La ultima clase vimos las 4 características, así como
el agente único de la regeneración que es El Espíritu Santo, previamente ya
habíamos entendido que la regeneración preceda a la conversión, ambas son lados
de la misma moneda, una es la cara
divina: la regeneración, y la otra es la
cara humana: la conversión. Pero ambas tienen dos características en común
que los regenerados-convertidos debemos mostrar o de lo contrario no somos
tales: Arrepentimiento y Fe.
En estas dos clases vamos a escudriñar acerca del
arrepentimiento y después nos enfocaremos en la fe.
Por principio de cuentas, vemos que el N.T. le da un
lugar preeminente al arrepentimiento:
ü
Mateo
3.2.
ü
Mateo
4:17.
ü
Marcos
1.15.
ü
Marcos
6:12.
ü
Lucas
24.47.
ü
Hechos
2:38.
ü
Hechos
3.19.
ü
Hechos
17:30.
ü
Hechos
20:21.
No es algo que deba sorprendernos, pues el
arrepentimiento es el cambio voluntario, producido en el interior del pecador,
por medio del cual reconoce sus culpas y pecados, los aborrece y busca el
perdón, la pureza moral y el cambio de conducta.
Por lo tanto, el arrepentimiento es mucho más que solo
sentirse mal por algo malo que hicimos, el genuino arrepentimiento ha de tener
3 elementos indispensables:
1)
Un
elemento mental. Es por eso que hay un cambio en nuestro punto de vista
acerca de la santidad de DIOS y de la perversidad del pecado.
Reconoce que el pecado es ofensivo en extremo a la
santidad de DIOS, corrompe nuestro ser, y nos incapacita para entrar en el
Reino de los cielos. Esta convicción de pecado produce una actitud de humildad
en el pecador.
2)
Un
elemento emocional. Por medio del cual cambian nuestros sentimientos hacia
el pecado, hasta el punto de producir un pesar, una pena interior por haber
ofendido el carácter Santo de DIOS. 2ª
Corintios 7:9-10.
El termino griego exacto para expresar este pesar por
el pecado es metamélomai que incluye, junto al pesar, la esperanza de ser
perdonado y amado por DIOS.
El arrepentimiento por miedo a las consecuencias, a la
vergüenza personal, al castigo, o para recibir un favor que no sea el amor y el
perdón divino, es solo egoísmo y no
un verdadero arrepentimiento, y lleva al punto de la desesperación, pero no del
cambio de vida, al caso de Judas, que se suicido es el mejor ejemplo. Mateo 27:3-5.
3)
Un
elemento volitivo. O de la voluntad y es por eso que cambian nuestros
propósitos y planes en la vida, así como nuestra conducta. Implica una media
vuelta dando la espalda al pecado.
Es lo que el termino griego metanoia expresa en su
totalidad, y es el elemento que sobresale de los demás, porque los incluye, el
hijo prodigo no llego al arrepentimiento cuando se dio cuenta de su miserable
situación alimentando cerdos (elemento mental), tampoco cuando se acordó de la
abundancia de pan en la casa de su padre (elemento emocional), solo lo hizo cuando
tomo la voluntaria decisión de levantarse
e ir a su padre (elemento volitivo). Lucas
15: 16-21.
El arrepentimiento
por ser un cambio radical en el interior del hombre, unica y exclusivamente
puede ser efectuado por obra e iniciativa del Espíritu Santo, el Él quien lo
hace posible por medio de la regeneración que produce el nuevo nacimiento, la
conciencia humana puede estar convencida
de pecado, pero no puede producir metanoia por sí misma.
Por eso es que encontramos a muchas personas que saben
que están mal, que pecan, que están en
rebelión contra lo establecido por DIOS, pero aun así continúan haciéndolo,
pues no basta con saber que estamos mal, ese solo es el elemento mental, y no
basta con sentirse mal, ese solo es el elemento emocional, pero si el Espíritu
Santo no causa el elemento volitivo por medio de la regeneración, únicamente
tenemos remordimiento.
Pero no debemos confundirnos, hay una gran diferencia
entre el arrepentimiento y la regeneración:
ü La
regeneración solo DIOS efectúa la obra mientras que el hombre permanece pasivo.
ü En
el arrepentimiento DIOS cambia y mueve el corazón, pero aquí el hombre toma
parte activa y voluntaria, como toma parte le babe que respira por primera vez
después de nacer.
En otras palabras: DIOS es el que regenera y el hombre es el que se arrepiente (ahora
tiene esa capacidad gracias a la regeneración, por eso no tiene ningún mérito).
Para entender correctamente el concepto bíblico del
arrepentimiento nunca olvidemos dos señales indispensables:
1.
El
arrepentimiento siempre va de la mano de la fe. No
se pueden separar jamás de lo contrario se pierde la esencia del
arrepentimiento bíblico, son un solo evento espiritual contenido en la
conversión y dados en la regeneración: salvarse del pecado por creer en
Jesucristo.
La fe que es para salvación, es una fe arrepentida, y
el arrepentimiento que es para vida es un arrepentimiento que cree en
Jesucristo.
