En el quinto capítulo del evangelio de Juan,
encontramos nuevamente un relato exclusivo por lo cual no lo vemos en ninguno
de los otros 3 evangelios, este relato es la sanidad milagrosa e instantánea
que Jesús SIN PREGUNTAR realiza en un paralitico, cuya patética condición era
desde hacía 38 años.
Lo siguiente que nos narra el apóstol Juan es la
reacción, no tanto del hombre sanado, sino de los religiosos, los fariseos, al
ver que Jesús es pleno día de reposo efectuó sobre aquel pobre paralitico.
Para poder entender el escándalo provocado por una
sanidad milagrosa en día de reposo, primero debemos entender el significado que
los fariseos tenían del sábado, Shabbat o día de reposo
y las costumbres que habían construido a su alrededor durante la época de
Jesús.
El día de reposo lo encontramos desde el inicio mismo
de la creación, DIOS literalmente creó este mundo en 6 días de 24 horas (ya nos
adentramos en El Verbo como DIOS Creador en
el capítulo 1), en el séptimo día DIOS descansó o reposó sobre su creación. Génesis 2:1-3.
Durante la historia del pueblo judío, el día de reposo
se convirtió en un tema central en cuanto su religión, lo podemos ver en varios
pasajes de la Escritura:
·
Éxodo
20:10.
·
Isaías
58:13.
·
Jeremías
17:19-27.
·
Nehemías
13:15.
Sin embargo, el pueblo de Israel no entendió nunca el
verdadero significado, no solo del día de reposo, sino de toda la ley del
Señor, y en su incompetencia natural, se rebelaron contra su DIOS muchas veces
y de distintas maneras y por esta causa el Señor los mandó como esclavos a
Babilonia.
La experiencia del cautiverio marcó profundamente el
pensamiento de los rabinos e intérpretes de la ley y todo el pensamiento judío
por consecuencia, se comenzó a fomentar una interpretación sumamente estricta
del descanso del sábado, esto fue desembocando en ser una pesada carga de
llevar.
Jesús sanó milagrosamente al pobre hombre paralitico
en un día de reposo, por esta causa se desató la controversia, al perder el
sentido de la ley, le habían añadido ridículas cargas en lugar de considerarlo
como un día consagrado especialmente para obras de gratitud por la salvación
que el Señor les había concedido.
Para los religiosos el sábado significaba holganza,
pereza, desidia y hasta indiferencia y aún así se les hacía una pesada carga,
para Jesús significaba trabajo, ayuda, actividad y para él significaba
descanso.
Lo que los fariseos no entendían y aun muchos
cristianos en la actualidad ignoran es que la ley NO FUE DADA PARA CUMPLIRLA,
no podemos, estamos incapacitados para hacerlo, cada vez que vemos una regla,
por naturaleza nos inclinamos a romperla, le pasó a Adán, una sola ley, un solo
estatuto, una sola regla y la violó, no podemos cumplir la ley de DIOS ni de
Cristo, nuestra naturaleza de pecado nos hace incapaces de lograrlo.
Hay en la actualidad muchas iglesias que creen que son
sana doctrina por predicar profundamente contra el pecado, imponen cargas tales
como faldas en las mujeres, nunca pantalones, velo, separación de lugares en la
iglesia, tal vez no sean iglesias apostatas al nivel de Luna, Maldonado, Witt,
romero, etc. Pero, definitivamente no son sana doctrina, la sana doctrina fluye
del evangelio, el evangelio fluye de la gracia y la Gracia está solo en
Jesucristo.
No nos confundamos, no promuevo el Antinomianismo, la
anarquía espiritual, pues hay quienes bajo este pretexto te dicen que puedes
vivir como lo desees, lo cual es falso, la ley no fue hecha para que la
cumplamos, la ley fue dada para mostrarnos nuestra realidad espiritual:
miserables, ciegos, desventurados y desnudos.
Una vez que nos damos cuenta de nuestra miseria, es el
momento de correr a los brazos de Cristo y rogar por su gracia, y es en ese
momento en que la sublime Gracia del Señor nos hace salvos y nos hace santos
delante de DIOS.
Por la ceguera espiritual es que los judíos le
reclaman al hombre recién sanado, en el versículo 10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de
reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
En lugar de alegrarse y glorificar a DIOS por el
milagro hecho, sus prejuicios religiosos salieron a flote para juzgar sin
fundamento real.
La respuesta del hombre sanado fue adecuada: 11 Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo:
Toma tu lecho y anda. Su razonamiento era así: uno que realiza una obra tan
gloriosa—concediendo instantáneamente curación completa a un cuerpo que ha
estado treinta y ocho años atrofiado—tiene derecho, incluso en día de reposo, de
decirle al que ha curado lo que debe hacer.
La respuesta de ellos ante el razonamiento del hombre
sanado nos deja ver lo que muchas veces hay también en nuestro corazón 12 Entonces le preguntaron ¿Quién es el que
te dijo Toma tu lecho y anda?
Esquivaron el golpe, en lugar de preguntar ¿Quién hizo
tan glorioso milagro? Su pregunta fue por quien lo mandó, según ellos a
quebrantar la ley.
La curación gloriosa de este hombre no les interesaba
en absoluto. Lo único que les interesaba eran los excesivos reglamentos
humanos. Debido a su gran celo en observarlos llegaron, incluso, a olvidarse
del carácter altamente ridículo de su observación: no parecían darse cuenta de que,
después de todo, lo que el hombre llevaba no era más que una camilla (no más
grande que una cobija o cobertor).
