lunes, 21 de octubre de 2019

Hechos: Historia Salutis 02. Alinearme Al Tiempo De DIOS. Hechos 1:6-8.


La semana pasada comenzamos con esta seria de predicaciones expositivas basadas en el libro de Hechos, ya entendimos quien es el autor de esta maravillosa narración, el médico amado Lucas, su propósito, dar a conocer las bondades del evangelio desde Jerusalén hasta Roma y el destinario original Teófilo, entre varios detalles más que son necesarios saber para comprender mejor este libro histórico del Nuevo Testamento.

Lucas comienza este libro con una poderosa frase: lo que Jesús hizo y enseñó, pues nuestro Señor no solamente predicó el evangelio del reino de DIOS, lo vivió en persona, lo modeló de manera que los que ahora permanecemos en él, tengamos la capacidad por su gracia de reflejarlo, no somos nosotros, es Cristo por medio de cada uno de nosotros.

Lucas nos dice que Jesús les dio una orden explicita a sus apóstoles, esperar en Jerusalén hasta que la promesa del Espíritu Santo llegue, lo siguiente que nos narra es una pregunta directa de sus discípulos al Señor Jesús:

Hechos 1:6. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

Antes de la ascensión de Jesús, cuando los apóstoles se dieron cuenta que muy pronto las apariciones de Jesús llegarían a su fin, le hicieron una pregunta relacionada con el futuro. Como en el griego el verbo preguntar indica repetición, entendemos que los discípulos unánimemente expusieron el asunto que les preocupaba: Señor, ¿restauras el reino a Israel en este tiempo?

¿Cómo podemos interpretar esa pregunta? La explicación más común es que los discípulos todavía están pensando en términos de un reino político de la nación de Israel, en el cual Jesús sería el rey terrenal. Si recordamos, durante el ministerio de Jesús, la madre de Santiago y Juan pidió que a sus hijos se les diera un lugar especial en su reino. Un poco antes de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, ella le preguntó si sus hijos pudieran sentarse uno a su izquierda y el otro a su derecha en su reino. Mateo 20:21.

Aun después de su muerte y resurrección, los dos discípulos en el camino a Emaús, Cleofas y su compañero, tenían esta misma plática con el Señor: nosotros pensábamos que él iba a redimir a Israel le dijeron, muy decepcionados de que por su reciente muerte ya no podría cumplirlo, al menos según ellos.

Los judíos sentían una fervorosa esperanza mesiánica. En los Salmos de Salomón, obra apócrifa escrita poco antes de la era cristiana, se repite con frecuencia esta idea. La siguiente plegaria es típica.

Mira, oh Señor, y suscítales su rey, el hijo de David, en el tiempo que tú veas, oh Dios, que pueda reinar sobre Israel tu siervo. Y cíñelo de fuerza, para que pueda hacer añicos a los poderes impíos y purificar a Jerusalén de las naciones que la pisotean y la destruyen... Y él purificará a Jerusalén, y la santificará como en tiempos de antaño, para que las naciones vengan desde los confines de la tierra a ver su gloria... Salmos de Salomón, 17: 23-35.

Pensamientos tales muy bien podrían haber inducido a los discípulos a esperar que hubiera llegado el tiempo para el establecimiento del reino prometido, lo cual motivó su pregunta.

También tenemos que resaltar que hasta este momento los discípulos aún no habían captado el concepto del reino espiritual para todas las naciones, compuesto del verdadero Israel, aquellos que somos de corazón circuncidado. Tampoco comprendían que cuando la nación judía rechazó a Jesús se había separado de la raíz y del tronco del verdadero Israel, en el cual los conversos cristianos, fueran judíos o gentiles, debían ser injertados. Es evidente que aún esperaban que se estableciera el reino mesiánico de David, en la monarquía en Judá, en el pueblo judío literal.

