Estudiando Pneumatologia nos damos cuenta que el Espíritu Santo
obra en su iglesia de manera palpable, no nos referimos a situaciones como la
regeneración, dotarnos de fe, la adopción, la justificación, la santificación,
etc. que son obras también del Espíritu Santo, pero que son más intangibles por
sí mismas, aunque tampoco nos referimos a situaciones como el caerse de
espaldas, llorar incontrolablemente, caer polvo de oro, supuestas sanidades,
profecías, etc.
Lo que estamos estudiando es precisamente, la obra del Espíritu en
una iglesia, esa obra tangible, que todos podemos notar a primera instancia, y
que nos da pie para saber si en realidad el Espíritu está presente o son sólo
falsificaciones humanas o hasta demoníacas.
¿Cómo saber si una obra es genuina del Espíritu Santo o no? La
misma Palabra se convierte en nuestra guía a seguir en estos casos, en 1ª Juan 4:1-8 encontramos la más fiel
guía para estos casos, son de acuerdo a la palabra 5 las pruebas de
autenticidad, las primeras cuatro son:
·
Debe de llevarnos a Cristo.
·
Debe de llevarnos a las Escrituras.
·
Debe de oponerse a lo mundano.
·
Debe
·
·
de
comprometerse con la sana doctrina.
La quinta y última prueba conforme a la escritura es que:
Debe
De Producir Amor Por DIOS Y Por Los Demás. 1ª Juan 4:7-8.
Otro ejemplo lo tenemos cuando el apóstol Pablo le escribe su
primera carta a la iglesia de Corinto, entre los capítulos 12 y 14 que son los que más luz arrojan en todo
el nuevo testamento acerca de los dones y el mover del Espíritu Santo, DIOS lo
lleva a escribir acerca de un camino
mejor: el amor. 1ª Corintios 12:31 y
13:1-2.
El
Amor Es Parte Del Fruto Del Espíritu No Es Un Don, Y Jesús Dijo Que Por El
Fruto Seremos Conocidos No Por Los Dones.
La verdadera obra del
Espíritu Santo debe en primer lugar producir en nosotros amor por DIOS y la
adoración es una expresión de amor hacia DIOS, y por lo tanto involucra tanto
los sentimientos como el intelecto, el decir que debemos de hacer a un lado
nuestra razón cuando vamos a adorar a DIOS es falso y anti bíblico: Mateo 22:37-38.
Sin embargo no debemos jamás confundir la adoración de manera
bíblica con la mera expresión emocional que se da en algunos cultos
contemporáneos, la adoración debe de llevar de la mano siempre obediencia a DIOS
de lo contrario no es adoración: Juan
14:15.
Hoy en día en muchas iglesias se promueve solo la emoción, y la
gente sale de las congregaciones pensando o sintiéndose más espiritual porque sus
emociones se incrementaron durante el culto, pero al salir de la congregación
se vuelven al molde del mundo, no controlan sus lenguas (aunque en la iglesia
hablaron en lenguas) tienen problemas en el trabajo, con los vecinos, son
adúlteros, fornicarios, etc.
Una
Adoración Que Solo Involucra Los Sentimientos Pero Que No Involucra La Voluntad
En Obediencia Solo Es Una Adoración Superficial.
Muchos ministerios modernos están más interesados en el juego de
luces, el equipo de audio de vanguardia, en músicos (no ministros) excelentes y
en que las emociones sean manipuladas a su máxima expresión y a eso le llaman
adoración, hay algunos que hasta se atreven a decirte durante el culto que “desconectes tu intelecto” que no
trates de racionalizarlo todo que ese es un espíritu
griego o de la razón, cómo si nosotros pudiéramos frenar el mover del Espíritu al
usar nuestro pensamiento.
Amar y obedecer a DIOS es algo inseparable, pues no solo es
emocional, debe de ser con nuestras convicciones, y nosotros le amamos porque
Él nos amó primero: 1ª Juan 4:19.
Muchos ministerios afirman que sí promueven el amor a DIOS, sin
embargo, lo hacen a la misma forma que algunos padres promueven el amor en los
niños por los reyes magos: solo por lo que les dan.
El amor que le tenemos a DIOS es por quién en él, no por lo que
nos da, ya dio todo lo que necesitábamos al enviar a Cristo a morir en nuestro
lugar, lo demás que nos llegare a dar solo es gracia sobre gracia, sin embargo
el amor de un cristiano maduro debe de llegar a ser totalmente desinteresado de
sus bendiciones, si DIOS da ALABADO SEA SU NOMBRE, si DIOS no nos da, ALABADO
SEA SU NOMBRE y si DIOS nos quita ALABADO SEA SU NOMBRE. Habacuc 3:17-19.
