La clase pasada
estudiamos acerca de la Sola Scriptura y las tradiciones en las iglesias
cristianas bíblicamente sanas, concluimos que no son de desecharse todas y cada
una de las tradiciones que tienen las iglesias, sino solamente aquellas que van
abiertamente en contra de la Escritura, por lo tanto, la Sola Scriptura no
anula el concepto de las tradiciones eclesiásticas, más bien nos da una base
sólida en la cual basar las tradiciones de la iglesia.
Hay una tradición
más que las iglesias sanas llevan a cabo y que pareciera estar totalmente en
contra de la sola Scriptura: el uso de Credos y Confesiones de Fe.
¿Qué son los
credos?
¿Qué son las
confesiones de fe históricas?
¿Quiénes las usan?
¿Por qué hay
oposición a su uso?
¿Cuál es nuestra
postura?
Esto y más veremos
a continuación en la clase titulada ¿Sola Scriptura o Credos y confesiones?
Para comenzar
bien, definiremos de forma entendible lo que son un credo y una confesión de fe
histórica:
Credo:
del latín que significa yo creo, es el
conjunto de convicciones, opiniones y principios de un individuo u comunidad y
que rigen sus acciones. Tienen la característica de ser cortos y muy concisos,
para facilitar su aprendizaje y repetición.
Algunos de los credos más conocidos son:
·
Credo de los
apóstoles. (Gral.).
·
Credo Niceno.
(Gral.).
·
Credo de
Calcedonia. (Cristológico).
·
Credo de
Atanasio. (Trinitario).
Confesión
de Fe histórica: Son resúmenes teológicos que recopilan la ortodoxia
doctrinal, son más extensos que los credos pues tiene la finalidad de
sustentarlos y fueron desarrollados por hombres piadosos durante o después de
la época de la reforma protestante del siglo XVI. Nosotros en particular nos
adherimos a la CFB Londres de 1689.
Actualmente hay
muchos movimientos y denominaciones que han desarrollado sus propias
confesiones de fe, nosotros preferimos adherirnos a lo históricamente
comprobado (330 años y contando de la CFB1689).
Las confesiones de
Fe históricas, así como los credos, se dieron como reacción apologética de las
crecientes herejías que acecharon en las distintas épocas y lugares donde
fueron necesarias, en esas edades oscuras para la iglesia, hombres piadosos,
basados solamente en la Escritura, se dieron a la tarea de sistematizar de
forma que fuera mucho más comprensible y enseñable la doctrina ortodoxa emana
de la biblia.
Lamentablemente
vivimos una época en la cual la mayoría de las iglesias no comparten el apego a
los credos y confesiones históricos, por considerarlos como una invención
humana, tradiciones de hombres o hasta estorbos para que el espíritu fluya
libremente. Esto ha creado un aislacionismo histórico doctrinal en la
mayoría del cristianismo actual.
Ante semejantes
declaraciones es importante que aquellos que nos apegamos con gusto a las
confesiones y credos históricos tengamos las ideas claras acerca de su
legitimidad y sus muchos beneficios para nuestras vidas:
I.
Legitimidad de
las confesiones.
La biblia dice que
La iglesia es columna y baluarte de la Verdad. 1ª
Timoteo 3:15. La columna es lo que sostiene un edificio, el
baluarte es su cimiento o fundamento. La
Verdad a la que este texto hace apelación es la revelación
particular de DIOS a los hombres, que comenzó en el Edén y concluye con el
establecimiento del Nuevo Pacto, es decir el evangelio. 1ª
Timoteo 3:16.
La
iglesia fue diseñada por DIOS con el propósito de guardar pura la Verdad del
evangelio.
Esto es lo que
significa ser sostén y fundamento de la Verdad, es amarla, preservarla pura,
defenderla de sus enemigos y transmitirla sin diluir ni adulterar a las
siguientes generaciones. En el desempeño de este gran deber, es que la iglesia
a lo largo de la historia ha publicado credos y confesiones de fe, y siempre
que lo hace hay voces que se levantan en su contra.
Son básicamente
dos las grandes objeciones:
a) Las
confesiones minan la autoridad de la Biblia.
Bajo el lema ningún
credo solamente la biblia, hay algunos que genuinamente se han preocupado
por no dejar que una confesión tome el lugar que solamente le Biblia ha de
ocupar como norma de fe y conducta de la iglesia, sin embargo, es ingenuo creer
que basta con decir que solamente se cree en la biblia para hacer una buena
defensa de la fe histórica ortodoxa.
