jueves, 22 de diciembre de 2016

Cristología. Bloque B: Los Estados De Jesucristo. Tema 8: Descenso De Cristo A Los Infiernos. Cita. 1ª Pedro 3:18-19.

Hasta el momento hemos entendido que nuestro Señor Jesucristo ha pasado por dos estados, el estado de humillación y el estado de exaltación, dentro del estado de humillación podemos incluir las siguientes condiciones:

·         Su nacimiento.
·         Su infancia.
·         Su tentación.
·         Su bautismo.
·         Sus sufrimientos en general.
·         Sus sufrimientos expiatorios que son:
o   La agonia en el huerto de Getsemaní.
o   La flagelación.
o   Los insultos recibidos.
o   La soledad absoluta.
o   La muerte por crucifixión.
o   La sepultura.

Pero nos falta una condición más de su estado de humillación y es el descenso a las partes bajas de la tierra, algunos le llaman el hades otros el infierno o tras más a los infiernos.

Para entender esta última condición en su estado de humillación es necesario distinguir entre varios lugares mencionados en las Escrituras, que son de paso en el llamado estado intermedio de los seres humanos, es decir entre la muerte física y la resurrección final de los muertos.

1.  EL SENO DE ABRAHAM.

Para los hebreos el concepto del Seno de Abraham es algo común, para ellos el concepto de cielo o paraíso que nosotros manejamos más cotidianamente no existe, ellos no creen en el cielo, el seno de Abraham está además en el libro extra canónico de los Macabeos.

En él se dice que los mártires irían al seno de Abraham, Isaac y Jacob, no se incluyó en el canon de la biblia pues precisamente de aquí es que sale la anti bíblica y herética enseñanza del PURGATORIO.

El seno de Abraham es el sinónimo judío del cielo y no es otra cosa sino el lugar a donde iban los justos antes de la resurrección de Cristo, pues no podían literalmente ir hasta el cielo de DIOS (Tercer cielo) pues no había libre entrada aún.

En su muerte, Jesús abrió la puerta para entrar a la presencia del Padre. Mateo 27:51.

2.  EL PURGATORIO
Según la doctrina católico romana es el Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo.
Esta purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580).  Los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (Catecismo 1030).
Es una total herejía pues hace la obra perfecta de Cristo en la cruz para nuestra salvación INCOMPLETA, deja a DIOS como mediocre y a Cristo como incapaz de consumar la salvación, cuando el enfáticamente exclamo en la cruz: CONSUMADO ES.

Además, el purgatorio fue una fuente de ingresos inimaginables para el papado en roma, pues según ellos el papa tiene el poder de sacar la animas (alamas en latín) de ahí, no claro sin antes pagar una jugosa suma de dinero, no por nada en sus famosas 95 Tesis Martín Lutero escribió que: si el papa tiene el poder de liberar a alguien del purgatorio ¿Por qué en el nombre del amor no elimina el purgatorio, dejando a todos fuera?

3.  PARAÍSO.

Este término es proveniente del persa (desde los antiguos jardines colgantes de babilonia), quienes a su vez influenciaron a los griegos y estos a los romanos, de allí que pensemos la mayoría al escuchar paraíso en un jardín exótico, de belleza inigualable, árboles frutales por doquier, y en un contexto Ruselita hasta se piensa en animales salvajes y domésticos conviviendo con el ser humano sin problemas de ningún tipo.

Muchas culturas y civilizaciones del mundo antiguo han tenido su propia versión del paraíso, los griegos tenían los campos elíseos, los egipcios el Aaru, los budistas el Nirvana, los nórdicos el Walhalla, y todos ellos en mayor o menor medida describen un lugar hermoso, donde abunda la comida, o la bebida, donde el dolor y el sufrimiento del ser humano terminan para dar paso al deleite sin fin.

Sin embargo, el concepto BÍBLICO del paraíso es muy diferente, la palabra de DIOS nos dice que el paraíso es la presencia misma de DIOS:

·         El apóstol Pablo lo dice: 2ª Corintios 12:2-4.
·         También el apóstol Juan: Apocalipsis 2:7.

El Árbol de la vida es un prototipo de CRISTO. Por lo tanto, el paraíso de DIOS es CRISTOCENTRICO.

4.  EL HADES/SEOL.

El hades significa literalmente el lugar de los muertos: Salmo 16.10 y Hechos 2.27.

