El evangelio de Juan es muy diferente en contenido y
estilo de los otros 3 evangelios, eso lo venimos diciendo desde el principio de
esta serie, una de las cualidades que lo distingue es que contiene relatos
exclusivos, como la entre vista con Nicodemo y la entrevista con la mujer
samaritana en el pozo de Jacob, a las orillas del monte Gerizim, en samaria.
Esta entrevista, es guiada por Jesús con el propósito
de iluminar la mente y corazón de la mujer y así guiarla al don del agua de
vida que salta para vida eterna, a esto se le conoce como pedagogía divina, la
misma que aplicó con Nicodemo.
En este relato, encontramos que Jesús y la samaritana
tocan 4 puntos importantes, 3 de ellos los vimos en las semanas pasadas:
1.
El
agua de vida que es el don de la vida eterna.
2.
La
confrontación de la vida de pecado.
3.
La
genuina adoración.
4.
Jesús
es el Cristo.
Cuando la mujer samaritana es confrontada por su
inmoral y pecador estilo de vida, poco a poco fue ablandándose su corazón,
aunque todavía no al 100%, pues quiso disimular cambiando hábilmente de tema, y
aunque su interés era real en la genuina adoración, también era para distraer
la atención de su vida pecaminosa.
Para lo que no estaba preparada la mujer era para la sabia
respuesta de Jesús, quien le responde a la mujer samaritana y a todos nosotros
de paso, las tres grandes preguntas de la adoración:
¿Dónde adorar?
¿Qué adorar?
¿Cómo adorar?
¿Dónde? En cualquier lugar, como individuos y como
iglesia, no podemos separar una de otra, y nos estamos limitados a un solo
lugar físico, ni en el monte Gerizim exclusivamente ni en Jerusalén
exclusivamente, no más limitaciones físicas.
¿Qué? Al DIOS de la Escritura, no a un dios de nuestra
imaginación, pero para hacerlo es necesario conocer a DIOS, y para hacerlo única y exclusivamente es por medio
de su palabra, no solo leerla, escudriñarla y siendo discipulados constante y
permanentemente.
¿Cómo? De todo corazón y basados en su palabra
revelada a sus hijos.
Los siguientes dos versículos nos muestran la reacción
de la mujer samaritana y la gran exclamación de divinidad de Jesús: 25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el
Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26
Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
Los pensamientos de la mujer se dirigen ahora hacia la
venida del Mesías. El profundo conocimiento que el extraño tenía de su vida, y
su penetrante discernimiento sobre la esencia de Dios y sobre la verdadera
adoración, la hacen pensar en unas tradiciones que, parten de Deuteronomio 18:15, 18, habían llegado
hasta el pueblo de Samaria.
Debemos entender que la mujer aun no terminaba de
asimilar las palabras de Jesús, y aunque habló de la llegada del Mesías, no
reconocía al extraño delante de ella como tal, aun no se había dado cuenta que
estaba frente a Jesús el Cristo.
No es la única ocasión en la cual las Escrituras nos
muestran un pasaje similar, en el cual los personajes se encuentran frente a
frente con el Señor Jesucristo y ni siquiera le reconocen. Lucas 24.14-32.
La semana pasada adentramos en este punto, la iglesia
que no conoce a DIOS y para vergüenza nuestra lo dice el apóstol Pablo, no
creamos a un dios de la imaginación como los samaritanos, no caminemos al lado
de un Jesús que no reconocemos, busquemos conocerle y el poder de su
resurrección por el único medio posible: Su Palabra.
También entre los samaritanos existía una expectación
mesiánica, no solo los judíos esperaban su llegada triunfante y reinante. Sin embargo,
la esperanza de esta mujer era vaga en cuanto al tiempo de su cumplimiento: “…cuando
él venga”; puede ser mañana, pero también puede ser de aquí a muchos años.
Pero, lo que hay que hacer resaltar es que ahora esta
mujer ya tiene una esperanza más certera, la mujer ya empieza a anhelar la
venida del Mesías, de aquel que le dirá lo que hay que hacer con su pecaminosa condición;
más aún, el que le declarará todas las cosas, no sólo a ella sino también a su
pueblo.
Todo esto dio pie para una de las revelaciones más
sublimes de parte de Jesús en la Escritura: Jesús le dijo: Yo soy, (El Mesías, El Cristo) el que habla contigo.
Algunos se han preguntado ¿Por qué Jesús se le reveló
a ella como el Mesías y no lo hiso con todos los que tuvieron contacto con él?
La respuesta es que pareció bien al Padre el ocultar esta gran realidad a los
sabios y entendidos, y revelarla a sus hijos predestinados Mateo 11:25-26.
Algo que no podemos pasar por alto, ni restarle
importancia es la gran afirmación de Jesús, misma que da en repetidas ocasiones
en este evangelio: Yo Soy.
Juan a propósito hace referencia al tetragrama hebreo YHWH: Yo Soy, pues es una relación de
divinidad directa en la persona de Jesucristo y no solo eso, sino que lo hace
uno mismo con DIOS: Éxodo 3.14.
