domingo, 22 de octubre de 2017

El Evangelio De Juan 46: Palabras De Espíritu y de Vida. Juan 6:60-65.



Estamos por terminar el capítulo sexto del evangelio escrito por el discípulo amando, el apóstol Juan, ahora Juan enfoca su relato en la reacción de las personas al mensaje de nuestro Señor Jesucristo.

Para poder enfocarnos bien recordemos que Jesús, al llegar a Capernaum, le reprocha a la multitud que le buscaron desesperadamente pero solo por el interés de recibir algo, en este caso pan para comer de parte de Jesús, pues un día antes había alimentado a más de 5000 personas de manera milagrosa.

La exhortación que Jesús les dirige fue hecha por medio de mashales y metáforas, todas ellas enfocadas al pan como elemento central: el pan de vida, el pan del cielo, comer el pan es comer su carne, etc. No está de más decir que estas exhortaciones fueron hechas en la sinagoga del lugar. ¿Qué es una sinagoga? Se preguntarán algunos.

La palabra sinagoga significa congregación o lugar de reunión, era una casa elegida con el triple propósito de ofrecer educación, culto y gobierno de la vida civil de la comunidad, aunque estaba sujeta a la ley del país, la sinagoga tenía su propia forma de gobierno, La congregación estaba bajo el gobierno de ancianos que estaban autorizados a ejercer disciplina y castigar a los miembros. Para el castigo se empleaba el azote y la excomunión, por ello el temor de Nicodemo de ser visto con Jesús.

¿Por qué es relevante esto? Por la sencilla razón de que el principal propósito de ser de una sinagoga era la enseñanza de la ley al pueblo, y eso es lo que Jesús estaba haciendo, estaba revelando La Palabra de Vida a los oyentes, Mateo 4.23, pero los oyentes tuvieron una reacción negativa al mensaje de salvación.

Después de su discurso las personas comienzan a reaccionar de maneras diferentes, unos rechazándolo, otros preocupados por las exigencias de su doctrina. La mayor parte de su discurso a estado dirigido a estos judíos que solo lo buscaban porque esperaban obtener un favor divino de Él, pero ahora por un momento, Jesús comienza a dirigirse a sus discípulos, es decir, aquellos que estaban decididos a seguirle como Maestro y habían puesto en su persona sus esperanzas mesiánicas.

Juan 6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 

Después de haber oído todo el discurso que Jesús les había dirigido a los judíos, los discípulos de Jesús dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? ¿A qué se referían los discípulos de Jesús con esta declaración?

La palabra griega que el apóstol Juan utiliza para dura es skleros (σκληρός, G4642) la cual sugiere algo fuerte, contundente e impetuoso, no porque sea de carácter áspero o insultante, sino porque es difícil de aceptar.
Su mensaje era claro, sus palabras afirmaban que en Él se encontraba la vida eterna y que tenían que creerlo para heredar las promesas de Dios; pero para algunos judíos era difícil de aceptar esta doctrina.

Muchos eruditos en los evangelios creen que al principio sus discípulos se contaban por decenas o tal vez hasta unos cuantos cientos de ellos, pero no todos permanecieron, y la razón fue que a estos discípulos de Jesús les ofendieron evidentemente sus palabras. Decir que se sentían disgustados es probablemente correcto. Sus corazones estaban en rebeldía, por ello El mensaje no les era difícil de entender, les era difícil de aceptar.

La rebeldía es un acto muy fuerte en oposición al Señor Todopoderoso, la rebeldía es el mejor calificativo que le podemos dar al pecado y sus consecuencias siempre se hacen presentes. 1ª Samuel 15:22-23.

La rebeldía siempre busca pretextos, Saúl puso como pretexto que el pueblo quería las ovejas y el demás ganado para sacrificarlo al Señor, los discípulos pusieron como pretexto que las palabras eran duras de escuchar. (Aquellos que escuchan estás palabras y las desprecian bajo cualquier pretexto…)

Siempre que alguna persona está en rebeldía, en obstinación, en contra de la autoridad establecida por DIOS, encontrará un pretexto para desobedecer y así se sentirá auto justificado.

Por este motivo es que desde hace mucho tiempo hemos entendido y puesto en práctica el predicar con palabras fuertes, contundentes y que confrontan, esto con el propósito de que los corazones rebeldes y obstinados sean reblandecidos por la acción de redargüir del Espíritu Santo.

Aquellos que prefieren iglesias donde nunca se les confronta por su conducta pecaminosa, donde nunca les hacen reflexionar por una vida de rebeldía la Señor, no por nada son las iglesias que mayor número de personas tienen, a los hombres nos agrada que nos endulcen el oído. 2ª Timoteo 4:3.

Las palabras de Jesús confirman que el corazón de los llamados discípulos estaba en rebeldía. 61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?

Ya hemos aclarado que, por su divinidad, Jesús posee Omnisciencia, es decir que Todo lo Sabe a la perfección, Juan sutilmente lo recalca al decir que Jesús supo en sí mismo la murmuración, no hubo necesidad de que alguien les acusara delante de él, pero la respuesta es impactante: ¿Esto les ofende?


