Este es el último tema que vamos a tratar en esta
serie de enseñanzas, anteriormente hemos aprendido verdades maravillosas por
medio de estas predicaciones, enseñanzas que no solo pretenden informarnos en
cuanto conocimiento doctrinal, sino que, como siempre, son con el propósito de
formar cada vez más a Cristo en cada uno de nosotros.
Algo que definitivamente no podemos pasar por alto es
que en esta serie de enseñanzas vimos cada una de las llamadas doctrinas de la
gracia o el T.U.L.I.P. que no es otra cosa que la doctrina de la salvación
donde DIOS recibe toda la gloria, pues nosotros no tenemos mérito alguno.
Las enseñanzas del TULIP que encontramos en la metáfora de la esclavitud en Cristo
son:
· La Total Depravación, al ser esclavos del pecado,
nuestro ser se encontraba por completo depravado, alejado, excluido de la
gloria de DIOS.
· La elección Incondicional, pues a pesar de no
merecerlo y sin aportar absolutamente nada, ni el mal llamado libre albedrío,
cristo nos compró con su sangre en la cruz del calvario.
· La Expiación Limitada, pues en mercado de esclavos del
pecado, Cristo, a pesar de llevar dinero suficiente
para comprar a todos, solo redimió a los elegidos por el Padre desde la
eternidad pasada.
· La Gracia Irresistible, pues no importa cuánto nos
alejamos de Él, no importa cuanta resistencia hayamos puesto, no importa que
tan depravados hayamos sido como esclavos del pecado, DIOS nos alcanzó con su
gracia y nada pudimos hacer, sino solo rendirnos a tanto amor.
· La Perseverancia de los Santos, pues como lo vimos en
las dos últimas enseñanzas, no solo nos hizo sus esclavos, nos llamó sus
amigos, nos dio la ciudadanía y encima de todo eso nos adoptó como sus hijos,
asegurándonos así una herencia de vida eterna que nada ni nadie impedirá que
obtengamos.
Hay algo innegable y es que la metáfora de la
esclavitud en Cristo es en definitiva una paradoja y que La biblia misma está
llena de paradojas.
Las paradojas son figuras retoricas del lenguaje que
consiste en utilizar expresiones aparentemente contradictorias, pero que la
final la condición presentada resulta ser válida o real, por ejemplo, la frase,
era tan pobre que lo único que tenía era
dinero.
La metáfora de la esclavitud en Cristo es una
paradoja, pero no es la única que encontramos en la Escritura, también podemos
ver otras, como:
·
La salvación es gratis (por gracia) pero al mismo
tiempo es altamente costosa.
·
Para poder ser realmente ricos hay que ser pobres en
espíritu. Mateo 5.3.
·
Para encontrar nuestra vida entonces debemos perderla.
Lucas 17.33.
·
Para ser sabios entonces debemos reconocer nuestra
ignorancia. 1ª Corintios 3:18.
·
Quienes más dan son los que más reciben. Hechos 20:35.
·
Los menores serán los mayores, los últimos serán los
primeros. Mateo 20.16.
·
Los humildes serán exaltados y los que se exaltan
serán humillados. Mateo 23:13.
·
Quienes somos esclavos de Cristo somos verdaderamente
libres. Juan 8:36.
Normalmente a la esclavitud se le relaciona con
pensamientos negativos, de odio, de abusos, desprecio, opresión y cosas peores,
sin embargo, el ser esclavos de Cristo es
totalmente lo contrario, no podíamos tener mejor dueño, ni ser tratados de
mejor manera.
Nuestro dueño anterior, el pecado, si era cruel y
despiadado, pues además de que su pago es y siempre será la muerte, nos seducía
a hacer su voluntad y una vez que caíamos en su trampa, nos hacía sentir una
profunda condenación, tal como lo vimos en el discipulado Cristo en Vosotros, el ciclo de la miseria espiritual.
La paradoja de nuestra esclavitud en Cristo tiene tres
facetas que si las entendemos claramente nuestras vidas serán grandemente
bendecidas.
1. LA ESCLAVITUD TRAE LIBERTAD.
La verdadera libertad solo puede conseguirse al ser
esclavos de Cristo, puede parecer contradictorio o ilógico, sin embargo, para
entenderlo a fondo es necesario saber lo que significa realmente la libertad.
