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I.
Jesucristo el hijo de DIOS.
A.
Sus
aseveraciones directas de divinidad.
I.
Durante
su juicio. Marcos 14:61-64.
II.
De
sus propios labios.
III.
Aceptó
adoración en calidad de DIOS.
IV.
Confirmación
por otros.
B.
Aseveraciones
indirectas de su deidad. Atributos
incomunicables en Su Persona.
C.
Cumplimiento
de las profecías mesiánicas.
Tenemos toda una clase al respecto en nuestro estudio de bibliología.
D.
Sus
milagros.
I.
Definición
de milagro.
II.
¿Son
posibles los milagros?
III.
¿Son
creíbles los milagros?
IV.
¿Son
científicos los milagros?
V.
¿Son
históricos los miagros?
VI.
¿Son
mitológicos los milagros?
VII.
¿Son
determinables los milagros bíblicos?
VIII.
¿Hay
milagros en la actualidad?
Los milagros no solo son posibles, sino
hasta creíbles como hechos históricos, que no van en contra del pensamiento
científico, y como son definidos como la intervención directa de DIOS, eso significa
que: Todos y cada uno de los milagros que el N.T. nos dice acerca de Jesús, no
solo son verdaderos, también son una prueba irrefutable de su total divinidad.
E.
Su
resurrección. La
siguiente y definitiva prueba de la divinidad del Señor Jesucristo es su
resurrección literal de entre los muertos, así que vamos a estudiar a fondo
este hecho histórico sin precedentes.
I.
Jesús
realmente murió en la cruz del calvario.
Antes de que podemos probar la resurrección,
primero debemos demostrar que Jesús en realidad murió, ya que no pocos grupos,
incluido el islam, aseveran que no murió que solo se desmayó al estar colgando
en la cruz. Hay al menos 7 evidencias de la muerte del Señor:
1.
Rechazó
el narcótico que le ofrecieron para mitigar los dolores excruciantes, por lo
tanto, no pudo caer en un desmayo profundo. Marcos 15:23.
2.
La
perdida de sangre, desde el sudor sangrante en Getsemaní hace imposible
sobrevivir a cualquiera.
3.
La
separación del plasma de los glóbulos rojos son señal de ruptura cardiaca
literalmente hablando. Juan 19:34.
4.
No
le quebraron las piernas al percatarse de su muerte literal. Juan 19:33.
5.
Pilato
pidió pruebas de su muerte antes de entregar su cuerpo. Marcos 15:43-45.
6.
Si
hubiese sido una farsa, su aspecto al presentarse resucitado hubiese sido la de
un miserable por las marcas de la tortura más que la de un Salvador glorioso.
7.
La
Asociación Medica Americana de USA avala rotundamente, basados en las
evidencias históricas, la muerte literal del Señor Jesús. (21 marzo 1986, p.
1643).
II.
Importancia
de la resurrección.
El milagro más impresionante del Nuevo
Testamento y el más atestiguado de todos los milagros es la resurrección de
Jesucristo. Este fabuloso hecho maravilloso es la prueba suprema de las
pretensiones de Cristo acerca de su deidad. Si Jesús no hubiera resucitado de
los muertos, todas sus afirmaciones habrían quedado desmentidas en una fría
tumba. 1ª Corintios 15:14.
George Ladd señala: Si Jesús ha muerto, se
niega todo su mensaje. Si ha muerto, no puede venir en su reino. Si ha muerto,
la esperanza de una venida triunfante del celestial Hijo del Hombres es,
evidentemente, imposible.
Sí Cristo No resucito, entonces él es un mentiroso,
puesto que el mismo dijo en varias ocasiones que moriría y que después se
levantaría. Mateo 12:38-40. Lucas 9:22-27. Juan 2:19-22.
Por el contrario, si él ha resucitado de
entre los muertos todo lo que dijo ser, hizo y prometió, es la más absoluta
verdad. Pero, ¿resucitó realmente Jesús de entre los muertos?; ¿qué evidencias tiene
el cristianismo para afirmar la resurrección de Jesús? Examinaremos algunas
evidencias de este singular milagro:
III.
La
evidencia de la tumba vacía.
Testigos fidedignos, tanto amigos como
enemigos, testificaron que el sepulcro estaba vacío: las mujeres, los
discípulos, los ángeles y los soldados romanos. Mateo 28:6; Marcos 16:6; Lucas
24:3-12; Juan 20:1, 2. ¿Qué pasó para que desapareciera el cuerpo de Jesús?
