Estamos entrando en la recta final de esta serie de
enseñanzas bíblicas titulada esclavos de Cristo, algunos ya se
habrán dado cuenta que esta serie se ha basado en las doctrinas de la gracia
comúnmente conocidas como el T.U.L.I.P. dichas doctrinas fueron
redactadas hace más de 400 años y hablan de la soberanía total de DIOS en la
salvación del ser humano.
Específicamente hemos ligado las enseñanzas de esclavos
de Cristo con tres puntos de este acróstico:
·
La
depravación total. Al hablar acerca del libre albedrío caído que solo se
inclina a hacer sus propios deseos, y jamás buscará por cuenta propia a DIOS,
de hecho, es por este motivo que nosotros pertenecíamos por completo al pecado,
el pecado era nuestro amo, dueño y señor.
·
La
elección soberana. La entendimos al hablar de cómo fuimos comprados en el
mercado de esclavos del pecado, nosotros no tuvimos nada que ver con la
decisión tomada por DIOS, nada en nosotros era bueno o digno de elegir o para
que DIOS tomara la decisión de elegirnos, si DIOS nos ha predestinado para ser esclavos
de Cristo es solo por su amor y fue de forma unilateral.
· La
redención particular. El pago que Cristo hizo por los pecados de sus
elegidos únicamente, en este punto podríamos decir que llevaba suficiente
dinero al mercado de esclavos para comprarlos todos, pero Él solo compró de
manera particular a los que antes de la fundación del mundo había elegido para
salvación.
Las doctrinas de la gracia, se sistematizaron con el
fin principal de demostrar que los seres humanos NO tenemos ningún tipo de
gloria, mérito o crédito por la cual somos salvos, éramos esclavos del pecado y
como tales estábamos totalmente ajenos a nuestra situación espiritual, como
dice Efesios 2:1 estábamos muertos en el pecado, lo que
impedía que por nuestra cuenta nos acercáramos a DIOS.
Por este motivo es que DIOS por su propia y libre
voluntad soberana, intervino en nuestra miseria y nos rescató por medio de la
obra de Cristo en la cruz, pero hay algo más, DIOS no solo nos rescató de la
esclavitud del pecado, Él también promete mantenernos
siempre como su posesión exclusiva.
·
Juan
6.39.
·
Juan
10.27-29.
·
Romanos
8:38-39.
·
Filipenses
1:6.
Esta enseñanza también es parte del T.U.L.I.P.
y se le conoce como preservación de los santos o seguridad eterna de la
salvación y es el tema central de nuestra enseñanza del día de hoy.
En nuestra salvación, Cristo nos compra en el mercado
de esclavos del pecado lo cual trae implicaciones a nuestras vidas muy
profundas pues pasamos a ser:
·
Sus
esclavos.
·
Sus
amigos.
·
Ciudadanos
del cielo. Filipenses 3:20.
·
Hijos
de DIOS. Juan 1:12-13.
La biblia describe a los creyentes en Cristo de muchas
otras formas, pero si tomamos solo estás es por la línea de la enseñanza que
estamos dando, pues en la cultura grecorromana estas eran las cuatro posiciones
sociales que podían ocupar los que antes habían sido esclavos de otro dueño,
primero esclavos del nuevo amo, después se llegaban a considerar sus amigos,
después podían darles su libertad y hasta conseguir su ciudadanía, la cual era
muy apreciada: Hechos 22:25-29.
Por último, un esclavo podía llegar hasta la posición
misma de ser heredero oficial de su antiguo amo, en otras palabras, podía
llegar a ocupar la importante y muy apreciable posición de HIJO, esto de hecho
viene de siglos antes de la cultura grecorromana. Proverbios 29:21.
a lo largo de la historia del cristianismo se han
visto las vidas de pequeños hombres con un DIOS grande, y las personas a su
alrededor de inmediato las notan, en esa lista sobresalen nombres como:
·
Atanasio.
·
Agustín
de Hipona.
·
Martín
Lutero.
·
Juan
Calvino.
·
Jonathan
Edwards.