Es por ello que se refieren no a Juda, sino a Israel, esto es importante, pues en sus pensamientos estaba el reino unido, como en la época del rey David y no el reino dividido que Roboam provocó. Así que ellos pensaban que las promesas de restauración y las profecías del reinado davídico eran de ellos, para su pueblo, para su nación, ellos no la veían como 10 tribus al norte más dos tribus al sur, se veían como un solo pueblo delante de DIOS.

No obstante, el énfasis de Jesús es en un reino espiritual, al momento de la ascensión los discípulos expresan su ardiente deseo de ser liberados de la opresión extranjera y le ruegan que restaure el reino a Israel. Los apóstoles descubren su curiosidad respecto del futuro. Pero el futuro pertenece a Dios, no a ellos. Ellos debieron de haber recordado la observación tan pertinente que hizo Moisés: Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre. Deuteronomio 29:29. Podemos darnos cuenta que hasta el momento siguen sin comprender por completo la situación.

Pero no nos sorprendamos mucho, ya que cada uno de nosotros tenemos un deseo innato de poder descubrir la cortina que separa el futuro del presente, es algo inherente al corazón o a la naturaleza humana, nos fascina pensar en el futuro, saber que hay en él, algunos en forma hasta desmedida recurren a medios malsanos para poder saberlo: Lectura de manos, cartas, médiums, horóscopo, etc.

Aun los cristianos seguimos muchas veces siendo afectados por este remanente del pecado en la carne, pues en lugar de orar para descansar en la soberanía de DIOS, muchas veces oramos diciéndole al Señor como debe de actuar, planeamos nosotros nuestro futuro, pensando que podemos hacerlo mejor que el Omnisciente Señor de nuestras vidas, o nos preocupamos por él, nos tronamos los dedos o caemos en desesperación, hemos olvidado que DIOS no solo está con nosotros en el presente, él está también en el futuro, lo tiene planeado, lo tiene todo bajo control, lo entiendas o no, lo creas o no, lo aceptes o no, DIOS es el Señor del presente, pasado y futuro, y no hay nada que él no esté controlando ya, desde un imperio, como le preguntaron los discípulos, hasta lo más simple o cotidiano de nuestras vidas personales, todo está en sus manos.

Como de costumbre, el Señor les da una magistral respuesta que debió transformar su manera de pensar de forma radical: 7 y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Jesús no dice que ignora el futuro; dice que los discípulos no tienen derecho de saber lo que está reservado para ellos: no les toca a ustedes saber, es algo que está reservado para DIOS y nada más, es otro del os motivos por los cuales cualquier tipo de adivinación es pecado, desde los que mencionamos: lecturas de todo tipo, horóscopos, hasta los más insólitos, como hidromancia, percepción del aura o la ouija.

No les toca a ustedes saber. Cortésmente, Jesús reprende a sus discípulos por su limitada comprensión de lo extenso del reino de Dios, pero más que regañar, tiene en mente enseñar a sus discípulos acerca de verdades eternas y maravillosas: que El Padre está en completo control del calendario de los acontecimientos del mundo y él traerá todo a su destino final.

Este es un gran contraste con los profetas del Antiguo Testamento quienes ojearon el horizonte de los tiempos y predijeron el futuro, en cambio, los apóstoles del Nuevo Testamento no lo tienen permitido, pro lo menos aun no, pues ya llegará el momento con Juan en la isla de Patmos donde es dictado el libro de las Revelaciones, esto es así porque ellos son testigos de la vida de Jesús de Nazaret, están viviéndolo en tiempo presente y es lo que están llamados a predicar del pasado es decir la vida de Jesús, antes de que puedan profetizar del futuro. Al igual que nosotros, también los apóstoles pasaron por su proceso de madurez espiritual.

Después el Señor les dice acerca de Los tiempos o las sazones que el Padre ha fijado por su propia autoridad. Los griegos tenían dos palabras para referirse al tiempo: Cronos (tiempos) y Kairos (ocasiones).

Cronos: lapso de tiempo, duración de tiempo. Raíz de la palabra cronometro y sus derivados. Hablamos del tiempo terrenal, que se puede medir. Dios estableció con la creación el sol, la luna y las estrellas para medir los tiempos terrenales. Génesis 1:14-18, y por eso las unidades de medida de nuestro tiempo: milenio, siglo, año, mes, día, horas, etc. Es el tiempo del hombre.

