El día de hoy vamos a escudriñar la llamada parábola de la semilla que
crece, esta parábola se encuentra de manera exclusiva en el evangelio de
Marcos.
¿De qué nos habla esta parábola?
¿Qué significan sus elementos?
¿A quién va dirigida?
¿Cómo la asimilamos en la actualidad?
En comparación con la parábola del sembrador y la del trigo y la cizaña,
en esta ocasión Jesús ya no nos da la interpretación, lo cual no debe de ser
pretexto para sacar de proporción o afirmar encontrar nuevas revelaciones en
ella.
Por ejemplo hay quienes sin base hermenéutica solida han reinterpretado
esta enseñanza diciendo que Cristo es el que siembra, la cosecha es el día del
juicio, el dormir y levantarse simbolizan la muerte y resurrección de Jesús, y
que el labrador ignore como crece la semilla representa el libre albedrío del
hombre, lo cual cae en los excesos de la alegorización y se aleja por completo de su verdadera enseñanza central.
Esta parábola tiene como propósito enseñarnos acerca de la paciencia,
ese es su objetivo primordial, de hecho hay quienes han rebautizado esta
parábola con el nombre de “la parábola del sembrador paciente” lo cual expresa
su entendimiento de este texto. En pocas palabras podemos encontrar que la
enseñanza central de esta parábola es que DIOS LO QUE EMPIEZA LO TERMINA, NO
DEJA NADA A MEDIAS O A LA “SUERTE”. Filipenses
1:6.
El primer elemento de esta enseñanza es el Reino de DIOS que como ya lo
entendimos es sinónimo del Reino de los Cielos y se refiere a la Soberanía
Total de DIOS en todos los aspectos de su creación.
El hombre que hecha la semilla en la tierra es cualquiera que predica la
palabra de DIOS, es decir el verdadero
evangelio, aquí podemos ser cualquiera de nosotros a diferencia de la
parábola del trigo y la cizaña que se refería al Hijo del Hombre exclusivamente
el cual es Cristo.
La tierra como ya lo entendimos en la parábola del sembrador es la
actitud con la cual recibimos el mensaje, puede ser buena o mala tierra, llena
de espinos, llena de piedras o al lado del camino, en esta ocasión por el contexto de los
siguientes versículos podemos entender que es una buena tierra, un corazón
receptivo, la actitud correcta al escuchar el mensaje: contrito y humillado. Salmo 51:17.
Lo siguiente que podemos entender por medio de esta parábola es que la
participación del sembrador se vuelve irrelevante en el crecimiento de la
semilla, es DIOS y solo DIOS quien da el crecimiento: 1ª Corintios 3:5-8.
Hay una verdad espiritual que debemos de entender es que todo aquel que DIOS le ha hecho nacer
de nuevo, todo aquel que se dice cristiano debe de CRECER. No es normal que un
bebe siga en el mismo peso, la misma estatura y el mismo intelecto durante toda
su vida, de igual forma no es normal que un hijo de DIOS siempre sea un bebe
espiritual.
Hermanos que llevan años en el
evangelio y todavía lo presumen, y que hasta la fecha no sirven a DIOS en
ningún aspecto, y sus errores de carácter son más grandes y evidentes que antes
de ser cristianos pues la auto complacencia de su religión les hace sentirse
bien.
Otros que ya pasaron esa primer
etapa pero que no han querido ser llevados a mas, pues cuando comienza su
proceso es más fácil decir hasta luego que decir aquí sigo contigo Señor porque
te amo.
En el otro extremo están los que
se desesperan, pues no sienten que
crecen, piensan que tal vez ellos
son la excepción a la regla o que DIOS se olvidó de ellos, lo cierto es que DIOS ve nuestras vidas desde y para la
eternidad, por lo tanto NUNCA lleva prisa.
NO HAY
ATAJOS PARA LLEGAR A SER MADUROS ESPIRITUALMENTE. Una fruta
cortada antes de tiempo, o sea inmadura JAMÁS
tendrá el sabor y la calidad de
una fruta madurada a su tiempo, mientras que a nosotros nos importa la rapidez
con la que crecemos a DIOS le interesa la fortaleza con la que lo hacemos.
Debemos De
Creer Que Dios Trabaja En Nuestras Vidas, Aun Cuando No Lo Sentimos. Leemos en Eclesiastés 3:1, todo tiene su tiempo,
y se aplica también en la vida espiritual, algunas veces estaremos en medio del
fuego de prueba lo cual provocara que otras veces estemos en medio del
crecimiento.
NO DEBEMOS
DESANIMARNOS, DEBEMOS DE SER PACIENTES CON LOS TIEMPOS DE DIOS Y CON NOSOTROS MISMOS.
La biblia está repleta de ejemplos
de cómo DIOS usa procesos largos para formar el carácter, Noé trabajo en
el arca cerca de 100 años, Abraham espero por el hijo de la promesa 25
años, Moisés duro 40 años en el
desierto, los apóstoles caminaron junto a Jesús y aun así en 3 años y medio no
habían madurado lo suficiente.
