Hablar de santidad, sobre todo de la Santidad de Dios, o de un Dios Santo, es muy importante hoy en día, pues lamentablemente el cristianismo ha caído en dejar en desuso este tipo de temas por otros más importantes, y no me refiero solamente a las enseñanzas heréticas como doctrinas de la prosperidad, nuestra mejor vida hoy, milagros, profecías, sanidades, etc. También está el lado de los que nos denominamos sana doctrina, pues algunos han caído en tratar temas más profundos o urgentes, y se ha dejado de lado este tipo de enseñanzas.
Personalmente soy de la idea de que hay que tener equilibrio, hay que predicar y enseñar temas trascendentes como el marxismo cultural infiltrado en la iglesia y su influencia en la sociedad, a tener una cosmovisión bíblica en política, la cultura, la economía, etc. Pero no por eso debemos dejar de lado los temas fundamentales espiritualmente hablando como este, la Santidad, y no cualquier tipo de santidad, sino la santidad suprema, la Santidad Divina.
¿Qué significa que DIOS es Santo?
¿Cómo influye esa santidad en Él y en sus criaturas?
¿En qué sentido DIOS es Santo?
¿Por qué es tan importante entender que DIOS ES SANTO?
La moral en el mundo de hoy es cada vez más deplorable, lo que nuestros abuelitos conseguían solo en la zona roja de las ciudades y a altas horas de la noche no se compara en lo más mínimo con lo que pueden encontrar en internet los niños de primaria, además los programas de televisión con escenas explicitas de contenido sexual, lenguaje cada vez más florido en los hogares, vestimentas sin dejar mucho a la imaginación sin que afecte o incomode a nadie, en pocas palabras la sociedad SE HA OLVIDADO DE LO QUE A DIOS LE AGRADA.
En pocas palabras hemos aprendido a vivir con la falta de santidad y no lo vemos como algo malo por el contrario lo malo ahora es lo normal en esta sociedad, todo por la falta de conocimiento de quien es DIOS.
Sabemos que ser cristianos significa que hemos nacido de nuevo y que una persona nace de nuevo sólo una vez. Cuando el Espíritu Santo activa en nuestras almas la nueva vida en Cristo, El no detiene su obra. El continúa trabajando en nosotros para cambiamos a la imagen de Cristo.
A pesar de ser nacidos de nuevo, no pocos nos hemos preguntado como muchos incrédulos por el hecho de que vivimos en un mundo lleno de lamentos, un mundo plagado de maldad. ¿Cómo pudo un Dios Bueno y Santo crear un mundo que ahora se encuentra en este caos? Y si estudiamos el AT encontramos historias sobre Dios ordenando la muerte de mujeres y niños, de Dios matando instantáneamente a Uza por tocar el arca, y algunos otros relatos que parecían revelar un lado brutal del carácter de Dios.
Sin lugar a dudas, el concepto, la idea central que encontramos en la Escritura, es que Dios es Santo. Sin embargo, esa palabra muchas veces nos es extraña, no conocemos a fondo su significado. El tema de la santidad de Dios, estoy convencido, es una de las ideas más importantes con las cuales un cristiano debe lidiar. Es básica para nuestro entendimiento de Dios y del cristianismo.
La idea de la santidad es tan central a la enseñanza bíblica que se dice de Dios que: Santo es su nombre. Lucas 1:49. Su nombre es Santo porque Él es Santo. Él no siempre es tratado con reverencia santa. Su nombre es pisoteado con la suciedad de este mundo. Se usa como una palabra para maldecir y una plataforma para la obscenidad. El poco respeto que este mundo tiene por Dios, es vívidamente evidenciado por la manera en que el mundo usa su nombre.
No hay honra, no hay reverencia ni hay asombro delante de Él. Si yo le preguntara a un grupo de cristianos cuál es la principal prioridad de su iglesia, sé que tendría una amplia variedad de respuestas. Algunos me dirían evangelismo, otra acción social y otra nutrición espiritual. Pero para poder responder adecuadamente debemos de saber de cuáles fueron las prioridades de Jesús. Mateo 6:9-10.
La primera línea de la oración en el Padre nuestro, no es una petición. Es una forma personal de acercamiento. Con frecuencia confundimos las palabras Santificado sea tu nombre, con la parte del acercamiento como si las palabras fuesen Santo es tu nombre.
Si ése fuera el caso, las palabras serían meramente una designación de alabanza a Dios. Pero no es así como Jesús lo dijo, más bien se expresó como la primera petición. Nosotros deberíamos de orar que el nombre de Dios sea santificado. Que Dios sea considerado Santo en toda la extensión de la palabra. Si somos observadores, nos daremos cuenta que hay una especie de secuencia dentro de esta oración, es decir:
El reino de Dios nunca vendrá donde su nombre no sea considerado santo.
Su voluntad no se hace en la tierra como en el cielo, si aquí su nombre es profanado. En el cielo el nombre de Dios es santo. Es pronunciado por los ángeles con un susurro sagrado. El cielo es un lugar donde la reverencia por Dios es total. Es necio buscar el reino donde Dios no es reverenciado.
La manera en que entendemos la persona y el carácter de Dios el Padre afecta cada aspecto de nuestras vidas.