Kairos: medida correcta, ocasión, período definido, tiempo oportuno, tiempo favorable, momento señalado y preciso. Cronos marca cantidad, Kairos calidad, Romanos 5:6. Kairos es el tiempo oportuno y diseñado desde el cielo, dónde Dios interviene en la vida de los hombres de una manera extraordinaria y poderosa. Tiempo diseñado en el cielo, que se manifiesta en la tierra, para bendición de los hombres. En pocas palabras, Cronos es el tiempo del hombre, el kairos es el tiempo perfecto de DIOS. Eclesiastés 3:1. 9:11.

En el tiempo cronos de los hombres, podemos concluir a veces, que Dios se está tardando con cierta respuesta, pero Dios sabe qué, cuándo y cómo lo hace. Por ejemplo, María, la hermana de Lázaro, dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto y luego Marta la otra hermana le dijo: Señor, hiede ya, porque lleva cuatro días, pero Jesús dijo: ¿No te he dicho que si crees veras la gloria de Dios? Juan 11: 33-40.

Cuando él cronos y el kairos no están alineados en nuestras vidas, es cuando comenzamos a desesperarnos, Jesús lo sabía, los discípulos no estaban alineados, por ello más que hablarles de los últimos tiempos donde su dominio será latiente a todas las naciones, mejor los instruyó en la nada fácil tarea de alinear cronos y kairos.

La única manera de aliñarlos es descansando en el propósito eterno del Señor: todo es para su propia gloria. Por lo tanto, Dios ha determinado el orden de los acontecimientos, nada puede ocurrir por casualidad. Nuestro nacimiento y vida no son un accidente ni mucho menos un error, tal vez haya personas que no fueron planeados por sus padres, pero de algo estamos seguros, si fueron planeados por Dios.

Es más, Dios diseño cada característica de nosotros, estatura, color de piel, tipo de ojos, color de cabello, cada mínimo detalle él lo sabe, la biblia dice: no te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo. Salmo 139:15 DHH.

Dios nunca hace nada por casualidad, ni tampoco comete errores, él tiene un propósito y un diseño específico para todo, y eso nos incluye a todos nosotros, porque Dios estaba pensando en cada uno de los que estamos aquí antes de crear el mundo, es por eso que lo creó, para que lo habitáramos y lo administráramos, nuestro cuerpo, el universo, las leyes de la física, en fin todo está perfectamente diseñado, pues en Dios no hay casualidades, hay propósitos.

Todo lo que acontece en el mundo es por la voluntad perfecta de DIOS. En un universo gobernado por Dios no hay lugar para acontecimientos fortuitos. La casualidad no existe. La probabilidad es solo una palabra que utilizamos para describir las posibilidades matemáticas.

El hecho de que estemos con vida y bien físicamente no es casualidad, es el propósito de nuestro Dios que es bueno. Dios Nunca Hace Nada Accidentalmente, Y Él Nunca Comete Errores. Romanos 12:2.

Si Cristo no fuera real, todo sería un accidente, no habría nada seguro, todo quedaría a la deriva, no habría propósitos, significado, importancia en nada, no habría más que unos breves años de vida y ya, sin embargo, sabemos que DIOS es real, que formó todo con un propósito, que en Cristo no hay casualidades, que todo, absolutamente todo tiene una razón y un significado profundo de ser:

·         El universo.
·         El planeta.
·         Nuestro cuerpo.
·         Nuestra familia.
·         Nuestra salud.
·         Nuestra vida amorosa.
·         La escuela.
·         El trabajo.
·         Y un largo etcétera, pues en DIOS no hay casualidades.

Dios Tiene Un Propósito Para Todas Las Cosas, Jamás Pensemos Que Algo Es Obra De La Casualidad. Isaías 45.18.  


