miércoles, 14 de febrero de 2024

Sodoma Y Gomorra Hoy16: El Papel de la Iglesia. 1ª Timoteo 6:12.

Nuestra sociedad, al igual que con Sodoma y Gomorra, está en una espiral descendente moral y espiritualmente hablando, pero no necesariamente tiene que seguir así, con Dios siempre hay oportunidad para el arrepentimiento de este lado de la eternidad, es por ello que aún estamos a tiempo de revertir lo que estamos haciendo mal, pero es necesario mucho valor para confrontar con la verdad a las personas, sobre todo porque no van a cambiar hasta que no caigan en la cuenta de que están obrando mal. 

 

Hay que hacer un llamado a la conversión, anunciando que de no hacerlo, de manera individual y colectiva, las consecuencias serán fatales. Debemos elegir entre ser políticamente correctos y así quedar bien con todos o ser valientes y quedar bien con Dios. Hay que amar la verdad, defender la verdad y proclamar la verdad de cualquier forma, a cualquier persona y a cualquier precio. Tenemos que ser un ejemplo, como lo fue el profeta Ezequiel en su tiempo, con su pueblo impenitente.

 

Hasta ahora hemos visto cual es nuestra labor como creyentes individuales, por así decirlo, falta entender cuál es nuestra labor como iglesia, pero primero debemos de entender que:

 

Cuando la iglesia no hace nada, cuando se queda callada y complaciente con la situación  a su alrededor, se vuelve cómplice del pecado.

 

¿Qué es lo que debemos de hacer para resistir frente  esta crisis moral que estamos viviendo? Son al menos los siguientes 4 puntos:

 

1.    Renovar las mentes correctamente. Lamentablemente en la actualidad son pocas las iglesias que se dan cuenta de como está la situación, o en el mejor de los casos dicen que es lo normal porque el mundo ya se va a acabar y Cristo está por regresar. No entienden que:

 

La primer y más importante labor de una iglesia local que piensa en pelear la batalla cultural, es prepararse correctamente. 1ª Timoteo 6:12.

 

La razón es sencillamente obvia, cuando la enseñanza es la adecuada, y está se pone en práctica, estaremos capacitados individualmente y como congregación para dar la correcta batalla, y de esa manera resistiremos los vientos contrarios. Mateo 7:24-25.

 

Por otro lado, cuando esto no sucede, cuando la iglesia se olvida de la sana doctrina y de enseñar Todo el consejo de Dios, y se enfocan solamente en temas teológicos, pero dejan de lado sus aplicaciones a lo cultural, social, económico, político, etc. O peor aún, cuando sus enseñanzas  son herejías, superación personal, prosperidad, humanismo con toques de cristianismo para sentirse bien y la mayor parte del tiempo escuchamos relatos de lo maravilloso que es el pastor y sus anécdotas narradas como aventuras personales, obviamente no vamos a estar capacitados para dar la buena batalla.

 

La predicación, las oraciones y las enseñanzas deben centrarse en:

a.    Anunciar el evangelio. Proclamar que Dios es infinitamente Santo, y que todos sin excepción somos pecadores necesitados de un salvador y que el único salvador eficaz es nuestro Señor Jesucristo. Hechos 4:11-12.

b.    Tomar las cosas enserio. Dejar las enseñanzas frívolas, superficiales, ligeras y cómicas y empezar a hacer el hincapié de manera incisiva y punzante en los temas relevantes a la batalla que tenemos enfrente.

c.    Regresar a la senda antigua. Dejar de predicar o enseñar lo que está de moda por ser pragmáticos y comenzar a enseñar lo que siempre se ha enseñado a lo largo de los siglos en la iglesia y que fue lo que cambió el mundo radicalmente, regresar a la senda antigua dice el profeta Jeremías 6:16, actualmente se nos dice ser conservadores fundamentalistas.

 

2.    Tener una buena mayordomía congregacional. Este punto lo vimos cuando hablamos de la compasión, debemos, como creyentes individuales y como iglesia, ser compasivos al grado de desprendernos para poder ayudar a los que lo necesitan, mostrar que no solo son palabras lo que decimos, sino que nuestros hechos las respaldan, podríamos añadir solamente, el destinar parte del presupuesto para la capacitación correcta de los obreros cristianos, de nada serviría tener un ejercito de millones, si pocos o ninguno tiene un arma en sus manos para pelear, de la misma manera:

 

De poco sirve ser muchos cristianos en la comunidad si no estamos capacitados para pelear la batalla cultural.

