lunes, 25 de julio de 2016

Esclavos De Cristo 4: Buen Esclavo Fiel. Mateo 25: 21.

Estamos estudiando a la luz de la escritura el tema titulado Esclavos de Cristo, para ello la semana pasada nos dimos a la tarea de buscar el contexto cultural inmediato e histórico nacional de la esclavitud, vimos a groso modo la esclavitud en la cultura grecorromana que predominaba en la época de Jesús y los apóstoles, además de la etapa de esclavitud que vivió el pueblo de Israel al ser cautivos y liberados de Egipto.

El día de hoy comenzaremos a ver las grandes bendiciones y los excelentes beneficios que tenemos al ser Esclavos de Cristo, pues como lo entendimos la semana pasada la calidad de vida de los esclavos dependía del carácter del amo más que de cualquier otra cosa, y el carácter de amor, paciencia, gozo, tolerancia, aceptación incondicional de nuestro amado Señor Jesucristo nos garantiza una esclavitud placentera.

Pero antes de adentrarnos es necesario resaltar el hecho de que La verdad de la Palabra de DIOS siempre ha ido en contra de la cultura popular, no importa la época en la que sea predicada, siempre es mal recibida y en especial la mención de que somos Esclavos de Cristo, tan solo en el transcurso de la semana en las redes sociales publique una nota en alusión a este hecho y de inmediato surgió un comentario diciendo que esta situación es muy triste.

Las personas NO entienden y les molestan o entristecen las Verdades eternas, es difícil para los no creyentes el imaginarse como esclavos de alguien, así ese alguien se DIOS, es algo ofensivo que hiere la sensibilidad de quienes están en contra, y en nuestra sociedad en particular, donde la abolición de la esclavitud se dio hace más de 100 años y somos libres de hacer lo que el estado de derecho nos permite, decirles que DIOS nos quiere como Esclavos de Cristo es inaceptable.

Presentar el evangelio en términos de esclavo-amo va en contra de lo que la sociedad aprecia, es no solo controversial y antagónico sino hasta políticamente incorrecto, sin embargo, esa es la forma en que la biblia presenta el seguir a Cristo: él es nuestro dueño.

Jesús mismo presento en varias ocasiones sus enseñanzas en términos de esclavos-amo, él utilizo esta analogía para revelarnos verdades espirituales muy profundas:

·         Esclavos en el campo. Mateo 13.27-28.
·         Esclavos recogiendo el fruto de la viña. Mateo 21:34-36.
·         Esclavos invitando a los convidados a las bodas. Mateo 22:3-10.
·         Esclavos velando por la casa. Mateo 24:45.
·         Esclavos malvados. Mateo 18:23-35.
·         Esclavos inútiles. Lucas 17:7-10.

Estás y otras enseñanzas relacionadas las estudiamos en la serie titulada Las Parábolas de Cristo.

Es a partir de las enseñanzas de Jesús en persona, que aprendemos que el esclavo no es mayor que su amo, que el esclavo no conoce los planes de su dueño, que los esclavos son responsables de como utilizan los recursos de sus Señor incluso en su ausencia, también son responsables de como tratan a sus compañeros esclavos y el castigo es considerable si son despiadados con otros.

Se espera que los esclavos obedezcan y honren a sus amos sin quejas ni murmuraciones, no obstante, al esclavo bueno y fiel se le recompensará por su servicio diligente, esa recompensa se la da su Señor.

Pero los esclavos a lo más que podían aspirar en el trato de los desconocidos era a ser tratados como se le trataría a su amo, si a el dueño lo trataban con desprecio los esclavos no podían esperar un mejor trato, y esta verdad se ha perdido en el pelagianismo que tiene cautivo el cristianismo actual, se nos ha olvidado que a nuestro Señor lo trataron mal, lo injuriaron, lo azotaron, lo despreciaron, le arrancaron la barba y lo insultaron y al final lo crucificaron.

