lunes, 31 de julio de 2017

El Evangelio De Juan 34: Gracias Señor Por No Preguntar. Juan 5.1-9.

El día de hoy comenzaremos a escudriñar el quinto capítulo del evangelio que redacto el discípulo amado, el apóstol Juan, dicho evangelio como nos hemos venido cerciorando, es muy diferente en estilo y contenido a los 3 primero evangelios llamados sinópticos, esto es así no porque se contradiga la Escritura, sino al contrario, es el complemento perfecto, algunos relatos exclusivos que hemos estudiado son:

·         El primer milagro de Jesús: convertir el agua en vino.
·         La entrevista nocturna de Jesús con Nicodemo.
·         La entrevista con la mujer samaritana.
·         El segundo milagro de Jesús: la sanidad del hijo del oficial del rey.

Todos estos relatos, como lo estudiamos, terminan en la salvación o el mensaje de salvación de una o más personas, pues Jesús, el profeta por excelencia, a eso vino a la tierra en forma de ser humano, a traernos el evangelio de DIOS.

Otro relato exclusivo del evangelio de Juan, es el que encontramos en los primeros versículos del capítulo 5, para nuestro estudio lo vamos a escudriñar en varias partes, en la primera el día de hoy, entenderemos el actuar de Jesús no solo con el enfermo a la puerta del templo, sino en general con todos los seres humanos.

Lo primero que nos narra el apóstol Juan es: 1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Obviamente se refiere a después de haber sanado al hijo del oficial del rey y los demás acontecimientos narrados en el capítulo 4, el punto interesante aquí es que Juan no nos dice exactamente a que fiesta se refiere.

Los judíos iban en peregrinación a Jerusalén de forma ritual obligatoria a solo 3 fiestas: la pascua, el pentecostés y los tabernáculos, como recientemente había pasado la pascua donde Jesús purificó el templo, las opciones se reducen a dos: pentecostés o tabernáculos, lo realmente importante en este versículo no es lo que no dice, sino por qué no lo dice, la respuesta es simple: porque no es relevante.

Aprendamos una rápida pero valiosa lección: donde la biblia calla, nosotros callemos, si la Escritura no se pronuncia en algo nosotros tampoco lo hagamos, no caigamos en mundos pre-adámicos, por ejemplo.

En el siguiente versículo leemos: 2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.

No lejos de la puerta de las ovejas, así llamada probablemente porque por ella pasaban muchas ovejas que se llevaban a sacrificar al cercano atrio del templo, había un estanque. Popularmente, a este estanque se lo conoce por el nombre de Betesda (casa de misericordia). Tenía cinco pórticos o porches cubiertas donde podían descansar los enfermos y protegerse de las inclemencias del tiempo.

Esto explica el siguiente versículo: 3 En éstos (pórticos) yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.


Recientemente entendimos que la misión de Jesús es velar por los enfermos no por aquellos que tienen sanidad. Marcos 2:17. A pesar de que no es nuestro tema central del día de hoy, no deja de ser importante recordar lo que vemos en los discipulados, pues renueva nuestra mente y confirma nuestra convicción de ser como Cristo.

Muchos son los que vienen a la congregación ignorando que somos como un hospital espiritual, donde hay de todo: médicos, enfermeras, camilleros, administrativos, pero lo que más abunda en un hospital son los enfermos, y el ignorar esta verdad ha desilusionado a muchos.

El problema es que muchas veces no somos de expectativas realistas, y al llegar a la congregación, pensamos que todos son amorosos, que todos son buenos cristianos, que todos son espirituales, que todos son discípulos fieles y maduros que reflejan a Cristo todo el tiempo, pensamos que todos los asistentes son gente perfecta, sin malas mañas, con excelente carácter, y siempre dispuestos a sufrir por los demás, pero la realidad es otra y cuando abrimos los ojos a ella, es cuando muchos se desaniman y ya no quieren seguir asistiendo a la iglesia.

En la iglesia acude gente real, no ideal, sean como sean son nuestra familia, de hecho, el que sean algunos difíciles de amar nos ayuda a templar nuestro carácter. Efesios 4:2.

