La clase pasada
hablamos acerca de la bibliolatría, o adoración a la biblia como si fuera
literalmente la Persona de Cristo, si bien es cierto que es en la Escritura
donde encontramos a nuestro amado Señor, nosotros no le rendimos adoración de
ningún tipo al pedazo de papel en si mismo, ni tampoco negamos que nuestro fundamento
es Cristo. Aunque ontológicamente Jesús y la Biblia son distintos, están de tal
manera vinculados que no es posible adorar, servir y gozar de Jesús, el
fundamento, la roca y la Palabra, sin asistirse de la revelación infalible y
suficiente de ese fundamento, esa roca y ese logos que es la Biblia.
Terminamos la
clase pasada con una declaración, que los liberales tildan de bibliolatría,
nosotros sabemos que simplemente es cristianismo histórico ortodoxo: La
realidad es que tenemos que afirmar sanamente que creemos en las Sagradas
Escrituras como único fundamento de nuestra doctrina y por ello creemos en
Jesús, el único fundamento, la roca y la Palabra de nuestra redención.
Pero los liberales
no son el único grupo que nos tilda de bibliólatras, irónicamente aquellos que
le rinden adoración a María, nos llaman idolatras al apegarnos a la suficiencia
de la Escritura, en el catolicismo romano la doctrina de la sola Scriptura es
vista como algo profano al dogma de su iglesia, pues ellos se apegan a la
Sola Ecclesia cuya traducción literal sería solo la iglesia, aunque es
mejor conocida como Tradición Apostólica.
Inicialmente los
apóstoles enseñaron oralmente, pero con el final de la era apostólica la
revelación especial fue escrita en lo que hoy conocemos como las Escrituras. La
doctrina de Sola Scriptura afirma que solo hay una sola revelación especial que el hombre posee por
parte de Dios y esta se encuentra en las Escrituras y son suficientes para la
salvación del hombre.
Esto es que no hay
revelación especial que se encuentre de forma oral, aparte de la que se codificó
en las escrituras como lo enseña Roma. Vamos a ir poco a poco refutando esta
doctrina de la tradición apostólica.
1. Roma
y la tradición.
En el concilio de
Trento (1545-1563) se encuentra definida de manera oficial el punto de vista de
Roma en cuanto a las Escrituras y la Tradición, que ha sido rectificado en
los concilios Vaticano I (1869-1870) y Vaticano II (1962-1965) dice:
El sacrosanto,
ecuménico y general Concilio de Trento, congregado legítimamente en el Espíritu
Santo y presidido de los mismos tres Legados de la Sede Apostólica,
proponiéndose siempre por objeto que, exterminados los errores, se conserve en
la Iglesia la misma pureza del Evangelio, que, prometido antes en la divina
Escritura por los Profetas, promulgó primeramente por su propia boca
Jesucristo, hijo de Dios, y Señor nuestro, y mandó después a sus Apóstoles que
lo predicasen a toda criatura, como fuente de toda verdad conducente a nuestra
salvación, y regla de costumbres; considerando que esta verdad y disciplina están contenidas en los
libros escritos, y en las tradiciones no escritas, que recibidas de boca del
mismo Cristo por los Apóstoles, o enseñadas por los mismos Apóstoles inspirados
por el Espíritu Santo, han llegado como de mano en mano hasta nosotros;
siguiendo los ejemplos de los Padres católicos, recibe y venera con igual
afecto de piedad y reverencia, todos los libros del viejo y nuevo Testamento,
pues Dios es el único autor de ambos, así como las mencionadas tradiciones
pertenecientes a la fe y a las costumbres, como que fueron dictadas verbalmente
por Jesucristo, o por el Espíritu Santo, y conservadas perpetuamente sin
interrupción en la Iglesia católica.
Es obvio que esta
fue la respuesta a la reforma protestante, ya que esto permitía a Roma justificar
muchas doctrinas sin fundamento bíblico. Belarmino divide las tradiciones en:
a) Divinas.
b) Apostólicas.
c) Eclesiásticas.
a) Las Divinas fueron instituidas por Cristo mismo.
b) Las tradiciones Apostólicas, son cosas ordenadas o ensenadas por los apóstoles
bajo la dirección del Espíritu Santo.
c) Las tradiciones eclesiásticas son costumbres antiguas de la Iglesia, que,
como quiera que no hayan sido instituidas al principio, han llegado a tener,
por la duración de la costumbre la fuerza de leyes en la iglesia, este tipo de
tradiciones dice Belarmino que son la observancia de la Pascua, la costumbre de
hacer la señal de la cruz, etc.…
La
tradición eclesiástica es falible, porque admite revelaciones extra bíblicas, al
grado de que, en ocasiones, ha sido infiel a la misma.