Debemos
dejar que DIOS hable por si mismo, apelamos a la biblia para la Verdad. Es una frase publicada por los testigos de jehová. La mayoría de los
herejes ha proclamado creer solamente en la biblia. Hace falta un distintivo más específico.
La historia de la
iglesia nos da una buena pista de lo que hace falta: cuando el concilio de
Nicea en el año 325, se reunió para deliberar acerca de las heréticas
afirmaciones de Arrio, quien denigraba la divinidad de Cristo, se llevaron una
gran sorpresa.
Cuando los
miembros del concilio quisieron averiguar en que sentido entendía y aplicaba el
lenguaje bíblico, Arrio astutamente evadió y dificultó durante bastante tiempo
los intentos por sacar a la luz sus errores, él declaró que estaba dispuesto a
usar el lenguaje popular en el tema de la cristología pero que solo difería en
unos detalles con la posición de la iglesia.
Cada vez que le
presentaban un titulo divino de Cristo, Arrio daba su versión de como él y sus
seguidores lo entendían, después de mucho tiempo de perseguirlo a que confesara
su error, el concilio tuvo un atino en su forma de proceder: redactaron una
pequeña confesión de fe al respecto de la divinidad de Cristo: el
creo Niceno, e invitaron a Arrio y sus discípulos a apegarse a él,
los herejes reusaron enfáticamente hacerlo y ahí se les hizo reconocer que no
entendían las Escrituras de forma ortodoxa, demostraron que los arriano se
habían alejado de la Verdad.
El
credo de Nicea dice en cuanto a la persona de Cristo:
Creo
en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que, por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin. Amén.
No basta con
confesar que nos apegamos a la biblia en vista de que aun los herejes han hecho
lo mismo, se han usada las palabras mismas que encontramos en la Escritura para
promover errores doctrinales tremendos y promover herejías.
Cuando
la Palabra de DIOS es pervertida, solo una Confesión de Fe sirve públicamente
como el medio para separar la Verdad del error.
Históricamente
nunca se le ha tratado de dar el mismo valor a las confesiones y los credos que
a las Escrituras, muchas de ellas, como la CFB
1689 comienzan precisamente confesando que es la
Escritura solamente la norma de Fe y conducta para el cristiano.
Las
Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente, segura e infalible
de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores. (CFB 1:1).
Las grandes
confesiones de fe históricas no pretenden convertir en Verdad algo que no fuera
Verdad ya con anterioridad, ni nos llevan a creer algo que anteriormente no
creyéramos basados en la autoridad de la biblia. Por lo tanto, los credos y
confesiones que emanan de la Biblia no la contradicen ni disminuyen su
autoridad, solo son un asistente para aclarar más la Verdad ya revelada por
DIOS.
Aquellos que dicen
muy espiritualmente que solo creen en DIOS o que solo creen en la biblia, que
no tienen ningún credo o confesión, en realidad si tienen un credo, aunque no
este escrito. De hecho, ese es el primer y más básico de todos los credos:
creer solamente en la Escritura como norma de Fe y conducta.
Todas
las iglesias, lo sepan o no, lo entiendan o no, sea por escrito o no, tienen un
Credo.
Pero si su credo
es tan básico como solo decir creo en la Biblia, dejaran pasar entonces a
cuanto hereje se presenta a la puerta, si es más complejo que logran desechar
algunos sectarios más descarados (como el mesianismo, por ejemplo), aunque no
lo tengan por escrito, tienen un credo. Aun los que no aprueban el uso de credos
y confesiones, ese es su credo.
El movimiento de
Restauración Stone-Campbell en USA en el siglo XIX procuraba la unidad de todos
los cristianos dejando todo tipo de confesión y credo aparte pues para ellos
era la causa de división de la iglesia, hoy en día su resultado la iglesia
de Cristo es una de las iglesias más sectarias y confesionales
implícitas que hay.
Las confesiones de
fe no tienen como propósito denigrar la autoridad que solo la biblia tiene, la
base final de la conducta y doctrina de la iglesia es la Biblia, pero esto no
significa que utilizar una confesión de fe sea algo malo en sí mismo. la
verdadera cuestión no es entre la Palabra de DIOS y los credos y confesiones,
sino entre la Verdad y el error, creer en la sabiduría aislada, es una prueba
irrefutable de soberbia o ignorancia, o ambas.
b) La
confesión de fe es incompatible con la libertad de consciencia delante de DIOS.
