La Pneumatología es el estudio acerca de la persona y
obra del Espíritu Santo, el cual, como ha quedado claro no es ni una fuerza, ni
un poder o presencia divina, es una Persona, de hecho, es una persona muy
especial, pues es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
La Trinidad, como lo vimos en las dos últimas clases,
es una doctrina fundamental del cristianismo bíblico ortodoxo, si esta doctrina
cae, prácticamente todo el cristianismo cae con ella, por eso es que es tan
importante entenderla y defenderla de los falsos maestros que ya sea por
ignorancia o por malicia, niegan que tenemos un DIOS Trino.
Debemos de reconocer que no es un tema sencillo de
asimilar, como lo dijimos, junto a la predestinación y a la unión hipostática,
son las doctrinas más complicadas de entender en el cristianismo, sin embargo,
son doctrinas bíblicas y por lo tanto son verdaderas.
Estamos por llegar al final de esta serie de
enseñanzas, y hay un tema que no podemos dejar de escudriñar si es que
realmente nos interesa conocer al Espíritu Santo, ese tema es la blasfemia en
Su contra.
¿Cuál es la
blasfemia contra el Espíritu Santo?
Mucho se ha dicho al respecto de este tema, pero la
desinformación bíblica ha reinado en la mayoría de las opiniones, personalmente
he escuchado a personas muy sinceras pero muy extraviadas decir que la
blasfemia contra el Espíritu Santo es:
·
Atribuirle un embarazo.
·
Atribuirle milagros que no ha realizado.
·
Decir que los milagros actuales no los hace Él.
·
Decir groserías en su contra.
·
Que no será perdonada por ser el más sensible de la Trinidad.
·
Etc.
Este tipo de afirmaciones solo nos dejan ver la gran
falta de enseñanzas serias al respecto, pues en nada tienen que ver con la
Verdad de la Escritura. Comencemos definiendo la palabra blasfemia que es una
transliteración del griego blasfemia (βλασφημία, G988) que
significa insulto o maldición específicamente lanzado contra DIOS. Agraviar el
honor de DIOS e irreverencia desafiante, e incluye tomar su Nombre en vano. Éxodo 20:7.
Aunque no es el tema central, no es malo recordar que
el nombrar a DIOS no es algo que se deba tomar a la ligera, expresiones como:
·
Te lo juro por DIOS.
·
Diosito que me ve sabe que es verdad.
·
Ni DIOS puede ayudarte.
·
¡Dios santísimo! (Cuando no es en el contexto de
adoración u oración).
·
Decir majaderías y nombrar a DIOS en la misma oración.
·
Etc.
Este mandamiento prohíbe utilizar el nombre de Dios
sin razón alguna, en vano, ya sea como fórmula mágica o con algún fin perverso,
como engañar, defraudar o jurar en falso, el extremo al que llegaron los judíos
de remover el Nombre de DIOS de sus
Escrituras y reemplazarlo por HaShem que significa El Nombre, tampoco es algo sano.
Los ebionitas modernos, llamados judíos mesiánicos han llegado al extremo de exigir que se escriba D_OS, para evitar que se blasfeme su
nombre según ellos. Seamos sensatos, reverentes y busquemos siempre un
equilibrio, demos el lugar que Su Nombre se merece sin caer en extremismos anti
bíblicos.
Como dijimos blasfemia significa maldición o deshonra
hecha al honor de DIOS, no se puede blasfemar
en contra de otro ser humano ni ninguna otra criatura o situación.
El concepto de blasfemia contra el Espíritu Santo, se
menciona en Marcos 3:22-30 y en Mateo
12:22-32, los cuales son pasajes paralelos de la misma situación.
Jesús acababa de realizar un milagro: Un hombre
endemoniado ciego y mudo fue llevado a Jesús, y el Señor expulsó al demonio,
sanando al hombre. Los testigos oculares de este exorcismo comenzaron a
preguntarse si Jesús era realmente el Mesías que habían estado esperando.
Un grupo de fariseos, al escuchar la conversación del
Mesías, rápidamente aplastaron la fe de la multitud, diciendo Este no echa fuera los demonios sino por
Beelzebú, príncipe de los demonios. Mateo
12:24.
Jesús refuta a los fariseos con algunos argumentos
lógicos para explicar por qué no está echando fuera demonios en el poder de
Satanás. Mateo 12:25-29.
·
Un reino dividido es asolado.
·
Una casa dividida no permanece.
·
Si echa fuera demonios por el Espíritu, ha llegado el
Reino de DIOS.
·
El que no es conmigo es contra mí.
