel
12:14-18. Hebreos 12:5-6.
Lo que hizo David a continuación de la muerte de su
hijo, solo fue un reflejo, la expresión del amor de DIOS en él, David ADORO A
DIOS: 1ª Samuel 12. 20.
David pudo adorar a DIOS en medio de la tribulación,
pues el amor incondicional produjo en Él IDENTIDAD, DAVID sabía perfectamente
quien era y quien seguía siendo aún a pesar de su falta y de la disciplina
recibida.
Todos los seres humanos de una u otra manera
estamos buscando el sentido a la vida, pero NO ENCUENTRAN LA ANHELADA RESPUESTA
al sentido existencial. ¿Por qué? Porque
no conocen el Amor Incondicional De DIOS.
Solo El Amor Incondicional De DIOS Le Da Razón De Ser A Nuestras Vidas: 1ª
Juan 3.1.
David conoció, disfruto y experimento tanto
tiempo el amor incondicional de DIOS que fue inevitable que lo expresara,
tiempo después cuando su hijo Absalón se levantó en su contra con mucho del
pueblo de Israel, no solo robo el corazón del pueblo, además habló mal de su
padre y por si fuera poco tuvo intimidad con las concubinas de padre, David NO
lo enfrento en batalla, prefirió huir del palacio dejando todo en las manos de
nuestro amoroso DIOS: 2ª Samuel 16:5-11.
Y más aún, cuando Absalón fue muerto en
batalla por Joab, y le fue dada la noticia a David, su reacción fue inesperada,
y profundamente amorosa: 2ª Samuel
18:31-33.
El amor incondicional de DIOS le lleva a
preocuparse profundamente por el bienestar de sus hijos, como en la parábola de
los obreros de la viña, de la moneda perdida, de la oveja perdida, del hijo
perdido.
En todas ellas vimos el amor de DIOS por sus
elegidos, al grado de dar la vida de su Hijo, aun sin nosotros merecerlo: Romanos 5.8.
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