Si estudiamos los nombres con los cuales DIOS se
revela en la Biblia, nos encontraremos con muchos atributos, características y cualidades
de nuestro Señor y DIOS, pues como lo hemos entendido desde hace tiempo, el
nombre muestra características del poseedor.
Hemos estudiado varios nombres con los cuales DIOS se
muestra, algunos de ellos son:
1.
Elohim. El DIOS del pacto.
2.
Elyon. El Altísimo.
3.
El Shadai. El todopoderoso.
4.
Yahvé o Jehová: YO SOY.
5.
Jehová Jireh. Yo Soy tu proveedor.
6.
Jehová Tsidkenu: Yo Soy tu Justicia.
7.
Abba. Padre.
Este último, Abba, más que un nombre en sí mismo, es
un título que se le otorga a nuestro DIOS, el día de hoy estudiaremos otro
título dado por las Escrituras: El Amén.
¿Qué significa El Amén?
¿Por qué se le da este título?
¿Qué características revela?
¿Cómo edifica nuestras vidas?
En primer lugar, la palabra Amén viene del hebreo emuná
o amén y se ha transliterado en el griego y al español mismo en su
misma forma: Amén.
Amén significa es
verdad, que así sea, que sea verdad, así es, ciertamente, firme, confiable, este
término indica una intensa afirmación o acuerdo.
Es verdad, o Así sea, o Que sea verdad.
Palabra que viene directamente del hebreo y que se
utiliza para:
a) confirmar una aseveración o apoyarla.
b) expresar el deseo de que se realice o sea verdad,
sin importar que la misma sea positiva o negativa.
Al final de una bendición o de una maldición, se dice amén.
Para señalar que se está de acuerdo con ella o que se espera que se cumpla.
Así, en el caso de las maldiciones que escribe el sacerdote por sospecha de
adulterio, la mujer responde: amén. amén. Números 5:22.
Al escuchar las maldiciones que vendrían si no cumplía
la Ley “todo el pueblo dirá amén.” Deuteronomio 27:11-26.
Después de una alabanza de David a Dios, “dijo todo
el pueblo, Amén.” 1ª
Crónicas 16:36.
El uso del amén. en muchos salmos da a
entender que esa era la palabra con la cual respondían los levitas a las
oraciones y alabanzas en el templo:
·
Salmo
41:13.
·
Salmo
72:19.
·
Salmo
89:52.
·
Salmo
106:48.
·
Costumbre
que siguió en la sinagoga.
El NT utiliza el amén. más
abundantemente que el AT.
Algunos eruditos opinan que las palabras “cierto,
de cierto”, que utilizaba el Señor Jesús, son una traducción de “amén,
amén”. Y que era costumbre del Señor hablar en esa forma para enfatizar lo que
iba a decir y reafirmar la seguridad de sus palabras.
Una tradición rabínica prohíbe el uso del amén.
al final de las oraciones, con unas cuantas excepciones. Pero se sospecha que
puede ser una reacción contra la costumbre que adoptaron los cristianos de
terminar las suyas siempre con un amén.
Hay un amén. al final del Padrenuestro Mateo 6:13.
Cada evangelio termina con un amén.
·
Mateo
28:20.
·
Marcos
16:20.
·
Lucas
24:53.
·
Juan
21:25.
Las bendiciones de Pablo o sus doxologías terminan con
un amén.
·
Romanos
1:25.
·
1ª
Corintios 16:24.
·
2ª
Corintios 13:14.
·
Gálatas
1:5.
·
Efesios
3:21.
·
Filipenses
4:20.
·
1ª
Timoteo 1:17.
·
2ª
Timoteo 4:18.
·
Tito
3:15.
·
Filemón
1:25.
Así también Pedro 1ª
Pedro 4:11; 2ª Pedro 3:18, Juan 1ª Juan
5:21; 2ª Juan. v.13 y Judas v. 25.
¿Aún se debe decir amén en la iglesia? De ser así ¿Cuándo si y cuando
no?
Vemos que Pablo les hace esta observación a los
corintios en 1ª Corintios 14:16.
Además, en el NT se añade frecuentemente como
respuesta de alabanza y de bendiciones:
·
Hebreos
13:21.
·
Hebreos
13:25.
·
Apocalipsis
5:14.
·
Apocalipsis
7:12.
·
Apocalipsis
22:20.
Y como ya lo mencionamos, se usaba en los salmos como
respuesta a las alabanzas, así que podemos concluir que no solo sí se puede
responder amén, además, como dijera Charles Spurgeon en su sermón 679 El amén:
Yo quisiera que nosotros dijéramos Amén de una manera más uniforme y
universal, al fin de la oración pública. Estoy seguro que esto es bíblico y
apostólico, y creo que sería útil para todos ustedes. Tal vez la costumbre fue
abandonada por la forma irregular en la que los hermanos decían Amén.
