El profeta básicamente es un comunicador del mensaje
divino, Cristo, es el profeta por
excelencia, y al igual que los profetas del antiguo Testamento, también tiene
un mensaje que comunicarnos de parte del Padre.
Hemos de dejar clara la distinción entre el mensaje de Jesucristo y el mensaje sobre Jesucristo, pues una cosa es lo
que Jesucristo vino a decirnos de parte del Padre y otra muy distinta lo que
los escritores del Nuevo Testamento nos dicen acerca de la Persona de Cristo,
el mensaje de Jesucristo nos describe
la soteriología, el mensaje sobre Jesucristo nos describe la Cristología.
El mensaje de
Jesucristo es el evangelio, la buena noticia.
Evangelio es la palabra griega que significa buena
nueva o buena noticia, esta buena noticia la resumimos de la siguiente manera: DIOS esta, en Cristo y por Cristo, favorable
hacia el mundo, dispuesto a perdonar y a dar salvación total y vida eterna, a
todo el que, convencido de su necesidad y de su impotencia total, acuda a
recibir por fe y solo por gracia, el perdón y la vida eterna, el poder y la libertad,
que el sacrificio y la sangre preciosa de Jesucristo nos ha comprado en la cruz
del calvario, de una vez por todas y sin temor de perder jamás tan preciosas
dádivas.
Como podemos entender, esta definición engloba los
elementos del mensaje de Jesucristo y del mensaje paulino acerca de la
salvación, pero la base la encontramos en los evangelios, especialmente en
Lucas y Juan, como nuestro estudio es de cristología yno de soteriología, nos
limitaremos a describir los 3 aspectos fundamentales del mensaje de Jesucristo:
reconciliación, liberación y discipulado.
I.
El
mensaje de Jesucristo es un mensaje de reconciliación con DIOS.
El primer sermón público de Jesucristo lo encontramos
en Marcos 1.15 El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio. De aquí se desprenden 4
frases que nos muestran el mensaje de reconciliación.
a) El tiempo se ha cumplido. No
se refiere al tiempo natural o khronos, se
está refiriendo al kairos o sea a la
gran oportunidad que DIOS ofrece para la salvación con la llegada del Mesías.
Esta
oportunidad ha llegado, como reloj de arena que termina de vaciarse, así
también se ha cumplido el tiempo, como lo dice Pablo en Gálatas 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió
a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. El tiempo se cumplió ya, por
eso es que ahora estamos en los postreros
días no sin olvidar que aún falta el día del Señor (Su retorno futuro en
Gloria).
En
la clase: La plenitud de los tiempos, entendimos
que DIOS a propósito hizo esperar la redención para que pudiéramos ver la
gravedad de la depravación humana y nuestra incapacidad para salvarnos.
b) El reino de DIOS. Se refiere aquí a la
libre y amorosa iniciativa de parte de DIOS de salvar a los hombres, concuerda
con Mateo 12:28 y Lucas 17:21. El
reino se acercó al estar EL REY MISMO EN PERSONA que vino a buscar y salvar lo
que se había perdido.
c) Arrepentimiento. Como condición para
entrar en el reino, Jesús pone en primer lugar el arrepentimiento, metanoia: cambio de rumbo, de propósito y de
mentalidad.
d) Creer en el evangelio. Creer,
o tener fe es:
i.
Conocimiento. Del latín Notitia:
saber. En este caso saber que el evangelio es el mensaje de DIOS en
Jesucristo.
ii.
Asentir. Del latín Assensus. Afirmar. En este caso afirmar con convicción que Cristo
salva.
iii.
Confianza. Del latín fiducia. En este caso confianza de ser hijo de DIOS.
Implica
entrega total a Aquel que viene a salvarnos, y que se le recibe como como
Salvador y Soberano Señor.
II.
El
mensaje de Cristo es un mensaje de liberación.
La libertad es la facultad de poder elegir lo que es
más conveniente sin interferencias internas o externas, el ser humano caído ha
sido esclavo no solo del diablo y del pecado, también de la miseria y la
ignorancia, por lo tanto, era necesario un mensaje de libertad traído por el
libertador mismo. Mateo 12:28-29.
Para mostrar que es el mesías, Jesús proclamo en la
sinagoga al profeta Isaías en Lucas 4:18-19.
Se refiere al gran jubileo de DIOS, en que se perdonan todas las deudas, en
el que se recuperan las propiedades y en el que caen todas las cadenas, en
pocas palabras, un mensaje de libertad.
Jesús expone claramente los aspectos de dicha
liberación:
·
De
la ceguera espiritual. Juan 8.12. Juan 9:39-41.
·
Del
pecado. Juan 8:32-34.
·
Del
temor de la muerte. Juan 11.25.
·
De
la intranquilidad. Juan 14:27.
·
Del
pesar. Juan 15:11.
·
De
la insatisfacción. Juan 16.24.
·
De
la preocupación pasajera. Mateo 6:33-34.
·
De
la aflicción por la persecución. Juan 16:33. Mateo 5:11-12.
III.
El
mensaje de Cristo es un mensaje de discipulado.
Es aquí donde nos damos cuenta que el cristianismo
bíblico es ante todo seguir fielmente a
Cristo, porque si Cristo es el Señor Soberano de nuestras vidas entonces
nuestras vidas deben de ser vidas de
obediencia a Él. Lucas 9:23-24.
Los verdaderos hijos de DIOS, tarde o
temprano tendrán el deseo de ser discipulados, enseñados, corregidos, es algo
que viene constituido en nosotros de parte de DIOS al nacer de nuevo, y vamos a
abrazar la verdad con amor, y solo los genuinos hijos de DIOS son capaces de
escuchar la verdad: Juan 8:31-47.
Los requisitos para el discipulado son dos:
·
Negarse
a sí mismo. Esto solo se logra cuando nosotros entendemos no solo
en nuestras mentes sino en nuestros corazones que no se trata de mí, de mis
deseos, de mi vida, se trata única y exclusivamente de Cristo, su causa, su
evangelio y su reino.
·
Llevar
su cruz. Esta parte ha sido mal entendida muchas veces y se ha
llegado a creer que llevar la cruz es sufrir alguna enfermedad o penalidad por
causa de Cristo.
Llevar
la cruz es aceptar el Señorío de Cristo de forma voluntaria, es aceptar su
buena, agradable y perfecta voluntad, renunciando a nuestra propia vida, es
entender que cueste lo que cueste, es preferible estar con Cristo por sobre
todas las circunstancias.
Es ahora entendible porque a los primeros seguidores
de Cristo se les llamó primero discípulos y después cristianos, hoy en día es
cristiano hasta un ateo que hace cosas buenas (según Francisco I).
Como podemos darnos cuenta, el mensaje de Jesucristo
en su oficio como profeta es decir comunicador del consejo divino NADA tiene
que ver con los falsos evangelios de la actualidad.
Donde las promesas de bendiciones, prosperidad, dones,
milagros y de riquezas materiales han usurpado el verdadero mensaje de Cristo: reconciliación, liberación y discipulado.
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