miércoles, 16 de enero de 2019

Pneumatología. Tema 31: El Misterio De La Trinidad Parte II. Cita: Deuteronomio 6:4.


En el tema anterior presentamos y respaldamos espiritualmente las tres proposiciones básicas en  que su puede sustentar la doctrina de la TRINIDAD.

·         DIOS ES TRES PERSONAS.
·         CADA PERSONA ES PLENAMENTE DIOS.
·         HAY UN SOLO DIOS.

En este tema veremos las implicaciones que surgen de la doctrina de la Trinidad así como los errores que surgen de manera inherente al negar alguna de las tres afirmaciones anteriores, estos errores doctrinales con respecto a la Trinidad se han presentado a lo largo de la historia de la iglesia, anteriormente los hemos estudiado más a fondo, así que solo será un repaso.

1.   Modalismo. Dice que hay solo una persona de la divinidad que se nos aparece de tres formas o “modos” diferentes. En distintas épocas algunos han enseñado que DIOS NO es Tres Personas diferentes, sino solo una persona que se aparece de diferentes modos, en momentos diferentes.

Por ejemplo en el A.T. DIOS aparecía como Padre en los evangelios la misma persona divina apareció como Hijo y que después del pentecostés esta misma persona aparece como Espíritu Santo.



El Modalismo es muy atractivo por su deseo de amarrar claramente que hay un solo DIOS. Argumenta que además del respaldo de las citas donde se expresa que hay un Solo Dios, tiene el apoyo  de pasajes como Juan 10:30 y Juan 14:9. Citas claramente sacadas de contexto, pues la primera se refiere a ser uno en propósito mientras que la segunda se refiere a ser uno en carácter.

La debilidad fatal del Modalismo es que debe de negar las relaciones personales dentro de la Trinidad, relaciones que abundan en las escrituras, o debe de argumentar que estas son solo ilusión lo cual derivaría en que la Escritura tiene pasajes ficticios.

Si es así entonces debe de negar que hubo Tres Personas divinas presentes en el bautizo de Jesús,  además todas las veces que Jesús habló en oración con el Padre en realidad sería un monologo y nada más.

La idea del Hijo o del Espíritu intercediendo se pierde por completo, y lo más trágico de esta corriente es que tira por tierra la esencia de la doctrina de la expiación, donde dice que DIOS envió a su Hijo como sacrificio sustitutivo  de nuestros pecados. Isaías 53:10 y 11.

2.   Arrianismo. Niega la plena deidad del Hijo y del Espíritu. El termino arrianismo deriva de Arrio, obispo de Alejandría que murió en el 336 DC y cuyas enseñanzas condeno el concilio de Nicea en el 325 DC.

Arrio enseñaba que DIOS Padre creó en un momento determinado a DIOS Hijo y que antes de ese tiempo el Hijo no era real, ni tampoco el Espíritu Santo sino solo el Padre. Según esto, aunque el Hijo es un ser celestial que existió antes del resto de la creación, y que es mucho mayor que ella, NO es igual al Padre, en todos sus atributos.

Los arrianos dependían fuertemente de los pasajes que llaman a Cristo el unigénito Juan 1:14, Juan 3:16, 1ª Juan 4:9, etc. Además de apoyarse en Colosenses 1:15. El sostenía que estos pasajes implicaban que el Padre en algún  punto le dio existencia al Hijo y por consecuencia también al Espíritu Santo.

Pero estos pasajes no nos exigen creer la posición arriana. Colosenses 1:15, que llama a Cristo el primogénito de toda creación, se entiende mejor en el sentido de que Cristo tiene los derechos y privilegios del primogénito, lo cual quiere decir que Cristo tiene los privilegios de autoridad y gobierno, privilegios que le corresponden al primogénito pero con respecto a toda la creación.

Las argumentaciones arrianas que usaban textos que se refieren a Cristo como el unigénito son refutadas, pues estos textos en vez de referirse a que Cristo desciende del Padre,  afirman la posición única de Cristo como Hijo de Dios en todo el sentido de la palabra, nosotros somos sus hijos, pero no compartimos toda su naturaleza divina.

Además esta enseñanza se ve claramente impactada por la fuerza de los muchos pasajes donde se ve claramente que Cristo es completa y plenamente DIOS que estudiamos en los temas de Cristología.