Sin embargo, en el relato de Juan 5, son enfermos literales, que padecían desde hace mucho tiempo dolencias y enfermedades tales como ceguera, parálisis, etc. Lo siguiente que leemos es que esperaban el movimiento de las aguas y el versículo 4 nos habla del motivo por el cual esperaban que el agua se moviera.

4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.

No en todos los manuscritos antiguos aparece el versículo 4, muchos son los que lo omiten y hay mucha controversia acerca de aceptar este pasaje o no, muchos creen que se añadió más tarde para darle explicación a la respuesta del paralitico en el verso 7.

No vamos a meternos en controversia, y vamos a dar por hecho que es parte del texto, pues si lo entendemos bien no contradice ni hace violencia a la Escritura en general, pues no son pocos los pasajes donde nos habla de seres angelicales, de hecho, hay una ciencia bíblica llamada angelología, la cual enseña acerca de estos seres creados obviamente por DIOS y mostrados en muchas partes de la Biblia.

La angelología nos habla de la personalidad, la naturaleza, la jerarquía, atributos, nombres, títulos, su morada, su origen, su trabajo, etc.
No es el momento de adentrarnos profundamente en este estudio, pero si es bueno aclarar algo en cuanto a estos seres antes de continuar y es QUE LE SIRVEN AL HOMBRE EN OBEDIENCIA A DIOS. Hebreos 1:13-14.

Hay muchas sectas que confunden y caen en herejías, nuevamente por la falta de preparación, al no estudiar doctrinas como la angelología, creen por ejemplo que Cristo es el arcángel Miguel que tomó forma humana, cuando ciertamente Cristo es DIOS, o bien conciben a los ángeles como lo que son: mensajeros (el griego angelos significa mensajero) pero reciben mensajes que contradicen la Escritura de “ángeles” que ni aparecen en la biblia, me refiero a Moroni y el evangelio que a Jesús se le olvido darnos la primera vez que vino a la tierra. Gálatas 1:8.

Hay también algunos carismáticos o neo pentecostales que se la pasan dando órdenes a los seres angelicales porque DIOS los puso a nuestro favor, lo cual es parcialmente cierto, si DIOS los ha hecho espíritus ministradores, es decir nos ayudan, pero OBEDECEN AL CREADOR no a otra criatura como lo es el ser humano.

Otra mentira es que nosotros al morir nos convertimos en ángeles en el cielo, es anti bíblico y es una aspiración mediocre, pues en la glorificación no solo recibiremos un cuerpo nuevo semejante al de los ángeles no igual Mateo 22:30 y se refiere a no más hambre, sed, cansancio, enfermedad ni muerte, sino que el Padre nos glorificará juntamente con Cristo. Romanos 8:17.

Este ser angelical que nos narra el capítulo 5 del evangelio de Juan, bajaba a las aguas de vez en cuando a agitarlas y el primero en bajar al estanque era curado milagrosamente de su dolencia, obviamente el ángel no era quien obraba el milagro, era solo el mensajero, era el encargado de llevar la sanidad divina a los hombres, Con este milagro, Dios ofrecía a su pueblo elegido una prueba de Su buena voluntad, e indicaba que aun cuando había estado por largo tiempo sin profetas ni milagros, Él no se había desentendido ni olvidado de ellos; era un indicio del Mesías que había de venir, así que no espere ni ore para que un ángel le traiga ningún tipo de milagro, ore a DIOS y espere en su buena voluntad.

Lo siguiente que nos dice Juan es 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Esto no necesariamente significa que llevará todo ese tiempo en los pórticos o yendo al estanque, pero si nos habla de la gravedad de su enfermedad crónica, por lo que se entiende era un paralitico, tal vez por ser el caso más patético es que Jesús lo eligió para mostrar su Omnipotencia.

Luego leemos en el versículo 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? A primera instancia pareciera que la pregunta de Jesús es algo indolente o en son de burla, ¿Qué si quería ser sano? ¿Acaso alguien enfermo pierde alguna vez la esperanza de sanar?

La razón es, sin duda, para que tomase conciencia más profunda del miserable estado en que se hallaba, al no poder ayudarse a sí mismo de ninguna manera, y a desear con mayor anhelo su propia curación. También lo hizo para que estuviera más dispuesto para apreciar su curación.