O manos humanas se lo llevaron o el poder de Dios le resucitó. Algunas teorías
racionalistas para explicar el hecho serían:
a) Que José de Arimatea
se llevó en secreto el cuerpo para ponerlo en un lugar más adecuado. El libro la
conspiración de la pascua de Hugh Schonfield, propone esta teoría. El
problema de esta hipótesis es, ¿por qué nunca se supo el lugar de la nueva
tumba? Además, ¿por qué José de Arimatea (y los que le habían ayudado a
trasladar el cuerpo) no dijo que Jesús estaba muerto en vez de apoyar la idea
de la resurrección? ¿Cómo es que nunca nadie trajo el cuerpo de Jesús para
acallar la resurrección? ¿Cómo libro la guardia romana? ¿Por qué nadie lo vio
violar el Sabbath? Por último, no hay ninguna evidencia de una tumba que se
haya convertido en centro de peregrinación por contener los restos de Jesús.
b) Que las autoridades
(judías o romanas) habrían trasladado el cuerpo. El problema de esta
teoría es, ¿por qué nadie presentó el cuerpo de Jesús y así terminar con la
proclamación de Jesús? Esto especialmente se puede decir de las autoridades
judías, que eran las que más deseaban poner fin a la naciente fe.
c) Que Jesús no murió
realmente en la cruz.
Ya aclaramos este punto al inicio.
d) Que las mujeres
cometieron un error y fueron a otra tumba. Pero, ¿es posible que
mujeres que conocían el lugar de la tumba, ya que habían presenciado el
entierro, se hayan equivocado tanto? Ahora bien, suponiendo que se hubieran
equivocado de tumba, por la oscuridad de la mañana, ¿cómo es posible que a tan
tempranas horas hubiera habido un jardinero trabajando? Marcos 16:5,6; Juan
20:15. Suponiendo que el ángel no era más que un jardinero. Además, todo el
malentendido se hubiera aclarado si el presunto jardinero hubiera sido
presentado como testigo del error de las mujeres. Finalmente, si las mujeres
simplemente se equivocaron de tumba, ¿por qué las autoridades no presentaron el
cuerpo de Jesús para terminar con la idea de la resurrección?
e) Que nadie visitó la
tumba y el relato de las mujeres es una añadidura posterior. Se ha sugerido
que pasaron por los menos dos meses antes de que los discípulos proclamaran la
resurrección y que tal creencia estaría basada en apariciones espirituales de
Jesús a los apóstoles. Esta hipótesis se contradice claramente por lo que
indican los Evangelios. Estos señalan que varias personas visitaron la tumba en
diferentes ocasiones. Mat. 28; Mar. 16; Luc. 24; Juan 20. Además, las autoridades
podrían haber mostrado los restos de Jesús, sacándolos de la tumba intacta. El
no hacerlo es señal de que la tumba estuvo vacía a partir del tercer día.
f) Que los discípulos
robaron el cuerpo de Jesús.
Ciertos escépticos creen esta teoría, pero es extremadamente improbable que los
descorazonados discípulos hubieran tenido valor para defraudar con semejante falsedad
a un mundo que les era hostil. Es imposible creer, además que hubieran persistido
en sufrir persecuciones, torturas y hasta la muerte por sostener una mentira. Mateo
28.15.
La autoridad del sepulcro vacío es comentada
por J. Anderson: Es un asunto histórico el que los apóstoles lograron desde el
principio muchas conversiones en Jerusalén, a pesar de su hostilidad,
proclamando las buenas noticias de que Cristo se había levantado de la
sepultura, y esto sucedió a corta distancia del sepulcro. Cualquiera de los
oyentes podría haber visitado la sepultura. Sin duda, la tumba vacía es una
magnífica prueba de la resurrección de Jesús de Nazaret.
IV.
La
evidencia de la transformación de los discípulos.
Los seguidores de Cristo habían presenciado
su muerte y quedaron completamente desilusionados en cuanto a su mesiandad. Lucas
24:21.
Se reunieron en el aposento alto por temor
de los judíos. Pero después de ver al Señor resucitado, predicaron con denuedo
la resurrección, y varios fueron martirizados por su testimonio. ¿Quién daría
su vida para divulgar lo que supuestamente era una falsedad? ¿De dónde vino la
valentía extraordinaria de los discípulos? Algunos escépticos mencionan que lo
que experimentaron los discípulos fueron en realidad alucinaciones acerca de
Jesús resucitado. ¿Es posible que los discípulos fueran víctimas de
alucinaciones? Recordemos que estaban conmovidos mentalmente, aun así ¿Pensaban
tanto en la resurrección que sus mentes vieron algo que en realidad no estaba
ahí?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que
los discípulos, después de la muerte de Jesús, se desilusionaron y no podían pensar
en la resurrección. Además, es necesario considerar los siguientes hechos antes
de aceptar que las apariciones de Cristo fueron a alucinaciones:
a)
No
todas las personas son susceptibles a alucinar. Generalmente sólo cierta
clase particular de personas tiene alucinaciones, las altamente imaginativas y
muy nerviosas. Sin embargo, las apariciones de Cristo no estuvieron
restringidas a personas de una constitución psicológica especial.
b)
Las
alucinaciones están ligadas en el subconsciente del individuo. Con sus experiencias
particulares del pasado, por tanto, ellas son muy individualistas y
extremadamente subjetivas. Es totalmente imposible que dos personas tengan la
misma alucinación al mismo tiempo. Sin embargo, las apariciones de Cristo
fueron vistas por muchas personas, hasta 500 a la vez. 1ª Corintios 15:6.
c)
Las
alucinaciones generalmente están restringidas al tiempo y lugar en que ocurren. Vale decir,
ellas se dan en un lugar que trae recuerdos y en una circunstancia en que la
persona llega a tomar una actitud de nostalgia por cosas pasadas. Sin embargo,
las ocasiones y los lugares en que apareció Cristo para nada conducen a tales
situaciones, ya que apareció en distintos lugares y circunstancias.
d)
Las
alucinaciones exigen que los que las experimentan tengan una gran ansiedad por
ver tales hechos.
