A partir de hoy comenzaremos una nueva serie de estudios titulada Las Parábolas de Jesús, vamos a adentrarnos en la palabra de DIOS y
vamos a escudriñarlas para entender el propósito de cada una de ellas, el
contexto en el cual fueron escritas, que enseñanza traen a nuestras mentes y
sobre todo la aplicación práctica a
nuestras vidas hoy en día, esto entre
muchas otras cosas más.
Comencemos definiendo lo que es una parábola, etimológicamente la
palabra viene del griego parabole y significa literalmente
poner al lado, poner una cosa al lado de otra con el fin de comparar.
Como podemos darnos cuenta no es un concepto difícil de asimilar o
comprender sino todo lo contrario, pero su importancia es muy relevante, Jesús
la gran mayoría del tiempo hablaba en parábolas y sin las parábolas nos quedamos
prácticamente sin mensaje. Marcos 4.33-34.
Si nos quedamos sin parábolas nos quedamos casi sin saber lo que decía
Jesús, y esto es muy importante para nosotros pues nos interesan 3 cosas:
·
¿Quién es Jesús?
·
¿Qué hace Jesús?
·
¿Qué dice Jesús?
Si nos quedamos sin saber que dice Jesús gran parte del Evangelio desaparece, por lo
mismo estudiar las parábolas es estudiar EL MENSAJE de Jesús, no olvidemos que
en la época de Jesús no había medios de comunicación masiva o redes sociales e
internet para difundir su mensaje, no tenía costosos equipos de sonido ni
campañas de promoción y marketing como
las actuales.
Es muy importante darle su lugar a las palabras de Jesús, es en pocas
palabras darle el lugar a la Escritura misma, la doctrina de La Sola Scriptura a eso se refiere, si bien fue redactada en
latín (el idioma religioso de la época) es
el contenido de la doctrina lo
que importa, RESTARLE IMPORTANCIA A LA
PALABRA DE DIOS ES RESTARLE IMPORTANCIA A DIOS MISMO.
El origen de las parábolas no nació propiamente con Jesús, aunque eso no
quiere decir que él repitiera o copiara
parábolas de alguien más, las enseñanzas que encontramos en el nuevo testamento
son originales de Jesús, pero el enseñar por medio de parábolas era el método
principal de los judíos en el tiempo de Jesús y lo encontramos en algunas
ocasiones en el Antiguo testamento, como por ejemplo: 2ª Samuel 12:1-4. Por eso
resulta muy normal que Él haya seguido ese método de enseñanza ya conocido por
la gente.
La gran mayoría de las parábolas de Jesús las encontramos en los 3
primeros evangelios: Mateo, Marcos y Lucas, que son comúnmente llamados
evangelios sinópticos que significa que pueden ser vistos juntos por su gran
parecido en contenido, tomando en cuenta que algunas de las parábolas se
repiten dos y hasta tres veces se llega a un total de prácticamente 40
parábolas en los evangelios.
Las parábolas son por lo general narraciones que nos transmiten verdades
indispensables a nuestras vidas, sin embargo debemos de tener mucho cuidado de
alegorizar desmedidamente las parábolas, hay un claro ejemplo de esto en la
parábola del buen samaritano en Lucas 10: 30-36. Donde una exagerada y
claramente mala alegorización de este texto se decía lo siguiente:
·
El viajero: la raza humana.
·
Jerusalén: la patria celestial.
·
Jericó: el mundo.
·
El buen samaritano: Cristo.
El peligro de interpretar de esta manera está y todas las parábolas es por partida doble, en primer lugar podemos sacar casi
cualquier enseñanza que se nos antoje forzando las escrituras a decir lo que
nosotros creemos o queremos que digan y así han nacido muchas falsas doctrinas.
Además cada parábola contiene una sola enseñanza o verdad espiritual en
su contenido esencial, aunque eso no la excluye que existan analogías que se
desprenden de la misma parábola, y si caemos en el extremo de alegorizarla
(llevarla al punto de la fantasía) se pierde la verdad central que Jesús quiere
enseñarnos.