Y en cambio, el cristiano actual espera ser el dulce de esta tierra, caerles bien a todos, mantener su viejo estilo pagano de vida en comunión con su estilo de vida de cristiano, cree que ser cristiano es garantía de una vida menor, de aceptación, de placeres continuos y felicidad sin paralelo, en otras palabras, como ya lo dijimos es un cristianismo antropocéntrico, en el cual el ser humano no solo es el centro de todo, sino que se deben satisfacer sus necesidades y deseos.

El cristianismo actual se ha fusionado con el hedonismo que es la filosofía del sumo placer, de buscar el bienestar, los mejor, no sufrir, siempre estar bien, y que es totalmente humanista.

No debemos esperar que a nosotros nos traten mejor de lo que trataron a nuestro Señor. Mateo 10.24-25.

¿Por qué sigues esperando que un buen trato de parte de los de este mundo, cuando nuestro Señor mismo no lo recibió?

Jesús nos recuerda por medio de sus enseñanzas y el resto del nuevo testamento lo corroboran, somos sus esclavos, le pertenecemos, y esta situación tiene grandes y muy serios efectos en nuestras vidas como creyentes, efectos que transforman nuestra manera de pensar, de hablar, de vivir, algunos de esos efectos son:

1.    Somos su propiedad exclusiva.

Ya lo entendimos anteriormente, los esclavos eran propiedad absoluta de sus dueños, un sirviente o un jornalero podía renunciar y cambiar de jefe, el esclavo no, el esclavo era pertenencia de su amo.

Nosotros nacimos siendo esclavos del pecado, heredamos de Adán la esclavitud espiritual para muerte, Cristo nos compró por medio de su sacrificio y su sangre derramada en la Cruz del calvario, nuestro antiguo dueño el pecado ya no tiene autoridad sobre nosotros, en cambio ahora estamos bajo el poderío exclusivo de nuestro señor Jesucristo. Romanos 6:4, 17-18. 1ª corintios 7:23.

Los esclavos en la antigüedad recibían un nuevo nombre, sus antiguos nombre no importaban más, ahora el nombre dado por su amo era lo que importaba, esto era con el fin de que fueran identificados plenamente como de su propiedad, por eso es que la biblia dice en Apocalipsis 3.12 y 22:4 que recibiremos un nuevo Nombre y que llevaremos el Nombre de nuestro señor en la frente, es un simbolismo de que SOMOS PROPIEDAD ABSOLUTA Y EXCLUSIVA DEL SEÑOR DIOS TODOPODEROSO.

Del lodo y la inmundicia de ser esclavos del pecado a ser propiedad exclusiva del Señor hay una gran diferencia, sobre todo si tomamos en cuanto que no hicimos nada para merecerlo.

2.    Sumisión completa.

Pero ser esclavo no significaba solamente pertenecerle a otra persona, también significaba estar dispuesto siempre a obedecer a esa persona en todas las maneras posibles, ese era el único deber del esclavo, llevar a cabo los deseos y órdenes de su dueño, y el esclavo bueno y fiel anhelaba hacerlo con todo su corazón.

La actitud de sumisión al Señorío de Cristo se va desarrollando por medio de la obediencia, no el algo mágico que aparecerá de la noche a la mañana, si no comenzamos a obedecer nunca vamos a desarrollar la sumisión de corazón al Señor. 1ª Pedro 1:2.

Si dices que eres cristiano y por lo tanto esclavo de Cristo, pero insistes en una vida con un marcado patrón de desobediencia a su Palabra, piensa seriamente tu afirmación pues tal vez solo seas un simpatizante del cristianismo, pero no un VERDADERO ESCLAVO DE CRISTO. 1ª Juan 1.6.

Los falsos maestros, que abundan en la actualidad son la mejor muestra de la falta de sumisión a Cristo, pues trabajan para ellos mismos:

·         Romanos 16:17-18.
·         2ª Pedro 2:19.
·         Judas 4.

