Como ya lo entendimos en las clases anteriores, el
arrepentimiento que DIOS produce en los seres humanos, siempre va acompañado
del elemento llamado Fe, el arrepentimiento es darle la espalda el pecado,
dejar de ir por el camino de perdición, la FE
es el volverse hacía DIOS, es caminar por el Camino de perdón y salvación
que el Señor nos ofrece.
Vamos entonces a estudiar la FE desde el punto de
vista soteriológico, pues
anteriormente la hemos visto en algunos discipulados, pero desde un punto de
vista más general, para la vida del cristiano, en estas clases veremos sus
características desde la perspectiva de la salvación monergista.
Entonces podemos definir la fe con respecto a la
salvación como sigue:
Es la adhesión individual a la persona, doctrina y obra de Cristo,
basada en la convicción de que DIOS es fiel a sus promesas y que es el Espíritu
Santo quien infundió esa fe en nuestros corazones.
Los siguientes pasajes aclararan aún más este
concepto:
·
Marcos
1:15.
·
Juan
1:12.
·
Hechos
16:31.
·
Romanos
4:5.
·
Gálatas
2:16.
·
Efesios
2:8.
·
1ª
Timoteo 1:15.
·
2ª
Timoteo 1.12.
·
Hebreos
11.1.
En el último texto, vemos que se describe la fe como la seguridad, nos remonta al sentido
hebreo del concepto de la fe, emuná que se transliteró como amén y
que usamos para decir que estamos de acuerdo, que tenemos la seguridad de algo,
para los judíos la FE era una fuerte seguridad, una convicción a la cual
estaban fuertemente adheridos.
Por lo tanto, la FE personal no s otra cosa que la
confianza absoluta con la que el pecador se toma fuertemente a la fidelidad de
DIOS a su promesa de justificar en Cristo al impío creyente. Romanos 4:5.
Con base en este concepto soteriológico de la FE,
podemos ver que entonces tiene 3 elementos:
A.
Elemento
volitivo. Es por el cual nuestra voluntad se adhiere a DIOS en
Cristo, en virtud del don soberano de la gracia, porque también la FE es un don
de DIOS, esto implica recibir a Cristo en nuestras vidas y entregarse por
completo a Él, sometiéndonos voluntariamente a Su Palabra, Su Gobierno y Su
Voluntad.
Por eso es que el cristianismo verdadero es el Seguir
a Cristo más que solamente el adherirse a unos principios doctrinales,
pero el Seguir a Cristo implica que nos adherimos a esos principios de doctrina,
por ello es que bíblicamente la FE se asienta en el corazón, porque es el
centro de nuestra vida interior y la fuente de nuestra voluntad. Romanos 10:9-10.
B.
Elemento
Afecto-Emotivo. Es en el sentido de creer en alguien por
convencimiento o persuasión, en este sentido la Fe implica un sentimiento de devoción amorosa y da como resultado una
nueva disposición de los sentimientos de los cuales también el corazón es su
sede.
Es el cumplimiento de la promesa de DIOS de darnos un
nuevo corazón que se incline a cumplir su ley:
·
Salmo
119:32.
·
Ezequiel
36:26.
Este es el elemento que nos hace contemplar nuestra
propia miseria y que nos deja percibir la inmensa misericordia de DIOS, pero
este despertar fervoroso de las emociones religiosas si no va acompañado del
elemento volitivo, resulta engañoso y no es una verdadera conversión, pues es
carente de sinceridad.
C.
Elemento
intelectual-objetivo. Es por el cual prestamos adhesión a una verdad
revelada. Juan 11.26.
El conjunto de enseñanzas reveladas (específicamente
con respecto a nuestra salvación) y que son parte de nuestras creencias
cristianas, se convierten en nuestros nuevos
criterios y valores personales.
Adquirimos con este conjunto de enseñanzas una nueva
motivación, y es lo que infunde la fuerza a las decisiones de cada día. Hebreos 11:26-27.
En palabras más entendibles, nuestra mente tiene
presente un objetivo: estar con Cristo, él se vuelve nuestra motivación,
nuestro gozo, nuestro galardón, estar con Cristo en la eternidad por ser salvos
se vuelve nuestro diario aliento, al igual, este elemento sin los dos
anteriores nada es.
Teológicamente hablando, podemos distinguir 5 clases
de FE, esto de acuerdo con el N.T.
1.
FE
histórica. Consiste en aceptar hechos y verdades de la Escritura,
como se conocen y aceptan cualquier serie de sucesos históricos en los cuales
NO estamos involucrados personalmente, este tipo de fe es resultado de la
tradición, la enseñanza o el estudio propio. Y a pesar de que puede ser correctamente
ortodoxa, de nada sirve si no está enraizada en el corazón.
2.
Don
de FE. Es el don otorgado por el Espíritu Santo para obrar
milagros tales como sanidad. 1ª
Corintios 12.9-10. Trágicamente puede desligarse de la FE salvífica. Mateo 7:22-23. 1ª Corintios 13.2.
3.
FE
temporal u oportunista. Es una cierta persuasión del evangelio acompañada de
emociones vivas, pero sin verdaderas raíces en el corazón que aún sigue sin ser
regenerado. Mateo 13.20-21. Juan
2.23-25. Hechos 8.13.
4.
FE
de conciencia cierta. O en otras palabras Fe para vivir la vida cristiana,
es la seguridad de que nuestra consciencia obra de acuerdo al evangelio, que
vivimos conforme a la voluntad de DIOS, es llamada así porque obrar dudosamente es pecado. Romanos 14:23.
5.
FE
salvífica. Es la que tiene los tres elementos: volitivo,
afecto-emotivo e intelectual-objetivo.
La próxima clase seguiremos estudiando más acerca del
concepto neo testamentario de la FE salvífica.