Pero la respuesta del hombre enfermo es mucho más patética que su condición misma. 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.

Parece que la regla en ese estanque era: cada quien vea por su propio bien, característico de la naturaleza pecaminosa, todos aquellos hombres enfermos pensaban solo en ellos, nadie pensaba en el bienestar de los demás, seguramente muchos llegaron a ser curados y supieron de su condición y aun así decidieron meterse primero al estanque.

No nos sorprenda el egocentrismo de las personas, nunca olvidemos que al igual que nosotros antes de ser llamados a los pies de Cristo, el pecado era su único dueño y señor, y el orgullo y el egoísmo su único pensar, si alguien te tiene que pisar para avanzar es casi seguro que pasará, NO así nosotros lo hijos de DIOS, que no pensamos en nosotros mismos, que nos negamos, tomamos nuestra cruz y cuando llega el tiempo de decidir si hacemos la voluntad de DIOS o la nuestra, por mucho que a nuestro ego le duela PREFERIMOS OBEDECER A DIOS, pero no nosotros, sino Cristo en nosotros.

La respuesta es patética, pues lo más esperado por todos era que dijera un rotundo y simple si, Señor, si quiero. Sin embargo, este hombre enfermo lo primero que hace es QUEJARSE de que no hay quien le ayude a entrar al agua.

Jesús no le preguntó ¿Porque no entras al agua? O ¿tienes quién te meta al estanque? Jesús le preguntó ¿Quieres ser sano? Sin embargo, se había acostumbrado tanto a su condición que se llenó de prejuicios que nublaban su entendimiento.

Había perdido toda esperanza de ser sanado:

·         No hay quien me ayude.
·         Yo no puedo solo.
·         Mis piernas no funcionan y otros me ganan a entrar.
·         Solo soy un invalido despreciable.
·         Nunca voy a ser sano.

Eran los pensamientos que asaltaban continuamente a este pobre hombre, pero antes de sentir lástima por él, echemos un vistazo a nuestro propio corazón, pues seguramente no pocas veces hemos estado en una situación o tomado actitudes parecidas a este paralitico.

No necesariamente en alguna enfermedad o condición física, pero si en nuestras vidas espirituales, el desánimo hace presa de nosotros, pone su pie en nuestro cuello y nos tiene contra el suelo matándonos poco a poco:

·         Para que voy a la iglesia si no cambia nada en mi vida.
·         Para que me discípulo si no pasa nada.
·         Nunca voy a poder dejar este hábito pecaminoso (cual sea).
·         Mi vida no cambia, creo que no soy hijo de DIOS.

¿Cuántas veces hemos estados atrapados por alguna situación negativa o algún problema? Y por más que tratamos y nos lo proponemos simplemente no podemos salir de él, cuando nos encontramos en medio de ese tipo de situaciones es casi imposible imaginarnos libres de esa cruel atadura.

Muchas personas creen que aman los pecados que practican en secreto simplemente por el hecho de les da placer momentáneo y no los han podido superar, si en realidad amaran esos hábitos de la carne no se sentirían miserables después de hacerlos y no tratarían de dejarlos con desesperación.

En Romanos 7:16-19, Pablo confiesa que ha llegado a pecar, El hombre que escribió la mayoría de los libros en el Nuevo Testamento, abiertamente admitió que había visto días de grandes luchas con los pecados, lo cual nos muestra otra gran verdad: nunca pensemos que somos los únicos que luchan con pecados personales, que solo nosotros fallamos, que solo nosotros nos comportamos de manera equivocada, esa es una trampa que nos mantendrá atrapados en la desesperación si caemos en ella.

Aun los grandes hombres de DIOS (Ya entendimos que nos los hay, hay un DIOS grande que se glorifica en hombres débiles) pasan por pruebas y desánimos. Santiago 5:17.

Tal vez has llegado a pensar que eres mala persona o que hasta ni has nacido de nuevo solo porque el placer de pecar te arrastra a caer de nuevo, pero esta inclinación a los pecados no eres tú, tú eres nueva criatura y tienes una identidad bien definida: eres Santo. 1ª Pedro 2:9.

La esencia, el ser interior, espiritualmente hablando, los cristianos no somos pecadores, es la presencia de la carne la que nos inclina a pecar. Romanos 7:21-23.