Luego, Él habla de la blasfemia contra el Espíritu
Santo: Por tanto os digo: Todo pecado y
blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no
les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del
Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le
será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. Versículos 31-32.
El término blasfemia como dijimos puede definirse como
irreverencia desafiante. El término
se puede aplicar a pecados tales como maldecir a Dios o a decir cosas
intencionalmente degradantes relacionadas con Dios, es importante Señalarlo,
pues aunque indirectamente, pero es un prueba más de la divinidad del Espíritu
Santo.
Los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas
irrefutables de que Jesús estaba obrando milagros en el poder del Espíritu
Santo, afirmaron en cambio que el Señor estaba poseído por un demonio. Mateo 12:24.
En Marcos 3:30
Jesús es muy específico acerca de lo que los fariseos hicieron para blasfemar
contra el Espíritu Santo: Porque ellos
habían dicho: Tiene espíritu inmundo.
Los fariseos estaban en un momento único de la
historia: tenían la Ley y los Profetas, tenían al Espíritu Santo hablando a sus
corazones, tenían al mismísimo Hijo de Dios estando de pie delante de ellos, y
veían con sus propios ojos los milagros que Él hacía. Nunca antes en la
historia del mundo se había concedido tanta luz divina a los hombres; si
alguien debería haber reconocido a Jesús por lo que era, eran los fariseos. Sin
embargo, eligieron el desprecio.
Ellos atribuyeron intencionalmente la obra del
Espíritu al diablo, aunque conocían la verdad de la Escritura y tenían la
prueba. Jesús declaró que su ceguera voluntaria era imperdonable. Su blasfemia
contra el Espíritu Santo fue su rechazo final de la gracia de Dios. Habían
fijado su curso, y Dios iba a dejarlos navegar sin restricciones hacia la
perdición.
La Blasfemia Contra El Espíritu Santo Es El Rechazo
Final De La Gracia De DIOS Manifestada En La Redención Hecha Por Cristo. Juan
16:8.
Tan simple de decir, y al mismo tiempo tan profunda e
impactante está verdad, la blasfemia contra el Espíritu Sano es rechazar
continua y finalmente la gracia de DIOS, al punto de negar la redención hecha
por Cristo en la Cruz, ya sea directa o indirectamente.
Todos los ateos y anti teístas, si no se arrepienten,
son culpables de la blasfemia contra el Espíritu Santo, pues a pesar de que hay
evidencias en la creación de la realidad divina, se niegan a reconocerla y niegan
que haya necesidad de un Salvador. Romanos
1:20-25.
Pero hay otros grupos que también blasfeman contra el
Espíritu Santo, aunque se digan cristianos o afines al cristianismo, sin
embargo, al negar o sobajar la personalidad y divinidad del Espíritu,
indirectamente rechazan la obra de redención del Señor Jesús.
Los cristianos
unitarios, los testigos de jehová, y en general todo grupo religioso que
niegue que el Espíritu Santo es DIOS y lo rebaje a una fuerza o poder y no
reconozcan su Personalidad, están blasfemando en Su contra directamente e indirectamente
rechazan la salvación ofrecida por DIOS en Cristo.
Recordemos que la redención es una obra Trinitaria:
·
El
Padre la Planeó.
·
El
Hijo la ejecutó.
·
El
Espíritu Santo la aplica.
Si Negamos La Obra Del Espíritu Santo En La Salvación,
La Redención No Está Completa Y Vamos Camino Al Infierno.
Parece muy drástica esta afirmación, sin embargo, si
recordamos un poco de nuestro estudio de Soteriología,
entonces nos daremos cuenta del porque es una realidad necesaria:
Si no se reconoce la divinidad total del Espíritu
Santo entonces:
·
No hay regeneración asegurada. Juan 3:3-5.
·
No podemos ser hechos a la imagen de Cristo. 2ª Corintios 3:18.
·
No podemos ser santificados plenamente. 2ª Tesalonicenses 2:13.
·
No tenemos quien nos guie correctamente. Romanos 8:14.
·
No puede haber fruto en nuestras vidas. Gálatas 5:22.
·
No hemos sido adheridos al Cuerpo de Cristo. 1ª Corintios 12:12-13.
·
No tenemos testimonio de ser hijos de DIOS. Romanos 8:16.
·
No tenemos garantía de ser propiedad de Cristo. Efesios 1:13-14 y 4:30.
·
No hay Quien fortalezca a los hijos de DIOS. Efesios 3:16-19.
·
No hay quien levante nuestro cuerpo el día final. Romanos 8:11.