Él hace mención de la iglesia metodista, que en sus
días decían amén de forma indiscriminada,
casi como la iglesia de la actualidad, que a todo dice amén, tanto a las
vanalidades, ¿Cuantos van a comprar
talento? Amén. Como a las herejías, ¿Cuántos
son dioses aquí? Amén.
Es muy importante decir amén a una verdad bíblica
expresada en la congregación, tanto en la alabanza, la oración o la predicación
misma, pero tengamos cuidado de no caer en el abuso y sobre todo ejercitemos el
discernimiento al momento de responder con un fuerte amén, el discernimiento en
palabras del mismo Spurgeon es saber distinguir entre la verdad y la casi
verdad.
¿Por qué es importante decir amén a una verdad bíblica expresada?
Decir amén a una verdad bíblica es como decir LE
CREO A DIOS, porque su palabra es fiel y verdadera y esto a la postre va
renovando nuestro entendimiento.
La declaración de Mateo 24:35 realizada por su propio autor, nuestro Señor
Jesucristo, muestra de manera clara la inmutabilidad y eternidad de la Palabra
de Dios, la cual no está sujeta al tiempo ni al espacio, ni siquiera vulnerable
a las modas filosóficas. (Liberación sexual, liberalismo, evolución, supuestas
contradicciones, etc.).
A todo esto,
surge una pregunta muy importante y en la cual se escudan los detractores de la
Sola Scriptura y es: ¿Cómo y quien interpreta correctamente la biblia?
Esto ha causado
grandes problemas en el cristianismo no solo en la antigüedad, actualmente
también hay muchas discrepancias, pues hay quienes interpretan la biblia a su
conveniencia privada, por lo tanto, los pasos que debemos de seguir para saber
si estamos entendiendo bien las escrituras son los siguientes:
·
La biblia misma se respalda y se interpreta, no se puede
hacer doctrina de un solo versículo o evento aislado en ella. 2ª Pedro 2.15-16.
·
No hay interpretaciones privadas. 2ª Pedro 1:20.
·
Echar mano de la hermenéutica, ¿Quién lo dijo? ¿Por qué lo
dijo? ¿Cómo lo dijo? ¿A quién se lo dijo? ¿Bajo qué circunstancias lo dijo?
Etcétera.
La esencia de
la Sola Scriptura es basar tu vida espiritual en la Biblia solamente, y
rechazar cualquier tradición o enseñanza que no esté de total acuerdo con la
Biblia. 2ª Timoteo 3.16.
Muchos son los
pasajes a los cuales se les ha hecho violencia, estamos como en los tiempos del
profeta Jeremías 7:4.
Filipenses 4:13 lo usan de pretexto para la superación personal y “lograr todas tus
metas” Cuando en su contexto original Pablo les dice que está acostumbrado a
comer y pasar hambre por el evangelio y que no importa lo que sufra por causa
de la Palabra el todo lo puede en Cristo que lo fortalece.
Romanos 8.37 se usa de igual manera para asegurar éxito en todo, cuando en su
contexto Pablo habla de la perseverancia final de los santos, pues somos
más que vencedores.
Mateo 18:18 se usa para la confesión positiva, y hasta para la guerra espiritual,
cuando en su contexto original nos dice que la disciplina que se imponga en la
iglesia a un problema es reflejo de la disciplina dada por DIOS: lo
que ates en la tierra es atado en el cielo y lo que desates en la tierra será
desatado en el cielo.
Lucas 18:27 lo usan para asegurar que DIOS puede todo (así es)
pero lo hará al antojo de los seres humanos (así no es), cuando en realidad de
lo que habla es de la salvación, lo que es imposible para el hombre
(salvarse) es posible para DIOS.
Tengamos cuidado de decir amén, pero tengamos más cuidado de a que le
decimos amén.
Tan vinculada está la palabra amén a la idea de lo
firme y seguro, que Cristo es llamado “el Amén., el
testigo fiel y verdadero” Apocalipsis
3:14, expresión relacionada con el “Dios de verdad” (Heb. Dios Amén)
de Isaías 65:16.
Por eso se nos dice que “todas las promesas de
Dios” son en Cristo “Sí, y en él Amén.”
2ª Corintios 1:20.
Nuestro Señor Jesucristo es el Amén de DIOS, esto no a
la manera de los hombres al hacer una oración y terminarla con así sea, más
bien, Él es el Amén del propósito divino, en Cristo se cumplió ese sumo
propósito: LA REDENCIÓN DE LOS SERES HUMANOS.
Por eso es que Cuando nuestro Señor realmente vino a
la tierra, Él fue entonces el Amén de Dios a la larga lista de profecías.
Cuando Cristo vino, y
especialmente cuando fue a la cruz como una víctima hacia el altar, Él fue
colocado en ella, y entonces fue que Dios solemnemente agregó el Amén a lo que
de otra manera eran tipos y sombras. Por eso exclamó: “Consumado es” estaba
diciendo amén, pues el propósito eterno de la redención ahora está FIRME Y
SEGURO.
Muy enriquecedor este estudio.
ResponderEliminarBendiciones.
Muy edificante. Bendiciones
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