La semana pasada comenzamos el estudio expositivo del
séptimo capítulo del evangelio del discípulo amado, Juan comienza su relato
mostrando la nefasta actitud de los medios hermanos del Señor: Jacobo o
Santiago, José, Simón y Judas.
Ellos, a casusa de la incredulidad aun en sus vidas,
escarnecían a su medio hermano Jesús, diciéndole que subiera a la fiesta que se
celebraba en Jerusalén a decir, la fiesta de los tabernáculos que conmemora la
estadía del pueblo de Israel en el desierto del Sinaí después de ser liberados
de Egipto.
Sus medios hermanos le escarnecían, mofándose de Jesús
le sugerían que subiera a la fiesta y se diera a conocer a todos los presentes,
para así ser reconocido como el Mesías prometido y ganar fama y respeto, pero
Jesús sabía perfectamente su tono burlón y sarcástico.
Sobre todo, Jesús sabía que aún no era el kairos, el
tiempo perfecto de DIOS, para subir a la fiesta, no al inicio pues aún no había
llegado el momento de ofrecer su vida en sacrificio perfecto.
En los versos 9-10 leemos: Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. 10 Pero después que sus
hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente,
sino como en secreto.
Juan nos relata que después de que sus medios hermanos
del Señor fueron a la fiesta, Jesús también decidió ir, pero no abiertamente,
sino como en secreto, muchos han tratado de violentar esta parte de la
Escritura para justificar actos desleales de murmuración, chismes y el hacer
las cosas a escondidas justificando
que como Jesús lo hacen en secreto.
Debemos de recordar que no hay nada que hagamos que
vaya a permanecer oculto siempre, que todo lo que nosotros hacemos, tarde o
temprano sale a la luz, por lo mismo, un hijo de DIOS es un hijo de luz, lo que
significa que somos siempre transparentes o sinceros en nuestro trato y
acciones con todos. Lucas 8:17. Lucas
12:2.
Los complots, las intrigas, tramas y maquinaciones no
son propias de un hijo de luz, no importa que tanto tratemos de justificar esas
acciones disfrazándoles de espirituales, siguen siendo acciones mal
intencionadas. Números 12:1-2.
Quienes se empeñan en actuar de esa forma, alegan que
Jesús también hacía las cosas así, se han tornado a un pensamiento maquiavélico
de el fin justifica los medios, cuando
con Cristo no es de esa manera, Jesús solo estaba actuando en consonancia con
los consejos que el mismo daba a sus discípulos. Mateo 10:16.
Al decir como en
secreto, se refiere en primer lugar a que no utilizó las rutas conocidas y
más transitadas, llenas de peregrinos que se dirigían al templo a agradecer a
DIOS, y también se refiere a que no anunció su llegada, ni procuró llamar la
atención, tal como sus hermanos le sugerían, sino que simplemente guardo un bajo perfil entre los demás asistentes a
la fiesta de los tabernáculos.
En el versículo 11 leemos: 11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?
Podemos darnos cuenta fácilmente de la falta de
respeto a la persona de Jesús, la enemistas creciente les había nublado el
juicio por completo a los dirigentes judíos, si no sabían su nombre, lo cual es
totalmente imposible, pero de haber sido el motivo para no nombrarlo, bien
pudieron llamarle Rabí o maestro o en
última instancia el hijo del carpintero o
el hijo de José, sin embargo, para ellos, como para muchos en la
actualidad, Jesús no era más que aquel. 1ª Juan 3:1b.
Ya Jesús les había advertido a sus medios hermanos
está situación, les había dicho que a ellos el mundo los recibía con gusto
porque eran parte todavía de esa sociedad separada de la ley y el amor de DIOS,
cualquiera que se atreve a llamar a Jesús como aquel, es porque simplemente no le conoce, es alguien que pertenece
al mundo y no a DIOS.
En el siguiente versículo es donde nos vamos a detener
más tiempo, pues es el centro de nuestra enseñanza: 12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos
decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo.
