Estudiar los nombres de DIOS es con la intención de
conocer y amar cada día mas a nuestro amado Señor, pues cada nombre revela
características o atributos suyos, hemos visto hasta ahora siete nombres con
los cuales DIOS se muestra en la Escritura:
1.
Elohim.
2.
Elyon.
3.
Yahvé.
4.
El Olam.
5.
Jehova Jireh.
6.
Emmanuel.
7.
El Shaddai.
Hoy veremos otro nombre compuesto: JEHOVÁ RAFA: YO SOY
TU SANADOR.
Para comprender
completamente el tema, primero definamos lo que es la enfermedad, pues si DIOS
es nuestro sanador, debe de sanarnos de algo, y ese algo es la enfermedad.
La palabra enfermedad viene del hebreo jalah (חָלָה, H2470), y significa: estar enfermo, o estar débil,
es la alteración leve o grave del funcionamiento normal del organismo o de
alguna de sus partes debido a una causa interna o externa.
Si buscamos la fuente de
la enfermedad y por lo tanto de la muerte nos remontaremos al pecado y caída de
Adán y Eva en el Edén, DIOS hizo al hombre a su imagen y semejanza, por lo
tanto era perfecto al 100%, libre de toda enfermedad, dolencia y muerte, sin
embargo con la desobediencia vino también la consecuencia: ENFERMEDAD Y MUERTE.
Las cuales Adán nos heredó a todos los seres humanos.
En Génesis 5 leemos
que los primeros seres humanos vivían casi un milenio.
Por el pecado, la muerte hizo su aparición, con las enfermedades y
dolencias que llevan a ella como lo vemos en la cita de Romanos 5:12.
Son tres las áreas donde los CRISTIANOS
podemos enfermar:
·
Enfermedad física: en nuestro cuerpo.
·
Enfermedad emocional: en nuestra alma.
· Enfermedad espiritual: en nuestro espíritu:
mentiras o medias verdades doctrinales que evitan la verdadera madurez en
Cristo.
Estos tres tipos de
enfermedad siempre están ligado entre sí, pues nuestro cuerpo alma y espíritu
lo están (1ª Tesalonicenses 5:23), por lo tanto si una parte de nosotros
está enferma, las otras dos partes lo resienten por consecuencia. Proverbios
17:22.
La palabra Sanador del
Hebreo Rafá significa: arreglar,
cuidar, curación, curar, médico, RESTAURAR,
sanador, sanar, sanear, sanidad, sano.
Mucho se ha usado esta cita fuera de su
contexto original para promover el falso evangelio de la prosperidad y los
milagros, dicen que DIOS está comprometido por no decir obligado a sanarnos
pues Él lo prometió, no sin antes pedir una suma de dinero de por medio claro
está.
¿Qué significa realmente está cita?
¿DIOS está obligado a sanarnos a sus hijos?
¿Entonces porque hay cristianos enfermos?
¿Les falta fe o reclamar su promesa?
Para entender el nombre de Jehová Rafá es necesario ver el contexto en el cual se
nombró así: Éxodo 15:22-27.
En primer lugar es una promesa condicionada:
·
Si oyes la voz del Señor.
·
Si hicieres lo recto delante de sus ojos.
·
Si dieres oído a sus mandamientos.
·
Y si guardares todos sus estatutos.
Además es una promesa específica, Moisés les
dice que no vendrán las ENFERMEDADES que DIOS envió a los egipcios ¿Cuáles son
esas enfermedades?
1. Agua en sangre.
2. Ranas por todas partes.
3. Piojos.
4. Moscas.
5. Muerte del ganado.
6. Sarpullido con úlceras.
7. Granizo muy pesado.
8. Langostas que devoran la
cosecha.
9. Tinieblas que cubran el día.
10. Muerte repentina de los
primogénitos.
Son conocidas comúnmente
como las diez plagas de Egipto, de hecho hay traducciones de la biblia que
dicen PLAGAS en vez de enfermedades.
En ninguna parte dice que
alguien del pueblo de DIOS no enfermara nunca o que cada vez que pasemos por una
enfermedad o dolencia DIOS de inmediato nos enviará su sanidad, recordemos que
DIOS es SOBERANO si Él lo desea envía sanidad pero si en su plan bueno,
agradable y perfecto está que pasemos
por ese tipo de situaciones de enfermedad Gloria a su Nombre.
