Estamos llegando al final de nuestra serie de
enseñanzas acerca del fruto del Espíritu, la semana pasada entendimos el
concepto de Justicia, primeramente, en DIOS, y la maravillosa manera en que
Cristo toma nuestro pecado y nos regala su Justicia en el sublime acto llamado Justificación por Fe.
Esta semana veremos la última característica del fruto
que menciona la biblia en Efesios 5:9.
LA VERDAD.
¿Qué es la verdad?
¿Podemos conocer la verdad?
¿Dónde encontramos la verdad?
¿Cada quién puede tener su verdad o su parte de la
verdad como afirman algunos?
¿Qué significa la Verdad como parte del fruto del
Espíritu?
Esto y más veremos a continuación por medio de la
Escritura.
A nivel práctico muchas iglesias sobre todo las carismáticas y
pentecostales elevan la experiencia por encima de la verdad (ya no se siente la presencia de DIOS tan
fuerte como antes son frases muy comunes en ellos) por ello se animan
formas de culto sin sentido y fuera de orden y control.
A partir de 1960 aproximadamente el movimiento de renovación
carismática (cristianos supuestamente) aceptó en sus filas al movimiento
carismático católico, y por que
“creen en los dones del Espíritu” se consideran nuestros hermanos, hay hasta
incluso carismáticos mormones, cuya doctrina no ha cambiado en nada, pero que
por hablar en lenguas dicen que son
nuestros hermanos.
La verdad está siendo relegada en las iglesias cristianas y
aceptan todo tipo de disparates que vienen de las emociones subjetivas, para
ejemplo está la loca y anti bíblica afirmación de Benny Hinn de que en realidad
la Tri-Unidad (Trinidad) son en realidad 9 seres: 3 en el Padre, 3 en el Hijo y
3 en el Espíritu Santo, algo que es una blasfemia total, sin embargo, como
Benny “hace muchos milagros” entonces
no pasa nada, lo podemos aceptar como una
verdad.
El discernimiento doctrinal y la responsabilidad teológica brilla
por su ausencia en muchas iglesias modernas, que toleran casi cualquier cosa
bajo el lema “no limitemos al espíritu” prefieren
largos servicios llenos de experiencias místicas que discipular doctrinalmente
al pueblo de DIOS, tal pareciera que están como en la época de los jueces: Jueces 21:25.
Muchos van
al revés de cómo deberían ser las cosas, en lugar de ser la biblia quien nos
diga que hacer, ellos le dicen que hacer a la biblia, primero tiene una
experiencia religiosa y luego buscan apoyo en la palabra.
Uno de sus líderes lo dice de esta manera: No tome el control, no se resista, no
analice, simplemente entréguese a su amor. Se puede analizar la experiencia más
tarde, pero ahora solo deje que suceda.
No se debe permitir que las experiencias sean
la prueba de la verdad, o el subjetivismo hará presa de la iglesia, y la sana
doctrina basada en la biblia ya no será quien nos guié, debe de ser la verdad
revelada en las escrituras la que pruebe las experiencias religiosas.
Muchos minimizan la doctrina por la misma
razón que degradan la Biblia: piensan que alguna preocupación por lo eterno y
la verdad objetiva sofoca la obra del Espíritu (es tratar de meterlo en una
caja dicen algunos). Los dogmas limitan
el mover del espíritu es la frase favorita de aquellos que prefieren las
experiencias personales sobre la Verdad de La Escritura.
Ellos prevén el ministerio del Espíritu como
algo que fluye libre, infinitamente maleable, tan subjetivo como para desafiar
la definición. Los credos, las confesiones de fe y la teología sistemática son
vistos como un estrecho confinamiento, sin ser lo bastante flexibles como para
que el Espíritu obre dentro de ellos. (Salen con el ya clásico la letra mata).
Muchos líderes de movimientos cristianos se
conforman con palabras que parecieran ser prudentes pero que no son bíblicas al
respecto de estos temas:
·
No juzgues su doctrina, mejor ve su corazón.
·
No somos nadie para criticar.
·
Al final todos servimos al mismo DIOS.
·
Lo que en realidad debió haber querido decir
fue que….
·
No seamos fariseos y dejemos el juicio a
DIOS.
·
No necesitamos teología, solo necesitamos
conocer a Jesús.
·
Mejor amémonos unos a otros en vez de
criticar.
·
DIOS no está obsesionado con la doctrina, él
lo está con el corazón.
La realidad es que muchas iglesias dicen ser
llenas del Espíritu Santo pero la verdad bíblica no es una de sus
características, si en realidad El Espíritu Santo gobernará y guiara ese tipo
de iglesias el fruto de La Verdad sería una característica en ellos, pero no es
así pues al igual que los gnósticos de la época de Jesús ven la verdad como
algo inalcanzable: Juan 18:37-38.
En una ocasión escuche la siguiente frase: Algo
que he aprendido es que nadie tiene toda la verdad. Es una expresión que parece muy
espiritual pero que en realidad es muy gnóstica, los gnósticos, fueron una
corriente filosófica griega, que tenía por sumo bien el conocimiento de la
verdad suprema, lo cual según ellos era imposible de alcanzar al 100% por los
seres humanos, ese pensamiento se ha infiltrado en muchos líderes de la iglesia
moderna con dichos como ese, o como:
·
Cada quien tiene su parte de la verdad.
·
La verdad tiene diferentes enfoques.