Al igual muchas veces nosotros tomamos las mismas
actitudes, sino en juzgar, si en tratar de evadir
los golpes, al pensar que las exhortaciones son para alguien más, o
desentendernos de ellas, quejarnos de que siempre se nos exhorte en la
predicación, o algunos, en definitiva, cuando llega el momento de ser
confrontados salen huyendo de la congregación, ni por poco ni por mucho están
cerca de ser verdaderos discípulos.
Leemos en el verso 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se
había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. El hombre curado no se había enterado de la identidad
de su Benefactor, pues Jesús, inmediatamente después de obrar su milagro, había
desaparecido de entre la multitud de visitantes enfermos que acudían los días
de reposo.
Hay varias teorías del motivo por el cual sucedió de
esta forma:
I.
Para evitar la fama y así una posible manifestación
popular que lo exaltase antes de tiempo. (todo lo opuesto a los supuestos
sanadores actuales que solo buscan dinero y fama).
II.
Sabía de la confrontación que se avecinaba y por ello
se apartó, para enfrentarlos en el templo.
III.
Hay quienes piensan que fue para darle la oportunidad
al hombre sanado para afirmar sus convicciones cuando se viera cuestionado.
Si prestamos atención bien pudieron ser los 3 motivos
sin ninguna contradicción, recordemos que Cristo es DIOS y además de ser
Soberano es Omnisciente, no está limitado como nosotros, ni en este acto ni en
nuestras vidas.
Cuando DIOS hace algo en nuestras vidas que nosotros
NO entendemos no significa que no sean con propósitos bien definidos, y no nos
sorprenda que no los alcancemos a entender y hasta nos maravilla cuando vemos
más y más repercusiones, como si armara fichas de dominó una tras otra y con un
evento las echara a caer.
Sea cual sea la razón o combinación de razones, sigue
siendo cierto que aquel hombre no pudo determinar quién había sido el que había
tornado su aflicción en gozo, después leemos 14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido
sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
La obra maravillosa de Jesús, aún no había terminado y
DIOS no es mediocre, no deja nada a medias, el que comenzó la obra siempre la
termina, había sanado su cuerpo, más su condición espiritual aún estaba
pendiente.
Jesús lo encuentra en el templo, muy seguramente el
hombre llevó su ofrenda en agradecimiento a DIOS por la bondad recientemente
recibida, es ahí donde Jesús lo intercepta obviamente no por casualidad para
terminar su obra.
Hay quienes piensan que este hombre había cometido
algún pecado especial por el cual le había sobrevenido la enfermedad. Pero
Jesús se refiere sólo a su actual condición espiritual, pues en original griego
se lee: No continúes en pecado.
Con ello, le estimulaba a ponerse en correcta relación
con Dios y cambiar de vida. Para que no te suceda alguna cosa peor. ¿Qué cosa
peor le podría pasar que 38 años paralitico?
Volver al pecado después de una salvación tan grande
de cuerpo y alma, ya sería una ofensa tremenda y una horrible ingratitud hacia
el que tan compasivamente se había apiadado precisamente de él entre tantos
otros, lo peor sería la condenación
eterna.
Con gratitud el hombre busca a los judíos para dar
aviso. 15 El hombre se fue, y dio aviso
a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Sabemos que fue
agradecido, pues no les informa acerca de quien le ordenó llevar su camilla,
les informó acerca de aquel que lo había sanado.
Este hombre, ignorando por completo en lo mal recibido
que sería su testimonio gustoso y entusiasta va a contarles acerca de Jesús.
Las tinieblas no comprendieron la luz que estaba llegando a ellas.
Cuando la atención de las autoridades judías se fija
en Jesús, su furor es tan intenso que determinan en sus corazones perseguirle
hasta hacerle morir. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús. El verbo
de esta oración hace referencia a una actividad hostil continua. Fue haciéndose
más definida y determinada hasta que finalmente clavaron a Cristo en la cruz. 16 Y por esta causa los judíos perseguían a
Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
Jesús lejos de amedrentarse o atemorizarse, los
confronta en el versículo 17 Y Jesús les
respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Jesús hace notar que al realizar aquella obra de
misericordia en el día de reposo había obrado de acuerdo con el ejemplo de su
Padre y de acuerdo con el mandato que de él había recibido.
Inteligentemente Jesús estaba poniendo un fuerte alto
a los fariseos, pues si ellos acusaban a Jesús de violar la ley del sábado,
automáticamente estarían acusando a DIOS de hacer lo mismo, por ello es que se
encendieron aún más.
Terminaremos por el día de hoy con lo narrado por el
apóstol Juan en el versículo 18 Por esto
los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de
reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a
Dios.
Con estas palabras, Juan nos muestra una vez más el
propósito de su evangelio: presentar a Jesús como DIOS en todo su esplendor,
pero deseo cerrar con otra meditación y es la reacción de los judíos, fue dura,
fue áspera, fue de muerte.
La actitud en cambio del paralitico sanado fue de
agradecimiento profundo, lo que nos lleva a reconsiderar una cosa: o recibimos
humildemente el mensaje del evangelio de Jesucristo o lo despreciamos, PERO NO
PODEMOS SER INDIFERENTES A EL.
Ser indiferentes, apáticos, fríos a Jesucristo y el
mensaje de salvación es LO PEOR QUE PODEMOS HACER, pues no somos ni fríos ni
calientes, o le recibimos o le despreciamos, pero no nos quedemos sin hacer
nada, pues los que le desprecian al menos han tomado una decisión y después de
vivir las fuertes consecuencias, si DIOS así lo permite hasta se pueden llegar
a arrepentir, pero no hay nada más peligroso que un casi cristiano. Apocalipsis 3:15-16.
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