El Nuevo Testamento indica que Seól/Hades es un lugar temporal donde se guardan las almas de los incrédulos mientras esperan la resurrección final y sentencia en el juicio del Gran Trono Blanco. Las almas de los justos van directamente a la presencia de Dios en el momento de la muerte pues Cristo ya abrió el camino. El Hades no es lo mismo que el Lago de fuego o infierno.

¿Dónde se encuentran el hades y el seno de Abraham?

El seno de Abraham por lo que leemos en el Lucas 16:26 era parte del Hades, los dos se encuentran en el centro de la tierra: Efesios 4.8-9. Romanos 10.7.



5.  EL INFIERNO O LAGO DE FUEGO.

Etimológicamente hablando la palabra infierno viene del griego geenna (γεέννα, G1067), que a su vez viene de la transliteración del hebreo Ge-Hinnon y significa valle del hinon, en este valle se sacrificaban niños pasándolos por fuego al dios Moloc. 2ª Reyes 23:10. Jeremías 7.30-31.

En tiempos de Jesús el valle Del hinon se volvió un tiradero de basura y cuerpos de animales y hasta de algunos criminales, a los cuales les prendían fuego, cuando el fuego no consumía por completo los cuerpos los gusanos hacían el trabajo.

La palabra castellana para infierno es del latín infernus de infer que significa literalmente inferior, y se refiere obviamente a un lugar que está por debajo, lo opuesto al cielo que está por encima de todo y no necesariamente a que el infierno está en el centro de la tierra.

Este es el lugar final para todos aquellos que mueren sin Cristo, a donde también irán a parar el diablo y sus ángeles.


·         Mateo 10.28.
·         Mateo 25:41.
·         Apocalipsis 20.14-15.


¿A cuál de estos lugares fue Jesús después de su muerte?

Como lo vemos en Efesios 4:8-9, Romanos 10:7 y 1ª Pedro 3:18-19 fue a las partes bajas de la tierra (latín infernus), es decir al Hades, NO al lago de fuego.

Jesús no fue a sufrir al hades ni por él mismo ni como castigo adicional para el pago de nuestros pecados.

Su hubiera pagado en el hades por él mismo querría decir que tuvo algunos pecados que redimir, lo cual es anti bíblico, Jesús jamás cometió pecado, Si hubiese bajado a seguir pagando nuestros pecados, su sacrificio no hubiera sido solo propiciatorio a DIOS, también hubiera sido para satanás, lo cual es un absurdo.

¿A qué bajo Jesús al hades?


1.    Fue por los justos que se encontraban en el seno de Abraham.
a.    Zacarías 9:11.
b.    Colosenses 2:15.

2.    Por las llaves (el acceso y gobierno) del Hades y de la muerte.
a.    1ª Corintios 15:55.
b.    Apocalipsis 1.18.

3.    En nuestra representación.
a.    Isaías 53:4.
b.    Oseas 13:14.

Como último acto de humillación, pues no tenía la necesidad de bajar al Hades, no tenía ni tiene pecado alguno por el cual pagar, Jesús baja en nuestra representación, para que los que creemos en él, resucitemos juntamente con él. Romanos 6:3-8.


lunes, 19 de diciembre de 2016

El Evangelio De Juan 6: Salvación Monergista. Juan 1:9-13.

La semana pasada nos adentramos en la vida de Juan el bautista, precursor de Jesús en su ministerio terrenal, cuyo mensaje: el arrepentimiento, sigue haciendo eco en los corazones de las personas, Juan, fue un gran ejemplo de lo que es llevar una vida Cristocéntrica: menos de él y más de Cristo.

En los versículos del 9 al 16, de este primer capítulo, el apóstol Juan continúa hablando de Jesucristo y su misión en el mundo.

El verso 9 lo describe nuevamente como la luz de los hombres, recordemos que esta afirmación es en contraposición a las tinieblas espirituales en las que la humanidad entera está sumida, alejada de DIOS Y sin Cristo en sus almas.

En el versículo 10 reafirma la acción creadora del Verbo, lo cual los hace igual y uno con DIOS, y recalca el hecho de que el mundo NO le conoció, pues como ya lo entendimos, las tinieblas, no se refieren a actos demoníacos ni nada parecido, se refieren a la ceguera espiritual, a la incapacidad de ver a Cristo y mucho menos seguirlo de todo corazón.