En esta sociedad se da por sentado que ser libre es
tener la facultad de hacer lo que se nos da la gana, sin jefes, sin reglas, sin
gobernantes ni leyes que nos limiten, eso en realidad es libertinaje y a
diferencia de la libertad, el libertinaje lleva a excesos y abusos.
La libertad por su parte, es sencillamente la facultad
de poder elegir entre dos o más opciones y para nosotros los cristianos, la
libertad es poder elegir entre la voluntad de DIOS y todo lo demás (la nuestra,
la del mundo, la del enemigo, la del pecado, etc.).
La biblia nos muestra en el libro de Génesis que esta facultad la recibieron
Adán y Eva, pues DIOS les otorgo la capacidad de tomar una decisión en base a
elegir: ¿Hacer su voluntad o comer del árbol prohibido?
Aquellos que son esclavos del pecado NO tienen esa facultad
de elección, son por naturaleza adictos, aprisionados, cautivos del pecado, al
grado de ni siquiera sentir el más mínimo remordimiento por sus acciones, pues
para ellos es algo natural, y no es necesario que asesinen, violen o secuestran
a alguien, basta con “pecaditos” como mentir o hablar mal de alguien.
En cambio, los esclavos de Cristo ¡Somos personas
verdaderamente libres! Cristo ha recuperado para nosotros sus elegidos la
capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto,
entre lo que a DIOS le agrada y lo que le desagrada, es por este motivo que, a
diferencia de ante de nacer de nuevo, ahora cuando cometemos pecados nos
sentimos terribles. 2ª Corintios 7:10.
Hay muchos hijos de DIOS que vagan en la miseria
espiritual, pues al caer en los lazos de la tentación se sienten terribles, y
piensan en no asistir más a la iglesia, en dejar de seguir a Cristo, pues se
sienten fracasados y frustrados, no han entendido que es lo mejor que les puede
pasar en su vida como cristianos, sentir dolor y miseria después de pecar solo
dice una cosa de nosotros: SOMOS SUS HIJOS.
Si, por el contrario, cuando cometes pecados no
sientes ningún remordimiento, pena o dolor, entonces si preocúpate, y mucho,
pues puede ser una de dos cosas posibles, o has apagado el fuego del Espíritu,
has entristecido tanto al Espíritu Santo con tu comportamiento que tu
conciencia esta cauterizada y no logras escucharlo diciéndote no
hagas eso, o no eres un verdadero hijo de DIOS, en realidad no has sido
adoptado por Él.
2. LA ESCLAVITUD MAGNIFICA LA GRACIA DE DIOS.
Ya entendimos que ser esclavo de alguien importante
era un privilegio enorme en la cultura grecorromana del primer siglo, por lo
tanto, ser esclavos de Cristo es el más alto honor y el más alto privilegio que
cualquier ser humano puede tener, pues ningún ser humano es merecedor de ello.
Al poner las cosas bien en perspectiva, la gracia de
DIOS toma proporciones magnificas, gigantescas, pues no solo ningún ser humano
es merecedor del honor de ser rescatado, sino que somos inmerecedores, lo que significa que hacíamos todo lo contrario para
ser dignos del amor de DIOS.
Aborreciendo a nuestros semejantes, iniciadores de
males, homicidas, borrachos, etc.
Romanos 1.28-30.
Si a esto le sumamos el hecho de que DIOS de ninguna
manera necesita de nosotros, no le somos indispensables en lo más mínimo, Él es
completamente independiente, el universo depende de ÉL, pero Él no depende de
nada ni de nadie, no se sentía solo, no necesitaba compañía ni a quien vaciar
su amor, Él siempre ha tenido comunión perfecta desde la eternidad en sí mismo,
pues es Padre, Hijo y Espíritu Santo, DIOS
sin nosotros sigue siendo el ser supremo en el universo, no le hacemos falta.
Por eso es tan impactante esta metáfora, pues no
necesitaba comprarnos como para hiciéramos algo por Él, no nos debía nada. Romanos 11:35-36.
Cristo es el rey del universo y la humanidad es abominación a sus ojos,
y aun así decidió comprarnos en el mercado de esclavos del pecado, pero el
precio fue su preciosa sangre. 1ª Pedro 1.18-19.
