miércoles, 18 de noviembre de 2015

Los nombres de DIOS 3: YHWH- YO SOY- JEHOVÁ. Éxodo 3:14.

Saber el significado de un nombre en el contexto bíblico es muy importante pues nos revela características de la naturaleza del poseedor de ese nombre, y en el caso de nuestro Señor y DIOS nos deja ver parte de sus atributos maravillosos, y es por eso que en las escrituras lo encontramos con varios nombres, pues un solo nombre es insuficiente para describir su grandeza.

Dice acertadamente R.C Sproul que DIOS no está satisfecho con una adoración  ignorante, y es lo que pasa la mayoría del tiempo entre los cristianos de la actualidad, adoran a un dios de su imaginación, al grado de usar nombres como “diosito” y aunque pareciera romántico o cariñoso ese nombre NO ES BÍBLICO y por lo tanto debemos desecharlo.

Ya estudiamos dos nombres de nuestro DIOS, el primero de ellos es ELOHIM, el DIOS del Pacto, el segundo de ellos es ELYON o EL ALTÍSIMO y este hace referencia a su Supremacía y Soberanía sobre su creación.

El día de hoy veremos el nombre con el cual se mostró a Moisés en medio de la zarza ardiendo: YHWH: YO SOY, comúnmente traducido en la Reyna Valera 1960 como Jehova.

Jehová es una variante ampliada de formas más breves como JAH  Salmo 68:4   e  Isaías 12:2, Hallelu-jah, de donde deriva nuestro "aleluya" (alabad a Jah).

El Que Existe Por Sí Mismo

Este nombre lo encontramos por primera vez en Génesis 2:4: “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos...”. Es el segundo nombre para Dios después de Elohim, y es el que con más frecuencia se usa en las Escrituras, apareciendo más de 7,000 veces. “Jehová” es considerado en Israel como el nombre nacional de Dios y es venerado por ellos.

Los rabís de antaño clamaban a “Jehová”, “El nombre”, “El terrible y gran nombre”, “El nombre apartado” y “El nombre impronunciable”. También era conocido como “El nombre de cuatro letras”, porque la transliteración del hebreo se deletrea YHVH, y su pronunciación es “Yahvé” o “Yahweh”.

¿Por qué JEHOVÁ y no Yahvé? Un traductor alemán del siglo XVI escribió el nombre YHVH (YHWH) utilizando las vocales de Adonaí debido a que los textos judíos antiguos que estaba traduciendo tenían las vocales de Adonaí debajo de las consonantes de YHVH. Al hacerlo ideó el nombre YaHoVah.

La definición de “Jehová” es “el que Existe” y se puede entender por la descripción de Jesús, quien es Jehová, en Apocalipsis 1:4: “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono...”.

·         “El que es”- el que siempre existe, Su relación con el presente.
·         “El que era” - el que siempre existió, Su relación con el pasado.
·         “El que ha de venir” - el que siempre será, Su relación con el futuro.

El nombre “Jehová” está derivado del verbo hebreo havah, “ser” o “existir”. Este es un nombre muy sagrado, aplicado sólo a Dios; nunca se aplica a nadie más y no hay un significado o aplicación secundaria, como ocurre con el nombre “Elohim”.

El origen y significado del nombre “Jehová” aparecen  especialmente en relación con Israel. Esta revelación está escrita en Éxodo 3:13-14.

Las palabras de estos versículos se podrían parafrasear como “Alguien que es lo que es”. Este nombre revela a Dios como “el Ser que es absolutamente auto existente y que, en sí mismo, posee la vida esencial y la existencia permanente”. Cuando Moisés preguntó el nombre de Dios, Él respondió: “YO SOY EL QUE SOY”, un título que no sólo expresa Su auto existencia, sino también su inmutabilidad de carácter. “Yo soy lo que soy” es el significado real. Él dice: “Yo soy lo que estoy diciendo que soy”. En él no hay mudanza, ni sombra de variación Santiago. 1:17.

Nada que ver con la blasfema interpretación de Cash Luna, quien con su juego de palabras solo confunde a la gente pero en realidad no tiene una interpretación sólida de la escritura.

La semana pasada hablamos acerca de la infiltración de la metafísica en la iglesia cristiana, determinamos por medio de la biblia que quien en verdad manda y siempre lo ha hecho en el universo es DIOS y solo DIOS, nosotros somos su creación no sus amos, como lo han infiltrado las iglesias que proclaman la confesión positiva.

Otra mentira de  la metafísica es el pensar que los seres humanos somos dioses, y lamentablemente muchas iglesias que se dicen ser cristianas están no solo aceptando esta mentira blasfema, la están propagando a los cuatro vientos.

