Jesús en el capítulo 15 de Lucas narra tres poderosas parábolas conocidas como
las parábolas de la gracia, en ellas va de mayor a menor, primero una entre
cien ovejas, después una entre diez monedas
y por ultimo uno entre dos hijos.
Antes de adentrarnos en el contexto y en la enseñanza
que está parábola nos instruye, primero vamos a dejar en claro una vez más que
la forma correcta de entender una parábola es a la luz de su enseñanza central
y por ningún motivo es necesario alegorizar exhaustivamente todos los
elementos de una parábola, pues es el
camino seguro a una mala interpretación.
Por ejemplo, hay quienes en su afán de encontrar
“nuevas revelaciones” sacan de contexto las parábolas, en mi estudio y
preparación para la enseñanza del día de hoy encontré que hay quienes dicen que las parábolas de la
gracia ¡HABLAN DEL DIEZMO!
Y aun peor, a la HISTORIA REAL de la sanidad a los
diez leprosos TAMBIEN LE LLAMAN PARÁBOLA para así poder complementar sus falsas
enseñanzas, llenas de codicia y amor por el dinero.
Otros rayan en la blasfemia, al indicar que las
parábolas de la gracias son LAS PARABOLAS DE LA TRINIDAD, que la de las cien ovejas, el buen pastor representa
a Cristo, en la del hijo prodigo, el padre de los dos hijos es DIOS El Padre, y
por consecuencia, en la parábola de las diez monedas, la mujer es el Espíritu Santo, lo cual es a todas luces anti
bíblico pues si bien es cierto que nuestro DIOS está más allá de lo masculino y
lo femenino, la biblia siempre lo revela en el género masculino.
El contexto de está parábola es el mismo que
estudiamos en la Parábola de la oveja perdida, Lucas 15.1-2. Nos dice que
cuando Jesús se sentó a comer con lo más despreciable de la sociedad de su
época de inmediato comenzó a recibir críticas de los líderes religiosos.
En respuesta Jesús les da una serie de tres
enseñanzas conocidas como las Parábolas de la gracia, la primera y que ya la
estudiamos es la de la oveja, la segunda es la de la moneda perdida entre diez
y es en la que nos adentraremos al día de hoy.
Una vez más encontramos como enseñanza
central EL AMOR INCONDICIONAL DE DIOS, esta vez demostrado al comparar a los
pecadores con una moneda perdida y el amor de DIOS al esmerarse en encontrar a
esos pecadores, ese es el mensaje central del Evangelio.
¿Alguna vez alguien ha perdido dinero? Parecerá absurda la siguiente
pregunta, pero ¿Ustedes buscan el dinero
extraviado o el dinero los busca a ustedes?
De igual forma NOSOTROS no buscamos por
nuestra propia cuenta a DIOS, fue DIOS quien nos buscó a nosotros, “Cuando nosotros empezamos nuestra búsqueda de Cristo es porque DIOS ya
nos llevaba de la mano”. Juan 6:65.
Las doctrinas de la gracia se pueden resumir
en que el crédito de la salvación es COMPLETAMENTE DE DIOS, nosotros no tenemos
nada que aportar a excepción del pecado que la hace necesaria, es por este
motivo que a muchos no les agradan estas doctrinas, pues el orgullo del ser
humano es duramente aplastado y dejado fuera, a lo cual muchos se resisten.
Es por eso que el cristianismo es
trascendente y completamente diferente de las religiones, en las religiones se trata
de lo que los hombres hacen por sus dioses o santos o vírgenes, etc. El
cristianismo genuino se trata de lo que DIOS hizo por nosotros.
Al igual que lo vemos en la parábola de la
oveja perdida, es el buen pastor el que sale a buscar a la oveja, aquí es la
mujer la que pone manos a la obra para encontrar esa moneda extraviada.
La mujer tenía diez dracmas, el dracma es el
equivalente al denario que es el salario de un jornalero en un día, era por lo
tanto una mujer de escasos o moderados recursos, se nota aún más cuando dice
que tomó su lámpara para buscar su moneda, no es que necesariamente se le extravió
en la noche, sino más bien se refiere al hecho de que las casas
de las personas de escasa condición es sus casas no tenían ventanas y por lo
tanto no tenían suficiente iluminación.
Ya que la lámpara no fue suficiente para encontrar la moneda, se
da a la tarea de barrer su casa, las escobas eran de hojas de palmeras, y ya
que los pisos eran de tierra endurecida y hasta un tanto rocosas, al barrer se
podría oír el choque del dracma contra
las rocas, y así finalmente encontrar su anhelada moneda.