·
Charles
Spurgeon.
·
Etc.
Pero hay un nombre en particular que nos llama la
atención en el enfoque de nuestro tema, es George
Müller, originario de Prusia, fue un predicador y misionero que se destacó
por su fe en la provisión para el mantenimiento de los niños huérfanos, se
estima que en transcurso de su vida veló por el cuidado de alrededor de 100 mil
niños desamparados en la Inglaterra del siglo XIX.
¿Por qué hablamos del ministerio de George Müller a
favor de los niños huérfanos?
Porque su amor nos ilustra otra realidad espiritual
desencadenada de ser esclavos, amigos, hijos de DIOS, y es que somos quienes
reflejamos el amor y la bondad que DIOS derrama en los corazones de aquellos
que ha salvado, George Müller conocía y amaba las doctrinas de la gracia desde
su juventud.
En palabras más entendibles, si dices que eres salvos,
que eres cristiano, que eres esclavos de Cristo e hijo de DIOS, entonces en tu
corazón DIOS derramó de su amor y bondad incondicional, sí o sí. Romanos 5:5.
Un cristiano sin
amor ni bondad incondicional en su ser, es un cristiano que aún no ha entendido
de donde DIOS lo rescató.
George Müller no hacia su obra caritativa para ganarse el cielo, o por simple
moralismo, él entendía perfectamente de donde DIOS lo había sacado y como era
sin Él, pobre, desventurado, sin esperanza, sin ayuda, sin protección, sin
provisión, sin futuro, sin vida en sí mismo, un huérfano y desamparado
espiritual y ese entendimiento lo reflejó en su ministerio con los huérfanos,
él se veía reflejado en estos niños desventurados.
Como ya lo entendimos hace unas semanas, la dignidad
de un esclavo dependía de la posición de su dueño, en tiempos del imperio
romano, no había mayor posición para un esclavo que ser sirviente del Cesar, y
nosotros vamos mucho más allá, pues somos esclavos del Rey de Reyes y Señor de
Señores.
Pero esto no se quedó ahí, después nos hizo sus
amigos, no conforme con ello nos otorgó la ciudadanía celestial y aun, por si
fuera poco, derramó gracia sobre gracia al adoptarnos
como sus propios hijos. Gálatas 4:4-5.
La palabra adopción del griego juiothesia (υἱοθεσία, G5206), (de juios, hijo, y thesis,
colocación); relacionado con tithemi, colocar. Significa el lugar y la
condición de un hijo dado a alguien a quien no le pertenece de forma natural.
Esta palabra la utiliza únicamente el apóstol Pablo.
El término adopción, está cargado de ideas acerca
de la compasión, la bondad, la gracia y el amor insuperables que DIOS mostró al
darnos sin merecer la posición de hijos suyos, y se acentúa si entendemos que
en el contexto grecorromano la adopción de los esclavos era algo que prácticamente
no ocurría, la ley si lo permitía, aun así, eran muy escasas las veces que
llegaba a suceder.
Al igual, DIOS hizo lo que nadie esperaba que
hiciera, pues no somos merecedores de tan grande honor, lo más lógico es que
nos dejará tirados en nuestra miseria y aun así su justicia y santidad se
hubieran preservado.
Sin embargo, contra todo pronóstico, DIOS adoptó a
todos sus esclavos como hijos propios y los ha nombrado sus herederos.
·
Romanos
8.17.
·
Gálatas
3:29.
·
Gálatas
4:7.
·
Tito
3:4-7.
Está es una verdad impactante, más si la ponemos en
el contraste correcto, ¿Quién puede desear que sea un esclavo quien herede
todas sus cosas? Ese no es para nada un anhelo normal, ni el mismo padre de la
fe, Abraham desea eso. Génesis 15:1-4.
Bendita gracia del Señor
que nos compró como esclavos y por amor nos adoptó como sus hijos y herederos.
Pero las buenas noticias no acaban, todavía siguen
más, pues en la sociedad romana, la adopción significaba un nuevo comienzo, la
entrada a la familia nueva significaba el rompimiento total de lazos y
obligaciones con la anterior familia.