Por el contrario, en el caso de las apariciones de Cristo, los discípulos
fueron llevados a creer lo que ya habían abandonado como fe.
V.
La
evidencia del establecimiento de la iglesia.
Es admitido que la iglesia fue formada sobre
dos sólidas bases: el derramamiento del Espíritu Santo y la predicación de la
resurrección de Jesús. Una multitud de judíos creyeron. Hechos 2:41. Y
un gran número de sacerdotes obedecían a la fe. Hechos 6:7. Solamente la
resurrección de Cristo podía convencerlos. ¿Cómo se podría explicar la
existencia de la Iglesia cristiana, que seguramente hubiera permanecido
sepultada con su Señor, si Jesucristo no hubiera resucitado? La iglesia viva y
radiante del día de Pentecostés no nació de un dirigente muerto.
Indiscutiblemente el cristianismo lleva
presente cerca más de 2000 años y durante todo ese tiempo ha trastornado el
mundo, el fundamento y principal predicación de este movimiento es la
resurrección de Cristo, ha soportado entre sus seguidores muertes,
persecuciones, hambres, tribulaciones, etc. Permanecido de pie hasta la fecha,
y una de las cosas que lo sostienen y fortalecen es la firme creencia en que
Cristo vive.
La fundación y existencia continua de la Iglesia de Cristo
es, por tanto, una de las pruebas más fehacientes de la realidad de la resurrección
VI.
El día de culto cristiano.
Antes de la era cristiana el día de culto de
los judíos era el séptimo día de la semana o el sábado, después de la
crucifixión la iglesia cristiana empezó a dar culto el primer día de la semana,
la razón por la cual se cambio fue que precisamente en el primer día de la
semana resucito el Señor. Marcos
16:2.
VII.
El nuevo testamento.
No estamos razonando en círculo, pues no
intentamos probar que por estar ahí escrito es cierto, pero lo que sí es un
hecho indiscutible es que todo libro escrito tiene un contexto histórico, el
Corán por ejemplo considera la vida de Mahoma, Los Miserables de Víctor Hugo
situado en la revolución francesa.
Sabemos, según datos indiscutibles, que el
Nuevo Testamento tuvo su origen al principio de nuestra era entre el movimiento
cristiano que tenía sociedades organizadas llamadas iglesias en las grandes
ciudades del mundo romano. Es evidente, según la naturaleza del Nuevo
Testamento mismo, que los escritores de los veintisiete libros creían
cabalmente que Jesucristo había resucitado de los muertos. Creían que su tumba
estaba vacía y que había aparecido en forma reconocible con el mismo cuerpo con
que había sufrido en la cruz.
VIII.
La
evidencia de la conversión de Pablo.
La importancia del testimonio de Saulo de
Tarso radica en que este hombre no era creyente, por el contrario,
él se oponía tenazmente a las enseñanzas del cristianismo, e incluso perseguía
a los cristianos. Era un hombre culto, que por ninguna razón posible podría
llegar a inventar o imaginar el ver al Señor Jesús resucitado. Pero, camino a
Damasco algo ocurrió con el joven erudito.
¿Cómo es posible explicar que este incidente
alcanzara las consecuencias históricas que tuvo? ¿Por qué un hombre de raza tan
dura, teniendo la mente sana repentinamente abandonó la fe de sus antepasados
para abrazar las creencias de sus enemigos? ¿Cómo se puede explicar que uno de
los más grandes intelectuales de todos los tiempos haya pasado repentinamente
de un extremo dogmático al otro? La respuesta se encuentra en el hecho de que
el hombre de Tarso tuvo un encuentro personal con el Cristo resucitado.
IX.
La experiencia cristiana.
Otro hecho tangible de la resurrección de
Jesús es cuando un alma pecaminosa, se acerca a DIOS con humildad y quebranto y
DIOS transforma esa alma por el poder de su gracia, este cambio radical se le conoce
como “vida resucitada” tal como la de Cristo. Sin duda la experiencia cristiana
es de gran valor para apoyar lo que las Escrituras dicen de Jesucristo, él es
Dios con nosotros, el verbo encarnado, el camino y la vida.
X.
Conclusiones.
Después de examinar los testimonios de
Jesús, los apóstoles, las profecías mesiánicas, los milagros del Señor y la
evidencia incontrovertible de la resurrección, no hay otra alternativa que
aceptar incondicionalmente la deidad del Señor Jesucristo. Negar tal hecho es
ser ciego y sordo al cúmulo de pruebas entregadas tanto por el Antiguo como por
el Nuevo Testamentos.
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