Recordemos
que una parábola es una historia narrada con el fin de ilustrar uno o más
puntos importantes, en este caso verdades espirituales que nos da nuestro amado
Jesús.
La parábola que vamos a escudriñar el día de hoy, la
llamada Parábola Del Hijo Prodigo es
tal vez la más famosa en todos los ámbitos, a inspirado a artistas y escritores. Pero me temo que ha
sido interpretada muy superficialmente,
sin llegar al fondo de sus riquezas. Hasta el punto de que para mucha gente
“pródigo” (que según el diccionario significa gastador, derrochador, disipador)
es sinónimo de “el que vuelve a casa arrepentido”.
Algunos designan esta parábola con el nombre
de “El padre misericordioso” y me parece más adecuado pues ese es el punto
central de esta parábola: DIOS COMO UN
PADRE MISERICORDIOSO.
El contexto de está parábola es el mismo que
estudiamos en la Parábola de la oveja perdida, Lucas 15.1-2. Nos dice que
cuando Jesús se sentó a comer con lo más despreciable de la sociedad de su
época de inmediato comenzó a recibir críticas de los líderes religiosos.
En respuesta Jesús les da una serie de tres
enseñanzas conocidas como las Parábolas de la gracia, la primera y que ya la
estudiamos es la de la oveja perdida entre cien, la segunda es la de la moneda
perdida entre diez, la tercera, la más significativa, la más impactante y que
desborda en el amor incondicional de DIOS es la del hijo perdido entre dos
hermanos.
EL
HIJO MENOR TRATÓ PÉSIMAMENTE A SU PADRE.
El menor de los dos hijos se cansó de estar
en casa. Como ha ocurrido con algunos jóvenes desde ese entonces (y la
situación es lamentable aun hoy día), este joven deseaba estar libre de las
restricciones paternas.
Estaba convencido que al estar solo, lejos de
los ojos de sus padres (aunque no se menciona jamás la madre en esta parábola),
podría hacer lo que quisiera, y esta “libertad” lo haría feliz.
Por supuesto, para llevar a cabo su plan
necesitaba dinero. Probablemente sabía que en conformidad con la ley de Dt. 21:17 un tercio de la herencia
paterna sería suyo a la muerte de su padre. Pero él quería esa porción ahora.
No podía esperar.
Ahora bien, hay que reconocer que un padre a
veces hacía “regalos” a sus hijos mientras aún vivía (Génesis. 25:6), pero este joven no estaba satisfecho con un simple
regalo. Quería toda su porción. Exigía
sus “derechos” como hijo.
DESPUÉS EL HIJO MENOR VIVIÓ PERDIDAMENTE.
Pensó que viviendo de manera desenfrenada iba
a encontrar sentido a su vida, que haciendo lo que más le placiera iba a ser
feliz, lo cual muchos hoy en la actualidad imitan, buscar la plenitud de vida
en todo tipo de lugares equivocados:
·
Alcohol.
·
Drogas
·
Fiestas.
·
Dinero.
·
Escuela.
·
Familia.
·
Amor.
·
Deportes.
·
Etc.
NADA DE ESTO VA A LLENAR NUESTRAS ALMAS, LO ÚNICO QUE NOS LLENARÁ EL VACÍO ES EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS.
Después de acabarse todo el dinero no solo
quedo en la pobreza, encima de todo la tierra donde se fue a vivir sufrió una
gran hambre, no algo de escases solamente, sino algo muy grave, al grado de que
tuvo que trabajar apacentando cerdos.
Había un dicho común entre los judíos que
decía la maldición caiga sobre el hombre
que cuida los cerdos, los cerdo son animales impuros y ser cuidador de
ellos era lo más humillante que se podía hacer.
A la humillación, añadimos el hambre, al
grado de querer comer de las vainas que le daban a comer a los cerdos que
apacentaba.
A la humillación y el hambre ahora añadamos
la nostalgia cuando extrañó la casa de
su padre: Si Es Necesario Que Toquemos
Fondo Para Entender Que CRISTO Es
Suficiente, Entonces DIOS Va A Permitir Que Toquemos Fondo. Romanos 8.28.
Volvió en sí: Lucas 15:17a.
Debemos de resaltar el hecho de que nadie
absolutamente vuelve en sí por sí mismo, SIEMPRE ES DIOS poniendo en nosotros
el querer como el hacer.
Una vez que DIOS nos hace recapacitar, que
nos redarguye, es que viene el ARREPENTIMIENTO, el cual no es solo sentirse mal
por lo que hicimos, es cambiar por completo nuestra manera de vivir.
Padre he pecado contra el cielo (contra DIOS) y contra ti. Lucas 15.18.
