En la enseñanza anterior entendimos que la soberbia consumada viene cuando la sociedad en general persigue a todos aquellos que no aceptan someterse a su perspectiva de la moral, de la mayordomía, de lo espiritual, cosmovisión. etc. Tal y como pasó con Lot cuando confrontó a los varones de Sodoma cuando estos querían violentar a los ángeles que hospedaba, lo cual encontramos en Genesis 19:4-9.
Es en este punto donde se llega a lo que Ezequiel 16:49-50 denomina la abominación, este es un termino bastante fuerte en las Escrituras, el profeta usó la palabra hebrea tô 'ebah (תּויעֵבָה, H8441), que se traduce también como asqueroso o cosa detestable, señala la repugnancia que produce un objeto, una persona o una práctica que son contrarias a la Voluntad del Señor. Es aquello que produce agudo desagrado o repulsión, sobre todo desde el punto de vista moral y religioso.
Todo lo que Dios llame abominación debe de ser evitado a toda costa por su pueblo.
Son varios los motivos por los cuales Dios llama a alguna practica abominación, todos ellos son muy intensos:
· El incesto.
· La homosexualidad.
· El adulterio.
· El infanticidio.
· La zoofilia.
· Levítico 18:6-26.
Si reflexionamos sobre cada uno de estos motivos de abominación, nos daremos cuenta de que todos son de un grado de perversión muy alto, donde hasta lo que es natural es echo a un lado.
· Debería ser obvio que el amancillar animales es contra la naturaleza y una aberración, pero como en los días de Sodoma, para muchos no lo es.
· Debería ser obvio que es contra la naturaleza tener intimidad entre personas del mismo sexo, es imposible reproducirse, y aun así lo hacen.
· Debería de ser incoherente tener relaciones con alguien que no es tu cónyuge, muchas culturas no cristianas lo prohíben, y aun así muchos lo consideran parte normal de sus vidas.
· Debería sr innegable que tener intimidad entre hermanos, tíos, padres, primos, etc. Es aberrante, y aun así lo practican.
El punto de abominación llega cuando la sociedad no solo tolera, sino que defiende, normaliza y hasta promueve este tipo de acciones aberrantes.
El horror que causaba la idea del adulterio se ha cambiado por una sonrisa cínica y el pensar en aberraciones peores como el swinger, la aversión que tenia el incesto y la homosexualidad o el bestialismo, ha cambiado por aprobación sin trabas, aun dentro de la misma familia, pues son practicantes orgullosos de una sexualidad diferente, hasta lo sagrado que llegó a ser la defensa de la vida de los más vulnerables, se ha trastocado en exigencia de que el Estado sea quien financie el libre aborto, el sacrificio de una criatura indefensa, ahora se le llama derecho de la mujer.
Cuando el deterioro moral llega al grado de negar no solo la ley Escrita de Dios, sino también su ley contenida en la naturaleza normal de las cosas, las consecuencias se van a sentir irremediablemente.
Moisés nos informa que Dios ve todas estas abominaciones como una fuente de corrupción y contaminación de las naciones, y que al final de cuentas terminara en juicio. Levítico 18:24-25.
Y el resto del capítulo de Levítico 18 nos indica que la advertencia de juicio no es solo en contra del os paganos, aun si el pueblo de Dios comete estas abominaciones estará bajo el escrutinio divino.
El apóstol Pablo retoma la tesis de la homosexualidad como practica abominable y la deja plasmada en su carta a los Romanos 1:24-27. Este pasaje no puede ser más claro y elocuente:
El ser humano mientras más se aleja de Dios, más practicas abominables comete, yendo incluso contra la naturaleza.
Cuando se llega a este punto en una sociedad, más difícil se vuelve la capacidad de reacción, como le sucedió a Sodoma, que nunca recapacitó, al contrario se aferraron a vivir sus vidas a su manera, moldearon su sociedad a su antojo hedonista, desperdiciaron el tiempo y malgastaron los recursos, llegaron al punto de querer vaciar su perversidad en dos completos extraños. Génesis 19:4-5.
Tal vez un tiempo antes, esa conducta no solo hubiese sido mal vista, sino hasta censurada y condenada, pero para ellos fue demasiado tarde, normalizaron lo que Dios llama malo y cayeron en la abominación, el último y más bajo escalón de la degradación moral y espiritual en el cual puede caer una sociedad.
Cuando se llega al punto de caer en las abominaciones y no hay arrepentimiento al cometerlas, lo único que queda es la expectativa del juicio divino.
Esto es lo que veremos en la próxima enseñanza: cuando llega el juicio.
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