Desde que irrumpió en las vidas de los seres humanos satanás ha tratado de vender la miserable mentira de que los meros seres humanos podemos convertirnos en dioses. Génesis 3:5. Desde entonces se ha  repetido por todas las edades, empaqueta  la misma mentira para venderla a cualquier precio.

Esta falsa doctrina sustenta que el ser humano fue creado en términos de igualdad a DIOS sin ninguna inferioridad, dicen sus promotores que el motivo por el cual DIOS creó a Adán fue su deseo de reproducirse así mismo. (El súper Adán).

Estás enseñanzas son muy semejantes a las que los miembros de la iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días mejor conocidos como mormones pregonan, solo que ni aun los mismos mormones las aceptan. Stephen E. Robín  un erudito mormón dice que la doctrina es demasiado radical aun para ellos.

En sus locuras, enseñan cosas como:

·         Usted no está viendo a Miles Monroe… usted está viendo a Jesús.
·         Tú no tienes un dios en ti, tú eres un dios.
·         Yo soy un pequeño mesías que anda sobre la tierra.
·         Somos Jehová junior.
·         Etcétera.

Su distorsión de las escrituras es tremenda, citan Juan 10:34  para respaldar sus herejías, sin embargo Jesús cita el Salmo 82:6 y si seguimos su contexto NO tiene nada que ver al respecto, además como ya lo hemos mencionado, los pasajes claros de la escritura iluminan los pasajes oscuros o difíciles de entender y Marcos 12:29 y Deuteronomio 6:4 son muy claros al respecto.

Si en realidad los humanos somos pequeños dioses  catastróficamente significaría que al final la serpiente tenía razón cuando le dijo a Eva que sería como dios.

Pero acaso no los perros tiene perritos, los gatos tienen gatitos, las jirafas tienen jirafitas, entonces DIOS tiene diosecitos. ¿Lógico no?  Isaías 43:10-13.

Citan además 2ª Pedro 1:4.  Para apoyar sus herejías. Sin embargo los versículos 5 al 11  demuestran que el apóstol Pedro no se refería a que seriamos de la misma naturaleza de DIOS, sino a que podríamos experimentar una transformación moral de nuestra naturaleza y así distinguirnos del mundo.

Cuando somos redimidos los hombres podemos reflejar los atributos morales de DIOS, pero de ninguna manera llegaremos a ser un duplicado exacto de DIOS.

Estos herejes enseñan que si nosotros somos una copia exacta de DIOS por consecuencia entonces también DIOS es como un hombre.  Pero la biblia enseña  enfáticamente que DIOS NO ES HOMBRE. Números 23:19. 1ª Samuel 15:29. Oseas 11:9.

Aunque nosotros  fuimos creados a la imagen de DIOS (moralmente) no poseemos ninguno de sus atributos absolutos tales como auto existencia, eternidad, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, DIOS es eterno y nosotros fuimos creados en un punto determinado de la historia.

En ningún lugar de la biblia se enseña que somos pequeños dioses, DIOS es infinita y eternamente exaltado  sobre toda la humanidad,  es lo máximo de la arrogancia pensar siquiera que los seres humanos  pueden siquiera acercarse a DIOS en su santidad y majestad infinitas,  y sin embargo eso es lo que promueven estos “maestros de la fe” al enseñar que somos Jehová junior.

Nosotros somos hijos de DIOS no por naturaleza, somos por adopción. Gálatas 4:5-8. 

Únicamente Cristo es identificado como Hijo con la misma naturaleza de DIOS. Solamente Él es DIOS por naturaleza: Juan 1:1. Filipenses 2:6.

Y es por esto que cuando Jesús fue retado en el huerto de Getsemaní para ver si realmente era o no Jesús de Nazaret, él respondió: “YO SOY... QUE YO SOY” Juan 18:5-8.

En el versículo 5, Él dice: “YO SOY”, y en el versículo 8 “QUE YO SOY” La multitud cayó al suelo, porque ningún pecador es capaz de permanecer de pie delante de la presencia revelada del nombre de Jehová.

¿Esto respalda que cuando oren por mí me tengo que caer de espaldas al suelo?

Cuando las Escrituras hablan del Espíritu Santo, siempre se refieren a Él en términos personales tales como, te enseñará, guiará, hablará, convencerá  y mostrará a Cristo, pero empujará, tumbará y revolcará son términos completamente ajenos al Espíritu Santo en las Escrituras.

Si bien es cierto que creemos  en el mover de Dios y  también es cierto que el Espíritu Santo es multifacético  y tiene muchas formas de operar en la vida de los creyentes,  sin embargo y más importante aún: ÉL NO VA A IR EN CONTRA DE LAS ESCRITURAS QUE EL MISMO INSPIRÓ.