Es a partir del versículo 11 que comienza trazar la enseñanza del día de hoy para nosotros:

A lo suyo vino es un hebraísmo que significa que vino a su casa, es decir a su propio pueblo, el que él mismo eligió. Deuteronomio 7:6. Esto es así pues la lógica nos indicaría que ellos son los que mejor le recibirían. Mateo 15:24.

Y los suyos no le recibieron. La semana pasada entramos un poco en este tema, los judíos, el pueblo elegido por DIOS, descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, esperaban la llegada del Mesías prometido.

La situación nacional de los judíos de la época de Jesús era tremenda, la opresión por parte de naciones extranjeras era el pan diario durante siglos, desde la conquista de los babilonios, pasando por los persas, los Asirios, los griegos y por último los romanos, robándoles toda autonomía como nación.

La opresión llegó al punto de querer borrar hasta su identidad religiosa por parte del terrible Rey Antíoco IV Epífanes, que mando suprimir el culto al Señor y llego al extremo de sacrificar un cerdo en el templo, el cerdo es un animal impuro según la ley de Moisés, y fue considerado un sacrilegio total.

Los libros deuterocanónicos de los Macabeos nos relatan la rebelión de esta familia en contra de las atrocidades recibidas por parte de los extranjeros.

Las leyes eran severas en contra de los judíos, para ejemplo veamos Mateo 5:41.

Los judíos tenían un fuerte rencor contra sus enemigos, y aguardaban pacientemente la llegada del Mesías, el cual restauraría el reino de David, el más grande rey de Israel su pueblo.

Sin embargo, lo que ellos esperaban era un MESÍAS REY y no al MESÍAS SALVADOR.

·         Lucas 24:20-21.
·         Hechos 1:6.

Debemos tener mucho cuidado de andar como estos discípulos que iban camino a Emaús, caminando al lado de un Jesús que NO conocemos y solo por cumplir con nuestros propios intereses personales.

La esperanza mesiánica de los discípulos aún era, como la de muchos judíos, la de un reino político establecido por un descendiente de David, volver a reinar y ser gobernadores del mundo entero, someter a sus enemigos bajos sus pies, y ser la nación esplendorosa que un día llegaron a ser bajo el reinado de David y Salomón.

Una lección podemos aprender de esto y es que nunca pongamos nuestra mirada en el pasado, aun a pesar de que haya sido “glorioso” pues eso desviara nuestra mirada de Cristo, tal como les pasó a los judíos. Eclesiastés 7:10.

Los judíos esperaban en las profecías hechas por Daniel, Ezequiel, Amós, Abdías, Miqueas y Zacarías, profetas que hablaron del reinado del mesías, pero olvidaron la profecía de Isaías 53. El siervo sufriente del Señor.

Antes de ser el Mesías rey, Jesús fue el mesías salvador del mundo, de su estado de pecado y muerte espiritual.

Pero el pueblo de Israel NO lo entendía, sus mentes entenebrecidas por el pecado estaban ajenas a esta verdad, por este motivo es que LO RECHAZARON por completo, se opusieron a él, al no cumplir con sus deseos de grandeza.

En el versículo 12 el apóstol Juan continúa diciendo que los que son hijos de DIOS, los son al reunir dos requisitos indispensables, sin ellos, nadie es un legítimo hijo de DIOS:

1.    Recibirle.
2.    Creer en el nombre de Cristo.

·         RECIBIRLE es muy distinto a aceptarle.

Un falso evangelio produce falsas conversiones, y recientemente (1850 a la fecha) se ha desatado el evangelio decisionista: acepta a Cristo en tu corazón y serás salvo, solo repite esta oración y listo.

Nada más peligroso a sus vidas espirituales y más alejado de la verdad de la Escritura, se promueve a un Cristo sin soberanía y casi obligado a dar su salvación solo por el hecho de que fue añadido a las vidas como u mero accesorio y no como el SEÑOR Y REY de sus vidas.

La palabra en el griego para recibir es lambano (λαμβάνω, G2983), significa tener, tomar o recibir, pero en sentido intenso y no meramente superficial.

Sobre todo, la gran diferencia entre recibir y aceptar a Cristo es que al aceptarlo somos nosotros los que le “abrimos la puerta” mientras que cuándo le recibimos solo estamos siendo receptores de su gracia.

·         CREEN EN SU NOMBRE.