Contrario a lo que es popular hoy en día no hay pasos fáciles, ni
secretos o aceleramientos hacia la
madurez espiritual, cuando DIOS hace crecer un hongo lo hace de la noche a la
mañana, pero cuando hace crecer un ahuehuete
lo hace en 100 años. Santiago
1:4.
El cristianismo antropocéntrico, basado en el hombre o humanista (como
desee llamarle) nos hace anhelar el liderazgo y las altas posiciones dentro de
la jerarquía de las iglesias, se promueven tanto a los “grandes hombres de DIOS y sus ministerios” que muchos de nosotros (me
incluyo, pues lo pase) caemos en el engaño de creer que el liderazgo es una
posición de privilegios y por lo tanto nos “esforzamos” en crecer para alcanzar un puesto en la iglesia.
Muy alejados de la verdad bíblica en 1ª Timoteo 3:1-7.
en el versículo 6 vemos la palabra neófito que significa recién
convertido o recién plantado, una persona nueva en el liderazgo de la iglesia
es de los más contraproducente que podemos hacer, sobre todo para él mismo, es
en parte por eso que estamos en contra
de los modelos del G-12 y su sistema de iglecrecimiento de microondas.
DIOS indudablemente está trabajando en nosotros
para nuestra madurez y crecimiento, solo que muchas de las veces no nos damos cuenta.
En el versículo 28 vemos la frase
“de suyo” la cual viene del griego automatos
αὐτόματος. De
la misma raíz vienen las palabras automático y autómata, significa por sí
misma.
La palabras de DIOS que ha sido sembrada en
nuestros corazones es efectiva y trabaja en forma automática, por sí misma: Isaías 55:11 y Hebreos 4:12.
El problemas es que muchas veces pensamos que debería ser algo tipo místico-mágico, que con una súper
oración todo va a cambiar en nuestras vidas, nada más lejos de la realidad, esa
no es la manera de actuar de DIOS, Él muchas veces nos hace crecer por medio de
los problemas que tenemos en nuestras vidas.
Dios tiene
un propósito detrás de cada problema. Lo maravillosos de esta situación es que DIOS usa esos problemas (los
cuales la gran mayoría de las veces son las consecuencias de nuestras
decisiones) para que nos acerquemos más a Él.
Los días en
que más profunda e íntimamente adoramos a DIOS son cuando más problemas tenemos
Es durante el sufrimiento que
aprendemos a orar con más intensidad, cuando nos sentimos solos, abandonados,
cuando nuestro corazón está más que quebrantado, dejamos de lado las oraciones
superficiales y nos vaciamos por completo a DIOS.
Cuando la vida es color de rosa es fácil seguir a Cristo, pero cuando viene el
sufrimiento es cuando comenzamos a conocer a Cristo.
Dios por supuesto que pudo haber evitado que José cayera en la cárcel
acusado de intento de violación, también que Daniel fuera injustamente enviado
al foso de los leones, que Jeremías fuera tirado dentro de una cisterna vacía,
que el apóstol Pablo naufragara 3 veces,
y que los 3 jóvenes fueran arrojados al horno de fuego en Babilonia,
pero NO lo hizo porque su propósito no es que no sufrieran sino que le
conocieran más íntimamente.
Los problemas nos forzan a poner la mirada en Cristo y depender de Él en
lugar de en nuestras capacidades. 2ª
Corintios 1:9.
NUNCA SABRÁS QUE DIOS ES TODO LO QUE NECESITAS HASTA QUE SEA LO ÚNICO QUE TE QUEDA.
La formación del carácter va a llevar tiempo, es por eso que cuando nos salimos del proceso, cuando damos
pasos atrás, cuando tiramos la toalla, solo es para que pasemos una clase peor
de dolor, el dolor inservible, cuando comencemos a entender las verdades
eternas y la perfecta soberanía de DIOS en todos nuestros asuntos dejaremos de
orar para que DIOS cambie su voluntad y comenzaremos a orar para descansar en
su perfecta voluntad.
¿Deseas
crecer o seguir siendo el mismo niño espiritual toda la vida? ¿Con que actitud
afrentaremos los problemas diarios de la vida?
DIOS es un DIOS de orden y siempre trabaja en procesos, vemos en el
verso 28 primero la hierba o el tallo,
después espiga y por último el grano lleno en la espiga. Esto nos habla
acerca de que hay diferentes grados de “madurez” entre los cristianos en la
iglesia, y como ya vimos no podemos pedirle a los que son tallo que den fruto
como tampoco podemos ser grano lleno y seguir sin dar fruto.
Tarde o temprano todos llegaremos a ser fruto maduro y la hoz será
metida, es decir que empezaremos a demostrar que la fuerza de nuestras
convicciones es inalterable.
Retomando el propósito de esta parábola, podemos ver que la
paciencia en el proceso de crecimiento es indispensable, es parte del fruto del
Espíritu de describe el apóstol Pablo en Gálatas 5:22, y es un llamado a todos aquellos que somos hijos e hijas de DIOS
en Santiago 5:7.
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