Lo siguiente que nos cuenta Juan, es que las personas
murmuraban a cerca de Jesús, la palara murmullo del griego gongusmos (γογγυσμός, G1112) significa
murmuración en el sentido de un debate, desagrado o quejas.
Las personas estaban descontentas y en desacuerdo por
una razón: no conocían a Jesús.
Muchos cristianos, al igual que estos judíos están en
la misma situación, adoran a un DIOS de su imaginación, no conocen a su Señor,
no saben realmente quien es Cristo y esto ha pasado desde siempre en la iglesia
del Señor. 1ª Corintios 15:34.
Unos pensaban de Jesús como una buena persona, que hace cosas buenas, ayuda a las personas, les da
de comer a los pobres y sana a los enfermos, es un gran maestro, pero ignoran
que Jesús no entra en la lista de los 10 hombres más importantes de la historia,
ni de los primeros 5 ni los 3, simplemente él no tiene cabida en una lista así,
porque el trasciende por completo a todos los seres humanos juntos.
Pensar en Jesús solo en términos de un gran maestro y
una buena persona no es nada más que moralismo, el pensar que vino a dejarnos
un ejemplo de cómo vivir la vida bien y bonito, con buenas costumbres y mucho
amor, es menospreciar su persona divina y su obra de redención.
El moralismo no es malo en sí mismo, de hecho, es
parte de la vida cristiana en su praxis, nuestra manera de vivir es correcta
moralmente hablando, pero el moralismo por sí mismo no salvará nunca a nadie
del infierno, C.H. Spurgeon dijo que el moralismo puede mantenernos fuera de la cárcel,
pero solo Cristo puede mantenernos fuera del infierno.
Lo más lamentable de este asunto, es que muchos que se
dicen llamar cristianos, ni siquiera aspiran a una vida moralmente correcta,
les cuesta mucho trabajo obedecer a DIOS, como dijimos la semana pasada, su
forma de vivir y de sentir no es la de un verdadero cristiano, esto es porque
definitivamente no conocen a ese DIOS
que dicen seguir y amar.
Los
cristianos no obedecemos a DIOS porque no le conocemos, ¿Qué no se obedece a
DIOS por amor? Sí, pero no se puede amar a quien NO se conoce.
Asistir a la iglesia, servir en un ministerio, dar dinero o apoyar de
cualquier forma o hasta pastorear una iglesia, NO es ninguna garantía de
conocer a DIOS, hoy en día como los hijos de Elí en 1ª Samuel 2.12, muchos impíos son los que presiden las iglesias, al
grado de que el número de sacerdotes, pastores y dirigentes de diversas
iglesias y denominaciones se declaran
ateos filosóficos o en el mejor de los casos agnósticos.
Si nos decimos cristianos solo por el hecho de simpatizar con algunas
enseñanzas de Jesús, o porque reconocemos nuestra necesidad de Él para ser
salvos, pero aun vivimos en una vida desordenada y en desenfreno de pecado (no
que no pequemos nunca más) es PORQUE NO CONOCEMOS A DIOS, DIOS.
Muchas veces batallamos con hábitos pecaminosos y no podemos apartarnos
de ellos por la ignorancia que tenemos acerca de quién y cómo es en realidad
conforme a la Biblia nuestro DIOS, pues muchos de nosotros muy a pesar de
decirnos cristianos o de leer la Biblia en realidad lo que adoramos es al dios
de nuestra imaginación, nuestro dios es una caricatura una imagen de un hippie
cósmico todo paz y amor que no nos va a castigar nunca porque es buena onda.
El no conocer a Cristo, tal como los judíos, que unos pensaban lo peor
de él, engaña al pueblo, otros solo
lo veían como una buena persona, pero no lo conocían en realidad, tiene graves
consecuencias, te has preguntado, por ejemplo:
·
¿Por qué no te gusta orar?
·
¿Por qué pasa tan lento el tiempo de oración?
·
¿Por qué te cuesta trabajo adorar a DIOS en la congregación?
