domingo, 28 de enero de 2018

El Evangelio De Juan 60: Jesús Es La Luz De La Vida. Juan 8:12.



El día de hoy veremos uno de los dichos más conocidos del Señor Jesús, considerado entre los 7 Yo Soy del evangelio de Juan y su verdadero significado por medio de su contexto inmediato y general en la Escritura.

El apóstol Juan recopila estas palabras dichas directamente de labios del Señor Jesús, justo después de terminado el bochornoso acontecimiento de la mujer adúltera utilizada como carnada para que el Maestro cayera en alguna contradicción y poder desacreditarlo o definitivamente darle muerte.

La forma de manejar la situación por parte de Jesús, como lo vimos la semana pasada fue impresionante, agachado escribiendo en el suelo, crea un silencio expectante, y ante la insistencia de qué hacer con la pobre mujer pecadora, Jesús se pone en pie y les dice fuerte y claro: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Como lo entendimos ya, esto no es un pretexto para pecar descaradamente y no dejar que nadie se meta en nuestras vidas espirituales, Jesús estaba en contra de la hipocresía descarada, pues estos hombres homicidas de corazón, acusaban a una mejor adultera, eso es lo que también condena el dicho recopilado pro Mateo: primero saca la viga de tu ojo antes de ver la paja en el ojo ajeno.

Los escribas y fariseos, acusados por su conciencia, fueron yéndose poco a poco, comenzando por los más astutos, es decir los más viejos, al quedar solamente la mujer pecadora y el Señor Jesús solo, el Señor le pregunta ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condeno? La mujer, entendiendo el gran perdón que acababa de recibir, solo se limita a contestar lo que el Señor le preguntó, no despotrica en contra de estos malvados hombres pues sabe que su condición no se lo permite.

El Señor le dice un par de frases maravillosas, que, de hecho, fueron el corazón de nuestro sermón pasado: Ni Yo te condeno, vete y NO peques más.

Como bien apunta Agustín de Hipona, Jesús no la perdonó y le dijo vete y haz lo que quieras, eso es Antinomianismo o libertinaje espiritual, creer que por estar bajo la gracia podemos hacer lo que se nos dé la gana y que no habrá consecuencias, sobre todo consecuencias eternas.

El apóstol Pablo entiende muy bien esta verdad que la deja plasmada en Romanos 8.1 Ninguna condenación hay para los que están en Cristo, los que NO andan conforme a la carne, sino que viven en el Espíritu.

Inmediatamente después de que la mujer abandona la escena Jesús, aun en medio del patio del templo, otra vez se dirige a los fariseos que se iban alejando y les dice: Yo Soy la luz del mundo.

Antes de entrar a explicar las palabras de Jesús, desliguemos de la mal llamada iglesia la luz del mundo, ellos no son ni siquiera cristianos en ningún sentido de la palabra, su adoración y devoción está con su fundador y con su líder actual, Según sus creencias, se trata de la verdadera iglesia fundada por Jesucristo en el siglo I, restaurada el 6 de abril de 1926 por el religioso mexicano Eusebio Joaquín González (1898-1964).

En la actualidad es dirigida por el nieto del fundador Naason Joaquín García, y como toda secta se cree poseedora exclusiva de toda la verdad y de ser el único medio de salvación.

Con solo mencionar que le cantan alabanzas a su líder autonombrado apóstol y el ángel de apocalipsis y le rinden culto especial en su cumpleaños por ejemplo sería suficiente para saber que no son legítimos, si a eso le sumamos la actitud sectaria, y el ser unitaristas es decir no creen en la Trinidad, nos damos cuenta que tan equivocados están.

Cabe señalar, que la actitud sectaria, no es algo nuevo o exclusivo de estos grupos, también en la iglesia de Cristo tenemos ese problema, típico de los cristianos que son niños espirituales. 1ª Corintios 3:1-4.

No somos la unica iglesia cristiana genuina, formamos parte del cuerpo de Cristo, y creemos que aquellas iglesias que comparten con nosotros la misma creencia en doctrinas fundamentales forman parte del mismo cuerpo, aunque su liturgia sea diferente, solo son otro órgano diferente, como bien dijo Agustín en lo fundamental unidad, en lo secundario libertad, pero sobre todo la caridad.