En su arrepentimiento el hijo perdido se dio
cuenta que primeramente ofendió a DIOS y por ello también a su padre, una vez
que nuestra relación con DIOS se restaura nuestra relación con todos los demás
también se verá restaurada.
DEJO DE RECLAMAR SUS DERECHOS Y COMPRENDIÓ QUE NO ERA SUYO NADA.
Cuando dijo no soy digno de ser llamado tu hijo Lucas 15:19. No hacía referencia a que ya no era su progenitor,
sino a que ahora una vez humillado, hambriento y nostálgico se dio cuenta de lo
maravilloso que es tener un hogar sin merecerlo, dejó de pensar que eran sus
derechos y comenzó a valorar lo que tenía como un privilegio, al grado de
anhelar ser el menor en la casa: un jornalero. EL ARREPENTIMIENTO ESTÁ COMPLETO.
EL PADRE JAMÁS PERDIÓ EL AMOR POR SU HIJO.
Cuando aún estaba lejos lo vio su padre...Lucas 15:20.
¿Recuerda el amoroso Dueño de la viña que
sale una y otra vez a contratar jornaleros? Ahora no es una viña ni son
trabajadores, ahora es SU HIJO el que estaba lejos de casa.
Jóvenes: si les pedimos que lleguen temprano a casa no es porque nos
gusta hacerles la vida difícil es porque los Amamos.
El padre amoroso:
·
Corrió Hacia Su Hijo. (Explicar).
·
Lo Abrazo.
·
Lo Beso.
·
No Hubo Una Sola Palabra De Reproche.
·
Le Mando Poner El Mejor Vestido.
·
Le Puso Su Anillo. (El Sello De Hijo).
·
Le Puso Sandalias Nuevas.
·
Mato El Becerro Gordo. (explicar).
·
Hizo Fiesta.
EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS SE RESUME EN UNA
SENCILLA Y PODEROSA FRASE:
PASE LO QUE PASE DIOS NOS SIGUE AMANDO.
El Amor Incondicional de DIOS no es un pase
libre para pecar, al contrario, es la
motivación perfecta para NO pecar. Ahora que el hijo regreso a casa, jamás
volvería a comportarse como lo hizo.
LOS RELIGIOSOS NO ENTIENDEN EL AMOR INCONDICIONAL.
El hijo mayor según leemos en Lucas 15.28 se enojó por que el padre
recibió a su hermano “como si nada hubiera pasado” en su mente religiosa pensaba que el si era
merecedor de las bendiciones de la casa de su padre. El hijo mayor es
claramente los escribas y fariseos que criticaban a Jesús por comer con
publicanos y pecadores.
El Padre salió a rogarle, del griego parakaleo:
animar, confortar y consolar.
“Nunca he desobedecido tus mandamientos”. Él está lleno de su propia
justicia y parece que no comprende que de un hijo se espera algo más que la
mera obediencia externa.
¿Cuál es la diferencia? La motivación, la
obediencia externa la motiva el miedo, la auto-satisfacción, el orgullo, la
justicia propia, la obediencia de corazón la motiva el amor.
·
“Este hijo tuyo” no mi hermano, no hay amor en él.
·
“que consumió tus bienes” eso no
era verdad, si acaso fue solo 1/3 de ellos.
·
“con rameras” no le constaba esa declaración, era una calumnia.
EL PADRE TAMBIÉN LE MUESTRA SU AMOR
INCONDICIONAL AL HIJO MAYOR.
Amorosamente le dice al mayor:
·
Hijo.
·
Tú siempre estás conmigo.
·
Todo aquí es tuyo.
Jesús acertadamente no nos
dice si los hermanos se
reconciliaron pues el punto central de
la enseñanza no son ellos, ES EL PADRE AMOROSO. Además quería que nos viéramos
reflejados en nuestras propias vidas: ¿Cuál de los dos hijos somos?
EL EVANGELIO RESUMIDO EN ESTA PARÁBOLA.
Las 3 erres del evangelio las encontramos en esta
enseñanza:
·
Ruina:
Ambos hijos están muertos espiritualmente.
·
Redención:
Como el Padre los ama, los perdona a los dos.
·
Regeneración:
Les da el estatus de hijos.
ESE MISMO PADRE AMOROSO ES
NUESTRO PADRE EN LOS CIELOS.
Si por alguna razón nos hemos olvidado de ello, hoy es
buen momento para recordarlo, si estamos en el fondo, si andamos con hambre,
humillados, enojados, en problemas y situaciones adversas, entonces:
¿Qué Esperamos Para Correr A Ser
Abrazados Por El Amor En Persona?
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