A partir del día de hoy comenzamos con el relato del
séptimo capítulo del evangelio de Juan, ya estudiamos el capítulo anterior que
es el más largo de este evangelio y en el cual terminamos siendo confrontados
acerca de si en realidad seremos verdaderos discípulos, o como aquellos que
dejaron de seguir a Jesús porque sus palabras los escandalizaron, seremos igual
unos falsos discípulos.
El inicio de este capítulo es con Jesús y sus
hermanos, en una situación muy fuerte y nada agradable de parte de sus hermanos
hacia él, pero antes, Juan nos muestra que Jesús no deseaba ir a Judea por
causa de los judíos. 1 Después de estas
cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los
judíos procuraban matarle.
Esta enemistad se forjó después de sanar
milagrosamente al paralitico de Betesda, pues según los judíos había
quebrantado el día de reposo, y se agravó aún más cuando Jesús los confronta
por buscarle, pero no por los motivos correctos, solo para llenar sus vientres.
Es una verdad que el Señor había venido del cielo
precisamente para entregar su vida, sin embargo, sabía que todavía no había
llegado el momento exacto en que, de acuerdo con el consejo eterno de Dios,
esto debía tener lugar su sacrificio, así que no pensemos como la corriente
fatalista la cual es una herejía y que cree que Jesús fue una víctima que
ignoraba su destino eterno.
Si no quiso ir de inmediato a Judea fue precisamente
porque sabía su destino y sabía que aún no era el tiempo de cumplirlo, además
de que su trabajo era en ese momento revelar la gloria de la salvación a los
pecadores en el territorio donde se encontraba.
El apóstol Juan también nos dice que estaba cerca la
celebración judía de los tabernáculos. 2
Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos.
La fiesta de los tabernáculos o también conocida como
fiesta de las Enramadas: Esta fiesta la celebraban los israelitas al término de
la cosecha. Construían chozas con ramas, para recordar la vida de los
antepasados en el desierto, después de la salida de Egipto. Levítico 23:33-43. Deuteronomio16:13.
Esta celebración tiene lugar en el mes de octubre, al
igual que con las otras dos grandes fiestas, la pascua y el pentecostés, era
una época donde el peregrinaje era masivo al templo en Jerusalén.
Era una fiesta de acción de gracias por la vendimia.
Pero además de ser una fiesta de cosecha también era una conmemoración gozosa
de la dirección divina concedida a los antepasados en su travesía por el
desierto.
DIOS considera importante el hecho de recordar de
donde él nos ha rescatado. Apocalipsis 2:5.
Al igual que con el pueblo de Israel y con la iglesia
de Éfeso, los cristianos hacemos bien si diariamente nos predicamos a nosotros
mismos el evangelio, es decir, estar constantemente recordando de donde DIOS
nos ha rescatado, de donde DIOS nos ha salvado, para ello no es necesario tener
un testimonio impactante de drogas,
pandillas o enfermedades mortales, basta con recordar siempre que alejados de
DIOS nuestras mejores obras de justicia eran como un trapo inmundo delante de
Él.
En la medida que recordemos que DIOS en su
misericordia sin nosotros pedirlo y mucho menos merecerlo nos rescató de
nuestra vida de delitos y pecados, Cristo nos reconcilió con DIOS al ser hecho
pecado por nosotros en la cruz.
Podemos pensar que eso ya lo sabemos, pero no es lo mismo
saberlo que conmemorarlo todos los
días, no basta con solo saberlo, no es suficiente con el puro conocimiento, si
no lo interiorizamos es solo una idea más que tenemos, pero no producirá nunca
arrepentimiento ni mucho menos vida espiritual.
Recordar de donde DIOS nos rescató implica vivir
agradecidos todos los días de nuestra vida, e implica permanecer en Cristo
siempre, si alguno dice que sabe bien de donde DIOS lo rescató, pero no vive
diariamente estos dos aspectos de la vida cristiana: agradecimiento y
permanecer en Cristo, lamentablemente no
entiende nada.
