En nuestra clase anterior, comenzamos a estudiar el
tema del arrepentimiento, entendimos que todo arrepentimiento genuino, bíblico,
tiene 3 elementos indispensables e inseparables, no puede tener solo uno o dos,
han de ser los tres:
·
Elemento
mental.
·
Elemento
emocional.
·
Elemento
volitivo.
Aprendimos también que el arrepentimiento genuino, que
no es lo mismo que el remordimiento tiene dos señales que lo distinguen:
·
Siempre
va de la mano de la fe.
·
No
es un acto pasajero de una sola ocasión.
Y también entendimos que el no tener la perspectiva
clara en este tema y su relación con la Fe, la esperanza y el amor, da lugar a
extremos opuestos pero peligrosos por ser heréticos en su contenido doctrinal.
En su relación con la fe:
·
Libertinaje.
·
Moralismo.
En su relación con la esperanza:
·
Reformismo.
·
Penitencia.
En su relación con el amor:
·
Solo
amor.
·
Atrición.
El
día de hoy veremos Las
5 marcas del arrepentimiento y el pecado.
El arrepentimiento como ya lo entendimos, es un cambio radical en la naturaleza del corazón de las personas, en cuanto al tema del pecado. Todos nacimos en pecado. Por naturaleza amamos el pecado. Nos entregamos al pecado tan pronto como podemos actuar o pensar, al igual que un pájaro puede volar, y un pez nadar.
Nunca existió un niño que
necesitara ir a la escuela o recibir instrucción para que aprendiera a mentir, a
ser egoísta, la cólera, a buscar que se haga su voluntad propia, glotonería,
soberbia y la necedad. Estas cosas no son adquiridas por medio de malas
compañías, o aprendidas gradualmente por un largo curso de instrucción
enfadoso.
Como lo entendimos al
estudiar la depravación total, estas cosas brotan por sí mismas, aun cuando
niños o niñas son criados como hijos únicos o aun que los aisláramos por completo
de la sociedad, estas cosas brotarían de su interior, pues es de ahí que sale
el pecado. Mateo 15:19.
Sin embargo, cuando
nuestro corazón es trasformado por el Espíritu Santo, cuando este amor natural
al pecado es arrojado afuera, entonces toma lugar el cambio que la Palabra de
Dios llama "arrepentimiento". Desde nuestra perspectiva lo vemos como la
conversión, pues DIOS ha regenerado el corazón del ser humano, ha nacido de
nuevo.
Pero no es todo lo que podemos aprender acerca del tema, aún hay más acerca de la relación que guardan el pecado y el arrepentimiento, vamos a desglosarlo y a estudiarlo parte por parte:
I.
El verdadero
Arrepentimiento Comienza con un Conocimiento del Pecado.
El verdadero
arrepentimiento comienza con un conocimiento del pecado. Los ojos de la persona
arrepentida son abiertos. Ven con espanto y confusión lo largo y ancho de la
santa ley de Dios, y la extensión, la enorme extensión, de sus propias
transgresiones. Descubre, para su sorpresa, de que al creer de sí mismo como
una " especie de buena persona," y una persona con un "buen
corazón," se dan cuenta que han estado debajo de un enorme engaño.
El verdadero
arrepentimiento hace que nos demos cuenta que, en realidad, somos malvados, y
culpables, y corruptos, y perversos en los ojos de Dios. Nuestro orgullo es
derrumbado. Nuestros elevados pensamientos acerca de nosotros mismos se
esfuman. Nos damos cuenta de cuan enormes pecadores somos. Este es el primer
paso del verdadero arrepentimiento. Lucas
5:8.
II.
El arrepentimiento
verdadero produce dolor por el pecado.
El verdadero
arrepentimiento obra dolor por el pecado. El corazón de una persona arrepentida
es tocado con un profundo dolor por
sus transgresiones pasadas. Se enfurecen al pensar que han vivido con tanta
locura y maldad. Lucas 15:17-19.