Si de esta forma no alcanzamos a apreciar la magnitud
de su gracia, no sé de qué forma podamos hacerlo entonces:
·
Somos viles inmerecedores de su amor.
·
No nos necesita para nada.
·
Es el rey del universo.
·
Aun así, tomo firma de esclavo y pago con su sangre
por nuestros pecados.
3. LA ESCLAVITUD ILUSTRA EL EVANGELIO.
Lo hemos venido viendo desde el inicio de esta serie,
ha sido sobre todo una serie de enseñanzas soteriológicas
o de la doctrina de la salvación, y eso es precisamente el evangelio del
reino o evangelio del Señor Jesucristo (no hay dos evangelios, eso es herejía).
Vemos el evangelio plasmado por todas partes de esta
preciosa metáfora y paradoja bíblica:
·
En la eternidad pasada DIOS eligió a aquellos que
compraría con su sangre.
·
En el tiempo nos ha rescatado de la esclavitud al
pecado.
·
Hoy, podemos descansar en Cristo y dejar que Él viva
su vida por medio de la nuestra.
·
Estamos firmes en la seguridad de nuestra salvación,
pues NO descansa en nosotros, yace sobre Cristo mismo.
Pero el mensaje del evangelio es más que un llamado a
conocer un plan trazado por DIOS, en realidad es un llamado a abrazar con todas
las fuerzas que DIOS nos da a nuestro querido redentor, aferrarnos a Él como si
dependiera de nosotros no caernos, pero a la vez estar seguros que solo depende
de Él.
Es demostrar con nuestras vidas, que su Señorío es
real, que Cristo es nuestro, Rey, nuestro Amo, nuestro Dueño y Señor, y que él
mismo vive su vida por medio de las nuestras, es entender que las buenas obras
no son la base de nuestra salvación, son la consecuencia de ella. Efesios 2:8-10.
Somos sus esclavos, por lo tanto, Él es nuestro Señor y hace con
nuestras vidas su perfecta, agradable y buena voluntad, a lo cual nosotros solo
decimos SI, AMÉN, pues hemos rendido gustosamente ante DIOS nuestro corazón,
mente y voluntad.
Presentar a Cristo solo como Salvador, pero no como
Señor es presentar el evangelio de forma incompleta, Jim Eliot, el misionero
mártir dijo:
…Esta es una herejía del siglo veinte, que Cristo es
Salvador solo por derecho y Señor por opción
del creyente. Esta negación del
Señorío predica solo la mitad de su persona, declarando solo parcialmente la
verdad que está en Él, Jesucristo…debe predicarse con la aprensión total de lo
que Él es, un Señor exigente, así como un Salvador libertador... Negar el
señorío de Cristo es desobediencia…
La metáfora de la esclavitud, predica el evangelio
totalmente, Cristo como nuestro libertador y al mismo tiempo a Cristo como
nuestro Señor (Amo, Dueño), esto le da el verdadero sentido a la cita de Romanos 10:9, y se quita de encima el
decisionismo.
En la segunda enseñanza de esta serie hicimos la
pregunta:
¿Qué significa en realidad
ser cristianos?
Y vimos una amplia gama de respuestas que se maneja
actualmente en el mismísimo medio supuestamente cristiano:
·
Es algo cultural.
·
Es una tradición religiosa.
·
Es algo político.
·
Son valores morales fuertes.
·
La religión verdadera.
·
Es asistir los domingos a la iglesia.
·
Es cuando recibes a Cristo en tu corazón.
·
Es creer en Cristo.
·
Etc.
El famoso cantante de música religiosa Marcos Witt
afirma que, si no le permitimos a DIOS actuar en nuestras vidas, le estamos
atando las manos, por lo tanto, en definitiva, MW no sabe ni la O por redonda en lo que en realidad es
ser cristiano.
En el primer siglo de la iglesia, ser cristiano iba
mucho más allá de ser un partidario de Cristo, de tener fines comunes o de
hacer una oración y ser miembro de la
iglesia, ser cristiano era estar dispuesto literalmente a dar la vida por
la convicción de Cristo como su Señor y Salvador.
Ser cristianos bíblicamente hablando, podemos
definirlo después de 18 enseñanzas como SER
ESCLAVOS DE CRISTO.
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