En los siguientes 3 versículos encontramos el punto
central de nuestro sermón del día de hoy. 3
Y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus
discípulos vean las obras que haces. 4 Porque ninguno que procura darse a
conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5
Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Antes de adentarnos, no está de más aclarar que se
trata de sus medios hermanos, hijos de la misma madre: María, pero de diferente
padre: José. Aunque los teólogos que defienden la virginidad perpetua de María,
alegan que se refiere a sus primos, lo cierto es que, si hay una palabra en
griego para denotar el parentesco no directo de hermanos o medios hermanos, sin
embargo, Juan usa la palabra griega adelfos (ἀδελφός, G80) esta palabra
significa literalmente: del vientre por
eso se usa para hermanos del mismo
vientre.
Es importante saberlo, pues nosotros creemos que María
fue el medio para la Encarnación del Verbo, de la cual hablamos al principio de
esta serie de enseñanzas, pero María no permaneció siempre virgen, mucho menos
concebida de forma inmaculada y por lo tanto no le debemos ningún tipo de
adoración, veneración o agradecimiento según la biblia, la mariolatría es una abominación al DIOS de la Escritura.
Santiago, Simón, José y Judas son los medios hermanos
de Jesús mencionados en la Escritura y la tradición e historia de la iglesia
nos dice que son los escritores de los libros homónimos Santiago y Judas respectivamente. Mateo 13:55.
Pero antes de llegar a ser los cristianos devotos que
el Espíritu Santo inspiró para dictarles dos libros maravillosos en la biblia,
estos medios hermanos de Jesús en su incredulidad, se burlaban de él.
No le decían las cosas con seriedad, no le aconsejaban
que fuera a la fiesta en Jerusalén y se diera a conocer por que en verdad les
interesará que Jesús fuera reconocido como el Cristo, ellos le decían las coas
en tono sarcástico, con burla, la biblia llama a las personas con esta actitud
nefasta escarnecedores. Salmo 1.1.
La palabra escarnecedor es del hebreo luts
H3887 (לוּץ) hacer muecas, burlarse, mofarse, o escarnecedor, pero tal
vez lo más impresionante es que la biblia lo liga con una persona pecadora y
malvada, no por nada es la actitud propia de un incrédulo.
Un escarnecedor es aquel que se burla de una manera
cruel y humillante de las personas, y en cuyo corazón hay odio y hasta
homicidio, no físico, pero si moral, se burla con el único fin de dañar, de
causar dolor, todo esto lo hacen sin importarles las consecuencias ni el daño
que hagan a otros.
Es importante entender que los escarnecedores no
sienten ningún remordimiento, pues típicamente son de un carácter duro, creído,
egoísta, impetuoso, soberbio y hasta hipócrita. Salmo 5.9.
Los escarnecedores se satisfacen recordando y sacando
en cara los errores y el pasado de los demás, pero no para que sean sanados, sino
para provocar más dolor a las personas y dañar su imagen.
Los escarnecedores se aprovechan de las circunstancias
o situaciones negativas que estén atravesando las personas, para imputarles culpas,
no las ayudan si están afligidas, y llegan hasta celebrar sus desgracias o
caídas. Mateo 27: 29, 31, 41.
Lo peor es que un escarnecedor cree estar bien, cree
ser superior y cree no necesitar corrección, cree siempre tener la razón, por
ello, no se puede llamar la atención porque no lo toma de buena manera. Proverbios
9:7-8. Proverbios 15:12. Proverbios 21.24.
Un cristiano por definición NO puede ser un
escarnecedor, este tipo de situaciones NO puede habitar el corazón de una
persona regenerada, un cristiano verdadero, lo vimos la semana pasada es un
genuino discípulo y un genuino discípulo es corregible, un discípulo verdadero
ama más la verdad que creer tener la razón.
Aunque desgraciadamente no pocas veces y no pocos de
los que estamos aquí el día de hoy nos llegamos a comportar de una u otra
manera de esa forma, le damos rienda suelta a nuestra carne, nos rebajamos a
vivir como niños espirituales y en lugar de aportar a edificar la iglesia del
Señor, nos la pasamos derribando a nuestros semejantes.
No es para nada una casualidad que el día de hoy, el
evangelio de Juan nos lleve a hablar de este tipo de actitud nefasta y nada
apreciable en las personas y mucho menos en los cristianos, si DIOS nos está
llevando en su Palabra a escudriñar acerca de ellos es porque desea evitar que
caigamos en esta horrible situación, pues lamentablemente se da y mucho en los
que creen saber, aunque en realidad no saben nada.