La adopción legal en la ley romana significaba
básicamente dos cosas:
1.
El
final definitivo a las relaciones sociales y a las conexiones legales con la
familia natural.
2.
El
adoptado se convertía en miembro permanente de la familia nueva.
Esto traducido para nosotros significa que nuestra
antigua naturaleza de pecado JAMÁS va a regresar y además que seremos miembros
de la familia de DIOS para siempre, es lo que se conoce como seguridad
eterna de la salvación.
No hay nada que podamos hacer para dejar de ser
hijos de DIOS una vez que ÉL nos ha adoptado.
Eso no significa que cuando pecamos a DIOS le
agrada ese comportamiento, significa que como nos ha adoptado como sus hijos
cuando llegamos a pecar, por amor nos va a corregir lo suficiente como para no
perdernos eternamente. Hebreos 12:7-8.
Esta idea se reafirma aún más con el hecho de que
como hijos suyos, DIOS nos ha hecho sus herederos. ¿Qué vamos a heredar? ¿Las
naciones? Claro que no, esa promesa es Mesiánica y nada más. ¿Vamos a heredar
dinero, fama, riquezas terrenales, buena vida?
Ese es el dios hedonista de la actualidad que nada
tiene que ver con el DIOS Soberano de la Escritura.
Nuestra herencia es la seguridad de la vida eterna
en Cristo:
·
Romanos
8:17.
·
Hebreos
1:14.
·
Hebreos
6:17-20.
·
Santiago
2:5.
DIOS ha prometido que
heredaremos la vida eterna y por lo tanto sucederá, podemos estar seguros
porque DIOS no es mentiroso o no sería DIOS Justo y Santo y además porque DIOS
es Todopoderoso y no hay nada ni nadie que pueda impedir que Él cumpla su
promesa.
Como en las otras doctrinas de la gracia, también
la preservación de los santos tiene mucha oposición por parte de aquellos a los
que DIOS no se las ha revelado, argumentan que pecamos de presunción, o que el
decir salvo siempre salvo promueve el libertinaje, que debemos advertir del
peligro de caer de la gracia de DIOS al pecar.
1.
No es presunción, es FE en la promesa de DIOS de
que somos herederos suyos.
2.
No es salvo siempre salvo, esa frase denigra la
esencia de este punto del TULIP, es seguridad de una salvación eterna, es
preservación final de los santos, es perseverancia de los elegidos.
3.
Bien entendido este punto, lejos de provocar pecar
libertinamente, lo que produce es amor por DIOS y su Palabra y por consecuencia
santidad en los creyentes.
Con el Espíritu de adopción viene también la
intimidad con DIOS, la intimidad produce conocimiento de DIOS, el conocer a
DIOS produce amor por Él y si le amamos vamos
a guardar sus mandamientos. Romanos 8:15. Gálatas 4:6.
La palabra Abba se transliteró desde el arameo
antiguo, y es una forma cariñosa de llamar al progenitor o padre de familia,
algo así en nuestro idioma como Papá o
Papi. Jesús mismo llamó de esta forma a DIOS. Marcos 14.36.
El rasgo distintivo de
aquellos que hemos sido adoptados por DIOS como sus hijos es una relación
íntima con Él por medio de Jesucristo y esa relación dará como fruto la
santidad.
Nosotros que una vez fuimos esclavos del pecado,
siervos de la injusticia, súbditos de satanás e hijos de ira y desobediencia,
ahora somos y para siempre seremos esclavos
de Cristo, amigos de DIOS, ciudadanos del cielo e hijos de nuestro Abba.
Como enemigos que éramos no merecíamos ni siquiera el
ser sus esclavos, sin embargo, DIOS en su amor, bondad, gracia y misericordia
no solo nos redimió, hasta nos adoptó para ser sus hijos, la realidad es esta:
Si DIOS es nuestro
Dueño, también será nuestro Abba, si somos sus esclavos entonces también somos
sus hijos y por lo tanto herederos de la vida eterna por medio de Jesucristo.
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