La frase de Jesús: Yo Soy la luz del mundo, entendida en su contexto correcto es impresionante y muestra la gran sabiduría del Señor Jesús, primeramente, hace la mención pues la mujer que acababa de recibir el perdón eterno de su alma, estaba en tinieblas y fue llevada a la luz admirable de Cristo.

Además, había otra tradición en la fiesta de los tabernáculos además de la derramar agua, y por la cual Jesús dijo el que tenga sed venga y beba de mí y de su interior correrán ríos de agua viva, la otra tradición era que al terminar la celebración oficial de la fiesta de los tabernáculos se encendían 4 grandes candelabros

En el atrio de las mujeres se colocaban en aquellos días cuatro enormes candelabros, en cuyas cimas había grandes copas de oro llenas de aceite, y en cada una de dichas copas había varias mechas para dar más luz, de tal modo que el resplandor de estas luces se proyectaba sobre la ciudad; mientras, los levitas tocaban diversos instrumentos musicales de cuerda, sentados en las gradas que daban acceso al atrio, y el pueblo llevaba antorchas, mientras celebraba con júbilo la ceremonia llamada en hebreo la alegría de la fiesta.

De esta forma, recordaban la columna de fuego que había guiado a sus antepasados en su peregrinación por el desierto. Éxodo 13:21-22.


Jesús tomó el Nombre revelado de DIOS a Moisés en medio de la zarza ardiente, el Gran Yo soy y lo aplica por segunda vez, la primera es cuando dicen en Juan 6 Yo Soy el pan de vida, aún faltan otros 5 que veremos más adelante.

Jesús se estaba refiriendo a que él es la expresión de DIOS para guiar al ser humano sumergido en el pecado, expuesto a juicio eterno y necesitado de salvación, Jesús estaba diciendo que su labor no es la venir a darnos una mejor vida, ni una buena salud física o mejores relaciones, ni mejor matrimonio, ni siquiera una mejor religión, sino a alumbrar nuestras vidas pecaminosas.

El significado de Jesús como la luz que ilumina el mundo está íntimamente relacionado con lo estudiado en Juan 1:4 y 9.

Al decir mundo, se refiere a todo tipo de raza o género, sin distinción de ningún tipo, pues todos, absolutamente todos los seres humanos hemos nacido en pecado, esa es la oscuridad del ser humano esas son las tinieblas que cubren nuestro ser, no necesitamos ser los más perversos seres humanos, no necesitamos ser un Hitler o un Charles Manson, basta con saber que todos estamos en tinieblas.

Nuestros esfuerzos más sinceros de alcanzar los estándares de justicia y santidad de DIOS no son más que trapos inmundos a sus ojos, además las tinieblas no siempre se manifiestan en actos detestables como homicidios o adulterio, muchos son los que sus tinieblas se revelan por medio de vidas moralmente correctas, actos bondadosos, sentimientos bonitos, todo ello no es malo en sí mismo, pero si es INSUFICIENTE para lograr la tan ansiada salvación de nuestras almas.

La luz visible de nuestro mundo natural es el sol, así también, el sol de justicia, nuestro Señor y Salvador Jesucristo ilumina nuestras vidas espirituales. Malaquías 4:2.

Cuando la luz del sol de justicia ilumina nuestros corazones, no hay oscuridad ni pecado que no se disipe, que no sea echado por completo fuer, y, además, al igual que como columna de fuego, la luz del Señor guio al pueblo de Israel a la tierra prometida, la luz de Cristo es la que nos guarda y nos guía hasta el final, nos asegura nuestra permanencia en los caminos del Señor. Salmo 119.105.

Por eso Jesús añade el que me sigue NO andará en tinieblas. Es una contradicción decir que creemos en Cristo y le seguimos y al mismo tiempo vivir pecando continua y descaradamente, nosotros como hijos de luz, no andamos en tinieblas, eso no significa que nunca más volvemos a cometer ningún pecado, lo cual mientras estemos en la carne es imposible, significa que el pecar ya no es un habito o una práctica común para nosotros. 1ª Juan 3:8.

Seguir la luz o sea a Cristo significa confiar por completo en Él y obedecerle por amor, no está permitido que nosotros tracemos nuestro propio camino, hemos de seguir la columna de fuego todo el tiempo. Hebreos 10.20.
Pero no es todo, Jesús continua y dice que el que lo sigue tendrá la luz de la vida o luz viva que es el hebraísmo correcto de esta frase.