 

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3.    No hacer distinción de personas. Si vamos a predicar el evangelio, demostrando el amor incondicional de Dios, debemos de hacerlo siempre sin acepción de personas, ya que el Señor no lo hace, desaprueba rotundamente que nosotros si lo tomemos esa pésima decisión. Santiago 2:1-4.

 

Dejemos de pensar que si alguien famoso o importante se convierte es un gran avance, todos valemos igual delante del Señor.

 

Muchas iglesias se preocupan solo por orar y predicarle a la gente famosa, políticos, artistas, empresarios, deportistas de elite, como si fueran una clase especial de personas, cuando lo cierto es que delante del Señor todos valemos igual y además, el que un personaje influyente se convierta al Señor no garantiza que el Reino de Dios tendrá un gran avance, eso es confiar en nuestras habilidades humanos y quitar nuestra confianza del Señor y el medio que utiliza que es Su Palabra.

 

·         Moisés era un don nadie prófugo en el desierto.

·         David era un jovencito pastor de ovejas.

·         Pablo era un fariseo entre muchísimos que había en su época.

·         Pedro era un pescador sin estudios.

·         Lo mismo que Jacobo y Juan.

·         Lutero era un monje agustino sin relevancia alguna en el mundo.

 

Ellos y muchos personajes más, pasaron a ser influyentes después de ser llamados por Dios, no antes.1ª Samuel 15:17.

 

Además tenemos que entender que el punto numero 1, renovar correctamente nuestro entendimiento es fundamental, ya que de nada sirve que un políticos influyente se convierta al Señor, si su mente no es renovada, solo usará a Cristo para sus fines en lugar de dejarse usar para el Reino de Dios y lejos de traer cambios, solo será vergüenza para el Nombre de Cristo.

 

4.    Hacer un fuerte compromiso. Por ultimo pero no menos importante, la iglesia necesita día con día, hora tras hora, momento a momento, estar profundamente comprometida con su misión en esta tierra:

 

Necesitamos poner nuestro compromiso con Cristo y con su Reino por encima de todos los demás que tengamos.

 

No hablo de comprometernos con los planes de una iglesia o con el líder al frente, porque los planes pueden frustrarse y los lideres no somos eternos ni infalibles, debemos comprometernos con Cristo, con su causa, con su evangelio y con la expansión de su maravilloso Reino, capacitándonos siempre que nos sea posible para seguir adelante en esta ardua batalla. El apóstol pablo resaltó que nuestra lealtad con Dios debe estar por encima aún de lo que pudiera decir un ángel del cielo. Gálatas 1:6-9.

 

Nuestra relación diaria con Dios no es una parte más de nuestras vidas, ni siquiera es la parte más importante de ella, es nuestra vida misma. Colosenses 3:3.

 

Conclusiones. Ante la situación que atraviesa el mundo, y dada la magnitud de la batalla que tenemos enfrente , la iglesia debe de arrepentirse de todo aquello que hace, lo cual no necesariamente es malo, pero que es intrascendente y sobre todo, alejado de lo que el Señor nos encomendó realizar, ser sal y luz del mundo. Así que, necesitamos como iglesia de Cristo:

 

1.    Renovar las mentes correctamente.

a.    Anunciar el evangelio.

b.    Tomar las cosas enserio.

c.    Regresar a la senda antigua.

2.    Tener una buena mayordomía congregacional.

3.    No hacer distinción de personas.

4.    Hacer un fuerte compromiso con el Señor.

 

Y una vez hecho esto, obviamente predicar el arrepentimiento, como lo hizo Jonás en Nínive, por si acaso Dios se vuelve de su ira santa y nos perdona al ver a toda una sociedad contrita, o al menos sean suficientes justo en ella para detener el castigo, si en Sodoma hubieran existido 10 justos…pero no los hubo.

 

A menos que haya una conversión, nos esperan tiempos difíciles, debemos estar preparados, se viene el juicio, pero aun después del juicio, hay oportunidad para la restauración, esos serán nuestros dos últimos temas.  

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