Como lo dijimos en su momento, la obra del Espíritu
Santo en la aplicación de los méritos redentores ganados por Cristo es
irremplazable y totalmente indispensable, sin esa obra, simplemente NO somos salvos.
Este es el motivo por el cual, el Señor Jesús después
de escuchar las atrocidades dichas en contra del Espíritu Santo, de inmediato
comenzó a hablar en parábolas, para que el pueblo y no los dirigentes, entendieran
las verdades redentoras del Reino de DIOS.
Los discípulos estaban desconcertados por el cambio de
método de enseñanza de Jesús, y Jesús les explicó el uso que Él hacía de las
parábolas. Mateo 13:10-13. Jesús
comenzó a cubrir la verdad con parábolas y metáforas como resultado directo de
la blasfemia de los líderes religiosos de los judíos.
No hay perdón, ni en este siglo ni en el venidero,
para una persona que rechaza el llamado del Espíritu para confiar en Jesucristo
y luego muere en la incredulidad. El
amor de Dios es evidente: Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16.
Y la elección es clara: El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rechaza al Hijo
no verá la vida, porque la ira de Dios permanece sobre él. Juan 3:36.
Podemos darnos cuenta que Pecar o blasfemar contra el
Espíritu Santo no es una acción o afirmación aislada, sino una actitud firme de
hostilidad abierta hacia Dios que rechaza su poder salvador, aun para aquellos
que algún día dieron ciertas señales de arrepentimiento, pero que en realidad nunca permanecieron porque no eran de
nosotros. Hebreos 6:4-8. 1ª Juan
5:16.
Y tiene su analogía en el Antiguo Testamento, donde
Dios habla de un pecado cometido con
soberbia. No había sacrificio que se podía ofrecer para expiar tal pecado.
Por ende, la persona que cometía dicho pecado será cortada de en medio de su
pueblo, por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová. Números 15:30-31.
Este pasaje de Mateo
y Marcos ha preocupado a muchos creyentes, quienes temen haber cometido
este pecado imperdonable. Pero cuando una persona está realmente preocupada por
este asunto, está demostrando por su comportamiento, que no ha cometido dicho
pecado.
Un Verdadero Creyente No Se Debe De Preocupar De
Blasfemar Contra El Espíritu Santo, Sino De No Entristecerlo. Efesios 4:30.
Pero también hay algunos indoctos, que tuercen la
Escritura y aplican este pasaje, para afirmar que no podemos examinar si una obra proviene del
Espíritu Santo o no, que sus supuestos milagros, sanidades, lenguas, etc. no
pueden ser puestas en duda o estaremos blasfemando
contra el Espíritu.
Este tipo de chantaje
y manipulación espiritual fácilmente es derribado por la Escritura misma en
citas como: Deuteronomio 13:1-5. Mateo
7:15-16. Hechos 17:11. 1ª Corintios 14: 29.1ª Juan 4:1. Apocalipsis 2:2.
Para blasfemar contra el Espíritu Santo no es
necesario ser un depravado moral, y estar inmersos en todos los vicios
posibles. Recordemos que el Señor se estaba dirigiendo a personas muy religiosas,
moralmente rectos según los criterios del mundo, meticulosos en sus expresiones
religiosas, sin embargo, sin la Persona y obra del Espíritu en sus vidas, no se
daban cuenta de su pecado y de su necesidad de ser salvos.
Por último la frase: Es reo de juicio eterno. ¿Qué significa?
Notemos finalmente que el Señor Jesús habló de la
condenación eterna y de la posibilidad de que un hombre quede eternamente en el
infierno. Esta es una verdad terrible, pero es una verdad, y no podemos cerrar
los ojos ante ella, ni engañarnos pensando que es imposible que un Dios de amor
nunca permitiría que nadie vaya al infierno.
El Aniquilacionismo pone sus ojos en las criaturas y
no en el Creador, al decir que no es justo (esto en sí es una blasfemia pues
ponen en duda la Justicia de DIOS) que unas ofensas nuestras por muy graves que
sean, se paguen una eternidad en el infierno, olvidan que:
El Tamaño De La Ofensa No La Determina El Ofensor Sino
El Ofendido, No Es Lo Que Hicieron Sino A Quien Se Lo Hicieron: Rechazaron La
Gracia De DIOS En Cristo.
Cuando Jesús dijo a la multitud que la blasfemia de
los fariseos contra el Espíritu Santo no
le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. Mateo 12:32. Fue otra manera de decir que su pecado nunca jamás sería
perdonado. Ni ahora, ni en la eternidad. Como dice Marcos 3:29: es reo de juicio
eterno.
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