La luz viva se refiere al fuego encendido en el templo y en la actualidad en algunas sinagogas, encima del arca y que nunca se apaga, arde, está viva de día y de noche y representa a constante e inamovible presencia de DIOS y la fe eterna y firme en Él.

Pero, además, los mismos rabinos llamaban al futuro Mesías Luz e Iluminador, de acuerdo con Isaías 9:2; 42:6; 49:6; Daniel 2:22.

Podemos entender, siendo Cristocéntricos, que las palabras de Jesús apuntaban a su presencia permanente en nosotros, al seguirle, al confiar en él, cuando DIOS nos hizo nacer de nuevo por su gracia, se aseguró de mantenernos siempre cerca de él, esto fue dándonos esa luz viva, siempre ardiendo en nuestro interior, nuestro corazón siempre va a anhelar a Cristo ahora que somos hijos de DIOS.

Podemos concluir que esta corta pero maravillosa frase de Jesús, contiene el evangelio:

·         El mundo, es decir todos los seres humanos, por ser pecadores estamos en tinieblas, tenemos oscuridad en el alma.
·         No hay forma de alumbrarnos nosotros mismos.
·         Solo Jesús, la luz verdadera, alumbra los corazones y disipa las tinieblas del pecado que hay en nosotros volviéndolas luz.
·         Esa luz no solo nos salva, también nos guía, como la columna guio al pueblo de Israel por el desierto, nosotros somos guiados en el Camino de Cristo por medio de la luz de la Escritura.
·         Esa luz, es la luz viva, que arde eternamente, nunca se apagará, garantizando nuestra permanencia en DIOS por medio de Cristo.

Esa luz es la que nos ha guiado como ICRE durante estos 3 años, y es en la que confiamos que nos guiará muchos años más.

domingo, 21 de enero de 2018

El Evangelio De Juan 59: Vete Y No Peques Más. Juan 8:6-11.



El relato que estamos estudiando en el octavo capítulo de este evangelio nos narra la historia, de una mujer que casada sostuvo relaciones sexuales con un hombre que no era su esposo, en otras palabras, fue hallada cometiendo el acto mismo del adulterio.

La semana pasada vimos los 3 tipos de adulterio que encontramos en las Escrituras:

·         El adulterio carnal.
·         El adulterio con el mundo.
·         El adulterio espiritual.

El día de hoy veremos la respuesta que le da Jesús a los líderes religiosos de Jerusalén, que, con tal de encontrar un fallo, una excusa para hacerle caer, llevaron únicamente a la mujer a donde Jesús estaba enseñando, a la mitad del patio, en el templo para ver qué haría Jesús ante tal situación.

Ellos pensaban, si la perdona, lo acusaremos de quebrantar la ley de Moisés, si la condena, podemos ir con las autoridades romanas y acusarle de insurrección y también podemos acusarle frente al pueblo de ya no ser más su amigo, pues ahora condena a muerte a los pecadores.

Pero no estaban preparados para la gran respuesta que el Señor y la lección de vida que les dio en tan solo unas cuantas palabras, pero antes nos dice algo la segunda mitad del verso 6: Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.



Juan nos relata que Jesús escucho las acusaciones de los líderes religiosos y sin mediar palabra con ellos o con la mujer adúltera, se agacho (Ya estaba sentado) y comenzó a escribir con su dedo en el suelo.

¿Qué escribía en el suelo? Se han dado varías teorías:

a)     Los nombres y pecados de los que acusaban a la mujer.
b)     Una palabra de advertencia contra los escribas y fariseos.
c)      Solo garabatos, pues no sabía que decir.
d)     Garabatos para mostrar su desdén a casos como este.

La más probable es esta última opción, pero previamente ya habíamos aclarado, que no es prudente hablar donde la biblia calla, si El Espíritu Santo no inspiró a Juan para decirnos que era exactamente lo que el Señor escribía, lo mejor es no conjeturar nada para evitar caer en interpretaciones privadas y herejías posteriormente.

Al Señor no le ha placido decirnos si Jesús escribió o dibujó algo o para quien lo hizo, sin embargo, por medio del contexto si podemos saber por qué actuó de esa forma.

