El Señor Jesucristo es Dios verdadero y hombre
verdadero. Su deidad es perfecta y su humanidad es perfecta. En él están
presentes todas las particularidades distintivas de la humanidad, como lo
veremos en nuestro estudio.
Hablar de la humanidad de Jesucristo es de mucha
importancia en una correcta y ortodoxa cristología, pues el ignorar, minimizar
o restringir tanto la humanidad como la divinidad de Cristo ha dado pie a un
gran número de herejías cristológicas las cuales estudiaremos más adelante.
Actualmente lo que está en duda en muchos círculos es
la deidad de Cristo no tanto así su humanidad, aunque la aceptación de su
humanidad es al igualarlo con grandes maestros iluminados como Buda, Confucio y
Mahoma, sin embargo, como lo veremos su perfecta humanidad va más allá todavía.
Lo primero que hallamos al abrir el evangelio de Mateo,
es decir al comenzar el Nuevo Testamento es el árbol genealógico de Jesús como
israelita: Mateo 1:1-17.
Pero no solamente Mateo traza una línea genealógica de
Jesús, Lucas también lo hace, emparejándolo con la raza humana hasta llegar al
primer ser humano creado por DIOS, Adán. Lucas
3:23-38.
Son muchos los textos que encontramos en las
Escrituras donde vemos a Jesús en su cualidad de hombre, veamos algunos de
ellos:
·
Juan
1.14.
·
Juan
8:40.
·
Hechos
2:22.
·
Romanos
5.15.
·
1ª
Corintios 15.21.
·
1ª
Timoteo 2.5.
·
1ª
Juan 4.2.
La humanidad plena y perfecta de Jesús la vemos
plasmada en la biblia desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección:
a) En su concepción y nacimiento.
Que su concepción fue virginal, es cierto por Mateo 1:18 y Lucas 1:35, pero, contra la opinión de muchos, su nacimiento se ajustó
a las leyes fisiológicas de toda mujer que da a luz por el útero.
Lucas 2:23, dice explícitamente: ≪que abre la matriz≫; ¿Por qué habría de mencionar Lucas esa cita, si este
caso fuese una excepción?
b) En sus facultades físicas y mentales, propias de un
ser humano.
En Lucas 2:40 y
52 vemos que Jesús crecía en “sabiduría y estatura” se refiera que desde su
nacimiento hasta la edad adulta Jesús paso por las etapas propias del
desarrollo humano, como bebé aprendió a caminar y sostenerse solo, aprendió a
leer y escribir el hebreo de su época, aprendió a la edad adecuada a hablar y
hasta a ir al baño solo, negar esto da pie a una herejía llamada monofisismo que estudiaremos más
adelante.
c) En cuanto a necesidades propias de un ser humano.
Por los evangelios sabemos que Jesús:
·
Tuvo hambre. Mateo
4.2. Lucas 4.2.
·
Sufrió sed. Juan
4:7. Juan 19.28.
·
Se cansó. Juan
4.6.
·
Tuvo sueño. Mateo
8.24.
d) En cuanto sus sentimientos y emociones.
Jesús, como lo vemos en la Escritura, tuvo
sentimientos y emociones humanas, como las nuestras, no más débiles, sino más
finas y fuertes pues no estaba contaminado con pecados de la carne ni mucho
menos con el pecado original.
·
Lloró. Juan
11.35.
·
Tuvo compasión. Marcos
6.34.
·
Se enojó. Juan
2: 14-17.
·
Se entristeció. Mateo
26:37-38.
e) En la agonía en el huerto de Getsemaní.
Es en Lucas
22:44 donde encontramos la palabra agonía, del griego agon (ἀγωνία, G74), significa lucha, conflicto,
angustia, denota una extrema tensión emocional y grave angustia.
El conflicto que se desarrolló en la mente de Jesús
fue al extremo intenso, la angustia emocional y moral al tener que decidir
entre seguir la voluntad del Padre para la redención o seguir su instinto de
conservación y tratar de evitar la muerte, el instinto de conservación es
propio de los seres humanos y algunos animales.
Además, el sudar grandes gotas de sangre da una
prueba más de que Jesús fue completamente un ser humano, pues un espíritu no
tiene sangre, este hecho de sudar sangre es conocido en la medicina como hematidrosis,
y se trata de una respuesta a un estrés máximo, se ha presentado en
personas que saben con certeza que van a morir en breve de manera dolorosa,
como en condenados a muerte o en situaciones de guerra, con este hecho la piel
se vuelve frágil y tierna.
f) Por último, en los padecimientos en la Cruz.
La muerte por crucifixión era tan dolorosa y espantosamente horrible que
hubo la necesidad de crear una palabra para describir los dolores sufridos por
los condenados a este tipo vergonzosos de muerte: excruciante.
Antes de comenzar el suplicio de la
crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra, e
incienso) a los condenados; con el fin de mitigar un poco sus dolores. Cuando
presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo. Marcos 15:23.
Esto es importante, pues la Escritura dice
que Cristo gusto la muerte por todos
nosotros. Hebreos 2.9. El «gustar»
no es precisamente «probar un poco de algún alimento o bebida para ver qué gusto tienen», sino
sufrir la muerte sin atenuantes.
En la cruz derramó su sangre, sangre
humano-divina, y su corazón fue roto por nosotros. Juan 19:34. Por medio de esta sangre y agua que
broto de su costado, los médicos han concluido que literalmente se le partió el
corazón, al separarse el plasma de los glóbulos rojos.
Jesús sufrió la muerte de cruz como
todo un ser humano, pero ¿Por qué? La respuesta la encontramos en su Palabra
en:
·
Isaías 53:11.
·
Romanos 5:6-8.
·
Hebreos 12.2.
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