Tengamos
mucho cuidado de encontrar cosas que no hay en las parábolas y en toda la
escritura, el remedio no es dejar de leer, el remedio es estudiar más a fondo y
sobre todo NO tratar de hacer doctrinas
donde no las hay.
Lo más importante que debemos de aprender el día de hoy es ¿Por qué
Jesús enseñaba por medio de parábolas?
Algo que hay que destacar es que sin duda alguna Jesús fue un gran
maestro en el sentido pedagógico de la palabra, fue y es alguien a quien
escuchar y comprender sus enseñanzas es muy sencillo en comparación con muchos
eruditos modernos y antiguos, la facilidad para transmitir la enseñanza y la
esencia de su mensaje fue primordial para impactar de la manera en que lo hizo
en la historia de la humanidad. Y el uso de parábolas fue fundamental para que
esto sucediera.
Debemos
dejar bien claro que Jesús NO solamente fue un gran maestro como muchos
pensadores modernos afirman, Jesús es DIOS.
Comprender el propósito por el
cual Jesús enseño por medio de parábolas
es el punto clave de esta enseñanza y de todas las parábolas de Jesús, La Total Soberanía de Dios, para
entenderlo veamos Mateo 13.10-17.
Cada vez que alguien escucha la palabra de DIOS pasa una de dos cosas o la acepta o la
rechaza en definitiva, Hebreos 4:12. Tomemos como ejemplo
práctico el sol, si dejamos hielo a la merced del sol de mediodía se va a derretir, sin embargo si dejamos
arcilla o barro este se endurece, lo cual NO es “culpa” del sol pues son los
materiales los que reaccionan de manera diferente.
No todos tenemos la capacidad de entender el mensaje, hay quienes lo
reciben y quienes lo rechazan, lo importante en este punto es reconocer que la
capacidad de recibir el mensaje NO viene de nosotros mismos, no es porque
seamos mejor que otros, no es porque seamos más inteligentes o ni siquiera es
porque nosotros lo merecemos, la capacidad de recibir el mensaje de la Palabra
de DIOS viene solo de DIOS mismo como lo vemos en:
·
Mateo 16:17
·
Romanos
9:11-21.
El que haya personas que reciben el menaje de Evangelio con gusto es de
parte de DIOS que abre sus corazones, así también pasa con aquellos que
rechazan la Palabra de DIOS es por la dureza de sus corazones, los cuales DIOS
predestina a ser así, esto sin anular la responsabilidad humana:
·
Mateo
11:25.
·
Juan
12:37-43.
·
Hechos
28:23-28.
Para muchos surgirá la pregunta ¿DIOS es realmente justo al elegir a
algunos para salvación y a otros simplemente NO? ¿Por endurecer el corazón de
algunos y de otros no?
Si realmente quisiéramos justicia ENTONCES NINGÚN SER HUMANO DEBERÍA DE
SER SALVO, tal como les paso a los ángeles caídos: 2ª Pedro 2:4.
Por lo tanto cuando DIOS decide elegir a alguien para salvación está
demostrando su bondad, su misericordia y su gracia y por si fuera poco como
leemos en Romanos 9:19-20 los seres
humanos NO somos quienes (de hecho no hay nadie en el universo) para decidir si
DIOS es justo o no.
La dureza de corazón es parte del plan de DIOS, cuando endureció al
Faraón al entrevistarse con Moisés fue con el propósito de mostrar su gloria, lo
mismo sucedió con el sumo sacerdote Anás y su suegro Caifás, su corazón
endurecido no creyó, sin embargo el propósito de DIOS se cumplió al morir
Cristo en la cruz.
La pregunta final no debe de ser ¿Por qué DIOS endurece el corazón de
algunos? La verdadera incógnita y lo que en verdad debe maravillarnos el día de
hoy y siempre es ¿Por qué DIOS ha tocado mi corazón con su palabra? No somos
mejores que nadie, no somos especiales, no somos únicos, no somos NADA y aun
así DIOS le ha placido elegirnos, por eso somos su REMANENTE ESCOGIDO.
Por lo tanto la verdadera razón por la cual Jesús enseñaba con tanta
frecuencia por medio de parábolas era con el propósito de expresar la gran
verdad de LA GRACIA SOBERANA DE DIOS.
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