Las dos anteriores enseñanzas de nuestra serie
esclavos de Cristo vimos claramente por medio de las Escrituras lo que es el pecado,
sus implicaciones, sus consecuencias, sus afectaciones en el ser humano, así
como la desdicha de ser esclavos del pecado, pero sobre todo la gran bendición
de haber sido comparados en el mercado de esclavos del pecado por nuestro Señor
y Salvador Jesucristo al proclamar desde la cruz: Tetelestai.
Una vez que somos comprados por Cristo somos como dice
la Escritura en Colosenses 1.13 trasladados
del reino de las tinieblas al reino de Cristo, aún a pesar de que éramos
amadores de nuestro pecado y por consecuencia de nosotros mismos, DIOS nos amó
primero al punto que respondemos a su
amor por medio de la Fe que Él mismo nos ha otorgado:
·
Hechos
11.17-18.
·
Efesios
2.8.
·
Filipenses
1.29.
·
2ª
Timoteo 2.25.
·
2ª
Pedro 1.1.
Cuando DIOS nos eligió para ser esclavos de Cristo nos
preparó dándonos el don de la Fe, tenemos FE porque somos elegidos no somos
elegidos por tener nuestra propia Fe, de
ser así, si la Fe fuera algo que nosotros tenemos por nuestra propia cuenta, ya
no es solo por gracia, ya habríamos aportado algo para ser redimidos de la
esclavitud del pecado y DIOS no se llevaría el 100% de la Gloria en nuestra
salvación.
Al rescatarnos de la esclavitud del pecado DIOS inició
todo y él mismo cumplió todo, el apóstol Juan lo explica mejor en 1ª Juan 4:10 y 19.
Es muy importante saber que en la cultura grecorromana
los esclavos no elegían a sus amos, siempre fueron los amos los que eligieron a
los esclavos, aquellos que eran llevados al mercado de esclavos para ser vendidos
no eran más que una simple mercancía sin voz ni voto en su venta, por lo tanto,
la decisión con respecto al futuro de los esclavos descansaba por completo en
el comprador. (Como el mercado de autos, por ejemplo).
Nada más acertado a la verdad bíblica, nosotros somos
hechos esclavos de Cristo por amor, no nuestro amor, sino SU amor por nosotros,
nuestras decisiones, nuestros sentimientos, nuestra voluntad nada tuvo que ver
con que fuéramos comprados por el Señor de la Gloria, al igual que los esclavos
en la Roma antigua, nosotros solo estábamos parados, miserables, pobres, desventurados
y desnudos en el mercado de esclavos y Cristo por amor nos compró a precio de
sangre.
A esta doctrina se le conoce como Soberanía de DIOS en la Salvación.
Y aún más impactante es saber que DIOS nos eligió aun
antes de la creación del mundo:
·
Romanos
9.11.
·
Efesios
1:3-4.
·
2ª
Tesalonicenses 2:13.
·
2ª
Timoteo 1:9.
·
Tito
1:1-2.
Los cristianos fuimos elegidos desde antes de nacer y
comprados por la Sangre preciosa de Jesucristo la cual derramó en el Calvario,
y fuimos predestinados a ser libres de la esclavitud del pecado para pasar a
ser parte de la familia de DIOS.
Como ya lo entendimos semanas atrás, a diferencia del
mercado de esclavos, donde se iba en busca de los mejores ejemplares, de
aquellos que físicamente estuvieran más dotados para realizar las duras tareas
que les esperaban o aquellos que tuviesen una destreza o habilidad
sobresaliente como saber leer y escribir o saber administrar, en cambio
nosotros fuimos todo lo contrario, lo vil,
lo menospreciado, lo necio, lo débil y lo que no se considera importante. 1ª
Corintios 1:25-29.
Ciertamente somos salvos por amor, por su amor, pues
nos salvó a pesar de nuestra propia oposición y de no valer absolutamente nada
delante de Él, si DIOS no hubiese tomado la iniciativa de salvarnos en Cristo,
simplemente, no tendríamos oportunidad de ser salvos, pero la biblia nos
muestra en repetidas ocasiones que siempre es DIOS quien inicia y elige a los
que han de ser sus esclavos:
·
Juan
15:16.
·
Hechos
2:39.
·
Hechos
13:48.
·
Hechos
16:14.
·
Romanos
9:16.
En la salvación, el Dios trino actúa soberanamente en
aquellos que quiere rescatar, impartiendo vida a los corazones muertos y visión
a las mentes ensombrecidas. La salvación entonces no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia.
Para salvarnos DIOS actúa unilateralmente, no nos pregunta ni nos toma
parecer, Él simplemente nos salva y ya, de no ser así, de comportarse como un caballero y preguntará si queremos
ser salvos, la respuesta que recibiría siempre sería un rotundo NO.
Al ser esclavos del pecado éramos muertos en vida,
ciegos a la verdad, por lo tanto, es como ir a un cementerio y gritar a los
muertos: el que quiera ir a comer algo salga en este momento y venga. Juan 5:21.
Por eso bendito sea DIOS que no nos preguntó si
deseábamos ser sus esclavos, Él solo nos compró por su inmenso amor.