Somos por la gracia de DIOS una congregación que no se
apega al antropocentrismo, al pragmatismo, misticismo, prosperidad ni a ningún
otro tipo de falsa enseñanza, pero el conocimiento sin una vida adecuada NO ES
NADA en sí mismo, lo único peor que seguir una falsa doctrina, es escuchar la
sana doctrina pero que está no cambie nuestras vidas y actitudes para con los
que nos rodean.
En los círculos reformados y de sana doctrina, y eso
incluye a nuestra congregación por supuesto, se está dando el mala habito
pecaminoso de permitir, tolerar o hasta alentar a los escarnecedores, si alguna
persona cree que porque entiende ciertas doctrinas tiene el derecho de burlarse
sádicamente de aquellos que no lo hacen, no solo no ha entendido nada, sino que
deja en mal a Cristo y el evangelio, pues como lo acabamos de entender, cuando
recordamos de donde DIOS nos ha rescatado, nuestra vida se vuelve
agradecimiento continuo, no escarnecimiento.
Si no fuera por la gracia de DIOS a sus vidas, los
escarnecedores no estarían en la condición de las personas de las que se
burlan, estarían peor, mucho peor.
Si en verdad permanecemos en la sana doctrina, no solo
nuestro intelecto, nuestras acciones y nuestras emociones se ven hechas a la
imagen de Cristo: ortodoxia, ortopraxis
y ortopatía van siempre de la mano o no tenemos NADA.
Si en verdad la sana doctrina está bajando a nuestros
corazones y no solamente agrandando nuestras cabezas e hinchando nuestro
orgullo, entonces vamos a amar lo que Cristo más ama: su iglesia.
Los medios hermanos del Señor Jesús, después de ser
llevados por la gracia a creer en él, fueron grandemente transformados. Hechos 1.14. Esto nos da el consuelo,
de que, si confesamos nuestros pecados y nos arrepentimos delante de DIOS, Él
es bueno y misericordioso para cambiar nuestras vidas.
La respuesta que Jesús les da a sus escarnecedores
medios hermanos fue: 6 Entonces Jesús
les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, más vuestro tiempo siempre está presto.
Jesús, con conocimiento ilimitado y perfecto de las
cosas, sabe que hablan así por su incredulidad y sabe que les llegará el tiempo
de creer en él, por ello no los regaña ni los confronta fuertemente como a los
anteriores pseudo seguidores del capítulo anterior.
Jesús no hablaba del tiempo físico, el cual es el “cronos” que es el lapso de tiempo, Jesús habla del tiempo perfecto, del
tiempo de DIOS, del Kairos que se
refiere a la característica del momento.
Jesús les estaba diciendo que ellos podían subir a la
fiesta en cualquier momento, pero que él debía esperar las condiciones idóneas
para hacerlo, pues el amiente estaba llenó de la hostilidad de los judíos, que
deseaban matarlo, si Jesús hubiese subido inmediatamente a la fiesta, hubiera
adelantado el momento de la crucifixión, pero aún le faltaba muchas cosas por
hacer y muchas cosas por enseñar a sus discípulos.
Jesús sabía que su muerte como Cordero de Dios debía
tener lugar en la siguiente Pascua no en la fiesta de los tabernáculos. Esto lo
confirma en el verso 8 Subid vosotros a
la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
Pero las palabras intermedias de Jesús nos dejan ver
que como ya lo dijimos, la actitud de sus medios hermanos era aborrecible: 7 No puede el mundo aborreceros a vosotros;
mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Indirectamente, pero de frente les dijo que eran parte
del mismo mundo, es decir de la sociedad separada de DIOS, y por ser parte del
mundo, sus obras son malas, como las del mundo por eso para los del mundo, sus
obras no son aborrecibles, no tienen nada de malo.
Para cerrar con el tema de los escarnecedores, es
bueno que sepan, que si en el mundo, si sus amigos, compañeros de trabajo o
contactos en redes sociales aplauden su actitud burlona y contumaz, no
significa que DIOS lo aprueba, si somos verdaderos discípulos, nuestro
parámetro es la Palabra de DIOS, no lo que el mundo dice.
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