La Consecuencia Inmediata De Amar A Nuestro DIOS (Y
Obedecerlo) Es Amar A Nuestros Semejantes. Mateo 22:39-40.
Sin embargo y de manera lamentable aún dentro de las mismas
congregaciones hay chismes, pleitos, enojos, un grupo no se lleva bien con
otro, no se hablan entre hermanos o si hablan es mal de ellos, pero cómo sintieron muy bonito en la adoración piensan que entonces están en
lo correcto.
El amor fraternal se ha sustituido por mera convivencia, el dar la
vida por lo demás ya no se hace desinteresadamente y que decir de aquellos que
son difíciles de amar, mejor son
relegados de las congregaciones (a menos que aporten en algún área, eso los
hace más tolerables).
Una iglesia donde verdaderamente se está moviendo el Espíritu
Santo es una iglesia donde el amor entre hermanos fluye libremente: 1ª Juan 4:20-21.
La
Falta De Amor En La Iglesia De Cristo Es Por La Entrada De Herejías
Destructoras, Que Carcomen La Fuente Del Amor Cristiano: La Verdad.
La segunda epístola de Juan nos enseña que la sana doctrina en la
iglesia es la base de nuestro amor los unos por los otros. Es el cimiento de
nuestro amor. Nos lleva al amor. Es la razón para nuestro vínculo especial como
cristianos. Dicho de otra manera, el
amor es la meta de la sana doctrina. Si no nos amamos los unos a los otros,
entonces no hemos sido correctamente cautivados por la verdad.
La verdad
es la base del amor de los unos por los otros en Cristo, ¿Por qué Juan habla acerca de andar en amor
y, al instante siguiente, habla de la falsa enseñanza? ¿Acaso está mezclando
dos asuntos totalmente desconectados? ¡En absoluto! Juan quiere que estos
cristianos estén unidos en un amor que emana de la verdad. Por tanto, no deben
permitir que entre la falsa enseñanza en su congregación y corte
despiadadamente las raíces de su amor.
Pero hay más, la sana
doctrina no solo es la fuente de nuestro amor a los demás hermanos, de
hecho es la fuente de todo nuestro amor:
·
A los enemigos.
·
A los amigos.
·
A la familia.
·
A nuestros conyugues.
·
A los inconversos.
·
Etc.
¿Quieres amar a la manera
de DIOS a todos sin importar como te traten o te correspondan? Entonces pon
mucha atención.
1. La CORRECTA doctrina de Dios nos lleva
a amar a Dios. Cuanto mejor lo
conozcamos, más le amaremos. Conocer mejor a Dios significa adentrarse más y
más en las inmensas profundidades de su
amor, y esas profundidades producen nuestro amor como respuesta Efesios 3:17-19.
2. La SANA doctrina del hombre nos guía a amar a
nuestro prójimo. Puesto que cada ser humano
está hecho a imagen de Dios, cada ser humano es digno de nuestro amor
Santiago. 3:9. La doctrina del
hombre nos enseña a amar a otros.
3. La doctrina BÍBLICA de la Gracia nos
enseña a amar a nuestros enemigos. Jesús señala que Dios hace
salir el sol “sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos
e injustos” Mateo. 5:43-48. ¿Qué
lección aprendemos aquí? Que nosotros también debemos amar a nuestros
enemigos vv. 44-45.
4. La CORRECTA doctrina del amor de Dios
capacita a toda la familia de Dios a amar a sus hermanos. Juan escribe: “En esto consiste el
amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios
nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros” 1ª Juan.
4:10- 11; Juan. 13:34-35. También Pablo nos dice
a todos nosotros que andemos “en amor” mutuo Efesios 5:2.
5. La SANA doctrina de la salvación enseña a los maridos a amar a sus esposas. Pablo escribe: “Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra” Efesios.
5.25-26. El amor de Cristo mostrado en el evangelio provee el
ejemplo —y la razón— del amor de un marido por su mujer.
La Sana Doctrina También Proporciona El Patrón Para Nuestro Amor: Amar Como
Cristo Nos Ha Amado. 1ª Juan 3:16-18.
¿Amas a otros cristianos
solo por lo que puedas obtener de ellos, o porque tanto tú como ellos son
amados por Dios? ¿Amas a tus hermanos creyentes incluso cuando te dan multitud
de razones para no amarlos?
La Iglesia
No Es Un Lugar Lleno De Gente Perfecta, Dios La Llenó De Personas Insoportables
Para Pulir Nuestro Carácter Y Enseñarnos A Amar Incondicionalmente. Efesios 4:2.
Colosenses 3:13.
Una vez que entendamos esta verdad, será más fácil tener comunión unos
con otros, sobre todo recordando que también nosotros somos insoportables, que
el orgullo no nos haga pensar lo contrario.
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