La soteriología es el estudio bíblico y sistemático
acerca de nuestra salvación, incluye desde el decreto divino hasta la
glorificación, en esas etapas encontramos, la elección, la justificación, la
santificación, etc. Una de esas etapas se encuentra la preservación divina de
los creyentes, que nosotros conocimos como perseverancia de los santos.
Esta es una de las verdades más consoladores que
podemos encontrar en las Sagradas Escrituras, y los reformadores del siglo XVI
tuvieron mucho cuidado de darle su debida importancia.
El Verdadero
Creyente En Cristo Está Seguro En DIOS De Su Salvación Hasta El Final.
No importan las situaciones que se tengan que
enfrentar en nuestras vidas, estamos seguros de nuestra salvación siempre. ¿En
que se basa esta gran seguridad? Antes de sentar las bases (algunas de las
cuales ya hemos abordado en temas anteriores) veremos brevemente la historia
tan controversial de esta verdad doctrinal.
A.
Evolución
Histórica Del Concepto De La Perseverancia.
a.
En temprana época del cristianismo, con los primeros
padres de la iglesia, se dio mucha influencia moralista, poco después el
movimiento monástico que hacia gran énfasis en la austeridad personal hizo lo
propio para que se empezara a dar la idea de la salvación por obras, todo esto
desembocó en el Pelagianismo, doctrina
que ya estudiamos y que dice que nuestra salvación está en nuestras manos conservarla o perderla.
b.
Agustín
de Hipona, a quien acertadamente llamaban el doctor de la gracia, restableció la doctrina de la
predestinación y la perseverancia final de los elegidos, aunque tuvo serias
equivocaciones al decir que la justificación se puede perder por los pecados mortales, sin embargo, sostenía
que los elegidos podían ser restablecidos a la gracia y por consecuencia volver
a ser preservados hasta el final.
c.
La
ICAR niega rotundamente la perseverancia final de los
creyentes, sobre la base de que los justificados pueden perderse por un solo
pecado mortal (tomaron conceptos aislados de Agustín), aunque de hecho no
tienen por segura la justificación de los santos, por lo tanto, según ellos, la
salvación y su preservación debe ser merecida y conservada por dos medios: los
sacramentos y las buenas obras, es una mezcla de semipelagianismo y arminianismo.
d.
La
Reforma restableció la doctrina bíblica de la seguridad divina
de los verdaderos creyentes, sin embargo, Lutero y los luteranos por extensión,
hacían énfasis en la fe del creyente como soporte de la justificación haciendo
depender la perseverancia de la salvación de la fortaleza de la fe, de modo que
la justificación y la salvación por consecuencia se pueden perder por el pecado
de la apostasía o incredulidad final.
Calvino por su parte, con un correcto concepto de la justificación,
no por la fe, sino por la gracia por
medio de la fe, mantuvo el concepto bíblico dela preservación divina de los
creyentes, basada no en la cambiante y fluctuante fidelidad de los creyentes
sino en la inmutable elección divina.
e.
Años
posteriores al a reforma, Jacobo Arminio,
confundido ante ciertos pasajes de la Escritura, afirmó que, aunque él no se
atrevía a negar que un verdadero creyente tenia seguridad en su salvación, al
mismo tiempo, sin embargo, encontraba ciertos textos que le daban la impresión
contraria. Sus discípulos si se atrevieron a dar el paso y han afirmado que la
perseverancia y salvación final dependen del libre albedrío si decide creer y permanecer en el evangelio.
f.
El
sínodo de Dort en 1609 reafirmo la oposición calvinista frente al
arminianismo, declarando que a pesar de la debilidad pecaminosa de los
creyentes DIOS que es rico en
misericordia, conforme a su inmutable propósito y plan de salvación, NO
retira totalmente de su pueblo al Espíritu Santo, aún en medio de graves
caídas, ni tampoco permite que vayan tan lejos como para perder la gracia de la
adopción y caer del estado de justificación.
B.
¿Perseverancia
O Preservación?
El hecho de que los
verdaderos creyentes que han
nacido de nuevo a la vida eterna tengan asegurada la salvación final depende
totalmente de la preservación divina la cual es la acción continua del Espíritu
Santo en el corazón de los creyentes estimulándolos a seguir en santidad, esta
obra de la gracia lleva al cristiano a feliz término de su vida terrenal.
Esta preservación permanente de parte de DIOS tiene su
contraparte en el creyente de perseverar hasta el final, pero esta preservación
no es algo propio que haya nacido en él, sino que es la reacción propia de la preservación
divina.
C.
¿Qué
Dice La Escritura Al Respecto?
En Nuevo Testamento ofrece suficientes pruebas de que
DIOS no abandona para siempre a los que son suyos:
a.
Juan
10: 27-29. Aquí vemos que son las verdaderas ovejas de Cristo las
que están firmemente en las manos del Padre y del Señor Jesucristo y que nada
ni nadie las puede arrancar de allí.
b.
Romanos
8.35-39. Nuestra salvación no depende de nuestro amor por DIOS
sino del amor de DIOS por nosotros.
c.
Romanos
11:29. Dios nunca retira el don de su gracia su elección es
irrevocable.
d.
Filipenses
1:6. El apóstol Pablo expresa su confianza y seguridad en
que DIOS termine la obra que ha comenzado en nosotros.
e.
2ª
Tesalonicenses 3:3. Nuevamente el apóstol Pablo confirma la fidelidad de
DIOS.
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