La voluntad y propósitos de DIOS son tan perfectos que puede obrar incluso a través de las acciones más diabólicas. La ofensa más grande jamás cometida por un ser humano fue la traición de Cristo por Judas. Sin embargo, la muerte de Cristo no fue un accidente histórico. Estaba en concordancia con el consejo determinado de Dios. El acto malvado de Judas hizo que sucediera lo mejor que haya sucedido en la historia, la Expiación. Apocalipsis 13:8.

El problema viene, cuando en lugar de creer todo esto con todo nuestro corazón y descansar en las amorosas y sabias decisiones de nuestro DIOS, comenzamos a tratar de arreglar las cosas nosotros, a quejarnos a desesperarnos, a pensar que podríamos hacer las cosas mejor que él, es aquí cuando él cronos y el kairos se desalinean y hay turbación, depresión y desánimo en nuestras vidas espirituales y en todas las demás áreas por consecuencia.

No tenemos por qué desconfiar, el Señor Jesús fue muy claro, los tiempos y las ocasiones están solamente en poder del Padre, también se puede traducir: ha fijado con su propia autoridad. La palabra griega que se traduce potestad o autoridad es exousia (ἐξουσία, G1849), denota libertad de acción, derecho a actuar, carente de restricciones, significa que Dios no es siervo del tiempo; es su Amo, no estamos flotando a la deriva en esta vida, estamos en el centro del propósito eterno de aquel que es Amo y Señor de la Eternidad.

Así que el Señor les continúa aclarando el panorama: 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Ahora nos hace saber que no estaremos solos, no nos deja desamparados en este mundo que a cada rato nos trata de apabullar, si no entendemos todos los motivos del Señor, al menos si tenemos el poder para poder sobrellevarlo de forma victoriosa. Lucas ahora usa la palabra dunamis (δύναμις, G1411), que se traduce como poder, capacidad, física o moral, residente en una persona.

La palabra dinamita deriva de dunamis. Lucas se refiere al poder maravilloso que reciben únicamente aquellos sobre quienes desciende el Espíritu Santo. Este poder es para

·         Vivir una vida nueva.
·         Vencer el pecado.
·         Testificar de Cristo a los perdidos.
·         Creerle a DIOS que Él es Señor de nuestras vidas.
·         En el caso especifico de los apóstoles: obrar prodigios y señales milagrosas.


Por ello es que una vez que el Espíritu viene sobre de los creyentes tenemos la capacidad, como dijo el Señor de ser testigos suyos. martur (μάρτυς, G3144), de donde proviene la voz castellana mártir, uno que da testimonio mediante su muerte. La palabra aparece 13 veces en los Hechos. Como testigos, los apóstoles sabían que Jesús era el Mesías de la profecía y el Redentor de la humanidad. También podían dar testimonio de su promesa de volver.

Como testigos, los discípulos fueron el primer y más importante eslabón de evidencia visible entre el Señor crucificado, resucitado y ascendido, y el mundo; el cual, por medio del testimonio de ellos, podría llegar a creer. 1ª Juan 1:3.

Pero no solo los apóstoles, todos aquellos que somos discípulos del Señor Jesús estamos llamados a ser testigos, mártires de ser necesario por la causa del evangelio, testigos de su vida, muerte y resurrección, no por medio de milagros, si no con una vida nueva, con una vida que vence los pecados, con una vida que depende de DIOS y sus promesas, eso siempre ha impactado más que cualquier milagro.

Por ultimo el Señor da una predicción y al mismo tiempo un patrón a seguir: ser testigos del poder de DIOS mediante una vida dependiente de Cristo en:

·         Jerusalén.
·         Judea.
·         Samaria.
·         Lo último de la tierra.

Esta palabra fue profética, sabemos ahora 2000 años después, que fue así como se propagó el evangelio, llegó a Roma, España, Gran Bretaña, América, África, y Oceanía. Pero al mismo tiempo es una indicación de que el llevar la buenas nuevas es de adentro hacia a afuera, no podemos pretender ir de misioneros a China si no hemos predicado el evangelio a nuestra familia.


















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