YHWH:
YO SOY, comúnmente traducido en la Reyna Valera 1960 como Jehová. Jehová es una variante ampliada de formas más breves como JAH Salmo 68:4
e Isaías 12:2, Hallelu-jah, de donde deriva nuestro
"aleluya" (alabad a Jah).
¿Por qué JEHOVÁ y no Yahvé? Un traductor alemán del siglo XVI escribió el nombre YHVH
(YHWH) utilizando las vocales de Adonaí debido a que los textos judíos
antiguos que estaba traduciendo tenían las vocales de Adonaí debajo de
las consonantes de YHVH. Al hacerlo ideó el nombre YaHoVah.
El decir YO SOY es un nombre muy sagrado, aplicado sólo a Dios, nunca
se aplica a nadie más y no hay un significado o aplicación secundaria, como
ocurre con el nombre “Elohim” por ejemplo, que en vagas ocasiones puede
significar jueces o príncipes.
YO SOY revela a Dios como “el Ser que es absolutamente auto
existente y que, en sí mismo, posee la vida esencial y la existencia
permanente”.
Cuando Moisés preguntó el nombre de Dios, Él
respondió: “YO SOY EL QUE SOY”, un título que no sólo expresa Su auto
existencia, sino también su inmutabilidad de carácter. “Yo soy lo que soy” es
el significado real. Él dice: “Yo soy lo que estoy diciendo que soy”. En él no hay
mudanza, ni sombra de variación Santiago.
1:17. Hebreos 13:8.
Erróneamente hay
predicadores de corte arminiano-antropocentrico (Todos los cristianos al final de
cuente somos o calvinistas o arminianos, no por ser seguidores de alguno de
estos dos hombres, sino por el tipo de doctrina que vivimos) que bajo
el argumento de que DIOS es eternamente auto-existente, afirman que la soledad
en esa eternidad es lo que lo llevo a crear al ser humano, afirman que DIOS sin
nosotros estaría “incompleto” y falacias por el estilo.
·
Nosotros fuimos causados por Él,
pero Él no fue causado por alguien.
·
Nosotros dependemos de Él para
nuestra existencia, pero Él no depende de nadie. Nuestra existencia terrenal
pasa como por un reloj de arena, pero Él permanece.
·
Él era Dios, es Dios, y será
para siempre Dios.
Conocer que DIOS ES
AUTOEXISTENDE debe ser una de las verdades que más nos infunda reverencia y
humildad ante Él, Él es absolutamente libre de necesidad o dependencia.
Su existencia, el
cumplimiento de Su voluntad, y Su felicidad no dependen de ninguna persona o
cosa fuera de Sí mismo. Él es el único ser que es verdaderamente
Auto-existente, Auto-sustentador, Auto-suficiente, Independiente, y Libre.
Todos los demás seres
reciben su vida y bienestar de Dios, pero todo lo que Dios necesita para
existir en perfecta felicidad se encuentra en Sí mismo.
A Dios no le falta nada,
no tiene necesidad, y no depende de nadie. Enseñar, o aún sugerir que Dios hizo
al hombre porque Él se sentía sólo o incompleto, es absurdo y aún blasfemo.
La creación no es el
resultado de una necesidad en Dios, sino el resultado de Su plenitud o
abundancia. Enseñar que Dios necesita nuestra ayuda para manejar Su creación o
cumplir Su voluntad es igualmente absurdo y blasfemo. Él no creó, porque tenía
una necesidad, sino porque Él deseaba revelar la superabundancia de Sus perfecciones,
gloria, y bondad.
Es cuanto nos damos
cuenta de esto que empezamos a amarlo y glorificarlo, obedecerlo y adorarlo aún
más, no le hacíamos falta, no nos necesita para nada, no somos indispensables
en lo más mínimo, DIOS sigue siendo perfecto en majestad y Gloria sin nosotros,
pero nosotros no somos nada sin DIOS, y a pesar de esa plenitud completamente
independiente ¡¡NOS AMA!!
·
Salmo
36:9.
·
Hechos
17:24-25.
Tal vez para nuestras
mentes finitas y con limitaciones propias de ser una criatura nos es difícil
entender que haya un Ser sin causa, sobre todo porque en nuestro entorno diario
todo tiene una causa.
Al conocer la
AUTOEXISTENCIA nos damos cuenta no solo de las blasfemias que se propagan hoy
en día, sino también de lo insignificantes que somos, de lo débiles, de lo
fugaz de nuestras vidas y lo pequeño que es nuestro existir delante de un DIOS
tan inmenso y es a partir de ahí que empezamos a adorarle aún más y más cada
día.
Isaías
57:15. Nos da una muestra de la Auto existencia y
al mismo tiempo del gran amor de DIOS. Hay
muchos creyentes que se lamentan de la ausencia de Cristo, y están anhelando Su
presencia, sin percatarse de que, en esos mismos momentos, Él les está
hablando.
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