·
¿Por qué no es un deleite leer la Biblia a diario, siempre?
·
En pocas palabras ¿Por qué no puedes intimar de vedad con DIOS?
La respuesta a todas es solo una, NO CONOCEMOS A DIOS y cuando no
conocemos alguien nos es difícil pasar tiempo y mucho más tener intimidad con
Él.
La mucha información no es conocimiento de una persona, puedes leer las
biografías, todas las que encuentres de tu deportista o artista favorito, pero
nunca se igualará a conocerlo no solo en persona, sino íntimamente, ser su
mejor amigo, ser su hijo, ser parte de él, ser uno con él, obviamente con el
deportista o artista no se puede esto último, pero con Cristo sí se puede. 1ª Corintios 6:17.
No solo se
trata de recopilar información, se trata de dejar que renueve la mente, que
baje al corazón por medio de una vida de intimidad con Cristo.
Lamentablemente las librerías “cristianas” están saturadas de libros
tipo auto ayuda:
·
Los 7 pasos para ser santo
·
Los 5 secretos de la santidad
·
Las 10 formas de no caer en la tentación
·
9 pasos para una vida cristiana victoriosa.
·
Etc.
Y se venden como decimos en México “como pan caliente” porque lastimosamente
NO conocemos a DIOS y creemos que será más fácil buscar en otro lado que en
DIOS mismo.
Los pastores han llegado al extremo de llevar el mundo a las iglesias:
ü
Juegos de luces.
ü
Gran equipo de sonido.
ü
Espectáculos ostentosos.
ü
Obras de teatro.
ü
Cristo-tecas.
ü
Psicología.
ü
Superación personal.
ü
Mimos.
ü
Payasos.
ü
Magos.
ü
Cantantes de todo tipo.
ü
Shows de entretenimiento.
ü
Halloween cristiano.
ü
Etc.
Lo cual no todo es malo en sí mismo (a excepción del Halloween claro),
sin embargo, se usan pues es más fácil mantener así contentas a las personas de
las congregaciones EN LUGAR DE LLEVARLOS POR MEDIO DE LA BIBLIA A CONOCER A CRISTO.
Los llamados “grupos de jóvenes” de la gran mayoría de las iglesias cristianas
son una verdadera coladera de pecados (fui líder de jóvenes, por eso lo sé)
porque se le da más prioridad a que los “chavos” se diviertan, que vean que ser
cristiano no es aburrido, en lugar de enseñarles doctrina y por consecuencia a
conocer a DIOS.
El pensar que en las iglesias tenemos que tener algo para que los
jóvenes no se aburran y se vayan más al mundo, es pragmatismo y es menosprecio
de la persona de Cristo, si conocieran al Cristo glorioso de la Escritura, si los padres los encamináramos a que lo
conocieran, no se tendría que recurrir a estrategias humanistas divertidas.
Lamentablemente no encaminamos a nuestros hijos a que conozcan a DIOS,
porque nosotros tampoco lo conocemos, no sabemos ni la “O” por redonda:
ü
¿Cuántos libros tiene la Biblia?
ü
¿Los sabemos en orden y de memoria?
ü
¿Qué es la justificación por FE sola?
ü
¿Cuántos pasajes e historias de la Escritura hemos memorizado?
ü
¿Oramos con ellos en casa?
ü
¿Los discipulamos en Cristo?
ü
¿Nos discipulamos nosotros?
Si pensamos que para eso está la escuelita de la iglesia, estamos
totalmente equivocados, lo que enseñan las maestras a sus hijos solo es un
apoyo y un refuerzo, y muchos ni siquiera saben que les están enseñando a sus
hijos. Oseas 4:6.
Y eso no es exclusivo de los grupos de jóvenes, en los pulpitos modernos
se habla de todo:
ü
Unción.
ü
Gloria.
ü
Dones.
ü
Milagros.
ü
Auto ayuda.
ü
Superación.
ü
Alcanzar las metas.