Al afirmar que el Hijo es  de la misma naturaleza que el Padre, también se excluye una doctrina falsa relacionada con Arrio: la de la subordinación o el subordinacionismo.

Mientras el arrianismo sostenía que el Hijo fue creado y que no era divino, la idea de la subordinación sostenía que el Hijo era eterno, no creado y divino, pero no era igual al Padre en ser o atributos; el Hijo era inferior o subordinado en ser al Dios Padre. Como al arrianismo, el concilio de Nicea rechazó claramente esta idea.

3.   Triteísmo. Negar que hay un solo DIOS.  Una última manera de intentar una fácil reconciliación de la enseñanza bíblica en cuanto a la Trinidad sería negar que haya sólo un Dios. El resultado es decir que Dios es tres personas y que cada persona es plenamente Dios. Por consiguiente, hay tres Dioses. Técnicamente esta noción se llamaría Triteísmo.

Pocos la han sostenido en la historia de la Iglesia. Tiene similitudes con muchas religiones paganas antiguas que creían en una multiplicidad de dioses. 

Esta noción resultaría en confusión en la mente de los creyentes. No habría adoración absoluta, ni lealtad, ni devoción al único Dios verdadero. No sabríamos a cuál Dios dar nuestra suprema lealtad. Y, en un nivel más hondo, esta noción destruiría todo sentido de unidad suprema en el universo; incluso en el mismo ser de Dios habría pluralidad, pero no unidad.

Aunque ningún grupo moderno aboga por el Triteísmo, tal vez muchos cristianos de hoy sin intención se inclinan a nociones triteístas de la Trinidad, reconociendo la personalidad distinta del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero rara vez percatándose de la unidad de Dios como un ser indivisible.

Implicaciones De La Doctrina Trinitaria.

Si decimos que cada miembro de la Trinidad es plenamente Dios, y que cada persona comparte y participa de todos los atributos de Dios. ¿Hay entonces alguna diferencia entre las personas?

Las Personas De La Trinidad Tienen Diferentes Funciones Primarias Al Relacionarse Con El Mundo.

Cuando la Biblia habla de la manera en que Dios se relaciona con el mundo, tanto en la creación como en la redención, dice que las personas de la Trinidad tienen diferentes funciones o actividades primarias.

A esto se llama economía de la Trinidad. Usando economía en el sentido antiguo de la palabra: ordenación de actividades. En este sentido la gente solía hablar de la economía de una casa o economía del hogar para referirse no sólo los asuntos financieros de un hogar, sino a la ordenación de actividades dentro de la casa.

La economía de la Trinidad quiere decir las diferentes maneras en que las tres personas actúan al relacionarse con el mundo Y entre sí por toda la eternidad.

Vemos estas diferentes funciones en la obra de la creación.

     I.        El  Padre dijo las palabras creadoras para hacer que el universo llegara a existir. Génesis 1.

   II.        Pero fue El Hijo, el eterno Verbo de Dios, el que realizó estos decretos creativos.
·        Juan 1:3.
·        1ª Corintios 8:6.
·        Colosenses 1:16.
·        Hebreos 1:2.

  III.        El Espíritu Santo estaba también activo de una manera diferente, al moverse o ir y venir sobre la superficie de las aguas. Génesis 1:2, sustentando y manifestando la presencia inmediata de Dios en su creación.

Podemos también ver funciones distintas en la obra de la redención.

     I.        El Padre planeó la redención y envió a su Hijo al mundo.
·         Juan 3:16.
·         Gálatas 4:4.
·         Efesios 1:9-10.

   II.        El Hijo obedeció al Padre y realizó nuestra redención.
·         Juan 6:38.
·         Hebreos 10:5-7.

  III.        Padre y el Hijo enviaron al Espíritu Santo para que aplicara la redención.
·         Juan 14:26.
·         Juan 16:7.

El Padre no vino y murió por nuestros pecados, ni tampoco El Espíritu Santo. Fue la obra particular del Hijo. En general, la obra del Espíritu Santo es  llevar a término la obra que fue planeada por El Padre y empezada por El  Hijo.