Sin embargo, el
punto de controversia con Roma son las dos primeras tradiciones de las que
habla Belarmino, las divinas y apostólicas. Los cristianos bíblicos ortodoxos
no tenemos ningún problema en aceptar cualquier enseñanza de Cristo y de los
apóstoles.
Nuestro inconveniente
llega cuando esas supuestas tradiciones divinas y apostólicas, carecen de
sustento bíblico e histórico, cuando basados en estas tradiciones se llega a
doctrinas que no son halladas en la Escritura, sobre todo doctrinas
fundamentales como la soteriología.
¿Podemos confiar
que realmente haya sido promulgada por los labios de los apóstoles tal tipo de
tradición? Muchas doctrinas católico romanas no tienen ni base bíblica, ni base
histórica, solamente se sustentan en las tradiciones de su iglesia.
2. Lo
que no es Sola Scriptura.
Pero veamos
primero que no es la Sola Scriptura, ya que a los apologistas de Roma les gusta
mucho hacer caricaturas de las doctrinas no romanas y luego enseñárselas a sus
seguidores.
a) La
Sola Scriptura no enseña que la Biblia contiene todo el conocimiento. La Biblia no es exhaustiva en cada detalle. Juan
21:25 enseña que el hecho de que muchas cosas que Jesús
dijo e hizo no están escritas en Juan, o en cualquier otro libro en el mundo,
porque todos los libros del mundo no podrían contenerlas. No necesitamos saber
el color de ojos de Tomas, no necesitamos saber el menú de cada comida de los
Apóstoles, etc.
b) No
es una negación de la autoridad de la iglesia para enseñar la verdad de Dios. 1ª
Timoteo 3:15 describe a la iglesia como el pilar y fundamento
de la verdad. La verdad es en Jesucristo y su Palabra. La iglesia enseña la
Verdad y llama al hombre a ir hacia Cristo y por lo tanto hace las funciones de
pillar y fundamento de la verdad.
Como
dice un viejo dicho protestante: La iglesia para
enseñar, la Biblia para corroborar.
c) No
significa que no hay predicación sino solo lectura de la Biblia. Daniel Gagnon, apologista romano dice: Era la predicación y la
autoridad de la Iglesia, no la lectura de la Biblia, lo que hacía conversos y
mantenía la Fe. Es una falacia de hombre de paja, no hemos dejado de
predicar el evangelio, ni a los perdidos ni en las congregaciones por ponernos
solamente a leer la biblia. Por el contrario, predicamos lo mismo que la
iglesia primitiva: Todo el consejo de DIOS.
Hechos 20:26-27.
3. Lo
que sí enseña la Sola Scriptura. 2ª Timoteo 3.
Al empezar el
capítulo Pablo le dice a Timoteo de los tiempos difíciles que vienen sobre
ellos, en el cual todo tipo de herejías y desobediencia se levantarían (3:1-9), a esto Pablo le dice a Timoteo que tiene que encarar a esto con las
cosas que ha aprendido (3:14) y estas cosas se encuentran en las Escrituras (3:15).
¿Por qué debería
apoyarse solo en las Escrituras para enfrentar las herejías y el mal
comportamiento? ¿Sobre qué base debería de poner él su confianza en ellas? Pablo
anticipo estas potenciales preguntas en la mente de Timoteo y dio su respuesta
en (3:16-17): Porque las Escrituras son inspiradas por Dios, por lo tanto,
infalibles y útiles para ensenar, para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia.
El primer término es muy importante Enseñar y
esto es para prevenir herejías, mientras que el último instruir en justicia
es prevención contra inmoralidad. Los otros dos términos redargüir y corregir
son tanto para creencias malas (heterodoxia) y estilos de vida malos
(heteropraxis). Según Pablo, Timoteo puede guiarse de forma segura con base en
las Escrituras y estas le son de gran ayuda en la enseñanza de la verdadera
doctrina y buenas prácticas.
Si Pablo creyó que
le estaba dando los instrumentos necesarios a Timoteo para Enseñar,
corregir, redargüir e instruir en justicia,
entonces Pablo no creería como lo hace la iglesia de Roma en que las Escrituras
son insuficientes y necesitan de una tradición extrabíblica, si Pablo creyera que las
Escrituras son insuficientes no hubiera omitido cualquier otra cosa para poder
hacer el trabajo eficientemente. En prevenir y combatir la herejía, Pablo dice
nada acerca de una extrabíblica tradición, pero solo habla de la Escritura
Sola.