Ya anteriormente hemos hablado acerca de la profundidad de la depravación del ser humano, y en este pasaje encontramos muestras muy claras de esa gran depravación, no tanto en la mujer pecadora en sí, sino más bien en los nefastos líderes religiosos, perversos y engreídos, cuyo corazón maquinaba toda clase de homicidios, contra la mujer y contra el Señor Jesús, tan malvados que, sin mostrar el menor rastro de misericordia, solo utilizaron a la pobre mujer para lograr sus fines.

Es por eso que Jesús, conmovido por la abierta dureza de corazón de los escribas y fariseos, permaneció en silencio por un buen momento, si escribía, dibujaba o garabateaba es lo de menos, lo importante es la actitud de guardar silencio, pues fue algo más impactante y elocuente que el contender con palabras contra los endurecidos corazones, muy semejante a lo sucedido en Apocalipsis 8:1.

El silencio es símbolo, en ambos pasajes de expectativa a lo que está por suceder, eso es precisamente lo que Jesús estaba haciendo al agacharse a escribir en el suelo y no decir nada, estaba creando expectativa, tanto en el corazón de los líderes religiosos, como en la multitud que lo miraba fijamente para ver qué haría y también en el corazón de la pobre mujer pecadora.

En los siguientes dos versículos vemos la magistral respuesta del Señor Jesús: 7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

No entendieron el silencio del Señor Jesús, por ello es que dice Juan que insistían en preguntarle, le importunaban una y otra vez:

¿Qué hacemos con ella?  ¿La apedreamos aquí o a las afueras? ¿La dejamos ir sin castigo a su pecado? ¿Qué dices Jesús? Fueron las preguntas que una y otra vez lanzaron.

No nos sorprendamos de estos hombres, pues también nosotros, y no pocas veces estoy seguro, hemos caído en la impaciencia, y el problema con caer en ella no es que vayamos una y otra vez al trono de la gracia a rogar a DIOS por un asunto, tal como la viuda en la parábola de Lucas 18, sino al contrario, por no entender el silencio que muchas veces hace el Señor en nuestras vidas, actuamos alocadamente, como si no fuéramos sus hijos.

Hemos olvidado muchas veces que el hecho de que no podamos escuchar, ver, sentir a DIOS trabajando en nuestras vidas, NO significa que no esté ahí, no significa que se alejó, no significa que ya no le importamos, no significa que se olvidó de nosotros, simplemente, es tiempo de entender el silencio y ejercitar la fe. Hebreos 11:6.

Siempre habrá momentos en nuestras vidas en las que DIOS parecerá distante, esto está escrito en nuestro mapa de la predestinación: aunque ande en valle de sombra de muerte…Salmo 23:4.

Pero no olvidemos que el resto de este verso cita: no temeré mal alguno porque TU ESTARÁS CONMIGO, cuando DIOS a propósito nos haga pasar por el silencio, aprovechemos y vayamos más profundo con él, perfecciones nuestro carácter, nuestra paciencia, nuestra confianza y nuestra fe en Él.

Estos incircuncisos de corazón no entendían nada, así que le insistieron, hasta que el Señor se enderezó y les dijo una de sus frases más citada fuera de contexto: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Hace poco entendimos lo que es tener discernimiento o juzgar con justo juicio y no según las apariencias, y nada tiene que ver con esta frase, pues no pocos la sacan de contexto para o bien abusar de su posición en la iglesia y hacer lo que se les da la gana o bien para pecar deliberadamente sin que haya quien les ponga un alto.

En la primera razón nos adentramos en la enseñanza del justo juicio, la segunda razón, el usar esta frase para cometer pecados desvergonzadamente, me he encontrado muchas veces personas, que queriendo justificar su mal caminar, se escudan en esta frase del Señor, la sacan de su contexto y la aplican a su conveniencia, junto con la frase saca la viga de tu ojo.

Jesús no nos está dando un permiso para pecar sin que nadie se meta en nuestras vidas, eso tenlo por seguro, él se puso de pie (para darle aún más peso a sus palabras). No rebajó las demandas de la ley ni excusó el pecado de la mujer; ni siquiera rebajó la pena de lapidación conmutándola por otra más suave, pero les mostró que ellos no eran testigos competentes para ejecutar la sentencia, pues habían incurrido en el mismo pecado del que acusaban a la mujer: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Junto con la frase de sacar la viga de tu propio ojo, el Señor se estaba señalando en contra de la descarada hipocresía. Romanos 2:1.