Por su puesto que la palabra que usa Juan para creer es pisteuo (πιστεύω, G4100) que significa una fuerte confianza y es la misma raíz de donde viene la palabra FE.

Para los hebreos, creer en su nombre era algo muy importante:

o   Salmo 9:10.
o   Salmo 20.7.

Ellos confiaban y creían en DIOS porque sabían quién Es y como Es Él.

Creer en Cristo, significa confiar en ÉL, confiar en que su obra redentora en la cruz del calvario nos ha favorecido, muriendo en nuestro lugar, tomando la cruz y el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados y regalándonos su Justicia, para así poder tener una vida nueva, una vida diferente delante de DIOS, una vida DE HIJOS.

Por último, la frase en el versículo 13 los hijos de DIOS no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne ni de voluntad de varón, sino de la Voluntad de DIOS.

·        No Ser engendrados (nacidos) de sangre, se refiere a que no es por una línea genealógica humana, no es por herencia ni por nacimiento natural.

·      No Ser engendrados por voluntad de carne, se refiere a la pasión entre un hombre y una mujer, pasión natural que al consumarse en el matrimonio (fuera de él es pecado) da como fruto el nacimiento de un nuevo ser, DIOS no necesita una contraparte femenina para tener hijos, el ES DIOS, por definición como ya lo vimos, es creador, de ser necesario ex nihilo: de la nada.

·         No ser engendrado de voluntad de varón, se refiere a las capacidades humanas, está fuera del alcance del hombre ser un hijo de DIOS.

Por eso termina la frase diciendo que los hijos de DIOS son engendrados de la SOLA VOLUNTAD DE DIOS. Nuevamente vemos la doctrina llamada monergismo, que nos dice que la obra de la regeneración o el ser hijos de DIOS es obra única exclusivamente de DIOS y que nosotros lo único que aportamos es el pecado que hace necesaria nuestra salvación.

Ser un hijo de DIOS, es solo por la voluntad afectiva y amorosa de DIOS. 1ª Juan 3.1. Desde luego, esto es por la gracia de Dios, pues el hombre no lo merece.










jueves, 15 de diciembre de 2016

Cristología. Bloque B: Los Estados De Jesucristo. Tema 7: Los Sufrimientos Del Salvador Parte II. Cita: Hebreos 12.2.

En la última clase abordamos los sufrimientos del Señor Jesús, primeramente, los sufrimientos en general entre el tiempo de su tentación en el desierto hasta el huerto de Getsemaní, y posteriormente vimos algunos de sus sufrimientos expiatorios, es decir los que pasó durante su pasión, crucifixión, muerte y sepultura.

Los sufrimientos de la pasión son:

·         La agonía en el huerto de Getsemaní.
·         La flagelación.
·         Los insultos recibidos.
·         La soledad absoluta.

Los siguientes sufrimientos son:

·         El tormento de la crucifixión.
·         La muerte y sepultura.

1.  EL TORMENTO DE LA CRUCIFIXIÓN.

Para entender a fondo este horrible tormento es necesario regresarnos en el tiempo, para saber de dónde proviene este tipo de tortura y muerte.

¿De dónde viene la cruz?

Tal vez el símbolo más grande en la historia de la humanidad, al menos en los últimos 2000 años, es la cruz, sin embargo, este signo venerado por el mundo católico, no nació con la crucifixión de Cristo, tiene una larga historia que date de miles de años antes de
Cristo.

Los egipcios tenían la cruz ansata o también llamada cruz del Nilo, también tenían la cruz TAU en forma de “T” los pueblos arios veneraban al dios Odín y su culto estaba ligado con la cruz suástica, al llegar los españoles a América descubrieron dibujos con cruces en las culturas azteca e inca.

En la cultura celta, en Europa, se utilizaban las cruces hasta en sus monedas, muchos siglos antes del cristianismo. 

La cruz solar era una cruz dentro de un círculo, el símbolo religioso más universal de todos. También era un símbolo pagano. Representa al sol y a las estaciones del año. 




CRUZ ASANTA O DEL NILO.



CRUZ TAU.



CRUZ EVÁSTICA.


CRUZ CELTA.



CRUZ AZTECA.



CRUZ MAYA.



CRUZ INCA.



CRUZ SOLAR.


¿Qué nos dice la historia de la muerte de cruz?