3.    Devoción única.

La vida de los esclavos en la época de Jesús era relativamente simple pues solo tenían un interés, obedecer y así agradar a su dueño, aun cuando no recibieran órdenes directas los esclavos buscaban la manera de agradar a sus amos lo mejor que podían, a esto se le llama devoción.

Cuando estas entregado a una tarea en mente, cuerpo, alma, espíritu, de todo corazón quieres realizar de forma excelente esa encomienda entonces eres una persona con una devoción muy fuerte, y al igual que los esclavos en la antigüedad mostraban una gran devoción por complacer a sus amos, nosotros estamos llamados a ser completamente devotos a nuestro Señor Jesucristo.

Que Cristo sea nuestra pasión, que sea nuestro motivo, nuestro levantarnos y nuestro motor, nuestro caminar y nuestro impulso, que nuestras vidas se tratan siempre de cristo y solamente de Cristo. Marcos 12:30.

Si somos poseedores de la devoción de un esclavo va a ser imposible que sirvamos a otro amo que no sea Cristo. Mateo 6.24.

El término hebreo ba’al significa «dueño» o «poseedor».

Este es otro nombre para el diablo y Lo vemos en varias presentaciones:

·         El señor de las moscas. Baal-zebub. 2ª Reyes 1:2. Podredumbre, putrefacción, muerte, maldad. Belcebú.

·         El señor del invierno. Baal-zefon. Éxodo 14:2.

·         El dueño de la brecha (que separa). Baal-peor. Números 25:3. El príncipe de este mundo. Cristianos cuyo señor es el mundo y viven separados de una relación íntima con DIOS.

·         El dueño del pacto: baal-berit. Jueces 8:33. cristianos que se comprometen con todo menos con Cristo, futbol, fiestas, amigos, familia, y al último Cristo.

·         El dueño de la fortuna. Baal-gad: Josué 11:17. Dejamos que cosas como los horóscopos nos guíen, creemos más en la suerte que en la Providencia Divina.

No podemos quedarnos como el pueblo de Israel cuando el profeta Elías los confrontó, es importante tomar una decisión. 1ª Reyes 18:20-21.

A un esclavo bueno y fiel lo único que le importa es la aprobación de su dueño por la fuerte devoción que le tiene, cristo es suficiente motivación para él.

4.    Dependencia absoluta.

Como parte de la familia del amo, los esclavos eran totalmente dependientes de sus dueños para todas sus necesidades de la vida incluyendo las más básicas como alimentación y refugio.

A diferencia de muchas personas libres, pero sin recursos, los esclavos no tenían ya que preocuparse por encontrar comida o un lugar para dormir con sus familias, todas sus necesidades eran cubiertas por su amo dejando al esclavo concentrarse enteramente en servir a su amo.

El paralelo con nuestra vida cristiana es maravilloso, como hijos de DIOS podemos enfocarnos por completo en las cosas que DIOS nos ha llamado a realizar, confiando completamente en que Él atenderá todas nuestras necesidades siempre. Mateo 6:31-33.

Si nuestra prioridad y devoción es Cristo podemos estar confiados en que él cuida de nosotros.

Nadie entendió mejor esta verdad que el apóstol Pablo, él como esclavo de Cristo dejo todo para servir a su Dueño, su tarea no era nada sencilla humanamente hablando, en varias ocasiones fue golpeado, encarcelado, perseguid, ultrajado, vituperado, en peligro y amenazas de muerte y a pesar de todo esto él siempre confió en DIOS y DIOS siempre le dio todo lo que necesitaba para seguir adelante fielmente en su trabajo en la iglesia.

·         Filipenses 4:6-13 y 19.
·         1ª Timoteo 6:6-10.
·         2ª Corintios 9.8.
·         2ª Corintios 12.9.