Es necesario que sea de esta forma porque la fe es la
que nos convence de que nuestro arrepentimiento lleva consigo el perdón, la
esperanza de salvación y el amor de DIOS, el arrepentimiento nos convence de
que nuestra fe no es solo algo intelectual o emocional, sino también algo en nuestra
voluntad para abandonar los caminos del mundo y seguir El Camino. La falta de
uno de los dos, convierte al otro en una burla o en hipocresía.
2.
No
es un acto pasajero o de una ocasión. Tanto el arrepentimiento como la fe, no son actos de
una decisión aislada tomada bajo cualquier circunstancia: miedo, euforia, interés,
etc. Debe de ser una actitud que ha de perdurar hasta la muerte.
Así como la fe no es un acto momentáneo, sino una
constante actitud de entrega y confianza en Jesucristo como Señor y Salvador, así
también el arrepentimiento es una constante contrición. No puede ser de otra
forma pues la carne aún recuerda el pecado vívidamente y necesita ser confesado
con pesar y alejarse de él. 1ª Juan
1:8-10.
Es junto a la cruz de Cristo donde el arrepentimiento
tiene su comienzo, y es junto a esa preciosa Cruz, donde debe continuar
derramando su corazón en confesión y contrición.
Enseñanzas erróneas
acerca del arrepentimiento.
Como siempre lo hemos enseñado, las desviaciones en
cuanto a doctrina se dan desde la época misma del inicio del cristianismo, en
parte fue el motivo por el cual muchas epístolas fueron escritas, y en cuanto
al tema del arrepentimiento no es la excepción, hay varias desviaciones de la
verdad bíblica de este tema.
Para no desviarnos de la verdad es necesario entonces
conocer las principales desviaciones en cuanto al arrepentimiento se refiere
que se han dado en el cristianismo.
a)
Su
relación con la Fe. como ya lo entendimos, la fe y el arrepentimiento son
inseparables, indivisibles, indisolubles uno del otro, de lo contrario no
tenemos nada.
I.
Pero hay quienes creen que basta con creer de corazón para salvarse y que no
hay necesidad del arrepentimiento. Aborrecer
el pecado es un requisito que debemos de manifestar si es que decimos amar a
DIOS, por eso es que nos arrepentimos continuamente de nuestros pecados o solo
vivimos en libertinaje.
II.
Del mismo modo, en el otro extremo están quienes
afirman que basta con un arrepentimiento, aunque no tengan fe, en el N.T. nunca
encontramos exhortaciones al arrepentimiento sin incluir la Fe en el Señor
Jesucristo, un buen comportamiento sin
Fe en Cristo es solo moralismo.
b)
Su
relación con la esperanza. En
este punto también hay dos errores opuestos.
I.
Reformismo.
Es creer que basta con una reforma exterior de
nuestras vidas, sin necesidad de que haya un cambio interno, sin la
intervención del Espíritu Santo en regenerar los corazones, es cierto que
cuando hay arrepentimiento le sigue una vida reformada y sigue así hasta llegar
a la perfección. Filipenses 3:12-15. Pero
la vida reformada no es el arrepentimiento es el fruto de él. Mateo 3.8. el arrepentimiento tiene que
ver con la justificación y su fruto tiene que ver con la santificación. Romanos 6:22.
II.
Penitencia.
La ICAR ha permeado la confusión entre el arrepentimiento y la penitencia, al
grado de traducir metanoia por haced
penitencia en sus versiones de la biblia, han enfatizado la mortificación
exterior del cuerpo como señal de un verdadero arrepentimiento de corazón y
dejan fuera el cambio interior del corazón. Penitencias tales como: latigazos,
silicios, coronas de espinas, crucificarse, etc. No son arrepentimiento, su
paralelo cristiano como ayunar de
comida y agua, mortificarse todo el tiempo, pasar horas en angustia, etc.
Tampoco son arrepentimiento. La penitencia lejos de dar la gloria a DIOS solo
promueve el orgullo y la satisfacción del ego humano.
c)
Su
relación con el amor. Al igual que con la Fe y la esperanza, también hay dos
puntos opuestos en los cuales se llega a caer.
I. Solo basta con el amor. Han
malentendido o tergiversado la famosa frase de Agustín de Hipona: ama y
haz lo que quieras, al grado de que creen que no es necesario
preocuparse de dejar el pecado siempre y cuando seamos personas que amen mucho a DIOS, olvidan que no puede
existir un genuino amor por DIOS sin el propósito serio de cumplir sus
mandamientos. Juan 14.15, 21 y 24. 1ª
Juan 5.2.
II. Contrición y atrición. Nuevamente
la ICAR desde finales del siglo XII es la primera en enseñar que hay dos clases
de arrepentimiento, la contrición que es el basado en el amor y la
atrición que es el basado en el horror del pecado y miedo al infierno o
deseo de ir al cielo, sin que el amor sea una motivación para alejar del
pecado, creen que esto es suficiente para ser salvos, muchos cristianos hoy en
día actúan como si los guiará esta falsa enseñanza, solo siguen a Jesús por
conveniencia de ir al cielo y no al infierno pero no le aman, pues no desean
conocerlo más íntimamente.
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