ü
Prosperar en esta vida.
ü
Guerra espiritual.
ü
Ángeles y demonios.
ü
Liberación.
ü
Restauración.
ü
Etc.
Pero no hablan de Cristo, de su carácter, de sus parábolas y estás bien
aplicadas, no hay doctrina ni enseñanza expositiva, no hay una verdadera
preocupación porque los miembros y congregantes en realidad conozcan a su Señor
y Salvador como la Biblia y solo la Biblia lo muestra.
A la gran mayoría de los dirigentes en las iglesias solo les interesa el rating en la asistencia y la economía que eso produce, echan mano de videos, dinámicas, y un sinfín de estrategias, pero no enseñan a su gente a conocer a Cristo, porque ni ellos mismos lo conocen.
A la gran mayoría de los dirigentes en las iglesias solo les interesa el rating en la asistencia y la economía que eso produce, echan mano de videos, dinámicas, y un sinfín de estrategias, pero no enseñan a su gente a conocer a Cristo, porque ni ellos mismos lo conocen.
La vida eterna se trata de conocer a DIOS Juan 17.3.
La vida eterna no empieza al morir e ir al cielo y entrar en la Gloria,
la vida eterna comienza cuando por su gracia DIOS nos hace nacer de nuevo, el
tiempo que estamos en este mundo entre nuestra nueva vida y el ir al cielo es
solo un tiempo de ensayo, de preparación para lo que vamos a hacer en la
eternidad: CONOCER MÁS Y MÁS A DIOS.
¿De verdad
nos alegra el saber que estaremos en la eternidad con DIOS? ¿Sinceramente nos
emociona el saber que iremos al cielo a su presencia? O ¿solo sentimos alivio
de que no iremos al infierno?
El dios de la mayoría del cristianismo en el mundo se parece más a santa
Claus que al Cristo Glorioso de la Biblia, porque no le conocemos en realidad.
La falta de conocimiento de Cristo produce también temor. 13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él,
por miedo a los judíos.
Ya entendimos que los dirigentes y el pueblo religioso, que se
congregaban en las sinagogas de cada región, tenían sus propias reglas
internas, que iban desde el regaño a disciplinario, hasta los azotes y la
excomunión de la sinagoga, es por este motivo que las personas no se atrevían
si quiera a hablar en voz alta de Jesús.
Solo aquellos que no conocen a su Señor son temerosos, ¿De qué? Al igual
que los judíos, del que dirán y/o de
las consecuencias de seguir a Cristo:
ü
¿Qué van a decir de mí si saben que vengo a la iglesia cristiana?
ü
¿Qué van a pensar si se enteran que cambie de religión?
ü
¿Qué me va a pasar si dejo mis ídolos?
ü
Mis amigos se van a burlar si me ven leyendo la Biblia.
ü
Mejor sigo diciendo groserías para encajar.
ü
Si mi novia sabe que vengo a la iglesia me deja, mejor no le digo.
ü
Mejor no le digo a nadie que soy cristiano, para no tener presión.
ü
Voy a perder clientela si saben que sigo a Cristo.
ü
Etc. Marcos 8.34.
Ha llegado el tiempo de tomar una decisión. Seguir como estamos, sin
conocer a DIOS, o empezar en este momento, desde ya, a intimar con Él, es como
ya lo dijimos, una situación realmente sencilla pero no por eso simplona de
hacer.
Simplemente es hacer nuestras actividades religiosas o espirituales
tales como:
ü
Leer la Biblia.
ü
Orar.
ü
Adorar.
ü
Congregarnos.
ü
Discipularnos.
ü
Etc.
Pero con un enfoque diferente, es hacerlo conscientes de que esa es
nuestra forma de relacionarnos con Cristo, dejar de pensar que son solo
actividades religiosas, y empezar a entenderlas como nuestra relación diaria
con Cristo. 2ª Corintios 3:18 Empero
nosotros todos, con cara descubierta, mirando como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el
Espíritu del Señor.
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