Así que podemos decir que el papel del Padre en la creación y en la redención ha sido planear, dirigir y enviar al Hijo y al Espíritu Santo. Esto es tiene mucho sentido, porque muestra que el Padre y El Hijo se relacionan uno al otro como un padre y un hijo se relacionan entre sí en una familia humana: El Padre dirige y tiene autoridad sobre el Hijo, y el Hijo obedece y sigue las instrucciones del Padre. El Espíritu Santo es obediente a las directivas tanto del Padre como del Hijo.

Igualdad Ontológica, Subordinación Económica.

Para poder entender esta afirmación es necesario primero dejar en claro que:

Las Personas De La Trinidad Existieron Eternamente Como Padre, Hijo Y Espíritu Santo.

Se ha preguntado alguna vez: ¿Por qué las personas de la Trinidad asumen estos diferentes papeles al relacionarse con la creación y la redención? ¿Fue accidental o arbitrario? ¿Podría El Padre haber venido en lugar del El Hijo para morir por nuestros pecados? ¿Podría El Espíritu Santo haber enviado a El Padre para que muriera por nuestros pecados, y entonces enviar a El  Hijo para que pusiera en práctica la redención?

No, esto no pudo haber sucedido por varios motivos:

·         Porque la función de ordenar, dirigir y enviar es apropiada a la posición del Padre, por quien se modela toda la paternidad humana. Efesios 3:14-15.

·         El papel del obediente que va conforme envía el Padre y revela a Dios es apropiado al papel del Hijo, al que también se le llama el Verbo de Dios. Filipenses 2:5-11. Estas funciones no se podían haber invertido porque el Padre habría dejado de ser Padre y el Hijo habría dejado de ser Hijo.

·         Por analogía de esa relación podemos concluir que el papel del Espíritu Santo es de igual modo adecuado a la relación que tenía con el Padre y el Hijo antes de que el mundo fuera creado.

·         Por último, antes de que el Hijo viniera a la tierra, e incluso antes de que el mundo fuera creado, por toda la eternidad el Padre ha sido el Padre, el Hijo ha sido el Hijo, y el Espíritu Santo ha sido el Espíritu Santo. Estas relaciones son eternas, no algo que sucedió sólo en el tiempo. Podemos concluir esto por el atributo de la inmutabilidad de Dios.

Si Dios Se Reveló Así Mismo Como Padre, Hijo Y Espíritu Santo, Siempre Ha Existido Como Padre, Hijo Y Espíritu Santo.

Podemos también concluir que las relaciones intertrinitarias son eternas a partir de otros versículos bíblicos que hablan de las relaciones que tenían entre sí los miembros de la Trinidad antes de la creación del mundo.

Por ejemplo, El Padre nos predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, indica que hubo una relación de Padre a Hijo antes de que Cristo viniera al mundo. Romanos 8:28.

Por consiguiente, las diferentes funciones que vemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo realizar son simplemente resultado de una relación eterna entre las Tres Personas, relación que siempre ha existido desde la eternidad pasada y siempre existirá por la eternidad futura.

Dios Siempre Ha Existido Como Tres Personas Distintas: Padre, Hijo Y Espíritu Santo. Estas Distinciones Son Esenciales Para La Naturaleza De Dios, Y No Podría Ser De Otra Manera.

Finalmente, se puede decir que no hay diferencias en deidad, atributos o naturaleza esencial entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada persona es plenamente Dios y tiene todos los atributos de Dios.

Las únicas distinciones entre los miembros de la Trinidad están en la manera en que se relacionan entre sí y con la creación. En esas relaciones desempeñan funciones o papeles apropiados para cada persona.

Esta verdad acerca de la Trinidad a veces se ha resumido en la frase: igualdad ontológica pero subordinación económica, en la que la palabra ontológica quiere decir ser y económica se refiere a las diferentes actividades o papeles. Juan 14:28.

Otra manera de expresar esto en forma más sencilla sería decir igual en ser pero subordinados en funciones. Ambas partes de esta frase son necesarias para la doctrina verdadera de la Trinidad: Si no tenemos igualdad ontológica no todas las personas son plenamente Dios. Pero si no tenemos subordinación económica, no hay diferencia inherente en la manera en que las tres personas se relacionan entre sí, y consecuentemente no tenemos Tres Personas distintas existiendo como Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda la eternidad.




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