Ustedes y yo creímos en el evangelio, no porque fuimos
más sabios o más justos que cualquier otro sino porque Dios intervino con
gracia y amor, abriendo nuestros corazones para prestar atención a su palabra y
creer. No hay lugar para el orgullo de nuestra parte, solo gratitud; el trabajo
solo de Dios en la redención de los pecadores significa que Él recibe toda la
alabanza.
La semana pasada entendimos que el orgullo es una
característica fundamental del pecado, a los hombres les hiere en lo más
profundo de su soberbia el no aportar nada para ser salvos, es en esa altivez
que se han desarrollado sistemas doctrinales que tratan de robarle algo de
gloria a DIOS en la salvación, sistemas como:
·
Pelagianismo.
Por medio de las
buenas obras somos salvos.
·
Semipelagianismo.
La gracia de DIOS más nuestras buenas obras.
·
Arminianismo.
Nosotros elegimos creer en Cristo.
· Molinismo.
Nosotros fuimos elegidos porque en su conocimiento medio DIOS sabía que íbamos
a creer en Él.
· Universalismo.
DIOS va a terminar salvando a todos los seres humanos,
esto le roba la gloria en su Santidad y Justicia.
·
Amyraldismo.
Es un calvinismo de 4 puntos (niegan la expiación limitada) es en realidad un
universalismo hipotético.
Es muy importante que en nuestra mente quede bien
esclarecido que la soberanía de DIOS en nuestra salvación NO anula para nada
nuestra responsabilidad como pecadores de arrepentirnos del pecado y confiar en
Cristo como Señor y Salvador, la
Soberanía de DIOS y la responsabilidad del ser humano son como dos líneas
paralelas, siempre van juntas una frente a la otra, pero jamás se tocan. Augustus
Nicodemus.
Pero aún el arrepentimiento, así como la Fe necesaria
para ese arrepentimiento vino SOLAMENTE DE DIOS. 2ª Timoteo 2.25.
Por eso es que, aunque los pecadores son totalmente
responsables de rechazar el evangelio, Dios solo merece el crédito por la
salvación de los creyentes, habiendo iniciado, cumplido y provisto todo,
incluso los medios por los que los pecadores son capaces de responder al
evangelio. Como lo expresó Richard Baxter: en
el suelo del infierno un letrero que diga: Merecido y en las puertas del cielo
un letrero que diga: un regalo.
Una vez que somos esclavos de Cristo, ya no hay
tenemos de nuestro anterior amo: el pecado, ni tampoco a debemos temer más a la
Justa ira de DIOS pues fue aplacada por Cristo en la cruz, su muerte nos libra del pecado, de la condenación y del miedo.
¿Significa que ahora somos libres para vivir como nos dé la gana? De
ningún modo, por el contrario, ahora podemos vivir como a DIOS le agrada por
medio de Jesucristo. Romanos 6:1-2 y 15.
Antes no teníamos otra opción más que obedecer a
nuestro dueño el pecado, pero ahora somos libres de él y esclavos de Cristo,
por lo tanto, cuando un cristiano vive en los pecados de la carne, si en verdad
es cristiano no se sentirá cómodo viviendo así, además significa que hace falta
que renueve su mente pues aún cree que su dueño es el pecado, pero YA NO LO ES.
Como ya lo hemos visto, a diferencia del pecado Cristo
es el perfecto Dueño, es lo mejor que nos pudo pasar en nuestras vidas
espirituales, pero nunca serán suficientes veces que se recalque esta verdad:
EL PECADO
|
CRISTO
|
CRUEL
|
AMOROSO
|
INJUSTO
|
MISERICORDIOSO
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TIRANO
|
BENIGNO
|
OPRESOR
|
TOLERANTE
|
DÉSPOTA
|
CARIÑOSO
|
DESPRECIABLE
|
ADMIRABLE
|
DESTRUYE
|
AYUDA.
|
PRODUCE MUERTE
|
PRODUCE VIDA
|
Pero ahora somos libres del pecado y servimos como
Esclavos a Jesucristo, y servirle bajo la gracia es una experiencia que nos
trae libertad, el pecado nos daba como pago la muerte, más Cristo nos da vida y
vida en abundancia, por ello es que la libertad que tenemos en Cristo no es una
libertad para vivir en pecados, por el contrario, somos por fin libres para
vivir de la manera en que a DIOS le agrada: como cristianos genuinos.
Si obedecemos con gozo y de forma natural al Señor es porque ahora somos
libres pues somos sus esclavos. Romanos 6:18.
Todo esto y más es posible gracias a que fuimos
comprados a precio de sangre, fuimos hechos esclavos de Cristo por amor, no
nuestro amor, sino por SU amor hacia nosotros que siendo viles y despreciables,
aun así, DIOS se apiado de nosotros y nos eligió sin preguntarnos desde antes de
la eternidad para ser hechos sus esclavos.
Recordemos la experiencia de John Newton, que en carne
propia experimento los dos lados de la moneda, primero esclavo y luego una
persona libre, su vida nunca fue la misma después de ser puesto en libertad, y
con base en esta experiencia es que desarrolló su teología:
·
Esclavo
del pecado.
·
Comprado
por su sangre.
·
Libre
por amor para servirle con una vida digna de un elegido.
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