¿Entonces a DIOS no le interesa la sanidad de sus
hijos?
Claro que le interesa pero no es lo primordial, al
menos no la sanidad física, sino la espiritual, sin embargo sí vemos muchas
citas donde DIOS actuó a favor de la sanidad de su pueblo.
·
Éxodo 15:25-26.
·
Salmo 103:3.
·
Salmo 147:3.
·
Santiago 5:14 y 15.
Jesús demostró que Él es Jehová-Rafá al curar a los enfermos, a los ciegos, a los
paralíticos, y al echar fuera demonios.
·
Mateo 12:13.
·
Mateo 15:28.
·
Mateo 15:31.
·
Mateo
14:14.
·
Lucas 6:17 al 19.
Durante mi caminar con Cristo he podido notar que
muchos hermanos viven inmersos en enfermedades y no creo siempre que sea el
parte del plan de DIOS para tratar algo en sus vidas, lo que les pasa a muchos
lamentablemente es la falta de identidad, pues mucha gente esta tan
acostumbrada a “su enfermedad” “su dolor” o “su mal” que el día que todo puede
cambiar inconscientemente se sabotean pues no saben quiénes son, pues ya no serían los “pobrecitos”
o los “que sufren” por ello ya no buscan atención medica ni mucho menos oran a
DIOS rogando ser sanados.
¿Ir al médico? ¿Qué no sería falta de fe? ¿No es
dudar de Jehová Rafá?
Por su puesto que no, la biblia nos muestra una
historia que nos aclarara está situación: Marcos
5:24-34. Lo que no debemos hacer es poner nuestra confianza primero en los
médicos y después en DIOS: 2ª Crónicas
16:12.
Lo ideal es que al tener alguna enfermedad, cual
sea y por el motivo que sea, orar primero a DIOS rogar y descansar en su
perfecta voluntad e inmediatamente (si es grave orar en el camino) ir al médico
a ser atendidos, Lucas mismo, quien
escribió el tercer evangelio era un médico: Colosenses 4:14.
Como ya lo mencionamos a DIOS le interesa mucho más
el bienestar espiritual que el físico de sus hijos, es preferible ir al cielo
en silla de ruedas que al infierno caminando.
Es precisamente por ese interés en nuestro
bienestar espiritual que Jesús murió en la cruz del calvario: 1ª Pedro 2:24.
Fuimos sanados pero no se refiere al plano físico
sino en lo espiritual, muchos quieren tratar el problema del pecado con
aspirinas pues su síntoma es un dolor de cabeza, sin embargo el pecado es como
un tumor en el cerebro y eso es lo que causa el dolor de cabeza.
Ese cáncer espiritual es imposible de curarlo
solamente con aspirinas de buenas intenciones, de echarle ganas, de moralismo,
de religiosidad o de superación
personal, tal vez nos quiten el dolor de cabeza por un breve tiempo pero en realidad no estamos curados.
La ÚNICA forma de erradicar ese cáncer espiritual
es por medio de Jehova Rafá, es decir Cristo es el único que puede salvarnos
del pecado y sus consecuencias, nosotros por nuestros propios medios no podemos
hacerlo jamás, es imposible por más que nos esforcemos sanarnos a nosotros
mismos, pues ese tumor nos ha dejado ciegos espiritualmente y un ciego operando
a otro ciego solo puede acabar mal.
Por eso es que DIOS tomó cartas en el asunto y
envió a Cristo a morir en nuestro lugar, la cura única y perfecta para nuestra
grave enfermedad espiritual (Hay quienes prefieren decir que estábamos muertos
totalmente, para el caso es lo mismo, un enfermo de cáncer cerebral terminal es
un sentenciado a muerte en definitiva y dentro de los milagros de sanidad de
Jesús incluye levantar muertos). Isaías
53:4-11.
El versículo 4 tiene su cumplimiento en Mateo 8:17. Así que tampoco puede ser
usado fuera de contexto para “obligar” a DIOS a darnos salud física.
De los versículos 5 al 11 nos damos cuenta que
habla de nuestra condición espiritual: condenados a la muerte eterna, pero DIOS
por pura gracia nos dice YO SOY TU SANADOR espiritual.
Una vez que estemos en la eternidad futura, la
enfermedad ya no será un problema: Apocalipsis
22:2-3. SOLI DEO GLORIA.
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