La cruz como herramienta de tormenta fue utilizada por los babilonios, los sirios, los persas, los asirios, los cartagineses, y de ellos pasó a los griegos y posteriormente a los romanos. Hay evidencias de que los piratas capturados eran crucificados en el puerto de Atenas alrededor del siglo VIII AC.

¿Visión de la cruz?
Al emperador Constantino I,  justo antes de la Batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312, según la leyenda, una Cruz se le apareció en el cielo, pidiéndole que sustituyera las águilas imperiales de las insignias de los soldados por la Cruz cristiana, de manera que con ese signo vencería. Después de este sueño o visión, Constantino adoptó el lema latino «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»)

Es por este motivo que la cruz, a pesar de simbolizar paganismo y muerte, es un símbolo central del catolicismo.

¿Cómo era la muerte de cruz?

La crucifixión es un método antiguo de ejecución por el que el condenado era atado o clavado (las más de las veces) en una cruz de madera, un poste o un muro y dejado allí hasta su muerte. La crucifixión fue ampliamente utilizada en el Imperio Romano y en culturas vecinas del Mediterráneo, sin duda, influenciadas por la cultura imperial.

Este tipo de tortura y ejecución, fue utilizado por los romanos, según apuntan algunos historiadores, hasta el año 337 d.C. Es decir, después de que el cristianismo fuese “legalizado” por el emperador Constantino, pero antes de que se convirtiera en la religión única y oficial del imperio en el año 380 por el Edicto de Tesalónica.

De acuerdo con algunos académicos, parece que los romanos aprendieron la crucifixión de los cartagineses quienes la utilizaban contra los esclavos, los rebeldes, los piratas, los cautivos de guerra y contra los criminales más sanguinarios.

Es por ello que la crucifixión era considerada como la forma más humillante de morir: clavado en un poste, semidesnudo, con un cartel sátiro sobre la cabeza y expuesto a la intemperie hasta que la inanición, las heridas y la asfixia acababan con la vida del reo.

Además, tanto las vestimentas como pertenencias del crucificado podían ser reclamadas tanto por el centurión como por los soldados del grupo de ejecución.

Un castigo prohibido para el verdadero ciudadano romano.


Debido al carácter humillante descrito, la crucifixión era una práctica vetada para los ciudadanos romanos condenados a muerte. Un noble siempre se merecía el mejor de los tratos y hasta en las ejecuciones se mantenía esa máxima.

Así, en el caso de que un ciudadano romano fuese condenado a muerte, antes recibía la honorable muerte de la decapitación o mediante la práctica de seccionar la médula en la zona del cuello por el filo de una espada (algo similar al estoque en los toros).

Incluso en casos de alta traición estaba mal visto colgar a un ciudadano romano que, por propia concepción, prefería morir a espada antes que la muerte lenta, dolorosa y vergonzosa de la crucifixión, donde no sólo la muerte tardaba en llegar, sino que el reo se convertía en espectáculo público y objeto de mofa.

LA CRUCIFIXIÓN.

Se obligó a Jesús, como era la costumbre a cargar la cruz; desde el poste de flagelación al lugar de la crucifixión. La cruz pesaba más de 130 kilos, sólo llevo el patíbulo que pesaba entre 35 y 50 kilogramos. Fue colocado sobre su nuca y se balanceaba sobre sus dos hombros.

Con agotamiento extremo y debilitado, tuvo que caminar un poco más de medio kilómetro (entre 600 a 650 metros) para llegar al lugar del suplicio. El nombre en arameo es Golgotha, equivalente en hebreo a gulgolet que significa “lugar de la calavera”, ya que era una protuberancia rocosa, que tenía cierta semejanza con un cráneo humano, hoy se llama por la traducción latina calvario.

Antes de comenzar el suplicio de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra, e incienso) a los condenados; con el fin de mitigar un poco sus dolores. Cuando presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo. Marcos 15:23.

Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en él madero. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran puestos para sujetar su cuerpo.



La posibilidad de una herida dolorosa fue grande, al igual que la lesión de vasos arteriales. El clavo penetrado destruía el nervio lo cual producía tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provocaba fuerte contracciones en la mano.

Los pies eran fijados al frente de la cruz siendo atravesados por en medio del empeine con un gran clavo de hierro.




