En el tema de Conexiones
de la justificación, entendimos que es precisamente está la que abre el
camino a la santificación, pues la justificación cubre solamente el aspecto
legal, declarándonos justos más no inocentes delante de DIOS, esto por medio
del Glorioso intercambio.
A partir de esta clase vamos a estudiar el camino que
sigue la justificación y que los teólogos proponen como el siguiente eslabón en
la cadena de oro de la salvación, me refiero a la santificación.
Desde nuestro estudio de Cristología entendimos que el
pecado tiene un efecto triplo sobre los seres humanos:
1.
En nuestro espíritu, llevándonos a vivir en condena. La Condena por el pecado.
2.
En nuestra alama, llevándonos a vivir en esclavitud. El poder del pecado.
3.
En nuestro cuerpo llevándonos a la muerte. La presencia del pecado.
Del primer efecto ya nos ocupamos cuando hablamos de
la justificación, pues la condena que debíamos de pagar por el pecado fue
pagada por Cristo, el segundo efecto, sobre nuestras almas, el poder del pecado
sobre nosotros, que nos tiene en esclavitud a él, para este efecto es la santificación.
El poder del pecado queda contrarrestado mediante el Poder y la Gracia del Espíritu Santo. Romanos 6.6. la palabra griega katargeo
(καταργέω, G2673) que se tradujo como destruir, también significa
contrarrestar, hacer nulo, invalidar, deshacer, desligar y destruir.
La santificación se da inmediatamente después de que nacemos
de nuevo, al igual que la justificación, es decir cuando somos llamados por
DIOS a los pies de Cristo somos en ese instante justificados y santificados.
Es muy importante entender que ya tenemos la
santidad, pero el reflejarla es un proceso en el tiempo, que requiere continua docilidad al Espíritu Santo, quien ya
previamente regeneró nuestro interior y ahora fortalece esa interna disposición
a ser santificados.
La santificación tiene 4 implicaciones muy
importantes:
I.
A
pesar de ser regenerados, la carne sigue presente. DIOS
Espíritu Santo cambió por completo nuestro ser interior, nuestro espíritu es
uno con Él, ahora somos nuevas criaturas espiritualmente hablando, sin embargo,
nunca debemos olvidar que la carne sigue presente.
La
carne es la que recuerda vívidamente los hábitos pecaminosos y hace que
regresemos a la tendencia de practicar dichos hábitos. Juan 13.10. Romanos 6.12.
EL
Pecado Ya No Reina Sobre Nosotros, Pero Aun Habita En Nosotros, En Nuestra
Carne.
II.
Los
creyentes justificados NO tenemos 2 naturalezas contrarias. Esto
es muy importante entenderlo a fondo, DIOS no pone vino nuevo en odres viejos,
no uno luz con tinieblas, no pone paño nuevo en vestido viejo, y no ha puesto
dos naturalezas en nosotros, la vieja naturaleza, de pecado o el pecado
original ya fue removida de nosotros.
La
Presencia Del Pecado Es El Cuerpo, No Reina En Nuestra Alma Y Definitivamente Ya
No Está Presente En Nuestro espíritu.
III.
La
victoria en el conflicto de la carne y el espíritu es la Fe en Cristo. 1ª Juan
5:4-5. Tenemos la creencia de que la vida cristiana comienza
por la fe en Cristo pero que después continua por nuestros propios esfuerzos,
cuando la victoria sobre la carne que es andar
en el Espíritu se logra solamente por Fe. Colosenses 2:6-7.
IV.
No
es suficiente con entender la verdad hay que entregarnos por completo por la fe
a que el Espíritu Santo nos santifique. Es preciso
mortificar dejar que el Espíritu mortifique en nosotros los pecados, dejando el
molde del mundo y transformando nuestra escala de valores o criterios y por
consecuencia nuestra conducta. Romanos
12:1-3.
Tanto el hebreo del A.T. qadosh como el griego en
el N.T. hagios son términos que denotan sagrado por medio de la
separación, un creyente es santo porque DIOS lo ha separado para sí
mismo con el fin de que sea como Cristo, por lo tanto, los conceptos de santo
que previamente hubiéramos tenido como perfección
lograda deben quedar atrás, ni el mismo apóstol Pablo consideraba que ya
estaba en dicho estado. Filipenses 3.12.
A lo largo de la historia del pensamiento cristiano ha
habido diferentes conceptos acerca de la santificación, ya desde los padres de
la iglesia se empezaban a adoptar modelos más moralistas que Cristocéntricos lo
cual derivó en varias desviaciones.
A. El sacramentalismo. Es el concepto el
cual pensaba que el bautismo en agua limpiaba los pecados pasados mientras que
los pecados posteriores a ser bautizados debían ser limpiados por medio de
buenas obras y penitencias.
B. El ascetismo. Se dio junto con el
aumento de la vida monástica, y era el llamado al estado de perfección al dejar atrás todo en esta vida y sobrevivir
lo más austeramente posible. Al irse a vivir a un monasterio pensaban que había
una mayor oportunidad de vivir en consagración a DIOS y por lo tanto de limpiar
los pecados y ejercer virtudes piadosas.
C. Confusión de justificación con santificación. Aunque
están íntimamente relacionadas y, de hecho, la santificación se puede decir que
aterriza a la justificación, como lo
vamos entendiendo no son lo mismo ni tienen las mismas implicaciones. El
problema viene cuando hay pecados de la carne, se piensa que hay que recobrar la santidad por los medios que
sean, cuando en realidad la justificación nos garantiza no salir nunca de
nuestro nuevo estado legal.
D. Mejoramiento moral. La teología liberal
ha hecho de la santificación un simple mejoramiento de la forma de comportarse
del ser humano, esto se logra según dicen, mediante la corrección psicológica del carácter de las
personas.
E. Perfeccionismo. Este error lo
trataremos más adelante.
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