·
Mi manera de ver la verdad es diferente a la
de otros.
Este tipo de pensamientos vuelve la Verdad
absoluta de la Palabra de DIOS en una verdad relativa que está a merced de cada
ser humano o líder que la puede ver a su
antojo, y esto es un verdadero peligro para el cristianismo.
·
Mormones.
·
Testigos de jehová.
·
Catolicismo romano.
·
Adventistas del séptimo día.
·
Unitarios.
·
Mesiánicos.
·
Carismáticos pentecostales.
Son solo algunos ejemplos de volver la VERDAD
ABSOLUTA en una verdad relativa al agregarle opiniones o experiencias
personales de sus fundadores o promotores.
Otro ejemplo es El monje ruso Rasputín. Este monje
influyó mucho sobre el Zar Nicolás II. Este monje argumentaba en su doctrina
algo parecido a esto: "Cuanto más peca una persona, tanta más Gracia
recibirá. Así que peca con ganas". Así como este monje Rasputín hay muchos
hombres y mujeres que distorsionan la Verdad y la acomodan a sus vidas llenas
de pecado y de placeres inmundos.
Nunca confundamos LA VERDAD con la opinión de
la mayoría, que la mayoría lo crea no lo hacer cierto. Mateo 7:13-14.
La Verdad es una, la Verdad es absoluta, la Verdad es objetiva, La Verdad no se compromete y no se adultera con experiencias u opiniones personales.
Muchos se están preguntando, entonces:
¿Cómo encontramos la verdad? O ¿Qué es la
Verdad?
Etimológicamente la palabra verdad del griego
aletheia
significa la esencia manifiesta y veraz de algo, especialmente de la
doctrina cristiana. Gálatas 2:5.
Teológicamente, se entiende por Verdad como la revelación de Dios que culmina en
Jesucristo y que se transmite hasta nuestros días, en otras palabras, la
Verdad Absoluta de DIOS es Cristocéntrica.
El Espíritu santo es por definición bíblica la verdad: Juan 16:13.
Al igual que Jesús: Juan
14:6.
Y la Palabra de DIOS es Verdad. Juan 17:17.
Toda verdad teológica, filosófica o doctrinal
descansa en Cristo, nos lleva a Cristo y nos dice que se trata de Cristo, de lo
contrario no es la Verdad absoluta de las Escrituras.
Cualquier obra del Espíritu Santo exaltará la
verdad bíblica y la sana doctrina en los corazones y las mentes de su pueblo,
por ello es que Una iglesia que no está
preocupada y comprometida con la sana doctrina, por mucho que diga que en ella
reina el Espíritu Santo, en realidad lo que reina son las emociones subjetivas
y no la Verdad de DIOS.
Recordemos siempre que Cristo es la verdad, su palabra es la
Verdad y el Espíritu Santo además de ser Verdad nos guía a TODA VERDAD, esto no
significa que somos los únicos o los mejores o que no hay otra iglesia o
movimiento aparte del nuestro dónde sean salvos, significa que no es malo
diferir en liturgia, pero es inaceptable diferir en doctrina.
Estudiar y fundamentarse en La sana doctrina
bíblica es el mayor antídoto contra cualquier desviación de la Verdad.
El Espíritu Santo se caracteriza por marcar
un gran contraste con los espíritus de engaño y error, un movimiento espiritual
debe de estar definido por defender la sana doctrina, denunciar las falsas
enseñanzas y rechazar la unidad superficial que da el contentamiento con el
error doctrinal.
La Verdad como parte del fruto del Espíritu Santo es
algo muy importante, pues nos habla de que No todos tenemos la capacidad de
entender el mensaje del evangelio y la Sana doctrina.
Hay quienes lo reciben y quienes lo rechazan, lo
importante en este punto es reconocer que la capacidad de recibir la Verdad NO
viene de nosotros mismos, no es porque seamos mejor que otros, no es porque
seamos más inteligentes o ni siquiera es porque nosotros lo merecemos, la
capacidad de recibir la Verdad de la Palabra de DIOS viene solo de DIOS mismo
como lo vemos en: Mateo 16:17
El que haya personas que reciben la Verdad del
Evangelio con gusto es de parte de DIOS que abre sus corazones:
·
Mateo
11:25.
·
Juan
12:37-43.
·
Hechos
28:23-28.
Por eso es que el apóstol Juan se alegra al ver que
los discípulos andando en la Verdad del evangelio, pues fue el Espíritu Santo y
solo ÉL quien los condujo y mantuvo en la Verdad. 2ª Juan 1-11.
Un discípulo:
·
Ama más la verdad que tener la razón. Zacarías 8.19.
·
Busca la Verdad: Jeremías 5:1.
·
Elige la Verdad: Salmo 119.30.
·
Camina en la Verdad: Salmo 26.3.
·
Obedece la verdad: 1ª Pedro 1:22.
·
Habla Verdad: Salmo 15:1-2.
·
Es guiado por la Verdad: Salmo 43.3.
·
Es fiel a la Verdad: 3ª Juan 3.
·
Trabaja por la Verdad: 3ª Juan 8.
·
Maneja con precisión la Palabra de Verdad: 2ª Timoteo 2.15.
·
Vive en la Verdad: Juan 3:21.
·
Y de ser necesario da su vida por la Verdad.
No por su propia cuenta o por sus propios
méritos, sino por el fruto que produce el Espíritu Santo en él.
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