Este es el comienzo del tercer bloque de nuestro
estudio de cristología bíblica y se titula los oficios de Jesucristo, este
bloque para su mejor comprensión se fundamenta en los dos bloques previos, la
persona y los estados de nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué son los oficios?
¿Cuántos son?
¿Cómo los desarrolla Cristo?
¿Qué importancia tienen estos oficios?
¿Cuál es la posición de la iglesia histórica frente a
este tema?
¿Cómo nos influencian a nosotros los hijos de DIOS?
Son solo algunas de las preguntas que serán contestadas
a lo largo de las siguientes semanas en este último bloque de cristología.
En el antiguo testamento se ungían a tres tipos de
personas:
·
Reyes.
1ª Samuel 16:1, 12.
·
Profetas.
1ª Reyes 19:16.
·
Sacerdotes.
Éxodo 40:13.
El Ungido, del hebreo massiaj y del griego christos,
es nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de ahí deriva como lo vimos al
principio de esta serie de enseñanzas su título más conocido en el mundo: Cristo.
Se les conoce como oficios pues son los cargos,
labores o funciones que ejerce nuestro Señor y la palabra oficio es sinónimo de
estas tres, así el Señor tiene el cargo de Rey, la función de Sacerdote y la
labor de Profeta.
Aunque algunos de los primitivos Padres de la Iglesia
hablaron de los diferentes oficios de Cristo, Calvino fue el primero en
reconocer la importancia de distinguir los tres oficios del Mediador llamando
la atención a este asunto en un capítulo completo de sus Institutos.
Entre los luteranos Gerhard fue el primero en
desarrollar la doctrina de los tres oficios, Quenstedt consideró la triple distinción,
más bien, como carente de significado y llamó la atención al hecho de que
algunos teólogos luteranos distinguían únicamente dos oficios, combinando el
profético con el sacerdotal.
Desde los días de la Reforma la distinción se adoptó casi
de modo general como una enseñanza común de la teología, aunque no hubo acuerdo
general en cuanto a la importancia relativa de los oficios, ni en cuanto a su
interrelación. Algunos colocaron el oficio profético en la mayor prominencia,
en tanto que otros hicieron esto con el sacerdotal, y otros más con el real.
Hubo quienes les aplicaron la idea de una sucesión
cronológica pensando que Cristo actuó
como profeta durante su ministerio público sobre la
tierra; que actuó como sacerdote en sus últimos sufrimientos y muerte en la
cruz, y como rey, ahora que está sentado a la diestra de Dios. No obstante,
otros correctamente insistieron en el hecho de que Él debe ser considerado en
funciones de su triple capacidad tanto en su estado de humillación como en el de
exaltación.
Los socinianos reconocieron en verdad sólo dos
oficios: Cristo funcionó como profeta en la tierra, y funciona como rey en el
cielo. Aunque hablaron de Cristo como sacerdote, clasificaron su obra
sacerdotal bajo la real y, por tanto, no reconocieron su sacerdocio terrenal.
Distinción de los
oficios.
La distinción de los tres oficios de Cristo es valiosa
y debe conservarse, a pesar del hecho
de que, como lo iremos notando, a veces es difícil
ligarlos con sus dos estados y comprenderlos a fondo de manera correcta.
El hecho de que Cristo fue ungido para un oficio
triple encuentra su explicación en el hecho de que el hombre fue planeado desde
el principio para este triple oficio y trabajo. Según fue creado por Dios, el
hombre era profeta, sacerdote y rey, y como tal fue capacitado con conocimiento
y entendimiento, con justicia y santidad, y con dominio sobre la baja creación.
El pecado afectó a toda la vida del hombre y se manifestó
no sólo como ignorancia, ceguedad, error y mentira, sino también como injusticia,
culpa, y corrupción moral, y además de eso, como miseria, muerte y destrucción.
De aquí que se hiciera necesario que Cristo como
nuestro Mediador fuera profeta, sacerdote y rey. Como profeta presenta a Dios
ante el hombre; como sacerdote presenta al hombre en la presencia de Dios; y
como rey ejerce su dominio, y restaura el dominio original del hombre.
El racionalismo reconoce únicamente al oficio profético
de Cristo; el misticismo tan sólo su oficio sacerdotal; y el quilianismo
(creyentes en el milenio literal y glorioso) pone un énfasis unilateral sobre
su futuro oficio real, una comprensión bíblica ha de ser integral, es decir
reconoce sus tres oficios: Rey, Sacerdote y Profeta.
La biblia le llama a Cristo el Postrer Adán en 1ª Corintios
15:45. Esto es así, porque al igual que Adán, Cristo también funge en los
tres oficios:
·
Adán fue investido a la imagen de DIOS con
conocimientos de él: profeta.
·
Fue investido de santidad: sacerdote.
·
Le fue dado dominio: Rey.
Pero el pecado introdujo esclavitud a la ignorancia, a
la iniquidad y a la miseria, de ahí el hecho de que hacía falta que nuestro
Mediador fuera un profeta, rey y sacerdote.
Es otro motivo más por el cual vemos que la salvación
proviene solamente del Señor y es exclusivamente en Cristo. Jonás 2.9.
·
Mateo
17.5. Profeta.
Aquellos que somos salvos entonces entendemos que es
totalmente necesarios escuchar a Cristo, creer en él y su palabra: le
reconocemos como profeta.
·
Hebreos
4.14-15. Sacerdote.
De igual manera creemos que DIOS nos ha salvado por
medio del sacrificio del Gran Sumo Sacerdote, y que el fruto de ese sacrifico
en la cruz del calvario es aplicado a cada uno de nosotros.
·
Mateo
7:24. Rey.
También creemos en Cristo como nuestro Señor, eso
significa que estamos dispuestos a obedecerle y seguirlo hasta la muerte si es
necesario.
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