Los padecimientos físicos ya tan violentos al hincar los clavos, en órganos por extremo sensibles y delicados, se hacían aún más intensos por el peso del cuerpo suspendido de los clavos, por la forzada inmovilidad del paciente, por la intensa fiebre que sobrevenía, por la ardiente sed producida por esta fiebre, por las convulsiones y espasmos, y también por las moscas que la sangre y las llagas atraían.

Al momento de estar clavado en vertical en la cruz, sus brazos se estiraron intensamente, probablemente hasta 15 centímetros, y ambos hombros tuvieron que haberse dislocado esto por la gravedad que empuja el cuerpo hacia abajo. Salmo 22:14.

Una vez que colgó de la cruz se va dando una muerte lenta y dolorosa (es un dolor excruciante el dolor era tan insoportable que no había palabras para describirlo así que se inventó una nueva palabra: excruciante –de la cruz-  para dar descripción a ese dolor)


Se va agonizando por asfixia, El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación. Lo cual provocaba la sensación de ahogamiento.  Para poder exhalar tenía que apoyarse en sus pies, que estaban fijos por clavos al madero, al hacerlo los clavos iban desgarrando la carne hasta finalmente quedar incrustados.

Después de sufrir un martirio para exhalar, descendía para inhalar otra bocanada de aire y nuevamente tenía que empujarse hacia arriba raspando su espalda ensangrentada en la áspera madera de la cruz, este proceso continuaba hasta que ya no pudiera empujarse hacia arriba para respirar para entonces morir, Jesús aguanto esto durante 3 horas.



Para acelerar el proceso los soldados quebraban las piernas de los sentenciados para evitar que pudieran “subir” a tomar aire, así la muerte llegaba en cuestión de minutos, pero con Jesús ni sucedió así. Juan 19:31-34.

Por medio de esta sangre y agua que broto de su costado, los médicos han concluido que literalmente se le partió el corazón.

2.  MUERTE Y SEPULTURA.

Es un hecho certísimo para el cristiano de convicciones ortodoxas la muerte del Señor Jesús en la cruz, esto es bueno aclararlo pues aun dentro del mismo cristianismo hay grupos heréticos que niegan la muerte expiatoria del Señor, muchas leyendas son inventadas:

·         Que bajó de la cruz antes de morir.
·         Que nunca subió a la cruz.
·         Que solo se desmayó.
·         Que cayó en coma.
·         Que fueron los narcóticos los que aparentaron su muerte.
·         Etc.

Lo cierto es que la biblia nos dice otra cosa muy distinta:

·         Mateo 27:50.
·         Marcos 15:37.
·         Lucas 23:46.
·         Romanos 5:6,8,10.
·         1ª Corintios 15:3.
·         2ª Corintios 5:14.
·         Gálatas 2:21.
·         Filipenses 2:8.
·         Colosense 2:20.
·         1ª Tesalonicenses 5:10.

Es necesario que quede claro este punto, pues de no haber muerto Cristo en la cruz, entonces no hubo obra redentora, en pocas palabras NO SERÍAMOS SALVOS.

La sepultura de Jesús la encontramos en los 4 evangelios, veamos solo en relato de Lucas 23:50-56.

No hay que confundirnos, el hecho de que haya sido un sepulcro nuevo, que no se había utilizado antes no dice nada de bueno o maravilloso, solo fue providencial por la cercanía que tenía con el lugar de su muerte pues por ser ocasión de la pascua no podían dejar cuerpos a la intemperie.

¿Era necesario que Cristo muriese en la Cruz?


Como lo hemos aclarado con preguntas semejantes anteriormente, DIOS no se equivoca, así que si, si era necesario, la pregunta es más en el sentido de porque era necesario que Cristo muriere en la cruz.

La respuesta tiene dos motivos o razones de peso:

1.      Porque la muerte de Jesús tenía un carácter judicial y sustitutorio, por lo tanto, tenía que morir de forma que pagase como un criminal la sanción debida al pecado de la humanidad, y la pena de muerte para los criminales en la época en la que vivió era la muerte de cruz.

2.      Porque su muerte era exigida como sacrificio expiatorio (en lugar de) por los pecados de la humanidad, por lo tanto, su sacrificio fue en carácter de holocausto de ahí que tenía que morir fuera de la puerta de la ciudad. Hebreos 13:11-13.


Un Dios Santo 11: Contender con Dios Parte 1. Habacuc 1:2-4.

La máxima expresión de la ira y la justicia de Dios se pueden ver en la cruz del calvario, es ahí donde la justicia santa de Dios se hace ...