Siempre que hallemos faltas en otros, debemos reflexionar y ser más severos con relación a nuestros pecados que contra los ajenos, principalmente porque conocemos los motivos y circunstancias de los nuestros, mientras que desconocemos las intenciones y circunstancias de los demás. La perversidad del corazón de estos acusadores era muchas veces mayor que el pecado carnal de aquella mujer.

Hoy una frase más, muy utilizada para cometer todo tipo de excesos, aunque esta no es bíblica, muchos dicen: Solo DIOS puede juzgarme, ¿Eso no los llena de temor? La biblia dice que dura cosa es caer en manos de un DIOS vivo, tengamos cuidado de querer escudar nuestro pecaminoso andar bajo falsa espiritualidad.

Una vez que pronunció la inesperada sentencia, Jesús inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Como si dijese: ¡Ahí queda eso! Ahora, hagan lo que mejor les parezca, pero, ¿Se atreverán a apedrearla siendo ustedes peores que ella?
Los escribas y fariseos quedaron como fulminados por las palabras de Jesús, así que dejaron de perseguir al Señor al que querían tentar, y de molestar a la mujer, a la que ya no se atrevieron a acusar. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

A estos perversos les amedrentó la denuncia que les hizo ante la conciencia de ellos, tenían temor de que se hicieran públicos sus pecados más privados, pues al levantar la primera piedra estarían diciendo a los presentes: mis intenciones y mi vida con puros y sin pecado, lo cual era absolutamente falso, el único que se atrevió a que le descubrieran un solo pecado fue el Señor Jesús, porque Él nunca cometió una sola falla delante de DIOS.

Esto no quiere decir que estos escribas y fariseos quedasen sinceramente avergonzados de sus pecados; el texto no da motivo alguno para pensar así. Al marcharse rápidamente, mostraban que no les agradaba permanecer por más tiempo con la conciencia descubierta. Si hubiesen estado en buena disposición, habrían permitido que quien les había abierto la herida, sacara la ponzoña y sanara lo que estaba enfermo.

Lo de comenzando desde los más viejos hasta los últimos no necesariamente hay que interpretarlo—según hacen muchos—como si los más viejos tuviesen conciencia de haber cometido mayor número de pecados que los otros, sino que tenían mayor astucia para comprender que no les quedaba más remedio que salir cuanto antes para evitar el ridículo. El hecho de que saliesen uno por uno también da a entender que no querían salir todos a la vez, para disimular así mejor la derrota que habían sufrido.

Cuando, por fin los malvados de corazón abandonaron la escena, quedaron solo el Señor Jesús y la mujer pecadora. 10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

Este tipo de preguntas se conoce como preguntas retoricas, por supuesto que sabía la situación perfectamente, no solo por su Omnisciencia, estaba ahí, vio todo lo que sucedió, es un tipo de pregunta parecida a la hecha a Adán en el huerto del Edén después de pecar. Génesis 3:9-11.

Las preguntas retoricas son solamente un recurso expresivo, una forma de reforzar el propio punto de vista, en el caso de Adán, que se descubriera su falta, en el caso de la mujer que se diera cuenta de la misericordia recibida, en el corazón de esta mujer quedó aún más grabado el favor recibido.

La mujer no trató de escapar, como lo habían hecho los enemigos de Jesús, sino que se quedó delante del Juez ante quien la habían presentado; sólo quedaban al rededor, pero algo más lejos, los que habían venido a escuchar las enseñanzas de Jesús.

Es maravilloso observar en este pasaje que quienes son llevados ante el tribunal del Señor, nunca tendrán ocasión ni necesidad de apelar a un tribunal superior. ¿Quién más grande en amor, gracia y misericordia que Jesús en persona para ser el juez de esta mujer?

¿Quién mejor para ser también nuestro Juez? Cristo no tenía pecado y, por tanto, estaba en condiciones de arrojar el primero la piedra; pero, aunque nadie hay tan severo como Él contra el pecado, al mismo tiempo, no hay nadie tan misericordioso como Él hacia el pecador, pues es tardo para la ira, y grande en misericordia.