Entonces
resumiendo este punto, la doctrina de la Sola
Scriptura dice que:
La
Biblia y solo la Biblia es suficiente para la función de conocer la fe, es la regla
de fe para la iglesia. Y que todo lo que tenemos que creer como cristianos
se encuentra en la Biblia y no en otro recurso.
4. ¿Enseña
la Biblia la suficiencia (Sola Scriptura)? 2ª Timoteo 3:17.
Hay dos términos
en este versículo que nos guiaran: perfecto y enteramente preparado.
·
El primero, perfecto, viene del griego artios
(ἄρτιος, G739) significa completo, ajustado, por implicación
perfecto.
·
El segundo, enteramente preparado, del griego exartizo (ἐξαρτίζω,
G1822) significa completar para un propósito especial,
equipar completamente, preparar enteramente.
El hombre de DIOS,
dice Pablo, debe estar equipado correctamente y completo con todo lo que es
necesario para llevar a cabo su labor asignada por Cristo, y Pablo asegura que
se logra únicamente por medio de las Escrituras por el motivo de que son inspiradas
por DIOS, nuevamente entendemos, que si hubiese algo más con
lo cual se pudiera preparar enteramente y hacer perfecto al cristiano, el
Espíritu Santo hubiera inspirado a Pablo a decirnos que es ese algo
necesario además de la Palabra.
La Biblia enseña La
Sola Scriptura, no necesitamos que el texto en cuestión use el término Sola
Scriptura, así como los textos trinitarios no necesitan que diga la palabra
Trinidad para saber que está hablando de esa doctrina, los términos que usa
Pablo son muy reveladores a la hora de ver las Escrituras como suficientes.
Vemos ahora que la
posición de Roma es contradictoria con la del apóstol. El no conocía otra regla
de fe que fuera necesaria para que el hombre de Dios pudiera ser equipado para
cada buena obra, no otra regla de fe que la Sola Scriptura.
Podemos resumir:
i.
Pablo enseña en este pasaje que la Biblia es una
regla de Fe. Por eso la función de la Iglesia es de instruir, corregir y
reargüir con base en las Escrituras inspiradas por Dios.
ii.
Vemos en este pasaje que enseña la suficiencia de
las Escrituras.
iii.
Vemos que Pablo no solo no se refiere a otra
regla de fe, sino que implícitamente niega la necesidad de otra regla de fe
ya que su enseñanza de la Escritura dice que ella tiene la habilidad de equipar
completamente al hombre de Dios.
Por lo tanto, la
Sola Scriptura es ensenada plenamente en este pasaje. Sin embargo, casi siempre
los apologistas de Roma apelan a Santiago 1:4 como un argumento contra la suficiencia de las Escrituras.
Aunque el papista
James Akin traduce constancia en vez de paciencia para poder después
equipararla con suficiente para hacernos maduros y perfectos. Pero para
empezar son dos términos griegos completamente distintos.
Una buena exegesis
de Santiago 1:4 nos dice que la constancia completa a la madurez y perfección solo en la
prueba de su fe (V. 3) nunca habla de tradiciones extrabíblicas.
No
encontraremos jamás en los escritos de Pablo, así como en toda la Biblia, que
la tradición es inspirada y autoritativa en el mismo nivel que la palabra de
Dios.
5. ¿La
Biblia apoya la tradición eclesiástica?
Los apologistas de
Roma usan unos textos sacados de contexto, para poder apoyar la supuesta tradición
apostólica.
·
2ª Tesalonicenses
2:15.
·
1ª Corintios 11:2.
·
2ª Tesalonicenses
3:6.
En los 3 textos
aparece la palabra paradosis
(παράδοσις, G3862) que significa tradición. Lo que es interesante es
que los apologistas de roma nunca han documentado las tradiciones a las que
Pablo se refería en esas cartas, lo cual deja la puerta abierta casi a
cualquier disparate que se nos ocurra.
En todos los
escritos de los apologistas de Roma desde la reforma hasta el día presente se
han basado en estos textos para presentar las supuestas tradiciones
apostólicas, de las cuales, solo la iglesia católica las tiene y por lo
tanto debemos de obedecerlas, pero ellos no pueden decirnos cuáles son esas
enseñanzas, y la razón es que porque tal tradición apostólica no existía
en aquella época.
Las
tradiciones a las que se refiere Pablo, no son tradiciones orales que
complementan la Escritura, al contrario, son las mismas enseñanzas en forma oral,
que después se pusieron por escrito.
Resumiendo, los
argumentos que usa roma donde supuestamente se habla de la tradición, no son lo
suficientemente válidos como para poder apegarnos a ellos, además, como
dijimos, deja la posibilidad de argumentar prácticamente lo que a uno le de la
gana, por mucho preferimos apegarnos a LA
SOLA SCRIPTURA.
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