Algunos más lo traducen ¿Esto los escandaliza? Porque la palabra griega original es skandalizo (σκανδαλίζω, G4624) Significa poner un lazo o una piedra de tropiezo en el camino, no significa agraviar o matar, significa hacer caer en una trampa en sentido figurado.

Jesús, por consiguiente, pregunta si con su sermón estos oyentes se han sentido de hecho conducidos o llevados al pecado. Pero lo que produjo esa reacción desfavorable no fue lo duro del sermón sino la dureza de sus propios corazones, es como si dijera: ¿Qué acaso los hice caer en la trampa para que vean la rebeldía de sus corazones?

¿A qué palabras de Cristo se oponían? ¿Qué fue lo que los escandalizó? ¿Qué les desagrado tanto como para murmurar?

Sin duda que la respuesta es: les desagradó todo el sermón, porque les hizó ver que sus ideas o conceptos sobre los cuales estaban fundamentados eran errados:

ü  El Señor había destacado que no era el maná acerca del que tanto habían oído hablar, sino él mismo el verdadero pan que había descendido del cielo.
ü  Que en su condición de verdadero pan ofrecía su carne.
ü  Que para tener vida eterna había que comer su carne y beber su sangre.

Esto les resultó demasiado a esas personas, acaban de perder todo en lo que creían, si hubiesen sido verdaderos discípulos, hubieran amado más la Verdad de las Palabras de Cristo que sus ideas propias.

Además, a causa de su rebeldía no estuvieron dispuestos a aceptar las pruebas de los testigos respecto a Jesús, de no ser por su rebelión habrían preguntado ¿Es posible que estas palabras tengan un significado más profundo? Pero de hecho ellos consideraban los dichos del Señor como carentes de espíritu y vida.

Les atribuían la interpretación literal más estricta, por eso es que Jesús continúa diciéndoles. 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?

Jesús les estaba diciendo, ¿Mis primeras palabras los escandalizaron? ¿Qué dirán entonces si me vieran subir a donde estaba primero? Jesús estaba haciendo una declaración directa de su preexistencia divina, hablaba de su estadía al lado del Padre y del Espíritu Santo en la Eternidad pasada y una prueba más de su divinidad.

Esta frase sirve de puente a la declaración que le da título a nuestra enseñanza y que es el punto central en el cual nos queremos enfocar. 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Ahora lo que Jesús hace es explicarles que su cuerpo de carne y hueso como tal no es el que les beneficia si lo comieran literalmente y lo mismo el beber su sangre no lo dijo para hacerlo textualmente.

Lo que confiere y sostiene la vida, la vida eterna, es mi espíritu les estaba diciendo Jesús, es mi persona les dice, en el acto de dar mi cuerpo para que sea destruido y mi sangre para que sea derramada eso es lo que les dará vida eterna.

Estas palabras están llenas de su propio espíritu y vida. No son letra muerta. Por el contrario, no sólo son ricas en metáforas, sino que cuando se aceptan por fe, en su sentido profundo y espiritual, se convierten en instrumentos de salvación para los suyos.

Ahora Jesús lleva sus palabras al terreno de la fe, pues lo contrario a la fe es la incredulidad, la cual el menciona a continuación: 64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

La incredulidad era la raíz de la insensibilidad intelectual; y esto, a su vez, era la causa del no alcanzar a comprender las palabras de Cristo y de darles una cerrada interpretación literal, esta incredulidad, aunque inexcusable, era de esperarse, porque la fe es don de Dios, y no se da a todos los hombres: 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.

Al final algunos judíos no creyeron rechazando así la vida eterna y condenando su alma a eterna perdición, El apóstol dice que Jesús sabía desde el principio que estos judíos no creerían por lo que su incredulidad no lo tomo por sorpresa, incluso sabía desde el principio que Judas Iscariote un día lo traicionaría.

En resumidas cuentas, vemos que Jesús les dijo:

     I.        ¿Mis palabras los confrontan? Eso es lo que esperaba.
    II.        Si se sienten ofendidos es porque NO han entendido mis palabras, ninguna de ellas.
  III.        No han entendido mis palabras llenas de espíritu y vida porque NO tiene FE.
  IV.        La Fe necesaria para entender la Palabra proviene solamente de DIOS.

Esto es algo maravilloso, porque para nosotros el día de hoy el mensaje es:

      i.        ¿Entiendes que tu vida sin Cristo es ofensiva a DIOS?
    ii.        ¿Entiendes que necesitas comer su carne y beber su sangre? Es decir ¿Entiendes que es necesario creer en el sacrificio de Cristo para tener vida eterna?
   iii.        ¿Deseas llevar una vida que ahora si agrade y glorifique a DIOS y estás haciendo lo necesario para lograrlo?
   iv.        Esto quiere decir que sin merecerlo DIOS te ha dado la FE necesaria para venir a los pies Cristo.

Estás palabras tomarán mayor fuerza cuando en la próxima enseñanza estudiemos acerca de los verdaderos y los falsos discípulos y sus características de ambos.

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