Es el otro gran
pretexto, solo dos tipos de personas piensan de esta forma:
1) Los
liberales. Es decir, aquellos que no ven como autoridad sobre
sus conciencias ni a la biblia, mucho menos a una confesión de fe. Si se
rebelan contra la máxima autoridad que es la Biblia, es obvio que se rebelaran
en contra de una autoridad menor como lo son las confesiones de fe.
Este
tipo de personas desean su libertad de pensamiento, sin embargo, no desean ser
libres para que sus conciencias sigan fielmente la Escritura, aunque en teoría
dicen que así es, en la práctica se rebelan contra las restricciones que la
Biblia nos marca.
Son
fanáticos latitudinarios, que para salirse de la ortodoxia lo primero que hacen
es mostrar su desprecio por los credos y confesiones para ocultar su caída en
libertinaje, dicen creer en las doctrinas que vienen en las confesiones, pero
no en las confesiones en sí, por lo regular el tempo basta para desenmascarar
tal hipocresía. El caso reciente del ex pastor y ex cristiano Edgar
pacheco es un ejemplo claro de latitudinarismo dando a luz
herejía y apostasía.
Los hombres no se oponen a los
credos hasta que los credos se oponen a ellos.
De este tipo de personas solo podemos decir que mientras que sus conciencias
no estén ligadas a la Palabra de DIOS, una confesión de fe no les hace mayor
daño que dejar al descubierto su hipocresía y herejía.
2) Indoctos
preocupados por la autoridad de la Biblia. Son
personas tal vez genuinamente preocupados de que las conciencias de los hombres
están sujetas únicamente a las Escrituras y defienden su postura celosamente.
No
han entendido o leído que las confesiones de fe históricas reconocen eso, que
solamente DIOS por medio de la Escritura es el Señor de la conciencia del
hombre, la CFB 1689 dice:
Sólo Dios es el Señor de la conciencia, y la ha hecho libre de las
doctrinas y los mandamientos de los hombres que sean en alguna manera
contrarios a su Palabra o que no estén contenidos en ella. Así que, creer tales
doctrinas u obedecer tales mandamientos por causa de la conciencia es
traicionar la verdadera libertad de conciencia, y exigir una fe implícita y una
obediencia ciega y absoluta es destruir la libertad de conciencia y también la
razón. (21:2).
Les
llamamos indoctos no en forma despectiva, sino descriptiva, pues no se han
preparado en el tema, sus temores estarían justificados si se exigiera que se
suscribieran a una confesión o credo sin darles la oportunidad antes de
examinar a detalle los artículos de declarados en ellos, o que se les obligara
por cualquier vía, como penas civiles o religiosas.
Una persona tiene la libertad en
cualquier momento de renunciar a la confesión de fe su una iglesia si DIOS por
medio de su conciencia así se lo marca, así como cambiar a una iglesia cuya
confesión le de mayor libertad de conciencia.
Pero
es importante que la libertad de conciencia siempre esta acotada por la Biblia
en general y por una confesión de fe en particular, pues cualquier aberración
moral o doctrinal podría introducirse en la iglesia bajo el pretexto de estar
ejerciendo la libertad de conciencia, podrían alegar que solo hacen uso de
la libertad de pensar por si mismos y por ello actúan o creen de manera
distinta, como Arrio hace casi 1700 años.
Una
iglesia con poco credo es una iglesia con poca vida, cuantas más doctrinas
divinas fundamentales y secundarias tenga delineadas una iglesia mayor será su
poder y más profunda su utilidad, por el contrario, cuantos menos artículos de
fe tengan, menor será su cohesión a la ortodoxia Bíblica.
Para
muestra están los carismáticos modernos que, a las confesiones de fe, los
credos y la doctrina en general le llaman el espíritu de Grecia o el
espíritu de la razón, y tratan de echarlo fuera de sus iglesias, con ello
solo han logrado alejarse cada vez más y más del verdadero cristianismo
histórico y bíblico.
El
lema menos credo y más
libertad es involución en el cristianismo que siempre dará a
luz menos apego a una vida moral sana, a mayores herejías y el sectarismo, la
Verdad, cuando está bien definida y marcada no deja espacio para los errores y
las herejías, porque los denuncia y los corrige de inmediato.
Sí
dejamos fuera los credos y confesiones el cristianismo se llenará de herejías
indetectables y por lo tanto destructoras.
Las objeciones al
legitimo uso de confesiones y credos son infundadas, por el contrario, son un
medio legitimo para la tarea de la iglesia de ser columna
y baluarte de la Verdad.
La
próxima semana, primero DIOS, veremos los siguientes dos puntos.
II.
Uso de las
confesiones.
III.
Conclusiones.
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