Si estamos afanados y turbados con esta vida es porque hemos dejado la mejor parte, hemos dejado de lado nuestra relación con Cristo, hemos dejado de estar a sus pies, hemos dejado de descansar en Él. Lucas 10:41-42.


5.    Entregar cuentas al amo.

Los esclavos del primer siglo eran completamente conscientes de que tenían que rendir cuentas a sus amos de todas y cada una de las responsabilidades delegadas a ellos, por lo tanto, la única opinión que les importaba, la única evaluación positiva que esperaban recibir era de su dueño.

Si el amo estaba satisfecho, para el esclavo era más que suficiente y se beneficiaria de sus acciones, toda una vida de fidelidad podía terminar en su propia libertad.

Pero por el contrario cuando no se cumplía cabalmente con sus responsabilidades eran acreedores a serios castigos que iban desde azotes, huesos quebrados, amputación de partes del cuerpo, brea caliente sobre sus cuerpos, collares limitadores y hasta la crucifixión misma.

Nosotros los creyentes, al igual que los esclavos de antaño debemos estar conscientes de que un día estaremos parados delante del tribunal de cristo y rendiremos cuentas de nuestras acciones. Romanos 14:10-12. 2ª Corintios 5:10.

El Tribunal de Cristo no determina la salvación; esa fue determinada por el sacrificio de Cristo a nuestro favor y nuestra fe en Él. Todos nuestros pecados están perdonados y nunca seremos condenados por ellos.

Algunas de Las cosas por las que seremos juzgado en el tribunal de Cristo son:

·         Que tanto nos comprometimos con la gran comisión. Mateo 28.20. Marcos 16:15.
·         Como luchamos contra los pecados de la carne. Hebreos 12.4.
·         Que tan bien controlamos nuestra lengua. Santiago 3:1-9.
·         Que tan fielmente servimos a Cristo. 2ª Timoteo 2:5.

No debemos mirar el Tribunal de Cristo como el juicio de Dios a nuestros pecados, sino más bien como la recompensa de Dios por nuestras vidas.

¿Qué pasará cuando Cristo quiera recompensarte y no encuentre motivos para hacerlo? ¿Qué excusas pondremos delante de DIOS?

·         ¿No tuve tiempo?
·         ¿No sabía cómo hacerlo?
·         ¿No sabía siquiera que esperabas eso de mí?
·         ¿No tuve ganas de hacerlo?
·         ¿Me importaba más lo que pensara la gente?
·         ¿Me daba pena hacer tu voluntad?
·         ¿Me gustaba más mi propio bienestar que obedecer tu Palabra?

Todos los hijos e hijas de DIOS un día estaremos delante de Cristo para recibir nuestra recompensa, ¿Acaso no sería maravilloso escuchar palabras como las siguientes?

Bien, buen esclavo fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Amo y Señor.


Recordemos siempre entonces que:


1.    Somos propiedad exclusiva del Señor.
2.    Somos completamente sumisos como sus esclavos.
3.    Le damos una devoción única.
4.    Dependemos absolutamente de Él.
5.    Un día rendiremos cuentas a nuestro Dueño.

Charles H. Spurgeon escribió acerca del día en que estemos de pie frente a Cristo, nuestro Amo, nuestro dueño, nuestro Señor:

En aquel día el Señor otorgará a su pueblo una recompensa abundante por todo lo que han hecho. No porque merezcan recompensa alguna sino porque Dios primero les dio gracia para hacer buenas obras y luego tomó sus buenas obras como evidencia de un corazón renovado y les dio una recompensa por lo que habían hecho. Oh, qué dicha será escuchar decir: «Bien hecho, siervo bueno y fiel» y darte cuenta de que has trabajado para Cristo cuando nadie lo sabía, de que Cristo tomó nota de todo ello, para ti que serviste al Señor bajo la tergiversación, encontrar que el Señor Jesús separó la paja del trigo, y supo que tú eras uno de sus preciados. Para entonces Él decir: «entra en el gozo de tu Señor», qué dicha será para ti.

















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