Las Parábolas De Jesús 40: Ríos De Agua Viva. Juan 7: 37-39.

Hemos llegado al final de la serie de predicaciones y enseñanzas titulada: las Parábolas De Jesús, son más de 40 las parábolas y dichos parabólicos de Jesús los cuales estudiamos pues en más de una ocasión estudiamos parábolas dobles que se complementaban entre sí para dar su enseñanza central. .

Lo primero que aprendimos fue que etimológicamente la palabra viene del griego parabole y significa literalmente poner al lado, poner una cosa al lado de otra con el fin de comparar. (Ejemplo cristianismo  Coca-Cola).

La gran mayoría de las parábolas de Jesús las encontramos en los 3 primeros evangelios: Mateo, Marcos y Lucas, que son comúnmente llamados evangelios sinópticos que significa que pueden ser vistos juntos por su gran parecido en contenido, aunque no descartamos los numerosos dichos parabólicos del evangelio de Juan.

Aprendimos  el hecho por el cual Jesús enseñaba por medio de parábolas, es decir el propósito de las parábolas de Cristo, es el punto clave de todas las parábolas de Jesús es: La Total Soberanía de Dios, para entenderlo veamos Mateo 13.10-17.

No todos tenemos la capacidad de entender el mensaje del evangelio, hay quienes lo reciben y quienes lo rechazan, lo importante en este punto es reconocer que la capacidad de recibir el mensaje NO viene de nosotros mismos, no es porque seamos mejor que otros, no es porque seamos más inteligentes o ni siquiera es porque nosotros lo merecemos, la capacidad de recibir el mensaje de la Palabra de DIOS viene solo de DIOS mismo como lo vemos en: Mateo 16:17. Romanos 9:11-21.

Esto le pasó precisamente a los judíos  en la época de Jesús, hubo algunos que le siguieron fielmente mientras que otros en definitiva rechazaron las enseñanzas del Maestro: Juan 7.40-44.

¿Qué palabras oyeron que causó la división? Las dichas en Juan 7:37-39.

¿Cuál fiesta? ¿Acaso fue invitado a unos XV años, una boda o tal vez un aniversario de alguna iglesia? Para nada, se refiere a la fiesta de los tabernáculos: Juan 7:2.

Al pueblo de Israel DIOS personalmente  le estableció 7 fiestas anuales:

1.      Pascua.

2.      Panes sin levadura.

3.      De las primicias.

4.      Pentecostés.

5.      De las trompetas.

6.      De la expiación.

7.      De los tabernáculos.

De estas siete las tres más importantes son La Pascua, El Pentecostés y La De Los Tabernáculos.

DIOS ordena por medio de Moisés en Levítico 23.33-44  la celebración de los Tabernáculos, se le llamaba así porque las familias debían habitar durante siete días en cabañas o tiendas llamadas tabernáculos, los construían en las azoteas, los patios y hasta en las calles y era con un propósito doble, primero recordar que habían habitado como nación 40 años en tiendas cuando vagaban por el desierto y segundo dar gracias a DIOS por las cosechas de ese año.

El primer y el octavo día de la fiesta eran días de reposo, nadie podía trabajar en ellos pues eran santos al Señor, años después cuando Israel regreso del cautiverio se añadió la ceremonia de derramar agua como símbolo de gratitud por la provisión de agua en el desierto y lo hacían citando  pasajes como: Isaías 12:3.

Es en el último y gran día de esta fiesta de los tabernáculos que Jesús se pone de pie para alzar la voz y decir uno de sus dichos parabólicos más reconocidos: Si alguno tiene sed venga a mí y beba, el que cree en mí, como dice la Escritura de su interior correrán ríos de agua viva.

Como ya vimos había una ceremonia de derramar  agua, los primeros  siete días de la fiesta un sacerdote llenaba una jarra de oro con agua del  estanque de Siloé. Acompañado de una solemne procesión, volvía al templo y, en medio del toque de trompetas y de gritos de las alegres multitudes, la derramaba en un embudo que terminaba en la base del altar de los sacrificios encendidos.

El pueblo desbordaba de júbilo en ese momento. Esta ceremonia no sólo les recordaba las bendiciones otorgadas a los antepasados en el desierto (el agua de la roca), sino que también apuntaba hacia la abundancia espiritual de la era mesiánica.

Sin embargo esta ceremonia  el octavo día ya no se realizaba, es por eso que Jesús comienza diciendo “SI ALGUNO TIENE SED VENGA A MI Y BEBA” pues no habían derramado agua ese día, la ocasión era perfecta.

Es obvio que no tomarían literalmente de Jesús y que no se refería solo a la sed física, por eso es un dicho parabólico, usó acontecimientos comunes y muy conocidos por la  gente para dar su mensaje.

Era como si deseara decir, ¿No se dan cuenta de que esa agua me señala, y que todos esos recordatorios de la vida de los antepasados en el desierto pierden su significado vital si no se me tiene en cuenta? Era como si Jesús mismo les dijera ¿Qué no ven que se trata solamente de mí?

No importa cómo tratemos de aplacar la sed espiritual (drogas, alcohol, amor, buen comportamiento, moralismo, religiones, pandillas o tribus urbanas, etc.) el único que puede apagar nuestra sed espiritual ES CRISTO.