Al encontrar la moneda reúne a sus amigas y
vecinas para regocijarse con ellas por el hallazgo, ¿Por qué tanto alboroto por
una moneda se preguntan muchos?
Era común en la época de Jesús que las
mujeres recibieran la dote matrimonial, En el Oriente, cuando los padres de la novia dan a su
hija en matrimonio, están ciertamente disminuyendo la eficiencia de la familia
porque menudo las hijas solteras
atienden el ganado de sus padres Éxodo 2:16,
o trabajan en el campo, o prestan su ayuda de otra maneras.
Así, al acercarse el matrimonio, se pensaba que la
joven que aumentaría la eficiencia de la familia de su esposo y
disminuiría la de sus padres. De allí que un joven que espera tomar posesión de
la hija debe estar en condiciones de ofrecer alguna compensación adecuada. Tal
compensación sería la dote del matrimonio.
No siempre se requería que la dote se pagase al
contado; podía pagarse con servicios. Como Jacob no pudo pagar de contado,
dijo: "Te serviré siete años por Raquel”. Génesis 29:18.
Era una costumbre establecida que al menos algo del precio
de la dote sería dado a la novia, esto viene a ser una riqueza para ella en caso de
que su matrimonio termine en fracaso (divorcio, abandono, viudez).
Ahora entendemos porque busco otras mujeres para gozarse con ellas, pues ellas la entenderían a
la perfección al tener también sus dotes guardadas.
Los que estaban escuchando a Jesús conocían a la
perfección estas costumbres y para ellos
era algo normal, es por eso que usaba este tipo de analogías o comparaciones
para que la gente entendiera el mensaje: EL GOZO DE LA SALVACIÓN.
La expresión “Así hay gozo delante de los ángeles de DIOS al haber
un pecador arrepentido” al final
de la parábola No es una expresión antropocéntrica, no hace referencia al valor
del pecador en sí mismo, así como la moneda no era valiosa en sí misma, es por
eso que las frases:
·
Dios
nos ama tanto que no podría vivir sin nosotros.
·
Hacen
fiesta en honor a los pecadores cuando se arrepienten.
·
Somos
el mayor anhelo de DIOS.
·
Etc.
No son bíblicamente correctas, el atributo
divino de la AUTO-EXISTENCIA las descarta por completo, LA FIESTA SE HACE EN
HONOR AL SALVADOR: CRISTO.
Al igual que en la parábola de la oveja
perdida, aquí también vemos la doctrina la gracia irresistible, Cristo es el pastor que
nunca falla en encontrar y rescatar una oveja.
De igual forma no es “si encuentra la moneda” sino cuando encuentra la moneda,
y no para de barrer la casa hasta encontrarla.
La doctrina de la gracia irresistible nos habla de que los elegidos llegarán
a Cristo en algún momento de sus vidas,
recordemos que Filipenses 1:6 nos
dice que lo que DIOS empieza siempre lo termina.
Los elegidos pueden resistir, incluso
largamente, el llamado de Dios, pero siempre terminarán convirtiéndose antes de
morir. Si Dios les eligió, es seguro que se salvarán, debido a la soberanía de
Dios.
Si
un elegido pudiera perderse, querría decir que Dios habría fracasado respecto a
él y que en ese caso esa persona o el diablo que lo aparta del evangelio,
serían más poderosos que Dios.
Más específicamente la Gracia Irresistible hace referencia a la obra soberana de DIOS de
vencer la rebelión que hay en nuestros corazones debido al pecado original,
para así poder traernos a Cristo y hacernos salvos, otra forma de llamar esta
doctrina más acertadamente es el llamamiento
eficaz.
La condición caída y pecaminosa del ser humano no le permite a
nadie creer, ni venir por sí mismo al Señor, no es hasta que el Espíritu de
Dios le convence de pecado que recibe facultad de creer.
Así como un bebé en el vientre de su madre es incapaz de elegir
si nace o no, o cuando hacerlo, así nadie puede elegir nacer de nuevo, ese es
un regalo que solo DIOS nos da por medio de su gracia irresistible.
Si alguna
vez te has preguntado ¿Por qué tuviste que pasar por tantas situaciones tan
difíciles antes de conocer a Cristo? La respuesta es sencilla, porque es una de las maneras en que la gracia de
DIOS trabaja en nosotros, ablandándonos y
moldeándonos, “pasándonos la escoba por encima”
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