La
soteriología es el estudio sistematizado de la doctrina de la salvación
presentada en la Escritura, nosotros nos apegamos a una soteriología totalmente
monergista, es decir, creemos que la gracia y solo la gracia de DIOS es la que
nos hace salvos, más específicamente nos apegamos a las doctrinas de la gracia,
calvinismo o T.U.L.I.P. cuyas siglas explican cada punto de dicha doctrina.
Sin
embargo, hay más, mucho más que estudiar y comprender en el estudio detallado
de nuestra salvación, el punto clave es el momento decisivo para la vida de todo
creyente, ese momento es su conversión.
Para
poder hablar de regeneración, es necesario primero hablar de la conversión, la
conversión es un tema recurrente en las exhortaciones del A.T. y en el N.T. no
es la excepción:
·
Mateo 13:15.
·
Marcos 4:12.
·
Lucas 1:16.
·
Juan 12:40.
·
Hechos 3:19 y 26.
·
Hechos 14:15.
·
Hechos 26:18.
·
Hechos 28:27.
·
2ª Corintios 3:16.
·
1ª Tesalonicenses 1:9.
La
palabra conversión, en su etimología griega es epistrofe (ἐπιστροφή, G1995)
significa volverse de y volverse hacia, en otras palabras, darse la vuelta.
En la cita de Jeremías
2:13, encontramos explicada de forma muy gráfica la verdadera conversión
con una ilustración del profeta al pueblo de Israel: Porque dos males, ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua
viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
·
Le volvieron la espalda al Señor a pesar de ser La
fuente de agua viva, es decir la unica fuente de salvación y gozo.
·
Se fueron tras la idolatría, cavando cisternas que no
retiene el agua, es decir fueron en pos de dioses falsos, de su pecado, se alejaron
de la salvación y el gozo.
¿Qué debían de hacer los israelitas para ser salvos?
·
Darse media vuelta:
o
Dar la espalda al pecado. (las cisternas rotas)
o
Dar la cara hacia DIOS. (Fuente de agua viva).
A esta media vuelta, es lo que la biblia llama conversión, el darle la espalda al
Señor, el abandonarlo es la aversión o
perversión como dice Eclesiastés
7:29, esta perversión implica dos males:
·
Dejar a DIOS.
·
Seguir un ídolo (cualquier cosa que NO es el Señor).
Por lo tanto, la conversión implica dos bienes:
·
Dar la espalda al ídolo.
·
Ir de frente, dando la cara a DIOS. 1ª Tesalonicenses 1:9.
Concluimos entonces que la conversión tiene dos
aspectos: el arrepentimiento por
medio del cual se aborrece al camino pasado, el camino de perversiones, y la Fe, que es el medio para creer y
recibir a Jesucristo, pero no olvidemos que toda la iniciativa, es del Señor,
esto quiere decir que nadie puede
convertirse sin que antes DIOS le haya vivificado, despertado y convencido
de su pecado, y de su necesidad de ser salvo.
La lógica indica entonces que es necesaria la regeneración espiritual antes del
arrepentimiento, mientras que la Fe es el efecto que la gracia produce en los
regenerados y los conduce a la justificación.
Vamos a definir entonces la regeneración:
Es el acto divino que emplea la verdad del evangelio como medio y por el cual nuestra
voluntad es hecha santa y este acto divino asegura el primer ejercicio santo de
esa nueva voluntad: nuestro arrepentimiento.
Como podemos darnos cuenta, la regeneración es solo la
perspectiva desde el punto de vista de DIOS de la conversión, es DIOS cambiando
nuestra vieja naturaleza de pecado, transformando nuestro corazón, poniendo en
nosotros una nueva dirección a la cual dirigirnos: Jesucristo.
De la misma manera en que Lázaro tuvo que resucitar
primero antes de poder moverse, así también nosotros, tenemos que ser llevados
primero a una nueva vida antes de poder caminar en la Verdad.
Nadie puede nacer por sí mismo, ni nadie puede
resucitar por sí mismo, nacer y resucitar son dos verbos pasivos en la
Escritura. Efesios 2:1 Y él os dio vida
a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Pero
leemos que una vez que Jesús resucita a Lázaro, este sale ahora si caminando
del sepulcro.
De la misma forma, un ser humano que DIOS ha
regenerado a nueva vida, tienen la nueva capacidad en Cristo, de salir del
pecado y de dirigirse hacia DIOS, esto es porque el Espíritu Santo por medio
del evangelio, vivifica el corazón, y le permite recibir ahora si la Verdad de
la Palabra de DIOS y tomarse de Jesucristo.
En nuevo testamento utiliza varios términos para
expresar el comienzo de la nueva vida espiritual: la regeneración.
A.
Gennáo.
Engendrar o dar a luz.
a.
Juan
1.13.
b.
Juan
3.3-8.
c.
1ª
Pedro 1:23.
d.
1ª
Juan 2.29.
B.
Apokyéo.
Producir.
a.
Santiago
1:18.
C.
Ktizo.
Crear, nueva criatura, hombre nuevo. Muestra claramente que la regeneración es por
iniciativa divina, es como la creación de
la nada, ya que nosotros no teníamos nada que sirviera o que pudiéramos
aportar para poder ser regenerados.
a.
2ª
Corintios 5:17.
b.
Gálatas
6.15.
c.
Efesios
2:10.
d.
Efesios
4.24.
D.
Synzoopoéo.
Dar vida.
a.
Efesios
2.5.
b.
Colosenses
2.19.
No solamente los términos o vocablos, si estudiamos
los contextos de las citas mencionadas, nos daremos cuenta que el comienzo de
la nueva vida, el acto divino de la regeneración
espiritual, tiene dos momentos clave o aspectos:
·
La generación de
nueva vida en nuestro interior, una vida espiritual.
·
El nuevo nacimiento o salida a la luz de la nueva vida espiritual.
La generación de
parte de DIOS implanta en nuestro interior la semilla de la nueva vida, el
nacimiento es la fecha en que la nueva vida se manifiesta operante en nosotros,
en otras palabras:
No podemos decir que somos regenerados si no hemos nacido de nuevo, y se
nota que hemos nacido de nuevo por que vivimos como regenerados: le damos la
espalda al pecado y la cara a DIOS, esto por medio de Cristo en nosotros.
La próxima clase veremos las características de la regeneración, así como su causa
eficiente, todo según la Escritura.
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