Afecta más de lo que nosotros normalmente llamamos el aspecto religioso de nuestras vidas. Si Dios es el Creador del universo entero, entonces Él es el Señor de todo el universo. Ninguna parte del mundo se escapa de su Señorío. Esto significan que ninguna parte de mi vida debe estar fuera de su Señorío. Su carácter Santo tiene algo que decir acerca de la economía, la política, los deportes, el romance, en general todo en lo cual estamos involucrados.
No podemos escaparnos de Dios. No hay lugar que nos pueda esconder de Él. El no sólo se adentra en cada aspecto de nuestras vidas, sino que se adentra en su majestuosa Santidad. Por eso tenemos que buscar entender qué es la Santidad. No podemos darnos el lujo de evadir este tema. No puede haber adoración y crecimiento espiritual ni verdadera obediencia sin ello.
Esto define nuestra meta como cristianos. Dios ha declarado: Sed santos porque yo soy santo. Levítico 11:44. Para alcanzar esa meta, tenemos que entender qué es la santidad. Permitiendo que la Santidad de Dios Toque Nuestras Vidas. Isaías 6:1-8.
La palabra Santo, proviene de la palabra hebrea qadôsh (קָדוישׁ, H6918), que significa, separado, puesto aparte o separado de uso común. Con respecto a Dios la palabra tiene dos significados muy importantes.
a. Dios es Trascendente sobre Su Creación. La palabra trascendencia significa ir más allá, levantarse sobre, o exceder. Como Creador, Dios está sobre Su creación y totalmente distinto de cada ser creado. La distinción entre Dios y el resto de Su creación no es meramente cuantitativa (lo mismo, pero más grande), sino cualitativa (Dios es un ser completamente diferente).
A pesar del esplendor que pueda llegar a tener, todos los demás seres en la tierra y en los cielos son meras criaturas. Sólo Dios es Dios, separado, trascendente, e inaccesible. El más espléndido ángel que se encuentra en la presencia de Dios no es más como Dios que el más pequeño gusano que se arrastra sobre la tierra.
¡Dios es incomparable! La santidad es el preeminente atributo de Dios y la más grande verdad que podemos aprender acerca de Él. Dios es santo, todo lo que es y hace es una expresión de Su santidad.
b.
Dios es Trascendente sobre la Corrupción de Su
Creación. La santidad de Dios significa que Él transciende la
corrupción moral de Su creación y que está separado de todo lo que es profano y
pecador. Dios no puede pecar, no puede gozarse del pecado, y no puede tener
compañerismo con el pecado. Es imposible sobre exagerar la importancia de la
santidad de Dios. Lo que entendemos acerca de este atributo influenciará cada
aspecto de nuestra relación con Él. Salmo
111:9.
Es importante entender que la santidad de Dios como todos sus atributos es intrínseca o inherente (i.e. de adentro, esencial, parte de Su naturaleza). La santidad no es meramente algo que Dios decide ser o hacer, sino es esencial a Su misma naturaleza, Él es Santo. Dios tendría que dejar de ser Dios para no ser santo. Él tendría que negar Su propia naturaleza para hacer algo que no es santo. Isaías 57:15.
En las Escrituras, encontramos que la santidad de Dios es preeminente y trascendente. Es preeminente en que no hay otro atributo divino que con tanta frecuencia se mencione y se explique en las Escrituras. Es trascendente en que simplemente no hay ninguna comparación entre la santidad de Dios y aquella de cualquier otro ser o cosa. Isaías 6:3 y Apocalipsis 4:8.
En la literatura hebrea, la repetición se emplea para dar énfasis a lo que se declara. El hecho de que la santidad de Dios se declara tres veces [llamado el trihagion en el griego, tri = tres + hagios = santo] denota que Dios es absolutamente e infinitamente santo, no solamente tres veces santo.
Ningún otro atributo divino se proclama con tan grande énfasis. Nunca leemos en las Escrituras que Dios es amor, amor, amor, o misericordioso, misericordioso, misericordioso, pero si leemos que Él es Santo, Santo, Santo. La santidad de Dios es el fundamento de todo lo que Él es y hace. Si hay un atributo de Dios que simplemente no podemos sobre enfatizar, es Su santidad. Éxodo 15:11. 1ª Samuel 2:2.
La gran mayoría de los cristianos no entienden la gravedad del pecado y los pecados porque sencillamente ignoran lo trascendente de la santidad de DIOS. Job 15:15.
La santidad de Dios no solamente significa que Él es único entre toda Su creación, sino que Él está separado de todo lo que es profano y pecador. Dios no puede pecar, no puede gozarse del pecado, y no puede tener compañerismo con el pecado. No hay absolutamente ninguna posibilidad de que Dios pudiera ser tentado o que Su naturaleza pudiera ser contaminado. Él siempre permanece como es, Santo e Incorruptible. Salmo 5.4. Job 34.10. Habacuc 1:13a. Santiago 1:13. 1ª Juan 1:5.
Para reflexionar sobre a santidad de Dios, responda estas preguntas:
1. Cuando usted piensa en Dios como Santo, ¿qué viene a su mente?
2. Describa alguna ocasión en la que usted haya sido conmovido por la Santidad de Dios.
3. ¿Le atrae la Santidad de Dios?
4. ¿Qué significa para usted ser santo?
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