Vemos que la mujer le responde: 11 Ella dijo: Ninguno, Señor.

Se dirige a Jesús con todo respeto, llamándole Señor, del griego Kurios y que era una forma de demostrar reverencia y profundo respeto a alguien.  

Notemos también que, al verse libre de la acusación de los escribas y fariseos, no se alegra por la derrota de éstos ni les insulta en su retirada, sino que se limita a contestar humilde y concisamente sobre lo que sólo a ella le concernía. Los verdaderos arrepentidos tienen bastante con dar a Dios cuenta de sí mismos, y no se ocupan en declarar los pecados ajenos.

¿Quieres saber que tal anda tu corazón? Examínate a ti mismo y responde con toda sinceridad: ¿Qué piensas de los demás? ¿En específico de aquellos con los que tienes diferencias? ¿Cuál es tu deseo a sus vidas? ¿te alegran sus desgracias u oras por ellos?

Un corazón que entiende el perdón que ha recibido, es un corazón que perdona de igual manera, la actitud de esta mujer es el mejor ejemplo de ello.

Así que la prisionera es descargada con las palabras del Juez: Tampoco yo te condeno; vete y no peques ya más.

Esta mujer pecadora queda descargada de la pena temporal, pues Jesús viene a decirle: Si ellos no te condenan a ser apedreada, tampoco yo te condeno. Cristo no quería condenar a esta mujer a la pena capital. Porque no era ése su trabajo, vino a salvar no a condenar a los pecadores y porque los que la habían demandado eran más culpables que ella y habían desistido de proseguir el proceso.

Pero además quedó descargada de la condenación eterna. Porque, al decirle Cristo: Tampoco yo te condeno, equivalía a decirle: Yo te perdono, puesto que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados. Mateo 9:6.

Como conocía el interior del corazón, sabía que la mujer estaba arrepentida sinceramente y, por eso, le dirigió estas consoladoras palabras. Como observa Agustín de Hipona, Jesús no le dijo a esta mujer: Vete y haz lo que quieras, sino: Vete y no peques más. Romanos 6:1 y 15.

Hay una postura frente al perdón, la misericordia y la gracia de DIOS, que los seres humanos llegamos a tomar, se le conoce como Antinomianismo o libertinaje, es tomar la ley, los mandamientos, de DIOS y pasarlos por alto bajo el supuesto de que somos perdonados y vivimos bajo la gracia, y aunque muchos no se apeguen doctrinalmente a esta herejía, en la práctica si lo hacen.

Toman el perdón y la gracia divina, y como dice el apóstol Pablo, viven en pecados constantes, continuamente ofenden a DIOS al desobedecer su ley, pues creen que ya no tienen por qué hacerlo, ya no están en condenación. Romanos 8:1.

También es conocida como liberalismo: puedes hacer lo que quieras al cabo eres salvo siempre salvo, lo cual NO es bíblico.

Los libertinos, son aquellos de los que hablamos la semana pasada, que adulteran con el mundo, le coquetean, son como el mundo es, pero se creen cristianos genuinos, lo cual a la luz de la Escritura es falso. 1ª Juan 2:15-17.

Estamos llamados, como la mujer pecadora, a obedecer a DIOS, a no seguir pecando después de recibir el perdón divino, no podemos afirmar ser de Cristo, sus hijos, sus seguidores, sus esclavos, si seguimos pecando deliberadamente, sino hay evidencia, si no damos fruto, poco a poco, pero palpable de que escuchamos la misma sentencia: ni yo te condeno, vete y no peques más.

Recordemos que todo se reduce a como es el árbol son las ramas, el árbol es Cristo, él es la vid, nosotros somos ramas, pámpanos, la unica forma de dar fruto, de perseverar firmes en su perdón y obedecer de corazón, no es esforzándonos, es permaneciendo en Cristo, descansando en él, buscándole a él y solo a él, no estamos en condenación, entonces, permanezcamos en Cristo y no pequemos más.

Un Dios Santo 11: Contender con Dios Parte 1. Habacuc 1:2-4.

La máxima expresión de la ira y la justicia de Dios se pueden ver en la cruz del calvario, es ahí donde la justicia santa de Dios se hace ...