Es un paso vital entender esta verdad, no somos pecadores por pecar, no más, estando en Cristo no podemos volver a ser pecadores en el sentido estricto de la palabra, pues eso implicaría que perdimos nuestra regeneración y eso es imposible.

No caigamos en la mentira de creer que amamos los pecados solo porque nos producen placer y por esa causa volvemos a cometerlos, si bien es cierto que el pecar trae consigo un placer pasajero, eventualmente se vuelven una amargura en la vida de los hijos de DIOS. Romanos 7:24. ¡Miserable de mí! Gritaba Pablo.
El hecho de que lleguemos a disfrutar el placer pasajero que causa el pecar, solo dice algo de nosotros: somos seres humanos todavía.

Si nos duele el no madurar, si nos desanima el no cambiar, ¡gloria a DIOS! QUIERE DECIR QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS ESTA REDARGUYENDO, y que es la ocasión perfecta para dejar de hacer las cosas como las venimos haciendo y empezar a hacerlas diferente, Albert Einstein decía: ¿Quieres resultados diferentes? has las cosas diferentes.

¿Si esta vez en lugar de quejarnos como el paralitico, de lamernos nuestras propias llagas y hacernos los sufridos espirituales, empezamos a discipularnos seriamente, a dejar las redes y leer la biblia a alejarnos de las malas influencias y nos congregamos fiel y regularmente?

Lo que sucede a continuación, después de las quejas y auto-compasión del hombre enfermo es una maravilla. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

Jesús NO pregunta por segunda vez, de hecho, él ya sabía la respuesta de este hombre, si le preguntó fue para el mismo paralitico se diera cuenta de su condición, Jesús tampoco le da explicaciones, ni le debate su situación, Jesús simplemente le da la orden de levantarse y andar, lo sana en el acto, sin necesidad de la fe del enfermo, sin preguntarle, sin tomarlo en cuenta para nada.

Una vez más la gloria del Hijo de Dios aparece claramente revelada. Esta recuperación no es ni gradual ni parcial; aquellos charlatanes que pretenden “curar por fe” deberían estudiar cuidadosamente este maravilloso relato, pues el enfermo no aportó nada, pues no tenía ya esperanza de nada.

Y ese es el punto máximo de nuestra enseñanza de este día, con esto deseo terminar por hoy, recapacite un momento, si DIOS nos preguntara si queremos ser salvos, si deseamos ser sus hijos, si queremos dejar el pecado y arrepentirnos para ir a los pies de Cristo reconociendo que él murió por nosotros y reconocerlo como nuestro Señor y Salvador, la respuesta sería siempre un rotundo NO.

Nadie quiere ni nadie puede, por eso es tan maravillosa la salvación monergista, porque todo lo hace DIOS, nosotros no aportamos nada, ni decidimos nada, ni nos pregunta nada, aun en lo natural podemos verlo ¿A quién de los presentes sus padres le preguntaron si deseaba nacer?

El orgullo de la naturaleza pecaminosa, ha hecho creer que si DIOS se comporta así es un tirano y opresor, pero no olvidemos dos puntos claves:

·         Somos su creación, somos de su propiedad, y él es Soberano.
·         Si no tomará él solo la decisión TODOS SERÍAS CONDENADOS AL INFIERNO.

Por eso es que el título de la enseñanza del día de hoy es: gracias Señor por no preguntar.

Nuestro señor y DIOS desea y ha planeado lo mejor para nosotros, y no nos va a preguntar si estamos de acuerdo, porque él sabe que, debido a la carne, no tenemos la perspectiva correcta, es como preguntarle a un niño pequeño que quiere de comer y dárselo.


Así que no ha de sorprendernos no solo que no nos preguntó si deseábamos ser sus hijos, él nos adoptó y ya, pero también no nos sorprenda cuando DIOS permita que pasemos por tribulaciones, por pruebas, sobre todo cuando quite de nuestra vida algo que nos gusta mucho pero que nos hace daño, al final DIOS sabe que es lo menor para nosotros, y para muestra basta ver que el paralitico tomo su lecho y después de 38 años de sufrir por fin pudo ponerse en pie y caminar.

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