Muchos confunden SED Espiritual con el deseo de ser felices, pero no es lo mismo:

Si lo que buscamos es que una religión nos haga felices entonces estamos en el peor lugar para ello, C.S. Lewis dijo: No vine a Cristo para ser feliz, siempre supe que una botella de vino podría hacer eso, si lo que buscas es algo que te haga sentir feliz y cómodo yo ciertamente no te recomendaría el cristianismo”

La verdadera vida cristiana es una vida de negarse a sí mismo, de tomar la cruz y de seguir a Cristo, es vivir la vida crucificados,  y esto siempre le va a doler a los seres humanos pues implica aplastar por completo nuestro ego, hacernos a un lado nosotros y dar lugar  al señorío de Cristo.

Sin embargo por supuesto que vale la pena, pues la sed espiritual es consecuencia del pecado que vive en la humanidad, ese pecado nos mantiene alejados y ajenos a la Gloria de DIOS, y nada hay que nosotros podamos hacer para cambiar la situación, pero es aquí donde DIOS tomó la iniciativa y envió a su hijo Jesús a morir en la cruz, la cruz siempre lo he dicho demuestra el gran amor de DIOS y al mismo tiempo la gran depravación espiritual de los seres humanos.

En el versículo 38 Jesús dice “el que cree en mí, como dice la Escritura”, pero ¿Qué Escritura es la que cita? Es el pasaje del profeta   Ezequiel 47:1-5.

Ezequiel tiene una visión del templo y agua saliendo de él hasta formar un río, el varón que llevaba el cordel para medir es un ángel y se menciona en Ezequiel 40.2.

Las aguas descendiendo del templo nos hablan de la presencia y la bendición de DIOS, este simbolismo es usado por Juan en Apocalipsis 22:1.

Cada mil codos, aunque en medidas oficiales son poco más de 500 metros, el simbolismo que caracteriza el libro nos habla más bien de lapsos de tiempo, cada determinado lapso de tiempo DIOS nos va llevando a más.

Primero los tobillos: lo que nos da estabilidad: nuestras emociones, son intensas pero no son duraderas son frágiles como los tobillos, y habla de un caminar superficial y efímero.

Las emociones son  el fruto pero aun inmaduro, que no sirve ni para comer ni para ser semilla que produzca más fruto.

Después las rodillas lo que nos da equilibrio: nuestras convicciones, un verdadero cristiano (no un cristiano cultural de los que hoy en día abundan) está sumergido no solo superficialmente, va más allá, hasta las rodillas, las convicciones son el fruto ya maduro, listo para comerse.

Lo siguiente son los lomos, que están a la altura de la cintura y son los responsables de la reproducción, habla de sumergir en el rio de DIOS nuestra capacidad reproductiva, es el fruto maduro que no solo puede comerse agradablemente, también da semilla, se reproduce.

Pero llegara el momento en que en definitiva estaremos tan adentro que la única forma de pasar será a nado, es decir totalmente cubiertos por el agua, y Jesús dice en Juan 7:38 que todo esto pasaría en el interior, no habla de algo externo solamente sino interno, de una trasformación profunda y duradera efectuada por el Espíritu Santo en la vida de los creyentes en Cristo.

Jesús al final de la fiesta de los tabernáculos cita a Ezequiel para hablarnos de una vida llena del Espíritu Santo en los cristianos.

¿Qué es una vida llena del Espíritu Santo?

Hoy en día se dice que es:

·         Hablar otras lenguas.

·         Tener dones.

·         Caer al suelo y retorcerte.

·         Ser muy ungido.

·         Hacer milagros poderosos.

·         Sentir un fuego cuando oran por ti.

·         O dicen que son experiencias pasajeras que constantemente se deben repetir (y por eso muchos cristianos sinceros pero equivocados van detrás de los predicadores “poderosos” para que oren por ellos).  

·         Y muchos mitos no bíblicos más.

Lo cierto es que la biblia dice que la presencia del Espíritu en los creyentes es PERMANENTE. Juan 14.16.

El ser lleno con el Espíritu implica darle a Él la libertad para ocupar cada parte de nuestra vida, guiándonos y controlándonos. Entonces Su poder puede ser ejercido a través de nosotros, para que lo que hagamos sea un fruto para Dios. La llenura del Espíritu no se aplica solamente a hechos externos; también se aplica a los pensamientos más íntimos y los motivos de nuestro corazón, a toda nuestra vida.

Una vida llena del Espíritu Santo se nota  porque DA FRUTO: Ezequiel 47:12.

Una vida llena del Espíritu es dar el fruto del Espíritu. Gálatas 5:22:

1.   Amor.

2.   Gozo.

3.   Paz.

4.   Paciencia.

5.   Benignidad. (Lo Interno).

6.   Bondad. (Lo Externo).

7.   Fe.

8.   Mansedumbre.

9.   Templanza.

La enseñanza central en el dicho parabólico de Jesús  del día de hoy: quien tenga sed venga a mí y beba, el que crea en mí de su interior correrán ríos de agua viva, es:

Que los creyentes seremos llenos del Espíritu y La verdadera evidencia de que somos llenos del Espíritu Santo son las vidas transformadas por medio de su Palabra.