Ya estudiamos la resurrección de Cristo en sus tres
principales aspectos: el histórico, el apologético y el salvífico, la
resurrección marca el inicio del segundo estado del Señor, que es el estado de
exaltación. La siguiente condición en el estado de exaltación es su ascensión a
los cielos y es lo que vamos a estudiar a la luz de la Escritura en esta
ocasión.
Es innegable que la ascensión de Cristo no resalta
tanto en los relatos bíblicos como lo hace la resurrección, esto es así porque
a fuerza de ser sinceros, la resurrección es el cenit en la vida de Cristo y la
ascensión es un complemente necesario y perfecto de la resurrección.
La ascensión al cielo es más que regresar de dónde vino, porque es la
presentación de
la naturaleza humana perfecta en el cielo.
En relación con la ascensión nos encontramos con tres
tipos de textos bíblicos:
a) Textos
que nos dicen que Jesús fue recibido,
llevado o alzado:
·
Marcos
16:19.
·
Lucas
24.51.
·
Hechos
1:9.
·
1ª
Timoteo 3.16.
b) Textos
que enfatizan la Majestad de Cristo:
·
Juan
6:62.
·
Juan
14.2 y 12.
·
Juan
16.5, 10, 17 y 28.
·
Juan
20:17.
·
Hebreos
1.3.
·
Efesios
4:8-10.
c) Textos
en los que se resalta su función sacerdotal, por lo cual más que ascender se dice que entró en los cielos, como el sumo
sacerdote entraba en el santuario:
·
Hebreos
4:14.
·
Hebreos
9.24.
La ascensión se describe como la elevación visible de
la persona del mediador (no solo una de sus naturalezas) desde la tierra hacia
el cielo, es decir fue la traslación de su persona de una localidad a otra, la
primera localidad es la tierra, la segunda localidad es el cielo, lo cual nos
revela una verdad muy importante: el
cielo (como morada de DIOS) es totalmente real.
El concepto luterano de la ascensión. El punto de vista luterano acerca de la ascensión es diferente al de los reformados. Ellos no consideran que sea una transición de lugares, sino un cambio de condición, por lo cual la naturaleza humana de Cristo pasó a gozar y ejercer plenamente las perfecciones divinas que le fueron comunicadas en la encarnación y llegó así a ser permanente-mente omnipresente, lo cual raya peligrosamente en el monofisismo es decir que ahora Cristo es de una sola naturaleza lo cual es bíblicamente incorrecto.
Para el pensamiento semita, los cielos están divididos
en tres grandes esferas:
1) El cielo atmosférico.
Es la parte visible a los ojos humanos y es donde aparecen
situados los demonios. Efesios 6.12. Apocalipsis
12.7-12.
2) El cielo estelar o la expansión de los cielos. Es donde se encuentran situadas las estrellas, el sol,
la luna y los planetas, astronómicamente conocido como el espacio exterior. Génesis
1:14.
3) Cielos de los cielos o tercer cielo. Es
considerado como el lugar donde se encuentra el trono de DIOS. 1ª Reyes 8:27-30. 2ª Corintios 12:2.
Como un paréntesis, es bueno hacer notar que hay en
circulación desde hace mucho tiempo, pero en esta época de las redes sociales y
el internet una serie de farsas emocionalistas donde uno o siete jóvenes o señoritas bajan al infierno (de hecho,
es el hades) y de ahí como Pablo van al cielo y traen un mensaje que nos
arrepintamos o perderemos nuestra salvación son solamente FALACIAS,
bíblicamente NO son posibles. Estudie Lucas
16:19-31.
Es a los cielos de los cielos o el tercer cielo donde
Cristo entra en su elevación o ascensión, y lo que realizó es de suma
importancia doctrinal para nuestra salvación, ese tema es profundo y por lo
tanto lo veremos la próxima clase.
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