Se lamentan
profundamente:
·
Por
la pérdida de tiempo.
·
Por
los talentos que desperdician.
Por haber deshonrado a Dios.
·
Por
haber herido su propia alma.
El recuerdo de estas
cosas es doloroso para ellos. La carga de estas cosas es a veces casi
insoportable. Cuando una persona se lamenta de esta manera, usted tiene el
segundo paso en el verdadero arrepentimiento.
III.
Arrepentimiento Verdadero
Produce Confesión del Pecado.
El verdadero
arrepentimiento comienza a producir la confesión del pecado. 1ª Juan 1:7-9. La lengua de una persona
arrepentida se desata, se comienza a sentir la gran necesidad de hablar con ese
Dios contra quien han pecado. Algo dentro de ellos les dice que deben clamar a
Dios y orar a Dios y hablar con Dios, sobre el estado de su propia alma, tal
como lo hizo David. Salmo 51.
Ellos necesitan derramar
su corazón, y reconocen sus iniquidades, ante el trono de gracia. Ellos sienten
una carga muy pesada en su interior, que ya no pueden guardar en silencio. Nada
pueden retener. Nada pueden ocultar. Se presentan delante de Dios, pidiendo
nada para sí mismos, y están dispuestos a clamar a voz en cuello. Lucas 18:13.
Cuando una persona va de
esta manera ante Dios en confesión, aquí tienen el tercer paso del verdadero
arrepentimiento.
IV.
Arrepentimiento Verdadero
Produce una ruptura del Pecado.
El verdadero
arrepentimiento se manifiesta en una ruptura del pecado muy a fondo. La vida de
una persona arrepentida es alterada. El curso de su conducta diaria es cambiado
por completo. No solo es una nueva apariencia, es una nueva criatura. 2ª Corintios 5.17.
Un nuevo Rey reina en su
corazón. Habiendo despojado al viejo hombre. Lo que Dios manda es lo que ahora
desea practicar, y lo que Dios prohíbe es lo que ahora desea evitar. Romanos 6.11-14.
Se esfuerza en todas las
formas de mantenerse alejado del pecado, de luchar contra el pecado, de hacer
guerra contra el pecado, para obtener la victoria sobre el pecado. Hebreos 12:4.
Deja de hacer el mal y
busca aprender a hacer el bien. Se desprende bruscamente de sus malas
costumbres y de las malas compañías. trabaja, aunque sea paso a paso, en vivir
una nueva vida. Cuando una persona hace esto, usted tiene el cuarto paso en el
verdadero arrepentimiento.
V.
Arrepentimiento Verdadero
Produce un profundo odio al pecado.
El verdadero
arrepentimiento se manifiesta al producir en el corazón un hábito arraigado por
un profundo odio hacia el pecado. La mente de una persona arrepentida se vuelve
en una mente habitualmente santa. Aborrecen lo que es malo, y se adhieren a lo
que es bueno. Se deleitan en la ley de Dios. Romanos 8:8-13.
No significa que no
pequemos nunca más, significa que cada vez que pecamos hay un dolor profundo,
un odio arraigado contra el pecado. Romanos
7:10-25. Cuando una persona puede decir esto, usted tiene el quinto, o el
paso de coronación, del verdadero arrepentimiento.
El verdadero
arrepentimiento nunca llega solo en el corazón de la persona. Siempre viene con
un compañero- un bendito compañero. Siempre viene acompañado de una fe viva en
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Dondequiera que hay fe,
hay arrepentimiento, dondequiera que hay arrepentimiento siempre hay fe. Las
dos gracias nunca se encuentran separadas, una de la otra. Así como no se puede
tener el sol sin luz, o hielo sin frío, o fuego sin calor, o agua y sin
humedad- usted nunca encontrará la verdadera fe sin verdadero arrepentimiento,
y usted nunca encontrará el verdadero arrepentimiento y sin una fe viva. Las
dos cosas siempre van lado a lado.
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