En la Biblia hay hombres que cayeron al piso bajo el toque del Señor, y sus vidas fueron transformadas por el poder de Dios. Un ejemplo de ello lo tenemos en:

·         Josué 5:13-14.
·         Ezequiel 1:28.
·         Daniel 10:5-10.
·         Y en el mismo apóstol Pablo Hechos 9:4, 22:7. (Caer, Gr. Pípto: Postrar).

Sin embargo todas las enseñanzas y las evidencias bíblicas, históricas y lógicas revelan que caer al suelo, hacia atrás, no es correcto, sino que las caídas registradas en la Biblia fueron al frente, y con el rostro en tierra, lo cual es una forma sublime de adoración, muy común en la cultura hebrea. Marcos 1:7.

En Génesis 17:3,17 – Abraham “cayó sobre su rostro” cuando Dios se le apareció para revalidar Su pacto con él.

En Levítico 9:23, 24 – Moisés, Aarón y el pueblo “cayeron sobre sus rostros” cuando la gloria de Jehová se apareció a vista de todo el pueblo, en  Jueces 13:20 – Manoa y su mujer “se postraron en tierra sobre sus rostros”  

En 1ª  Reyes 18:38,39 – Elías y el pueblo “cayeron sobre sus rostros” cuando el fuego del Señor cayó sobre el altar construido sobre el Monte Carmelo. En  2ª  Crónicas 7:3 – Los hijos de Israel “cayeron en tierra sobre sus rostros, y adoraron”.

En el Nuevo Testamento no encontramos ni un solo caso de personas que hayan “caído en el espíritu” (como caen hoy) durante una ministración del Señor Jesucristo. Lo más que encontramos lo leemos en Mateo 17:6 – Pedro, Juan y Jacobo en el monte “cayeron sobre sus rostros” cuando vieron al Cristo transfigurado hablando con Moisés y Elías.

En Apocalipsis 1:17 – Juan el Anciano indica: “caí (Gr. Pípto: postrarse) como muerto a sus pies”, cuando tuvo la visión de Jesucristo glorificado.

Pastor, pero si yo me llegue a caer, es real porque yo lo sentí en carne propia, nadie me contó ¿Qué pasa entonces? Lamentablemente en nuestro peregrinar espiritual también pasamos por esa etapa, en la cual y no con orgullo lo digo hasta ore por personas para que “cayeran en el espíritu” y hasta yo mismo me llegue a caer de la misma forma.

Sin embargo no debemos olvidar que eso no necesariamente lo hace VERDADERO, no importa cuántas veces ni cuántas personas en el mundo entero lo hayan experimentado SI NO VA DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS entonces no es correcto, recordemos que un verdadero discípulo ama más la verdad que tener la razón.

Ninguna experiencia subjetiva, por muy intensa o por muy numerosa que sea, vale más que la Palabra de DIOS, si consideramos lo contrario estamos cayendo en el misticismo.

¿Qué pasó entonces cuando me caí? Lamentablemente la gran mayoría de las veces y lo digo porque lo he visto de primera mano, las personas se “caen” y al levantarse prácticamente en ninguno hay un real cambio en sus vidas, siguen en sus mismas actitudes, siguen en sus mismos pecados, siguen en su mismo carácter sin transformarse a la imagen de Cristo.

Si alguien “cayó en el espíritu” y su vida fue cambiada en cierto modo, o eso le ayudo a cambiar, solo podemos decir que fue por la MISERICORDIA DE DIOS, la misericordia es tener compasión y amor en la postura miserable, en este caso en la postura errónea, pero ahora que ya lo sabemos no es necesario buscar más la transformación por ese medio, para eso es la RENOVACIÓN DE NUESTRO ENTENDIMIENTO POR LA PALABRA DE VERDAD.

Hay quienes al orar por las personas las EMPUJAN fuertemente hacia atrás para que “caigan en el espíritu” y si no caes es porque te “resististe al Señor” dicen ellos, sin embargo olvidan que DIOS es el Rey soberano Todopoderoso del universo, si nosotros como simple mortales le podemos hacer frente y resistirnos a “ser tocados” su dios no es EL DIOS de la escritura.

Con esto quedan descartadas por completo cualquier tipo de “caídas” en grupo, en bola, en fila, al caer agua, aceite, mantos, etc.

Si vas a caer a los pies de Cristo, es POSTRADO  en suprema adoración, con tus palmas y tu rostro al suelo, esa es LA ÚNICA POSTURA  QUE ENSEÑA LA BIBLIA COMO CORRECTA, los únicos que cayeron de espaldas fueron los ENEMIGOS, LOS OPOSITORES, LOS OFENSORES del Señor. Juan 18:3. Hechos 2.35.

Una vez más vemos como a partir de uno de los nombres de DIOS  que encontramos en Las Escrituras caen tantas enseñanzas erróneas y conocemos un poco más a nuestro amado Señor: El Gran YO SOY.




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